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Mascota por anonimo0219

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El día tan esperado llego y ciel se levantaba adolorido, no lograba recordar que había sucedido el día anterior, de repente la puerta se abrió e ingresó Sebastián, con el desayuno, junto a medicina para la resaca.


— Ciel que bien que despiertas, debes desayunar rápido para que vuelvas a casa a alistarte para la boda, no debemos perder más tiempo — decía emocionado el azabache, porque el día terminará rápido, y así el azulino sería  suyo, por siempre.


— Sebastián ¿Que sucedió?, no puedo recordar nada — el azulino confundido, miraba al azabache.


— Ciel no recuerdas nada de ayer — preguntó el azabache, mientras el azulino negaba — Mejor que no recuerdes — confesó con una sonrisa, ya que no quería que recordará a esos hombres que hicieron streptease, en su despedida de soltero.


— Sebastián, lo último que recuerdo es a Alois, llevándome a un bar de streptease y a ellos quitándose la ropa, pero luego no recuerdo nada más, todo es borroso — el azabache quería matar a Alois, Ciel lo veía tranquilamente — no me digas que tu no fuiste a un lugar así, después de todo era tu despedida de soltero, supuse que irían así como nosotros; además, Alois dijo que seguro estaban en un lugar igual — Sebastián decidió que debía evitar que Ciel se encontrará con Alois.


— Cariño no fuimos a ningún lugar así, Alois te mintió, no vuelvas a salir con el, ahora debes alistarte para ir a casa, nuestra boda se acerca — se alejo para que Ciel no pudiera refutar nada, dejando al azulino solo.


Ciel se sorprendió de la situación, no esperaba que el azabache se molestara tanto, aún no recordaba mucho, ni siquiera sabía dónde estaba, ese cuarto ni siquiera era de Sebastián, supuso que se quedaron en casa de un amigo.


Pero como llegó ahí, Sebastián lo fue a buscar, hizo una escena, eso era lo que más le preocupaba, pero aún así el azulino decidió dejar ese tema de lado, comenzando a arreglarse con la ropa que le dejó el azabache.


Se dio cuenta que no era la misma que uso ayer, pero supuso que fue porque se había ensuciado, no le vio ningún problema.


Por otro lado Sebastián se dirigía a buscar a Alois, furioso y con ganas de matar al rubio, que desayunaba tranquilamente con su pareja.


— Sebastián, Ciel ya despertó, debe estar emocionado con la boda, Sebastián ¿Por que te vez enojado? — decía el rubio escondiéndose tras su pareja, para evitar ser golpeado por Sebastián.


— Crees que estoy feliz, después de lo que sucedió anoche, como pudiste llevar a Ciel a un lugar así, sabes lo peligroso que pudo ser, yo confíe en que eligirias un lugar tranquilo — el rubio miraba al azabache, por el hombro de su pareja.


— Se que me equivoque, pero quería que disfrutará de un lugar así, ya que después de casarse no tendría ninguna oportunidad, además el se divirtió y tu lo disfrutaste al final, así que de que te quejas — le sacó la lengua, antes de ocultarse de nuevo tras su pareja.


— Serás... — se arrojó hacia el rubio, intentando golpearlo, pero fue detenido por Claude.


— Sebastián cálmate, Alois se equivoco, pero no tienes derecho a golpearlo, ya pasó esta situación y te doy mi palabra de que no sucederá en el futuro, así que ve a arreglarte para tu boda, hoy es tu día — Sebastián suspiro y se alejo de ellos, para alistarse y regresar a casa — Alois tienes prohibido ir a ese tipo de sitios, de ahora en adelante si piensas ir yo iré contigo, no puedes ir con nadie más — el rubio bajo la cabeza y asintió, Claude entendió que estaba arrepentido, pero no iba a permitir que volviera a arrastrar a alguien más en sus locuras, el era suficiente para ser arrastrado.


Sonreía al rubio que agachaba la cabeza en señal de arrepentimiento, para acariciarle la cabeza con ternura; por otro lado, Sebastián se dirigía a revisar que Ciel estuviera listo, para llevarlo a casa y que se preparará para la noche, cuando se celebraría la boda.


— ¿Ciel estas listo? — ingreso para observar al azulino terminando de arreglarse, lo observó de arriba a abajo se veía hermoso con cualquier cosa y aun más si fue elegido por el.


— Sebastián, ya estoy listo, puedo preguntar ¿Que pasó con mi ropa? — pregunto notando cómo el azabache fruncía el ceño, pero lo disimulo rápido.


— Esa ropa fue arrojada a la basura, la vomitaste completamente, así que no quedó nada de ella — mintió, porque parte de la ropa del azulino se perdió en el bar al que fue con Alois, y el resto fue aborrecido por Sebastián, al recordarle la despedida de soltero de Ciel; el azulino aceptó lo que dijo Sebastián, sin preocuparse más, solo era ropa nada más.


Sebastián se dirigió a la casa del azulino, para llevar a ciel y que pudiera prepararse para la gran noche, después de dejarlo, se dirigió a su casa donde se prepararía el, pues aun tenia tiempo y debía verse increíble para su azulino.


Después de unas horas, llegó el momento tan esperado, en el que el azabache y el azulino se unirían, completamente, el momento mas deseado por los dos, seria el inicio de su vida de pareja, hasta que la muerte los separara, pero ni siquiera eso podría impedir que vuelvan a estar juntos de nuevo.


La ceremonia fue sencilla, no quería algo muy extravagante, solo una celebración tranquila, junta a sus seres queridos, sus familiares y sus amigos quienes los felicitaban.


Contrataron un cámarografo y fotógrafo, para que se encargarán de grabar el momento más esperado y feliz para la pareja, querían que todo fuera especial, así como lo es su relación. 


La ceremonia fluyó rápidamente y ambos se miraba con amor, durante el intercambio de los votos todo fue muy hermoso, el lugar completamente blanco, cubierto de flores de colores pasteles, los trajes de la pareja resaltaban sus cualidades, después de 3 años ambos experimentar diferentes situaciones y cambios, a nivel físico y emocional.


Ciel un poco más alto, utilizaba un hermoso esmoquin blanco, cubierto de accesorios que resaltaban su belleza; en cambio Sebastián, llevaba un esmoquin negro, que resaltaba su masculinidad, siendo más alto y acuerpado de lo que era en el pasado.


Al finalizar los votos, el padre los declaró marido y doncel, causando los gritos de felicidad de todos los presentes, un fuerte aplauso resonó, ante el beso que conmemora su unión, ahora nadie los podrá separar, ese día fue el más feliz de sus vidas.


2 meses después, la pareja esperaba la llegada de su primer hijo, producto de la noche en el auto del azabache, aunque fue muy sorpresivo, lo aceptaron con gran felicidad,  mientras se profesaban todos los días el amor que sentían por el otro y el bebe, que pronto llenaría su hogar de sonrisas y felicidad, después de todas las situaciones que vivieron en el pasado, ya no eran amo y mascota, ahora eran... una familia.


 

Notas finales:

Espero que les haya gustado el final de esta historia me disculpo por los errores ortográficos que pudieron encontrar espero lo disfruten.

Gracias...

Agradecimientos  

Gracias a todos los que leyeron esta maravillosa historia, por fin hemos llegado al final, aveces sentía que nunca llegaría hasta aquí, teniendo en cuenta el tiempo que tarde en terminarla, pero de la misma manera quiero agradecer a quienes la leyeron y siempre me brindaron esos comentarios tan maravillosos, que aunque no respondía, los leía todos y me hacían disfrutar la historia con ustedes. 

Lo mas difícil de escribirla, siempre fueron las escenas subidas de tono de los dos personajes, mi tardanza en editar era casi siempre debido a esas escenas, ademas que mi computador donde normalmente edito, no le sirve la tecla de la coma, lo que dificulta la edición, porque tengo que copiar y pegar, pero igual fue muy divertido escribirla. 

Para finalizar, quiero continuar agradeciéndoles por dedicarle su tiempo a leer mi historia, a pesar de la tardanza y que la hayan disfrutado de principio a fin, espero tengan un muy feliz fin de semana y siempre tengan salud y se cuiden del virus, que estén muy bien.

Hasta la Próxima...

Gracias...

 

 


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