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Reto cada dia de la semana. Versión Varias Parejas por MizaiTan

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Notas del capitulo:

Hello! Nuevo capitulo! Ligeramente atrasado, perdon Viki!

Pero ya estoy poniendome al corriente

Metodo de escoger: Escribi todas las frases en Word en desorden y le pedí a mi hermano que apuntara con el dedo sin leer. 

Frase escogida: Pasaría otros 5 mil años atrapado en el rompecabezas si con eso consigo otra vida contigo

Ganadora: Viki Fangirl

Pareja: Puzzleshipping.

Ohh, Puzzle! Espero lo disfruten

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Basicamente pos-canon

Yugi se prometió a sí mismo que no lloraría, ya es un adulto. Ha hecho esto antes, no hay razón de llorar sino que tiene que alegrarse.

Así que quita toda expresión de angustia y pone una sonrisa de marca registrada suya para que Joey no lo vea triste y no se arrepienta de irse.

Justo ahora palmea el hombro del abuelo despidiéndose mientras el mayor le da consejos para sobre los Tailandeses.

Porque asi, justo después de cumplir los 20 años Joey decide irse de Domino, porque ya no se haya en la ciudad.

Es entendible. Tea, Tristán, Duke, Bakura. Todos se han ido a diferentes sitios a cumplir sus sueños, terminar con algo que ya fue comenzado o simplemente a recorrer el mundo para descubrir qué nuevo rumbo debe llevar su vida.

Y sólo quedaba Joey para acompañarlo. El ultimo testigo de todas las aventuras que vivieron, su mejor amigo.

Aprieta su labio cuando el rubio se dirige a él para despedirse.

-Ha sido una locura.- Empieza Joey mirándolo con nostalgia en los ojos.- Pero no me arrepiento de nada… O bueno, quizás de no haberle confesado nada a ese ricachón.- Dice Joey mirando hacia otro lado, asqueado de su propia cobardía.

Yugi pone una mano en su hombro.- Él se lo pierde, Joey.

Joey lo mira un segundo para luego inclinarse a su altura.- ¡No me voy para siempre! ¡Volveré! ¿¡Pero por qué rayos estoy llorando?!}

Yugi no puede evitar reír y llorar a la vez, porque incluso en un momento dramático, Joey no deja de ser Joey.

-Escríbeme siempre que puedas.

-¡Tu igual, tonto!

Y así, su ultimo aliado simplemente se marcha a un avión que lo llevaría lejos de Domino. Porque aunque el mismo Joey no sabe qué será de él de ahora en adelante, salvo estar con su hermana, decide ir a buscarlo.

Pero Yugi no puede. Porque se siente conectado a la ciudad. Porque aquí estuvo con todos… Porque aquí estuvo Yami.

Piensa un poco en Yami y en su despedida donde al fin pudo sentir el calor de su mano. Porque hablar de sentimientos con un ser intangible no es sano para la propia alma. Hubo un tiempo donde pensó que se estaba volviendo loco.

-Yugi.

El nombrado mira a su abuelo que tiene una expresión seria mientras mira la pequeña silueta de su ex-alumno.- ¿Si?

-¿Qué es lo que te gustaría hacer?

Y Yugi sabe que no se refiere al almuerzo o incluso al día siguiente.

Yugi suspira y mira al techo.- Me gusta ayudar, pero no sé qué más.

-Eso es un comienzo.

 

Xxx0xxx0xxx

 

Aunque tiene pensamientos casi depresivos eso no detiene a Yugi ni por un momento. Aun ayuda a su abuelo con la tienda, aún juega al Duelo de Monstruos, aun participa en torneos e incluso tiene en su mesa de noche distintos programas de estudios que podrían interesarle.

Pero aún falta algo.

No sabe si es porque ya empieza a extrañar a Joey.

Pero simplemente algo no conecta, y no cree que tenga nada que ver con la llamada desesperada que recibió hace unos días de Kaiba que el departamento donde antes vivían Joey y su papá ya lo está usando otra familia.

Y a Yugi le gusta ayudar, no quiere que nadie sufra, en especial Joey. Así que le dice a Kaiba donde está su mejor amigo.

Porque él también está perdido pero quizás encuentra lo que busca.

 

Xxx0xxx0xxx

 

Una mañana el celular empezó a sonar.

Yugi lo mira con un signo de interrogación en la cabeza.- ¿Malik? – Eso es curioso, porque el chico realmente no se pone en contacto con él.

Oh.

El año pasado vino con sus hermanos a una exposición y llamó a Yugi para decirle si no había problema en una visita.

Debe ser algo similar.

Contesta su celular.- ¿Hola?

-¡Yugi! ¡Justo la persona que necesito! – Su voz suena agitada

-Claro.- Responde siempre cordial y servicial, sobre todo porque la voz se nota que necesita ayuda.- ¿En qué puedo ser de ayuda?

-Verás, soy el guardián de la tumba del Faraón Atem, ¿Cierto? – Yugi hace un gruñido positivo.- Así que es normal que revise su tumba periódicamente.

Tanto hablar de Yami realmente no es bueno para su corazón, le recuerda una y otra vez lo inevitable.

-Y hoy descubrí algo extraño

Eso capta la atención de Yugi de inmediato.- ¿Qué cosa, Malik?

-Es… No, ¿sabes qué? Te mandaré una foto por correo. Porque estoy seguro que es un mensaje para ti. Fue un gusto hablar contigo.- Y así sin más corta la llamada.

Yugi no sabe que pensar, pero lo mejor sería esperar que llegara el correo electrónico, mientras se prepararía una taza de café.

La imagen llega a su computadora cuando Yugi ya está nuevamente en su habitación con una humeante taza en las manos.

Sabe que siempre hay que esperar lo inesperado, y aún más con experiencia sabe que no debe estar bebiendo nada mientras ve cosas que están conectadas con las cartas. Joey ya lo ha escupido lo suficiente, muchas gracias.

Deja la taza a un lado y abre el correo que mandó Malik. Agradece haber tomado ese curso para entender jeroglíficos egipcios, aunque quizás no debería agradecer tanto porque si no supiera su corazón no se habría detenido

“Pasaría otros 5 mil años atrapado en el rompecabezas si con eso consigo otra vida contigo”

Yugi se levanta y retrocede porque esa frase no lo hace feliz. Ni un poco.

Se sienta en el suelo con una mano pasando por su cara – Por favor, Faraón. Eso es cruel.- Mira nuevamente la pantalla para luego voltear a otro lado con lágrimas empañando sus ojos.- Eso no me ayuda en nada ahora.

-Ni tampoco si estoy aquí.

Yugi voltea y ve a un chico entrar a la habitación. Tiene características que realmente no son exactas pero ese cabello y esos ojos los reconocería en cualquier parte.

-… Yami.

Yami sonríe y empieza a caminar hacia Yugi solo para detenerse cuando éste levanta una mano, sin aun levantarse del suelo.- ¿Yugi?

-No, no quiero ningún consuelo, ni nada sobre otra vida.- Yugi pasa su otra mano para limpiar las lágrimas.- Odio las despedidas.- Muerde su labio inferior porque aún recuerda todas las veces que se ha despedido en los últimos años, y no quiere más.- Si vienes ahora te irás después, e ilusionarás a mi corazón.

-Yugi.

-Me alegra saber que estás bien, pero por favor vete.

Yami no dice nada pero aun así se aproxima e incluso se arrodilla enfrente de Yugi tomando su mano mientras este tiembla diciendo que está siendo cruel.

-Yugi.- Empieza Yami y Yugi no quiere escuchar nada.- Como mi alma está libre, no tiene problemas en reencarnarse en ésta era.

Yugi no lo mira ni siquiera.- No soy un pedófilo.- Porque si eso es asi, significa que la reencarnación de Yami será mucho más joven, posiblemente ni ha nacido.

Yami agarra la mano con las dos suyas con mucha fuerza.- No, siente mis manos, son firmes, de carne y hueso. Ya no soy un espíritu.

Y tiene razón, haciendo a Yugi levantar levemente la mirada. Es un poco extraño la visión más cerca. Porque no recuerda que Yami tenga un lunar allí al lado de su boca.

-¿Entonces, qué eres?

Yami sonríe al ver al fin el rostro de su aibou.- Aparentemente la reencarnación del Faraón Atem.

-¿Ah? – Porque eso definitivamente estaría en el top 10 de lo más loco que ha escuchado, y hay que tener en cuenta quién es su mejor amigo.

-Yo mismo no me explico. Ayer era un chico llamado Atem que asiste a la universidad de Domino estudiando Medicina con sus dos padres siempre de viaje, sin objetivo claro en la vida, solo viviendo sin más. Pero esta mañana.- Yami, o más bien Atem, toma la mejilla de Yugi con una de sus manos.- De repente recordé todo, no sé por qué, y no me importa ahora, porque ahora encontré un objetivo.

Yugi quería exigir a este loco que se fuera, que jugaba con sus sentimientos, pero se sintió tan real.- Pruébalo.

-¿Eh?

-Si lo que dices es verdad significa que esta vez ya no me dejarás. Pruébame que de verdad eres Atem y que de verdad planeas quedarte.- Lo miró con ojos desafiantes no comunes en él.

Yami sonríe y se acerca a besar la mejilla de Yugi, provocando un sonrojo en él.- Ya puedo tocarte, sin problemas. Y tengo una identidad reconocida por el Gobierno Japonés.

Yugi aprieta el labio inferior.- ¿Y lo otro?

Yami sonríe esta vez divertido.- Recordé que el abuelo siempre deja su llave de repuesto en la maceta de la izquierda, es bueno saber que no ha perdido el hábito o no hubiera podido entrar.

Y eso explica la entrada dramática.

Y por fin Yugi empieza a soltar lágrimas y se lanza a Yami, haciendo a ambos caer al suelo.

No sabe si justo esta sea la repuesta a todo, pero espero que Yami, o Atem, le ayude a descubrirlo y que esta vez no se vaya

Notas finales:

Entonces, mi opinion de todo el asunto es que Yugi no es la reencarnacion sino que el rompecabezas guardaba el espiritu del Faraón, asi que para mi Atem podía reencarnar sin problemas en otro cuerpo.

Y si hay una razon logica para que no... No quiero pensarla!

Espero te haya gustado Viki!

Nos vemos mañana

Besos!


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