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Mascota por anonimo0219

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Notas del capitulo:

Antes de iniciar me disculpo por la tardanza se que han pasado muchos meses en los cuales no actualice pero fue porque me encontraba ocupada así que me disculpo sin mas los dejo con el capitulo para que puedan disfrutarlo y no quitarles mas tiempo.

Gracias

 

Alois llegó a casa de su prometido, quería que este lo llevará a la cama de inmediato y no lo dejara ir en todo el día, pero sabía que el azabache era un caballero y todo iría a su ritmo, debía ser paciente y en la noche el sería solo suyo.

 

Al ingresar, una de las sirvientas lo dirigieron al jardín donde el azabache estaba tomando una taza de té, noto lo atractivo que se encontraba el mayor y se relamió los labios con deseo, rápidamente cambio su rostro al ver a un hermoso doncel, muy cerca de su prometido, así que se acercó más rápido para que se percataran de su presencia.

 

— Amor, ¿cómo estás? — se acercó para besarlo en los labios, siendo recibido por Sebastián gustoso de ver a su prometido.

 

— Cariño, estoy bien, ¿Cómo estás tú, fue muy largo el viaje? — pregunto feliz de verlo, olvidando a Ciel, quien lo veía con normalidad.

 

— No, fue muy rápido amor... ¿Quién es él es nuevo? - pregunto mirando con molestia al azulino, quien solo sonreía amablemente.

 

— Él es mi nuevo mayordomo... Ciel — dijo su nombre en un tono que enojo a Alois, pero él no podía hacer escándalos al azabache, perdería la imagen que creo para enamorar a Sebastián; la del novio comprensivo y amoroso.

 

— Mucho gusto Ciel, soy el PROMETIDO de Sebastián — recalcó la palabra prometido para que el azulino entendiera, que ese hombre era suyo y no interfiera, pero Ciel seguía tranquilo y con esa sonrisa que el rubio quería quitarle.

 

— El gusto es mío, joven Alois - realizó una reverencia cargada de respeto y cordialidad, de repente alguien más llegó donde se encontraban los jóvenes.

 

— Ciel, ven aquí — el azulino volteó a mirar y al ver de quién se trataba, sonrió y camino rápidamente hacia el azabache, bajo la atenta mirada de Sebastián.

 

— Señor Michaelis, ¿Necesita mi ayuda? — pregunto muy emocionado de ver al señor de la casa, ese hombre le daba al azulino la imagen del padre que nunca conoció, por ello era muy amable con el.

 

— Solo deseo hablar contigo, sobre tu trabajo — le guiño el ojo para que supiera a que se refería — ¿Porque llevas un parche? me gustan tus ojos Ciel, deberías quitártelo — el azabache mayor iba a retirar el parche que cubría el ojo del menor, pero el brazo de Sebastián lo detuvo.

 

— Por favor padre, no lo toques tan casualmente — el azabache estaba enojado con su padre y su mascota — Yo le ordene usarlo, así que no tienes permitido quitárselo — el mayor sonreía de manera extraña, percatándose que su hijo quedo satisfecho con su regalo.

 

— No te enojes hijo, no es un asunto tan importante, ahora me retiro junto a Ciel si no te molesta, él debe hablarme de un tema muy importante — finalizó empezando a caminar, sin permitir la objeción de parte de su hijo.

 

— Con su permiso joven amo, volveré en cuanto termine de conversar con su padre — se alejó el azulino al lado del azabache mayor, dejando a un muy enojado Sebastián, que creía erróneamente que el azulino estaba interesado románticamente en su padre.

 

— Sebastián, ¿Porque luces tan enojado? Quizás, ¿Porque tu padre se llevó al sirviente? — preguntaba en tono celoso Alois, no le gustaba para nada que su prometido estuviera mirando a alguien más.

 

— Solo... no me agrada que mi padre haga lo que quiere - dijo intentando despistar a Alois, de los celos que tenía de su padre en ese momento — Vamos a mí habitación, podemos hacer algo interesante — propuso el azabache, quería deshacerse de su molestia y que mejor manera que teniendo sexo con Alois. 

 

— Por supuesto — el rubio fingió avergonzarse, antes de aceptar el brazo de Sebastián.

 

En otro lugar, Astre llegaba a la mansión Phantomhive, había solicitado hablar con Vincent el dueño de la casa y su posible padre, en la portería le negaron la entrada por lo que empezó a gritar un montón de situaciones vergonzosas, que había investigado para que lo dejarán entrar.

 

Al ingresar fue llevado al despacho del señor Phantomhive, quien lo esperaba completamente furioso por sus acciones, pero se calmó al ver a un joven muy parecido a él.

 

— ¿Quién eres? — pregunto aturdido, el solo tenía una hija de 18 años que supiera, no había nadie más, claramente después del pasar de los años, había olvidado a Rachel su antigua mascota.

 

— Mucho gusto, soy Astre, hijo de Rachel Nixon y suyo — dijo refrescando la memoria del mayor, logrando que frunciera el ceño.

 

— Veo que esa mujer no aborto — dijo con una frialdad tan grande, que estremeció al menor, pero no lo demostró.

 

— Lastimosamente no lo hizo y por ello debes hacerte cargo de mi — decía con una sonrisa idéntica a la de él, causando cierta conexión entre ellos.

 

— Entonces, ¿Quieres dinero? - pregunto restándole importancia al asunto; después de todo, si se trataba de eso podría hacerlo fácilmente sin involucrar a su esposa.

 

— No quiero tu dinero, solo exijo encontrar a mí hermano menor — el otro frunció el ceño, "así que Rachel tuvo el descaro de tener otro hijo a pesar de que ya tenía uno que alimentar" eran los pensamientos de Vincent.

 

— No voy a buscar hijos de alguien más — hablo con molestia que se podía evidenciar en su rostro.

 

— Es mi mellizo, Rachel no tuvo solo un hijo, tuvo dos, mi hermano menor también es su hijo — el mayor no cabía en la sorpresa, intento recomponerse pero estaba intrigado de cómo sería su otro hijo.

 

— ¿Porque está perdido? — fue lo primero que decidió preguntar.

 

— Rachel le hizo algo la semana pasada, se lo llevó muy temprano y no lo he vuelto a ver desde entonces, tengo la sospecha de que lo vendió, pero no tengo el poder para buscarlo — el mayor se enojó ante tal situación.

 

— Esa mujer vendió uno de mis hijos — estaba furioso, su sangre había sido vendida como mercancía, era algo que no podía aceptar con facilidad.

 

— Lo malo es que mi hermano es doncel, necesita que lo proteja y ella lo alejó de mi — estaba también furioso y aquello enojo aún más a su padre, su hijo doncel, él tenía una debilidad por las niñas y los donceles, esa mujer le había dado uno y lo había vendido, era una bruja.

 

— Lo encontraremos, tienes una pista de donde esta — pregunto observando a su hijo con seriedad.

 

— En la mansión Michaelis, es el lugar donde se suponía que llevo a mi hermano — el otro de inmediato se tensó, su familia con los Michaelis no tenía muy buenas relaciones, por lo que sería difícil que le entregarán a su hijo, todo se había complicado.

 

— Parece que será más difícil de lo que pensé, pero no te preocupes buscaré a mi hijo — dijo lleno de convicción.

 

— Veo que a él si lo reconoces fácilmente como tú hijo — lo miro incrédulo, creía que sería igual a su madre.

 

— Tengo una debilidad por las mujeres y los donceles, es normal que quiera a tu hermano... Quisiera ver una foto — solicito, a nadie Astre le había enseñado una foto de Ciel, ni siquiera a Alois con quién tenía una larga relación, cuando se trataba de su hermano no quería que el mundo lo conociera, era solo suyo pero ahora debía mostrarle a su padre la foto, para que viera por primera vez a su hijo.

 

— Es hermoso — al ver el parecido de su hijo con él, se puso contento, pero se sorprendió del ojo rojo que tenía — ¿Por qué su ojo está así? — pregunto preocupado.

 

— Ciel es débil, sufre de asma y su ojo cambio en una crisis, según Rachel es debido a su familia, ya que en esta han habido casos de heterocromia — finalizó la explicación el menor, haciendo que Vincent se interesará aún más en su pequeño hijo y se preocupe por su estado actual.

 

— Vivirás aquí de ahora en adelante, a pesar de que no fuiste planeado sigues siendo mi hijo, aquí en esta casa hay muchas habitaciones y mi esposa e hija salieron de viaje, puedes quedarte aquí con tranquilidad; luego, hablaré con ellas sobre ustedes dos — decía mirando a su hijo, Astre reconoció esa expresión con Ciel, era cuando el daba una orden que sonaba como una sugerencia, pero no daba cabida al rechazo.

 

— Traeré mis cosas, no tardaré en volver - el joven se retiró y fue a casa de su amado, iba caminando por la mansión cuando escucho algo que llamo su atención, se ocultó detrás de la puerta para poder espiar a los padres de Alois.

 

— Me siento mal por ese joven Astre, él es un buen chico, no entiendo porque Alois lo lástima de esa manera — decía la mujer con una expresión de tristeza, Astre quería saber porque decían eso, así que presto mayor atención.

 

— Sabes que Alois siempre fue caprichoso y él los quiere a los dos, a pesar de todos sabemos qué hace mal, no podemos interferir en su vida, siempre le dimos todo — el hombre se sentía mal por haber malcriado a su único hijo, Astre no podía creer Alois lo había engañado.

 

— A pesar de estar comprometido con el hijo de los Michaelis, sigue aun con el joven Astre, no sé si deberíamos decirle pero, lo que me enoja más de mi hijo, es que le dijera que se quedaría en una pijamada con un doncel, cuando muy seguro ya se encuentra en la cama del joven Michaelis — decía la mujer con mucha molestia, para ella Astre era el mejor partido para su hijo, sin importar el dinero o la clase social, Astre no podía creer lo que escuchaba, lágrimas salían de sus hermosos ojos azules, al pensar en su amado en brazos de otro hombre, así que abrió la puerta para mirar con odio a los padres del traicionero doncel.

 

— Díganle a Alois, que se acabó y que no me busque nunca más, no quiero volver a saber nada de el — finalizó saliendo sin antes enviar una mirada de odio a los padres del doncel, fue al cuarto de Alois y agarro todas sus pertenencias, agradecía que su padre lo dejara vivir con él, no podría soportar estar más tiempo en casa de un infiel.

 

Cuando iba saliendo, los padres del rubio se disculparon, pero tenían la misma culpa de su hijo al ocultar el romance que tenia con otro varón, aunque había una pregunta que quería hacer antes de irse.

 

— ¿Cuánto tiempo lleva engañándome con el otro? — pregunto serio mirando a la mujer y el hombre, esperando la respuesta.

 

— Desde hace más de dos años — eso termino por arruinar el humor del azulino, que salía a zancadas de esa casa, ahora arruinaría el compromiso de Alois como venganza de su traición, después de todo el conocía muchos secretos del rubio, que ni sus padres sabían.

Notas finales:

Espero que les haya gustado esta parte y me disculpo de nuevo por la tardanza y por los errores ortográficos que pudieron encontrar espero tengan una feliz noche y una buena semana

Gracias


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