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Segunda Oportunidad (Cherik - Wolversilver) por midhiel

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Segunda Oportunidad

 

¡Gracias, @KiKaLoBe, por leer!

 

Capítulo Trece

 

 Peter se sentía feliz, ¿cómo no estarlo si su relación con Logan marchaba sobre ruedas? Su padre lo había aceptado, se había hecho amigo de Jason, al fin había encontrado en Charles a un adulto que lo comprendiera y la vida en la mansión era como la de una familia. Esto sin contar que estaba progresando en sus estudios y ya había aprendido a contenerse y a manejar mejor su mutación. Peter se sentía feliz. Lo único malo era ese malestar estomacal que lo atacaba cada mañana y se iba, tan rápido como había llegado. Estaba confundido porque comía saludablemente y ya había dejado de lado las papas fritas, las hamburguesas, las patas fritas de pollo y demás comida chatarra.

 

Se enjuagó la boca, se cepilló los dientes y se la volvió a enjuagar, y fue a arrojarse en la cama para ver si las náuseas se le iban de una buena vez. Cerró los ojos y se frotó los párpados. Era extraño y desagradable sentirse enfermo, especialmente para él que era una persona híper activa.

 

-Peter, ya es la hora.

 

Era Jason que le golpeaba la puerta. Peter se masajeó los ojos antes de consultar su reloj. Sí, ya tenía que estar desayunando para ir al despacho de Charles después. ¡Cómo maldecía sentirse mal! Hasta lo hacía llegar tarde a todas partes.

 

-Bajo enseguida – contestó y suspiró.

 

-Bueno – respondió el niño, sin darse cuenta de nada. Estaba progresando con el telépata y ya controlaba su poder, lo que significaba que sabía bloquearse para no oír lo que pensaban los demás -. Yo ya bajo. ¿Leíste el capítulo que nos ordenó Charles?

 

-Mierda – masculló Peter. Se había olvidado -. Sí, sí, Jason – mintió como le salió -. Bajo enseguida, desayuno y vamos juntos al despacho.

 

-Está bien. Adiós.

 

Peter esperó a sentirse un poco mejor y se levantó para buscar en el desorden de su habitación, el libro que Charles le había entregado. No podía ni recordar el título pero tampoco tenía muchos libros para confundirse. Revolvió la ropa que estaba sobre una silla, las sábanas y, de pronto, recordó que lo había guardado en el primer cajón de su cómoda. Abrió y efectivamente allí se encontraba. Al levantarlo, reparó en el paquetito de preservativos que había utilizado la primera vez que Logan le hizo el amor y que conservaba como recuerdo. Sonrió y el recordar ese momento lo hizo olvidar su malestar, el no haber hecho la tarea, y el poco tiempo que tenía para preparase y bajar a desayunar. Alzó el paquete y estaba tan ensimismado que se puso a leer el envoltorio. Casi al pasar dio con la fecha de caducidad.  

 

-Mierda – abrió los ojos como platos y corrió al baño con una nueva oleada de náuseas.

 

…………………

 

Peter saltó el desayuno y fue directo al despacho. Tenía que platicar urgente con Charles, aunque sabía que Hank era el que se encargaba de la parte de enfermería pero no le tenía la confianza que le tenía al telépata.

 

Charles se asombró de verlo tan temprano y le preguntó si le pasaba algo.

 

Con su rostro pálido del susto, Peter puso sobre el escritorio el paquete. Charles lo miró interrogante.

 

-Mira la fecha de vencimiento – pidió el joven -. Usé uno, bah, usamos, bueno, tuvimos relaciones y no te dije, nee – no sabía cómo expresarse y se frotó la nuca -. La cosa es que usamos uno de estos hace poco más de un mes.

 

Charles alzó el envoltorio y leyó.

 

-Esto está vencido.

 

-¡Ya sé! – exclamó Peter fastidiado y se echó en el sofá frente al escritorio -. ¿Qué pasa si usas uno vencido?

 

Charles se pasó la mano por la cara porque estaba procesando la información que se deducía de todo esto: Logan y Peter habían tenido relaciones, o sea, lo suyo estaba progresando, y habían usado un profiláctico caducado.

 

-¿Qué significa, Charles? – insistió nervioso.

 

El telépata le respondió despacio para no alarmarlo más.

 

-Un profiláctico vencido no sirve, Peter.

 

-¿Quieres decir que esa gomita fue una inútil y no me protegió?

 

Charles se pasó la mano por la cara.

 

-Quiero que Hank te haga un chequeo general. A ti y otro a Logan, pero especialmente a ti – alzó el tubo del teléfono -. Voy a llamar a la cocina para que Jason no suba. La clase queda suspendida por hoy – Peter debería haber suspirado aliviado porque se salvaba de la reprimenda por no haber leído el capítulo, pero se daba cuenta de que lo que se le venía era peor. Charles habló con el niño y le dijo que no subiera, luego, pidió que le pasara con Hank y le ordenó que lo viniera a ver de inmediato pero discretamente.

 

Peter comenzó a apretarse los nudillos y a revolverse en el sillón, inquieto.

 

-No me siento bien últimamente – confesó porque no tenía miedo sino que estaba aterrado -. Me despierto con malestar y suelo vomitar o me dan muchas ganas de hacerlo. Ando cansado y cuando llega la noche, ¡zas! Me duermo de una. ¿Eso que significa, Charles?

 

El telépata guardó el paquete en su cajón porque no era un objeto que debiera quedar expuesto, y miró al joven a los ojos.

 

-Quiero que Hank te examine.

 

-¿Me enfermé grave por usar uno vencido? – preguntó Peter asustado y, de pronto, se dio cuenta de una verdad que le había parecido remota hasta ese momento. Se miró el vientre y miró a Charles -. ¿Estoy.   .   . ya sabes.   .   . estoy con la segunda mutación?

 

-No lo sé, Peter – contestó Charles con calma -. Por eso quiero que Hank te examine.

 

El joven no hablaba más porque se había quedado callado, más bien abrumado con la idea.

 

Hank llegó, Charles le explicó lo que pasaba rápido y le ordenó mentalmente que no hiciera ningún gesto de sorpresa o pánico para no alterar más a Peter.

 

-Está bien – contestó Hank cuando oyó la explicación del caso, y se puso en su papel de científico imperturbable -. Vamos al laboratorio, Peter – lo invitó -. Te sacaré una muestra de sangre y te haré un chequeo general.

 

-¿Muestra de sangre? – repitió el joven y se masajeó el brazo donde deduciría que lo pincharían -. No me gustan las agujas.

 

-Peter, por favor – intervino Charles, que la duda sobre los síntomas del muchacho lo ponía ansioso -. Coopera con Hank, él sabrá qué hacer y yo bajaré al laboratorio en un momento. Anda con él, Peter.

 

El joven se mordió el labio y se levantó sin quitarse la mano del brazo. Estaba asustado y por eso caminaba despacio, casi arrastraba los pies. Hank le abrió la puerta para que pasara, Peter volteó hacia Charles con expresión intranquila y salió.

 

El telépata esperó a que se marcharan para alzar el tubo otra vez.

 

……………….

 

-¿Cómo que está enfermo? – cuestionó Logan, mientras caminaba junto a la silla de Charles. Los dos se dirigían presurosos al laboratorio para encontrarse con Peter -. ¿Qué es lo que me quieres decir?

 

Charles se detuvo y alzó la vista hacia él.

 

-Mira, Logan. Primero guarda ese habano, por favor – le pidió al ver que sacaba uno del bolsillo -. Peter vino hace un momento a mi despacho con el paquete, que conservó de la protección que usaron cuando tuvieron relaciones ustedes por primera vez.

 

-¿Qué? – Logan no podía creer que el mocoso, que era impulsivo pero no tonto, hiciera algo así -. ¿Por qué?

 

-Porque esos profilácticos estaban vencidos cuando los usaron y recién se dio cuenta – respondió Charles con calma. Logan no dijo nada pero su expresión vacua fue elocuente -. Me preguntó qué ocurriría si usaba uno vencido, le expliqué que no servía, lo llamó “gomita inútil” – Logan casi soltó una carcajada pero estaba en shock -, y me contó que sufre malestares a la mañana, que se siente con sueño y Hank le hará un chequeo general y le tomará una muestra de sangre.

 

-Charles – habló el lobo al fin -. ¿Tú piensas que él pudo quedar embarazado? Porque sería un accidente.

 

Charles recordó los síntomas que él mismo había sufrido y aunque eran similares a los de Peter, no quiso soltar un veredicto sin pruebas. Por eso contestó con prudencia.

 

-Si lo está, un niño jamás es un accidente, Logan – pensó en el hijo que había perdido, y al que jamás se le hubiera ocurrido llamarlo de ese modo -. Sé que no lo piensas así y solo lo dijiste por decirlo, pero quiero hacerte notar que no uses esa palabra delante de Peter.

 

-Porque suena a error, ¿cierto? – observó el lobo arrepentido.

 

Charles simplemente asintió y siguieron andando.

 

Para cuando llegaron, Peter estaba sosteniendo un pedacito de algodón en la herida que le había dejado la aguja, y se encontraba sentado en la camilla, con una expresión de preocupación y ansiedad. Pero vio que Charles entraba con Logan y soltó un suspiro de alivio.

 

Hank le tomó la presión sanguínea, le escuchó los latidos y los pulmones y le auscultó el vientre. Todos sus signos eran normales. Se quitó el estetoscopio, mientras les explicaba.

 

-Tendré lista la muestra de sangre para esta tarde.

 

-¿Ahí sabrás si Peter está embarazado? – quiso cerciorarse Logan. El muchacho dio un respingo ante la idea. El lobo lo notó y se acercó para apretarle el hombro a modo de protección y afecto.

 

-Sí, es una de las posibilidades – contestó Hank.

 

-¿Es muy probable? – preguntó Peter, ansioso.

 

-Tienes los síntomas, pero no podremos estar seguros hasta que tengamos los resultados – le respondió el científico.

 

Charles le hizo una seña a Hank para que se alejara con él porque se dio cuenta de que la pareja necesitaba intimidad.

 

Apenas quedaron solos, Peter abrazó a su lobo y lloró, ansioso, asustado y también feliz.

 

-Creo que Laura se adelantó, viejo – sollozó y se pasó la mano por la nariz -. Esto es tan de repente. No esperaba que fuera así, ya sabes. Una cosa es que fuera más adelante y otra ahora. ¿Qué va a pasar, Logan?

 

Wolverine masajeaba la espalda de su mocoso y se dio cuenta de que Peter tenía miedo. Era lógico, todavía era joven y se sentía inexperto. Pensó en lo que Charles le había dicho: “accidente” y pensó si el joven no estaba sintiendo eso: que lo que había ocurrido era un error.

 

-Escucha, Pet – le susurró al oído mientras lo masajeaba con más fuerza -. Si nuestra hija tiene que venir ahora o dentro de diez años, no importa porque la esperaremos con la misma alegría. ¿Estás feliz de que ocurra?

 

Peter se separó de él, mientras se restregaba los ojos.

 

-No sé, Logan – confesó, hipando -. Estoy feliz por ella y la esperaré con alegría, sí. Pero todo lo que nos va a pasar, se supone que hay que cambiar el futuro y yo recién estoy aprendiendo. Es más, ¡ayer Charles me mandó tarea y no la hice porque me olvidé! Soy irresponsable y Laura me necesita responsable.

 

Logan lo abrazó, enternecido.

 

-Ella te necesita tal como eres, Peter – le respondió, conmovido -. Te necesita así de inocente, bueno y con el optimismo que nos contagia a todos. Para gruñón y pesimista ya me tendrá a mí – bromeó para relajarlo.

 

Peter soltó una risa breve.

 

-Tengo miedo de que nos equivoquemos, Logan – expuso su miedo más grande -. Que le fallemos otra vez. Lo siento, no soy tan optimista.

 

-Menos yo, mocoso – suspiró y lo apretó más, mientras apoyaba el mentón sobre el hombro izquierdo del joven -. Pero si estás esperándola ya, vamos a hacer el esfuerzo para que todo salga bien. Vamos a cambiar el futuro por ella y por nosotros, y seremos una familia los tres, te lo prometo.

 

-Gracias, Logan. Pensé que dirías que todo esto fue un error.

 

Logan lo liberó esta vez para observarlo con asombro.

 

-¿Por qué pensaste eso?

 

-Porque fue lo que pensó mi madre cuando terminó con mi padre y se dio cuenta de que yo venía en camino.

 

Logan pasó saliva. La triste niñez de su amor no dejaba de conmoverlo.

 

-Nada que provenga de ti o de nuestra hija puede ser un error para mí, Peter. ¡Jamás! – aseguró el lobo convencido, aunque le temblaba la voz no por la duda sino por la emoción -. Y sabes que no soy de decir cursilerías así que es la verdad.

 

El joven cerró los ojos aunque seguía llorando. Estaba conmovido porque era maravilloso sentirse así de amado, además sabía que estaba protegido con Logan y, por primera vez, tuvo la seguridad de que le futuro sombrío de Laura cambiaría.

 

…………………………..

 

Hank era una persona ansiosa, nadie lo dudaba, y ahora que Raven había partido a Washington para seguir investigando y se encontraba solo, le costaba contener los nervios. Pero primó su papel de científico y examinó la muestra de Peter con total y absoluto profesionalismo. El resultado fue el que imaginaban y cuando subió al despacho de Charles, ya los tres se encontraban esperándolo.

 

-Felicitaciones – anunció y sacó el papel donde había impreso los resultados -. La muestra dio positivo.

 

Peter brincó de los brazos de Logan con su velocidad, le arrancó la hoja y la leyó con los ojos desorbitados. Logan rio con ganas y Charles sonrió complacido por verlos felices.

 

Peter se tocó el vientre mientras seguía leyendo una y otra vez, como si el mensaje estuviera cifrado, o si de tanto leerlo, se volviera más real de lo que era.

 

-Esto quiere decir que – miró a Logan y corrió a abrazarlo -. ¡Logan! – rio -. ¡No estoy preparado pero estoy tan feliz!

 

Hank se acomodó el puente de las gafas, Charles rio y el lobo apretó a su mocoso con fuerza y lo besó en la boca.

 

-Yo también lo estoy – contestó Wolverine con una sonrisa de oreja a oreja -. Ahora hay que cuidarse y seguir las indicaciones médicas, lo que me lleva a plantearnos el tema del obstetra – pensó que diez años más tarde, Stryker los rastrearía por medio de ese médico y el recuerdo lo estremeció.

 

Hank opinó, recordando a la amiga que había atendido a Charles diez años antes.

 

-Conozco a una obstetra, que es de entera confianza – miró en dirección al telépata, que adivinó lo que pensaba sin necesidad de leerlo, y asintió -. Dicta clases en la universidad y podría buscarla allí o en la guía de teléfono para que se pongan en contacto.

 

-Si es de entera confianza, lo acepto – decidió Logan. Peter no dijo nada pero estaba de acuerdo con él.

 

Charles se retrajo en su asiento, perdido en su propio recuerdo doloroso. La sola mención de la médica que lo había atendido, le trajo a colación todo lo que sufrió y especialmente la imagen de su hijo muerto. Se secó los ojos disimuladamente y puso su mejor cara para despedir a sus amigos y quedarse solo. Hank entendió lo que pasaba porque él lo había acompañado en esa tragedia e invitó a Logan y a Peter a dejar el despacho con la excusa de que bajaran al laboratorio para que le diera a Peter vitaminas.

 

Charles quedó solo y se acercó al ventanal. Miró a lo lejos en dirección a la antena, cerca de donde se encontraba el rosal que evocaba a su hijo y junto al que había sido enterrado. Lloró desconsoladamente y se dio cuenta de que aun habiendo regresado con Erik, no podía dejar de sufrir por ese niño. No se daba cuenta todavía de que era un duelo que debía hacerlo durante toda la vida.

 

 

……………………..

 

¡Hola! Sé que me demoré demasiado en actualizar este fic así como otros que tengo pero es que por problemas de horarios, me retraso. Disculpas y espero que les guste.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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