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Dulce Venganza por RozenDark

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Notas del capitulo:

He aquí el segundo capítulo, y espero que les guste el capítulo.


En fin, los personajes de Marvel Comics son propiedad de sus respectivos autores. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son propiedad de su respectivo autor.


Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/

 

 

 

 

"La Venganza Comienza"

 

~°.°~.ღ.~°.°~

 

Tony jamás pensó que dar a luz doliera tanto, aun cuando había escuchado por boca de algunos de sus trabajadores y cada que iba a su chequeo mensual, se negaba a creer que tener a su hijo le dolería hasta el punto de querer matar a ese imbécil Alfa que lo había dejado en ese estado.

 

— ¿Es normal que grite tanto? —, preguntó Steve más que preocupado por el Omega y el bebé.

—No lo sé Steve, considerando que un ser humano está saliendo de él, si, tal vez eso sea lo normal —, respondió Nat de manera sarcástica, mientras pasaba un trapo húmedo en la frente del Omega.

 

Si bien, el Omega Stark estaba siendo atendido por los médicos de Shield, eso no quitaba el hecho de que llevaban prisa por llegar al hospital más cercano y atender pronto el parto de Tony.

Sin embargo, al ver que el líder de los Vengadores estaba más que alterado por el estado del Omega y el bebé que tenían en común, el resto del equipo también se había preocupado.

 

— ¡Maldito seas Rogers!, ¡esto es tu maldita culpa! —, Tony ni siquiera moderaba su lenguaje y al ver que el Alfa le iba a reclamar con su típico “lenguaje”, tomo su brazo y lo apretó con la excesiva fuerza que en esos momentos tenía —. Y ni se te ocurra decirme algo acerca de mi maldito lenguaje, porque te juro que te mato maldito hijo de perra —

—Steve solamente asintió adolorido, ¿desde cuándo Tony tenía la fuerza para quitarle la circulación a su brazo? —. Tranquilo Tony, yo no iba a decir nada —, murmuró con cierto temor.

 

Steve en verdad esperaba que el Omega se calmara, pero Tony siguió gritando toda clase de insultos en su contra. Y cuando al fin llegaron al hospital, creyó que el Omega lo soltaría y dejaría que su brazo recuperara aunque sea un poco de circulación, sin embargo, Tony siguió apretando su brazo -con mucha más fuerza- y por petición de la misma doctora, tuvo que quedarse a su lado, mientras el resto del equipo aguardaba afuera.

Bien se lo había mencionado Natasha: un Omega embarazado necesitaba del Alfa padre del bebé, aun si ese padre Alfa era un estúpido que había perdido una gran oportunidad con un lindo Omega como lo era Anthony Stark.

 

— ¿Estará bien? —, preguntó nervioso Steve.

—La amable doctora solamente asintió con una sonrisa —. Por su manera de preguntarlo, supongo que usted es el padre del bebé —, le dijo con diversión —. Créame, su Omega y el bebé están en buen estado, aunque el parto será natural, pues no hay ninguna anomalía para que sea cesárea y ya prácticamente, ese pequeño bribón está afuera —, explicó  sonriente.

—El Omega se molestó por ambas cosas —. Doctora, antes que nada, no soy Omega de ese mal nacido y segundo… ¡¿cómo que será parto natural?!… ¡¿Que no ve que me estoy muriendo?!... ¡Tiene que sacar al bebé a la de ya!  —, Tony se mostraba histérico al saber que tendría horas de horas de dolor durante todo el parto.

—La mujer se mostró sorprendida y apenada por la confusión —. Lamento haber malinterpretado señor Stark —, la mujer se disculpó de manera rápida —. En cuanto a lo otro, créame que el parto natural es lo mejor, aun cuando la cesárea parezca lo mejor, es más dolorosa y lleva muchos más cuidados, así que el parto natural es lo más recomendable, aún si usted es un Omega Varón —, explicó con detalle y un gesto lleno de seriedad —. Además señor Stark, usted ya tiene los siete centímetros de dilatación, tres más y podremos comenzar, por lo pronto, mandaré a una enfermera para que le apliquen la epidural.

 

Tony no tuvo tiempo de refutar ante aquello, pues la doctora ya había salido, dejándolo a él con su dolor y a un estúpido Alfa que no salía del cuarto en el que estaba.

Stark, sabía que Nat tenía algo de culpa para dejarle a ese molesto Capipaleta, pero como había dicho la Alfa -aun si no lo quería así-, para que Peter llegará al mundo como se debe, Steve debía permanecer a su lado, durante todo el proceso, ya luego lo mandaría al diablo y se aseguraría de mimar a su mocoso. Aunque claro, si ahora le estaba casi arrancando el brazo, Tony sabía que podía aprovecharse de la situación y hacerle sentir el mismo dolor que él sentía justo ahora y obviamente, Steve no podría poner pero alguno o de verdad le arrancaría el brazo.

 

~.o0o.~

 

Habían pasado dos largas y desesperantes horas, y Steve juraría que ya no sentía el brazo. Aquella medicina que le habían suministrado al Omega, solamente había hecho efecto por media hora, así que el Alfa había soportado ver al Omega sufrir de terribles dolores que las contracciones le ocasionaron, ¿cuánto podía tardar en nacer su hijo?, además de que hacía poco habían checado a Tony y solamente había logrado a ocho centímetros.

 

— ¡Maldito seas Steve Rogers! —

 

Steve obviamente se quedaba callado y con la mirada llena de culpa, pues sabía que Tony estaba sufriendo por su culpa. Y en verdad esperaba que su hijo naciera pronto, o estaba seguro de que el Omega

 

— ¿Cómo está señor Stark? —

 

Steve agradeció enormemente que la doctora estuviera de vuelta, pues esperaba que le diera algo más a su Omega, sin embargo, la mujer solamente se acercó al Omega y comenzó a checarlo nuevamente.

 

—Lamento mucho decirle esto señores, pero no podremos aplicarle más medicamento, porque ya alcanzó los diez centímetros —, la doctora había visto la mirada de ambos, así que amablemente les dijo aquello —. Señor Stark, ahora mismo avisaré para que lo pasen a la sala de partos, una vez allí, comenzaremos con el labor de parto y cuando menos lo espere, usted tendrá a su lindo hijo en sus brazos —, explicó con una amable sonrisa —. En cuanto a usted señor…

—Rogers —, respondió nervioso el Alfa —. Y quiero quedarme con él en todo momento —, dijo, esperando que la doctora -o el mismo Tony- le dejarán quedarse a ver el nacimiento de su hijo.

—Eso es decisión del señor Stark —, respondió amablemente la mujer.

—Descuide doctora, si bien no somos pareja, él tomó parte en la fabricación de este bebé, así que lo menos que puede hacer, es soportarme durante todo el proceso —, dijo adolorido el Omega.

 

La doctora asintió, para después dejar a los futuros padres e ir a dar las indicaciones necesarias para llevar a Stark a la sala de partos.

 

~.o0o.~

 

Justo en la sala de espera, Natasha trataba de dialogar con una furiosa Pepper, pues había escuchado justo fuera del hospital que Tony había entrado en labor de parto, por culpa de los habladores Clint y Wanda, obviamente entró hecha una furia y apenas diviso a una nerviosa y más que avergonzada Wanda, no dudo ni por un segundo darle un buen puñetazo en el rostro, obviamente el asunto no quedó allí, pues no estuvo del todo satisfecha, hasta que le hizo lo mismo a Clint.

Claro que la Omega, deseaba sacar al torpe Alfa que estaba con Tony, pero Nat le impidió seguir, asegurando que Alfa y Omega debían quedarse juntos durante todo el proceso de parto, pero Pepper estaba tan furiosa como para entenderlo.

 

—Romanov, más te vale que no te interpongas en mi camino —, Potts se sitúo justo frente a la Alfa, importándole poco que ella era una Omega —. Si digo que sacaré a Rogers de allí, es porque eso haré y nada ni nadie va a impedírmelo —, aseguró de manera severa.

—Pues lo lamento Pepper Potts, pero hasta yo sé, que un Omega embarazado necesita del Alfa que lo dejó en ese estado, así que le aseguro que, yo impediré que saques a Rogers del lado de Tony —, Nat se cruzó de brazos, mientras dejaba en claro que no le temía a la Omega.

— ¿Entonces estás de parte de ese Alfa idiota? —, preguntó furiosa, esperando no llevarse una decepción con la Alfa Romanov.

 

Los presentes en aquella sala miraron expectantes a la Alfa, más que nada, porque Natasha había estado enviándole miradas llenas de rencor y reproche al Capitán América y al par de metiches que habían causado el parto repentino, y todo durante el trayecto al hospital. Y ahora parecía que aprobaba todo lo que el Alfa hacía y había hecho.

 

—Nat enarco una ceja —. Obvio que no Pepper —, respondió ofendida —. Créeme que si tu no hubieras llegado, yo personalmente, estaba dispuesta a sacar a patadas a Rogers una vez el bebé hubiera nacido —, dijo con demasiada seguridad —. La razón por la que te estoy cerrando el paso, es porque estás demasiado alterada y molesta, que no vas a medir las consecuencias y vas a sacar a Rogers, aun si eso es contraproducente para Tony y el bebé —, la Alfa se aseguró de tomar de los hombros a la ya más calmada Pepper Potts —. Esperemos a que el bebé nazca y ambas sacaremos a Rogers, ¿sí?, ¿te parece la idea? —

—Pepper se sonrojo apenada por no haber comprendido antes a la Alfa —. De acuerdo Romanov —, respondió con calma, para después sonreír —. ¿Sabes?, tú me agradas más que el resto del equipo, y mira que es decir mucho —, dijo con arrogancia.

—Nat sonrió también —. Tú también me agradas Potts —, respondió de igual manera.

 

Mientras ambas mujeres hacían las paces, Rhodey, junto a Thor y Sam solamente observaban lo que fue una posible pelea épica. Y es que ninguno de los presentes había querido interferir por temor a salir herido u ofendido por causa de ambas mujeres.

 

—Lo juro, no entiendo a las mujeres —, comentó Sam algo incrédulo, pues no esperaba que aquellas mujeres terminaran así de amigables entre ellas.

—Son demasiado complicadas, así que no te sientas avergonzado amigo —, respondió Thor con simpleza.

—Pepper siempre ha sido de esa manera, y no dudo que Romanov sea distinta —, comentó Rhodey con diversión.

 

En cuanto a Clint y Wanda, ellos no decían, ni hacían nada, pues no solo se sentían culpables, también sentían temor por la Omega y su ahora compañera de guerra, Natasha.

 

~.o0o.~

 

Alfa y Omega esperaban de manera armoniosa y ansiosa, la llegada de su dulce y tierno primogénito. O eso es lo que se esperaría en una pareja normal, sin embargo, la realidad era otra, pues justo ahora, Steve estaba completamente seguro de que de esa sala, saldría completamente calvo.

Tony no se estaba comportando como normalmente lo haría, y aunque creía que lo hacía apropósito, al ver que el rostro del Omega estaba rojo y perlado de sudor, supo que aquello era solamente una manera para que Tony desquite todo el dolor que ahora sentía.

Llevaban ya cerca de tres horas, y parecía que el bebé no quería salir aun.

 

—Señor Stark, cuando yo le diga, usted puja. También recuerde hacer su ejercicio de respiraciones, para evitar un colapso de su parte —, la doctora se mostraba amable y seria, sin embargo, al ver como el Omega jalaba con fuerza los rubios cabellos del Alfa, toda la seriedad abandonaba su rostro.

— ¡Juro que voy a castrarte maldito hijo de perra! —, gritó adolorido el Omega al sentir una tremenda contracción.

—Ya me lo has dicho Tony —, respondió apenado el Alfa.

—Te lo he dicho, pero no creo que aún lo entiendas… ¡maldición!, ¿cuánto falta para que salga? —, histérico y dolorido miró a la doctora, esperando por una respuesta positiva.

—Tranquilo Tony, tu relájate y trata de seguir las indicaciones de la doctora —, si bien, el Omega no había soltado su cabello, Steve trataba de calmarlo para aminorar el dolor que sentía —. El bebé nacerá cuando deba nacer.

— ¡Diablos Rogers! —, exclamó de mala gana  —. ¡Ya quisiera verte a ti en mi lugar, a ver si dices lo mismo, maldito imbécil! —, gritó furioso, mientras jalaba con más fuerza el cabello de aquel insensato.

 

La doctora no pudo reprimir más su risa, y mucho menos las personas que la asistían durante todo ese proceso, pues era demasiado raro -hasta bizarro- ver a un Omega tan culto y lleno de seguridad y elegancia como Anthony Stark, actuar así de infantil con un Alfa como Steve Rogers, especialmente por la casi arrancada de cabellos que el Omega le daba al Alfa.

Sin embargo, tuvo que volver a la realidad, cuando vio que el bebé había comenzado a salir.

 

—Muy bien señor Stark, es hora de comenzar con el trabajo duro. Ya veo la cabeza, lo que significa, que deberá seguir mis indicaciones al pie de la letra, ¿entendido? —

—Tony asintió nervioso —. De acuerdo —, murmuró como pudo.

—Bien, primero que nada, pujara cuando yo lo diga, así como deberá parar, cuando yo vea que es necesario —, explicó seriamente, y hasta no ver un asentimiento por parte del futuro papi, no siguió con su monólogo —. Por ahora, puje con todas sus fuerzas.

—Tony asintió más que nervioso y ansioso —. Muy bien Peter, es hora de que salgas y dejes a papi por un rato —, se dijo así mismo, para después hacer lo que la doctora le había dicho.

 

Después de aquello, fueron varias horas más de sufrimiento y agonía, no solo para el Omega, también para el Alfa, quien sufría de terribles dolores en su cuero cabelludo y al escuchar sin refutar todos los insultos de Tony.

Y justo cuando el Omega creyó que iba a desfallecer, escucho el sonido más hermoso jamás oído, así como un gran alivio de ver cuando le colocaron a ese rollito de canela, justo en su pecho. Decir que no lloro, sería mentir, pues apenas logro ver a su hijo, soltó a llorar como nunca lo había hecho.

Ese diez de agosto, Peter Stark había nacido con un peso de tres kilogramos exactos y con una medida de cuarenta y seis centímetros, y para Tony no podía ser más que perfecto ese pequeño bribón.

 

—Felicidades señor Stark, tuvo un lindo varón —, la doctora terminó de hacer la limpieza, tanto del Omega, como del bebé —. Todavía falta hacerle su chequeo para saber a qué casta pertenece, pero tal parece que será un dulce Omega como usted.

—Detecto algo de sarcasmo en la palabra “dulce” —

—La mujer rió divertida —. Me descubrió señor Stark.

 

Steve había permanecido inmóvil apenas logro ver a su hijo. Lo vio desde sus pequeñas manitas, hasta su lindo y tierno rostro. El llanto de su hijo le pareció magnífico y ni qué decir de la hermosa imagen que le daban Tony y su hijo.

Sin embargo, apenas salieron de aquella sala, Tony fue llevado a una habitación privada, mientras a su bebé lo llevaban a hacerle los chequeos de rutina para descartar anomalías en cuanto a su salud, así como determinar a qué casta pertenecía.

Si bien quiso quedarse a lado del Omega, fue el mismo Tony, quien le recordó su posición en aquel lugar, por lo que resignado, tuvo que salir junto a la doctora, a dar las buenas noticias.

 

~.o0o.~

 

— ¡¿Cómo está Tony?! —, Pepper no espero ni un minuto más para acercarse a la doctora, apenas la vio.

—Él y el bebé están en perfecto estado —, respondió amable —. Justo ahora, están haciendo algunos chequeos en el bebé, pero apenas terminen, será llevado con el señor Stark.

 

Todos en la sala pudieron respirar ya más tranquilos de oír aquello. Aunque Steve, solamente tomó asiento de manera apagada, pues el Omega no quería tenerlo cerca, ni de él y mucho menos del bebé.

La doctora, apenas dio una que otra indicación a Potts, decidió retirarse a seguir con su trabajo, así que la Omega encaró a los tres indeseados Vengadores de una manera molesta, dispuesta a echarlos de ser necesario.

 

—Ya que Tony y Peter están bien y que no hay necesidad de tenerlo cerca, será mejor que se retiren —, aquello lo dijo, mientras miraba de manera recelosa al Alfa Rogers.

— ¡Pepper, no seas grosera! —, Rhodey regaño su amiga.

—Ya no se les necesita, así que no tienen nada más que hacer aquí —, respondió indignada.

 

Todos miraron a Steve, esperando que aunque sea pidiera un poco de clemencia para dejarlo estar cerca de Tony, sin embargo, al oír varias alarmas sonar, todos se alteraron demasiado.

Steve se puso de pie al sentir que algo andaba mal con Tony y el bebé, y sus paranoias fueron más que acertadas, cuando divisó a la doctora que los había atendido, llegar completamente alterada.

 

— ¿Qué sucedió doctora? —, Pepper se mostró alarmada y demasiado angustiada.

—Un extraño hombre de máscara morada atacó a una de las enfermeras que estaban con el señor Stark —, respondió completamente alterada —. Ya he dado el aviso para que nada ni nadie logre salir del edificio, pero me temo que tanto el señor Stark como el bebé, están desaparecidos.

 

Aquello sin duda alguna no era nada favorable. Tony estaba convaleciente por el reciente esfuerzo, y si se lo habían llevado con el bebé, era más que obvio que estaba demasiado desprotegido.

Y aunque esperaban que en esos precarios momentos, la voz de la razón fuera Nat, fue el mismo Capitán América, quien tomó la iniciativa, y no solo eso, también dijo algo que él jamás diría.

 

—Hay que movernos equipo —, dijo completamente serio —. ¡Vayamos por el hijo de perra que se atrevió a llevarse a mi Omega y a mi hijo! —

 

El resto de los Vengadores, solamente pudo asentir de manera silenciosa, pues el Alfa se veía completamente enojado y preocupado.

Steve solamente podía recordar a alguien con una máscara morada, y si era quien creía que era, Tony y el bebé corrían grave peligro.

 

~.o0o.~

 

—No sé para que nos necesita —

 

No hacía más de diez minutos, que aquel individuo de máscara morada y traje negro, había entrado justo cuando le habían entregado a Peter. Decir que no estaba asustado, sería mentir, pues sabía que si solo se lo hubieran llevado a él, no estaría tan aterrado, pero su bebé también se había visto implicado.

Afortunadamente, Peter no había llorado, aun cuando estaba despierto y de vez en cuando soltaba uno que otro quejido.

Para su mala suerte, aquel hombre lo había obligado a sentarse con sus nulas fuerzas en una incómoda silla de ruedas y lo había llevado de manera rápida a un elevador.

Por un momento, pensó que lo llevaría al piso de abajo o se mantendría escondido al oír las alarmas sonar, pero el hombre lo había llevado justo a la azotea del hospital y eso solo hacía que se preocupara aún más.

 

—Será mejor que cubra como se debe a su bebé señor Stark, porque el clima no está a su favor el día de hoy —, murmuró, mientras le daba una manta al nervioso Omega.

—Al parecer, el día de hoy nada está a mi favor —, respondió mordaz el Omega —. Será mejor que me diga, para que se tomó la molestia de traerme junto a mi recién nacido hijo hasta la azotea, Barón Zemo, ¿o debería llamarlo, Helmut Zemo?

—Así que si sabe quién soy —, Zemo rió bajo la máscara —. No es que me interese tenerlo a usted o a su hijo, pero el solo hecho de saber que si a usted y a ese bebé les llegarán a pasar algo malo, el maldito Capitán América sufriría demasiado, eso es más que satisfactorio para mí.

—Es bueno escuchar eso, porque por un momento pensé que te habías enamorado de mí al ver lo perfecto que soy —, arrogante, dijo aquello, esperando conseguir más tiempo.

—Diga lo que quiera señor Stark, eso no le ayudará en nada —, dijo más que divertido, mientras apuntaba a la cabeza del Omega —. Espero que el Capitán llegue a tiempo para salvar aunque sea a ese dulce bebé.

 

Tony estaba dispuesto a dar pelea con tal de mantener a su hijo a salvo, no por nada, había logrado descuidar a ese enfermo y había logrado tomar bisturí en el ajetreado trayecto a la azotea.

Sin embargo, no tuvo que moverse, pues el escudo del Capitán América, había llegado justo a tiempo para separar a Zemo de su persona.

 

—Llega justo a tiempo, Capitán Rogers —, dijo con odio, mientras se ponía de pie de nueva cuenta.

 

~.o0o.~

 

Steve tenía en claro, cuál de todos sus enemigos usaba máscara morada, así como tenía en cuenta, que hombre con esa descripción podía usar una de las instalaciones de Hydra como señuelo y hacerles creer que aquella organización quería algo con Tony y el pequeño Peter.

Helmut Zemo, alias Barón Zemo, era un Alfa distinguido y para su mala suerte, uno de sus tantos enemigos jurados.

Si Zemo tenía a Tony y a Peter, era más que obvio que quería hacerles daño, y eso es algo, que no estaba dispuesto a tolerar.

Los Vengadores, junto con algunos guardias del hospital se organizaron de manera rápida. Así que mientras uno que otro guardia daba buscaba en los distintos puntos del hospital y hacían más fácil el trabajo de los dispersados Vengadores, el otro tanto de guardias se aseguraba de mantener seguros a los trabajadores, pacientes y familiares que estuvieran en el hospital.

Y aunque Steve, quiso advertir aunque sea a uno de sus compañeros, fue más su angustia al ya haber pensado en el posible lugar donde Zemo tenía a su Omega e hijo.

Con prisa se dirigió a la azotea y al ver que ese hombre apuntaba a la cabeza de Tony, actuó rápido y lanzó su escudo con todas las fuerzas que poseía.

 

—Llega justo a tiempo, Capitán Rogers —

 

Una vez recuperó su escudo, Steve no dudo ni un solo segundo, colocarse frente a Tony y el bebé.

 

— ¿Les hizo daño? —, le preguntó a Tony sin dejar de mirar al Barón Zemo.

—Stark negó con prisa —. Llegaste justo a tiempo —, respondió nervioso.

 

Tony sabía que Steve estaba furioso, no solo por la manera en la que veía a ese villano, también por el potente aroma que el Alfa desprendía justo ahora y lo pesado que el ambiente se sentía.

Peter comenzó a llorar, y hasta el entendía la razón. El agrio y peligroso aroma que emanaba Rogers, también estaba causando estragos en él y obviamente que en Peter al tener el olfato más agudizado, era más potente, especialmente si su hijo sabía que aquel Alfa era su otro padre.

 

—Steve —, lo llamo nervioso, mientras mecía a su inquieto hijo.

 

Pero Steve no hizo caso, pues vio que Zemo se dirigía a donde estaban ellos.

Agilmente, tomo a Tony en sus brazos, y saltó lejos de aquel Alfa que tenía las claras intenciones de hacerles daño.

 

—Zemo, Tony y el bebé no tienen absolutamente nada que ver con nuestra rivalidad —, claro que le dolía no decir que Peter era su hijo, pero lo menos que quería era recordarle a Zemo que aquel tierno bebé era su hijo.

—Qué curioso que diga “el bebé”, cuando ambos sabemos que ese niño es su hijo —, más que dispuesto a seguir con aquella pelea, Zemo miro al Omega Stark y a aquel bebé —. No tengo intención de dejarlos ir. A ninguno, al menos no hasta haber logrado mi cometido, Capitán América —

 

Steve sabía de antemano que Zemo no iba a dar su brazo a torcer, aun cuando sabía que tenía las de perder al haber atacado justo cuando todos los Vengadores estaban en aquel edificio.

Aunque aparentemente, aquel hombre solamente estaba pensando en una venganza en su contra, aun si debía hacerle daño a inocentes.

Y es que hacía lo que podía, pero cada que Zemo disparaba, era usar su escudo para protegerse o proteger a Tony y al bebé.

Una bala le rozó el hombro, y aunque quiso decirle a Tony que todo estaba bien - especialmente cuando el Omega lo llamó preocupado-, no tenía ni un solo segundo para distraerse, pues Zemo, apenas se quedó sin balas, sacó una espada y comenzó a atacar con demasiada rapidez.

 

— ¿Qué lo tiene tan preocupado Capitán? —, con burla, Zemo preguntó aquello al ver que había logrado hacerle varios cortes a su adversario —. ¿O es que acaso se deja herir por ese simple Omega? —

—Steve frunció el ceño —. Tony no es un simple Omega, y obviamente no voy a dejar que lastimes a ninguno de los dos —, aseveró con enojo.

—Entonces tendré que matarlo y luego hacerles lo mismo a ellos —

 

Tony miraba como el par de Alfas peleaban de manera feroz. Y claro, estaba tratando de ponerse de pie, pero aún tenía demasiado dolor y se sentía demasiado débil.

El Omega tenía demasiado en cuenta que Steve estaba saliendo herido, precisamente por evitar que Zemo se acercara a él y a Peter. Por esa razón, trataba con sus nulas fuerzas, ponerse de pie, para aunque sea, llegar a la puerta que daba entrada al hospital.

Stark intento una vez más ponerse de pie, pero al ver que Zemo había logrado atravesar a Rogers y dejarlo pegado al grueso muro de concreto con la espada incrustada justo en su hombro derecho, trato de levantarse una vez más, solo para caer y ver con temor como Zemo se acercaba de manera veloz.

 

— ¡Tony cuidado! —, Steve no se midió al sacar aquella espada, así como tampoco detuvo su carrera para salvar a su Omega y a su hijo.

 

Y aunque por un momento, Steve pensó que no llegaría a tiempo, logró llegar justo para recibir una bala -la última-, para mantener a salvo a Tony y a Peter.

Zemo creyó que ahora podría acabar con los tres, sin embargo, una flecha le dio de lleno, justo en el hombro.

 

—Rogers, la próxima vez, avisa para evitar una tragedia —, dijo Nat, mientras apuntaba justo detrás de Zemo.

—Quise hacerlo, pero cuando me di cuenta, todos nos habíamos separado, y ni qué decir de las comunicaciones, porque el hizo algo con ellas —, murmuró como pudo — ¿Estás bien Tony? —, preocupado de que hubieran salido heridos, Steve comenzó a ver cada detalle de Tony y Peter.

— ¿Qué pregunta es esa?, si literalmente, tú eres el que está hecho mierda —, le recalcó lo obvio —. Ambos estamos bien, aunque Peter está demasiado inquieto por tu aroma, Steve, calma un poco ese lado Alfa.

 

No pasó mucho, para que Zemo fuera llevado por los agentes de Shield –no sin antes jurar volver para vengarse-, así como tampoco fue tardado que atendieran de nueva cuenta a Tony y al bebé, aunque ahora, también Steve debía ser atendido, aun si se regeneraba un tanto más rápido que Tony, las heridas que le habían ocasionado, eran lo suficientemente graves para mantenerlo ingresado.

 

~.o0o.~

 

Ya llevaban dos días en el hospital, y aunque Pepper no estuviera del todo de acuerdo, Tony había accedido a escuchar una vez más a Steve.

Sabía que el Alfa estaba más que arrepentido por rechazarlo, así como sabía que lo traía loco, no por nada había dejado que lo apalearan y que justo antes él lo había dejado casi calvo. Sin embargo, Tony no tenía planeado dejarle fácil el perdón, aunque aún no tenía idea de cómo se las cobraría a ese torpe Capipaleta, o al menos, no tuvo idea, hasta que el mismo Steve Rogers se la dio.

 

—Por favor Tony, te juro que haré lo que sea para que me des una oportunidad —, Steve miró con tristeza a Tony, y más a su hijo.

—Tranquilo Rogers, apenas se me ocurra que debes hacer, te daré la oportunidad de estar conmigo y con Peter, mientras, agradece que te dejo vernos —, sabía que tarde o temprano daría su brazo a torcer, pero no lo haría hasta obtener su dulce venganza. Porque claro, lo iba a perdonar, pues no era como si Rogers le hubiera sido infiel, pues el Alfa solo había sido un idiota y uno muy grande.

— ¿Pasaste por mucho?, ¿no es así? —, apenado le pregunto aquello, mientras miraba a su hijo.

—Obviamente me costó mucho llevar el embarazo hasta el final, pero lo logré y al parecer con honores —, sonriente miró a su dormilón hijo.

—Me hubiera gustado estar contigo en todo momento Tony —, murmuró arrepentido por haberse perdido todos esos bellos momentos.

—No digas tonterías Steve —, lo reprendió.

—No lo hago Tony. En verdad, ojalá hubiera pasado todo el embarazo contigo —, le dijo sincero. En verdad le hubiera gustado cumplir todos los caprichos de Tony, así como ver como poco a poco le crecía el vientre o sentir las primeras patadas de su hijo, y tan absorto estaba con aquellos pensamientos, que no se dio cuenta de que Tony sonreía con cierta maldad.

—Steve, Peter y yo nos vamos, pero descuida, que ya pronto sabrás de nosotros, claro, si es que logras sobrevivir.

— ¿A qué te refieres?, si hoy me dan de alta —, Rogers no entendía a lo que el Omega quería llegar.

—Tony sonrió más que divertido con el plan que tenía en mente —. Ya pronto lo verás Steve.

 

Tony no fue tan malo, antes de salir le dio un beso en la mejilla y dejó que el Alfa le diera un beso, tanto a él como a Peter, sin embargo, jamás dejó de sonreír y menos al pensar en las maldades que cometería.

Porque fue el mismo Steve Rogers, quien dio la idea más magnífica, vaya que el Alfa podía ser un genio a veces.

Tony debía prepararse para su obtener su dulce venganza y no solamente contra Steve Rogers.

 

 

Continuará

Notas finales:

Y eso ha sido todo con este capítulo, espero y les haya gustado. Y si es así y me lo hacen saber con sus hermosos comentarios, se los agradeceré muchisímo :3


El próximo ya es el último capítulo y les prometo que se van a morir de risa con lo que se viene (las que están en el grupo saben de lo que hablo xD), todo eso y más en “Dulce Venganza”


En fin, nos leemos pronto


Chau chau (^3-)/


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