Al otro lado de la ciudad, en un bar de alto prestigio se reunían Sebastián y sus amigos, para celebrar su despedida de soltero, desde que el azabache se entero que Alois organizaría la fiesta de Ciel, había estado ansioso, sentía que no debía permitirle hacerlo, pero el azulino solo le dijo que ya había hablado con él y que quería que fuera una celebración tranquila y con poca gente, así que aceptó que el rubio lo preparará, pero eso no evitaba que le intrigara.
Decidió jugar billar con sus demás amigos, Astre había organizado una estupenda fiesta pequeña, solo varones con varios juegos y temas de interés, así que todos estaban haciendo lo que más le gustaba, calmadamente.
— Me preguntó cómo irá la celebración de los donceles, deben estar aburridos, no me los imagino en otra cosa que no sea una pijamada — uno de los amigos de la universidad, les decía a todos los varones.
— Oye, tu novio no esta en la fiesta, pregúntale como le esta yendo — le preguntaron a un azabache ojimiel, quien miraba el celular sin ninguna expresión.
— Están divirtiéndose — contestó sin dar muchos detalles, antes de guardar el celular y caminar como si no pasara nada,hacia las bebidas, lo que causó intriga en los demás.
— Danos más detalles — pidió Sebastián, quería satisfacer su curiosidad, para detener el sentimiento de sospecha de Alois.
— No creo que les pueda decir, Alois me dijo que no debía hacerlo o se enojara conmigo — todos hicieron silencio, hasta que el azulino decidió hablar.
— ¿Que hizo Alois? dinos ahora — se acerca con un aura amenazante, pero no asustó en los más mínimo al azabache.
— No entiendo porque quieren saber con tanta urgencia, se supone que hoy nos divertiríamos — de repente se escucho el celular del azabache, lo sacó para revisar los mensajes de su novio, observando tranquilamente las fotos, pues en ninguna se veían haciendo algo malo, solo bebiendo y disfrutando de la celebración; de repente su celular fue arrebatado por Astre, con agilidad y observó las fotos que mandó el rubio una a una.
— No puedo creer que Alois hiciera tal cosa — dijo escandalizado, asustando a los demás, quienes corrieron a mirar; el azabache ojimiel llamado Claude, sabía lo que pasaría si los demás vieran esas fotos, ahora todos lo observaban enojados.
— ¿Porque no nos dijiste? - decía Sebastián enojado, pues su prometido estaba rodeado de hombres desnudos, que podrían verse un poco mejor que el, tenía miedo de que Ciel decidiera quedarse con alguno de esos tipos.
— Pues porque era la despedida de soltero de alguien mas, y ustedes mismos aceptaron que Alois la organizará, entonces pues no vi problema — se acomodo los lentes y observó a cada uno de los varones, pasándoles hábilmente la culpa.
— ¿Donde están? — pregunto con un tono hostil Astre, pues su prometido y hermano se encontraban en ese tipo de lugar, debía ir rápidamente a sacarlos de ahí.
— Están en el jardín secreto, ese sitio de nudistas y shows — a penas terminó de hablar, cada uno de los varones fue por su auto para recoger a sus respectivas parejas, con una aura hostil dirigida a un pobre rubio, que no sabía lo que le esperaba al final, Claude también los siguió, pues quería ver como acabaría todo.
Volviendo a la fiesta de despedida de Ciel, todos se encontraban bailando y bebiendo alcohol, el azulino se estaba sintiendo acalorado, así que intento dejar de beber, para que el alcohol se le bajara; pero Alois, no lo permitía, lo mismo iba para el resto, todos ya no podían de lo ebrios que se encontraban, pero seguían lo suficientemente sobrios para no hacer locuras.
De repente, Ciel decidió desabotonar su camisa de botones, debido al alcohol, los trabajadores del lugar se acercaron a él, con la intención de coquetear le, ya que durante la noche, el los había estado ignorando, por lo que vieron su oportunidad.
Le ayudaron a quitar la camisa y empezaron a toquetear su cuerpo, Alois que se dio cuenta, se acercó para detenerlos, pero se encontraba débil por haber bebido tanto, al igual que los demás donceles.
Ciel seguía sintiéndose extraño, quería ver a Sebastián pero no lo encontraba, solo veía caras nuevas.
— Sebastián... ¿Donde esta Sebastián? — decía en voz alta, sorprendiendo a aquellos hombres — dijo que estaría conmigo para siempre; pero, ¿donde esta el? , ¿Porque estoy solo? — el alcohol cambio su actitud, causando que actuara como un niño mimado que le quitaron lo que más quiere.
— Sebastián no está, pero nosotros podemos cuidarte — decía uno de los nudistas, mientras se acercaba al azulino seductora mente.
— Me cuidaras... Mejor que Sebastián — preguntó el azulino, completamente confundido.
— Claro que no — decía un azabache ingresando por la puerta, observando la situación, los donceles completamente ebrios y los nudistas, se alegro de haber llegado a tiempo.
— Sebastián — Ciel sacó fuerzas y se levantó, caminado tambaleante hacia el mayor.
— Ciel, estas bien, se aprovecharon de ti — revisaba cada centímetro del cuerpo del azulino, se enojo al verlo sin camisa.
Astre ingreso también y busco a su prometido, lo encontró bebiendo alcohol como si fuera jugo, de inmediato le quito la botella y lo levantó como princesa para sacarlo del lugar, sin preocuparse de nada más.
Sebastián después de revisar a ciel, lo cargo estilo princesa hacía su auto, disfrutando las leves caricias del azulino en su cuello
Los demás varones se llevaron a sus donceles grey fue llevado por su pareja William, Dagger por Joker, Macmillian por Violet.
Alois observó la llegada de los varones sorprendido y a la vez aliviado, la celebración se estaba saliendo de control, observó a su pareja ingresar viendo el alboroto, decidió esperar a que se fueran todos, para revisar que no quedara nadie más en el lugar, para llevarlo a su casa.
Claude regaño a Alois por organizar ese tipo de fiestas, sin tener al menos algunos varones confiables alrededor, pues donceles solo con desconocidos podría llegar a ser peligroso, aún así lo felicito por organizar una fiesta más divertida que la de Sebastián .