~Tatuajes Rox~
En un local, no my lejos del edificio de trabajo de Sora, se encontraba un alto pelirrojo de cabellos en punta, ojos esmeralda y una piel canela que hacia relucir sus tatuajes de lagrimas invertidas bajo sus ojos, y junto a él, se encontraba revisando el inventario un pequeño rubio de ojos zafiro, muy parecido físicamente a Sora, pero que en personalidad, era como mezclar aceite con agua.
-Bueno, tal parece que tendremos que verificar el estado de las maquinas, ¿no has recibido quejas? Esos cacharros llevan usándose por eones-dijo el rubio mirando su catalogo, verificando el estado de los aparatos para la realización de tatuajes, que era el oficio que el rubio realizaba junto a su actual pareja y marido
-Oh vamos Roxy, estos “viejos cacharros” como tú los llamas pueden hacer los mejores tatuajes de toda la maldita ciudad-dijo Lea apoyándose en su máquina, la cual tenía desde hace aproximadamente 7 años-el pequeño Axel todavía puede rendir
-pues el pequeño Axel esta en llamas-dijo el rubio con los ojos entrecerrados
-¿Ves? Sabía que lo entenderías
-¡No idiota! Literalmente tu cacharro está ardiendo-dijo apuntando a las pequeñas llamas que se asomaban por el “pequeño Axel”-Trae el extintor maldita sea
-¡Mi bebe!-dijo viendo como su amigo de toda la vida se consumía poco a poco por el fuego. Vendería a Isa con tal de conservar al “pequeño Axel”
-¡A un lado!-dijo abriendo el extintor, apagando el fuego ocasionado por un corto circuito en la maquina. La espuma cubrió todo lo que alguna vez fue el aparato favorito de Lea-bueno, eso reafirma mi punto, necesitamos mejorar este sitio, ¿cuándo fue la última vez que remodelamos?
-hace 5 años…-dijo Lea triste
-hum…..-farfullo Roxas mirando a su marido con irritación, pero luego abrazándolo con ternura-si me acompañas a comprar, y te portas bien, y no haces ninguna idiotez como esa ves que empujaste a una anciana por la escalera eléctrica, podríamos ir a comer helado de sal marina, ¿te parece?-dijo sonriéndole a su esposo
-¿podemos llevar al pequeño Axel?-dijo el pelirrojo con mirada suplicante
-……está bien-dijo el rubio rindiéndose ante las esmeraldas del mayor
-¡Yey!-dijo besando la mejilla de su pequeño rubio
-ya ya no te emociones, vete mentalizando de que ahora veras al nuevo pequeño Roxas-dijo arrogante, tratando de seguirle el juego a su pareja, pero…
-¿le pones nombre a tu maquina?…que ridículo-dijo mirándolo con desdén
-¡¿Me estas jodiendo verdad?!-pregunto con una vena en su frente por la furia
-vamos pequeño Axel, que no se te pegue lo extraño-dijo mientras llevaba al quemado artefacto en un carrito de juguete
-aun no entiendo porque no pido el divorcio….-dijo el rubio con frustración, a veces su esposo lo sacaba de sus cabales
~Horas más tarde~
Se encontraba la feliz pareja comiendo unos deliciosos helados de sal marina, en su local favorito para degustarlos, el cual era atendido por una pareja bastante particular, la cual era amiga de los recién llegados
-Oww, es una pena por el pequeño Axel-dijo una pelinegra mirando con lastima el cacharro todo chamuscado que iba en el carrito rojo de Lea-si a la pequeña Xion le pasara eso, tiraría a Roxas de un séptimo piso para recuperarla-dijo tocando el hombro de su amigo, tratando de darle su apoyo
-solo tenía 7 años….porque la vida es tan dura-dijo lamentándose junto a Xion
-Tranquilo, dio lo mejor que tenia durante mucho tiempo-dijo cerrando su puño y cerrando los ojos con impotencia, al ver el cadáver de lo que una vez fue una maquina esplendorosa
A lo lejos el rubio junto a un peliazul miraban la escena con desagrado
-así que…. ella también ¿eh?-dijo el rubio con molestia
-son un par de idiotas-dijo Isa del mismo modo que Roxas, tirándose en su caja de pago mirando a los amigos con absoluto aburrimiento-me pregunto porque todavía no pido el divorcio-dijo tocándose la cien con cansancio
-avísame cuando compres los papeles, estamos en las mismas-dijo el rubio compadeciéndose del más alto
-no, el tuyo es más idiota-dijo el peliazul con diversión
-….lamentablemente no puedo refutar eso-exclamo con rendición
-por cierto, tu primo el policía, salió en las noticias, al parecer otra vez está persiguiendo a ese tal Vanditas
-Vanitas-corrigió el rubio-que nombre más de mierda-dijo soltando una pequeña risa-está obsesionado con él, cuando voy de visita para ver a Sora, siempre menciona a ese tipo. Si no fuera porque es policía, diría que le gusta el sujeto
-¡oh! Parece que ya terminaron de llorar-dijo Isa apuntando a los dos amigos que venían directo hacia ellos
-¿Qué tal todo?-pregunto Roxas al “Afligido”
-Xion y yo decidimos que lo mejor sería enterrar al pequeño Axel en el patio de nuestra casa, para que su espíritu viva siempre con nosotros
-Así como el espíritu de mi pequeña Xion, que velara porque el pequeño Axel alcance la paz-dijo apuntando a su congelador, donde guardaban las reservas de helado
-¡Las maquinas no tienen espíritu!-dijeron Isa y Roxas al unisonó con molestia
~Hotel Arendelle~
-ah….detente..Vani-pero no pudo terminar, pues unos demandantes labios habían ingresado a su cavidad bucal, impidiendo el habla y danzando con la lengua del rubio, que se encontraba apresada por la del pelinegro mayor
El ojiambar, que portaba un traje hecho a la medida color negro en su totalidad, con una camisa color vino, rompió el uniforme del menor, dejando su pálido pecho expuesto, mientras que con una mano acariciaba el pezón izquierdo, el derecho era devorado por la boca del mayor
-te dije…que pararas-Ventus no podía soportar el placer que le provocaba las acciones del ojiambar, y aunque su boca y mente dijeron que eso estaba mal, su corazón y cuerpo solo querían fundirse con el pelinegro encima de el
-¿Por qué? ¿No lo estas disfrutando?-dijo molesto el pelinegro observando con su intensa mirada al rubio
-esto no está bien-dijo tratando de reincorporarse-yo soy un policía, tu eres literalmente el mafioso más buscado en todo Japón
-renuncia a la estación-dijo el pelinegro con convicción-conmigo nunca te faltara nada, puedo darte la vida perfecta si tu lo deseas, lo que quieras-dijo con desesperación mientras tomaba los hombros del rubio y los apretaba con fuerza-te necesito
-Vanitas-dijo el rubio con lágrimas en los ojos-sabes que nada me haría más feliz que eso, pero si voy contigo, dejaría a mi familia atrás-dijo con tristeza
-podemos quedarnos en Japón, yo..yo…nosotros podríamos vivir juntos-dijo el pelinegro tratando de buscar una solución. Necesitaba al rubio, sin él no era nada. Desde la primera vez que se vieron en una balacera entre ambos bandos, Vanitas había quedado malherido y fue abandonado por los suyos, y cuando estaba a punto de morir desangrado por la herida, Ventus lo encontró, y aunque claro que en ese momento no sabía de su identidad. El lo ayudo y curo, pensando que había quedado atrapado en fuego cruzado, y vanitas podía recordar esas hermosas gemas zafiro mirando con preocupación, un sentimiento que hasta ese día nadie había sentido por él, ni su propio padre
Luego de eso el comenzó a frecuentar más a Ventus, sus horarios, sus actividades, todo. Había ejecutado al que dio la orden de haberlo abandonado, y envió hombres día y noche a vigilar a Ventus, hasta que un día decidió ver al rubio de nuevo y allí le comento quien era en verdad, y lejos de lo que se esperaba, ahora se encontraban comprometidos, pero sin poder realizar una ceremonia apropiada por las circunstancias
-Vanitas yo te amo, pero si te quedas conmigo te atraparan-dijo tocando con ambos manos las mejillas del pelinegro, el cual miraba el rostro de su amante con desesperación
-si quieres que te deje puedes irte olvidando de esa idea-dijo apresando la cintura de su amante, mientras que delicadamente le mordía su cuello, dejando pequeñas marcas, tratando de marcar territorio en su pequeño rubio-tu eres y siempre serás mío-dijo mientras levantaba su mano, mostrando su anillo de compromiso-hasta que la muerte nos separe ¿recuerdas?
-idiota, si todavía ni nos casamos-dijo el rubio riendo mientras que su pareja lo imitaba-ni siquiera conoces a mi familia
-podríamos hacerlo, nadie ha visto nunca mi rostro por lo del casco que siempre ocupo, no tienen que saber que soy un mafioso, solo un ciudadano con ciertos…beneficios
-¿enserio lo harías?-dijo el rubio con brillo en sus ojos, claramente emocionado por tal afirmación
-no te queda claro que por ti, incluso te lo haría en la misma calle frente a la estación policial más cercana
-acabas de matar el momento-dijo el rubio escéptico
-pero igual me amas-dijo con prepotencia
-idiota-dijo el rubio besando la mejilla del pelinegro, pero este disconforme arremetió con la cavidad bucal del más bajo, introduciendo su lengua como en miles de ocasiones ya había hecho
-comencemos con tu hermano-dijo cortando el beso-preséntanos primero, luego podríamos viajar, y ver a tus padres-dijo aspirando el aroma del perfecto cuello de su prometido
-¿Enserio? Parece que tienes todo planeado-dijo el rubio acariciando el cabello del mayor-…..quiero entrar a la universidad, dejare la estación y me especializare en algo con medicina-dijo mientras que el pelinegro lo veía a los ojos con curiosidad
-¿Te gusta la medicina?-pregunto curioso
-¿Quién te va a quitar las balas cuando te estés muriendo?-dijo guiñándole un ojo a su pareja, la cual estallo en risas
-quien diría que siendo policía estarías tan dispuesto a ayudar a un mafioso
-no eres mafioso porque quieres, eres mafioso porque el anciano ese te obligo a dirigir esa porquería-dijo abrazando a Vanitas-además, el amor me hace idiota-finalizo riendo
-si-dijo tomando la mano del rubio la cual tenía el anillo-tienes razón-y apretó esa mano con necesidad, como pidiendo que el rubio nunca se fuera de su lado
~Xemna´s~
-¿Podrías dejar de mirarme por favor? Me pones nervioso-dijo el castaño verificando las cuentas y gastos de los últimos meses en el área de alimentación de la empresa, mientras que Riku estaba con su barbilla apoyada en sus brazos mirando fijamente al castaño
-podríamos ir a comer a algún lado después de esto-dijo mirando al castaño mientras tecleaba algo en su computadora
-¿como puedes hacer dos cosas a la vez? por tu culpa podríamos irnos a la quiebra
-un experto debe de ser capaz de ser multitareas-dijo con simpleza
-me asustas-dijo con una gotita de sudor-además no puedo comer contigo, tengo que ir a cuidar a mis mascotas
-ah sí, Donald y Goofy ¿no?-pregunto, ganando una mirada de irritación del menor
-¡¿Qué tanto sabes sobre mi?!-reclamo el castaño con molestia
-todo-dijo deteniendo su tecleado, levantándose de su escritorio, para acercarse al nuevo escritorio del castaño el cual se encontraba junto a la puerta, haciendo que este tomara una postura defensiva-calma, solo quiero arreglar las cosas
-¿Qué es lo que quieres arreglar? Yo ya no te amo-dijo el castaño tratando de sonar seguro, pero por dentro incluso dudaba de si mismo
-mientes-dijo tomando una de las puntas del cabello de Sora-siempre que mientes tu ojo izquierdo comienza a parpadear, siempre ha sido así
-¿Por qué?-dijo el castaño comenzando a sollozar-porque simplemente no me puedes dejar en paz-grito levantándose de su escritorio-¡Acepte el maldito trabajo, acordamos que seriamos compañeros y que habría respeto entre los dos! ¡¿Por qué sigues queriendo atormentarme?!-exigió el castaño para luego caer en su silla, soltando amargas lagrimas, sintiéndose patético por romperse frente al peliplata-finalmente creí haberte olvidado, quería rehacer mi vida cuando me abandonaste, y cuando quiero seguir adelante te encuentro diciendo que me espiabas, que alejabas a toda potencial pareja de mí y me pides que nos llevemos bien! ¡¿Tan fácil crees que soy Riku?-reclamo el moreno, mirando con furia al de tez blanca, pero inmediatamente volviendo a llorar y golpeando en el pecho al peliplata, aunque este ni dolor sentía-¿Por qué no me dejas ser feliz?
-yo puedo hacerte feliz-dijo sujetando las muñecas del castaño-esta vez no me iré, te prometo que todo será distinto pero…por favor-dijo también sollozando, consiguiendo la sorpresa del castaño-no me odies, no te alejes de mi….no de nuevo-su voz ronca por la tristeza suplicaba que el moreno no lo dejara
-tengo miedo….-sus sollozos cada vez sonaban más calmados, mientras que trataba de regular su respiración-una vez confié, y me abandonaste, gracias a Ventus es que no me suicide o hice alguna otra locura….te necesitaba
-¡Yo te necesito!-dijo apresando al menor en un abrazo-al menos si no quieres volver a estar como antes…dame una oportunidad, déjame tratar de volver a ser felices de nuevo-pidió, mientras sacaba de sus manos dos objetos que dejaron a Sora pasmado, eran sus anillos de compromiso
-pero es imposible…yo lo tire al mar
-y gracias a eso conseguí una buena hipotermia ese día-recordó como se había lanzado al agua por una hora tratando de buscar el dichoso anillo, que para su sorpresa se había quedado atorado en un par de algas-estos los elegimos después de una semana buscando en las tiendas ¿recuerdas?-dijo sonriéndole al castaño
-si…recuerdo que estaba tan cansado de ver joyería que me había dormido en la vitrina del local, y babee un collar de oro macizo-recordó con gracia, al final tuvo que comprar el collar, y se lo dio a su madre de cumpleaños, Anna (Aqua) estaba realmente feliz
-mi suegra me amo por eso-dijo el ojiverde mientras apretaba el cuerpo del castaño-podemos….¿podemos intentarlo? Sora…¿Ser felices juntos, de nuevo?
-…..-el castaño no sabía que decir, amaba al más alto, no podía negarlo, incluso los años no hicieron que olvidara al peliplata en su totalidad, había noches donde extrañaba su calor, inviernos donde él y Riku se acostaban en su cama, con leche y galletas viendo películas, mientras la lluvia azotaba su ventana, que ya no ocurrían-….yo…quiero intentarlo-dijo mirando al suelo con vergüenza
-…….-Riku abrió los ojos de forma exagerada, para luego tomar las mejillas del castaño y plantarle un beso, suplicante al principio, mientras que el castaño trataba de recuperar la compostura, este beso se fue volviendo más intenso, hasta que Sora cayó en cuenta de donde estaban, cuando el más alto comenzó a meter su mano por dentro de su camisa-¡ey! No tan rápido vaquero
-hum….-Suspiro Riku claramente molesto, pero comprendiendo la situación-te gustaría…salir mañana a…….¡demonios soy pésimo planeando cosas!-dijo el peliplateado con frustración, podía manejar cuentas, y administrar miles de locales en todo Japón pero, no podía planear una maldita salida
-¿ir a ver una película te parecería bien?......mierda, ya no somos adolescentes, ¿Cómo hacen sus citas los adultos?-pregunto con frustración el más bajo
-se supone que debo saberlo, con suerte y he ido a cenas de negocios-dijo molesto
-sería muy extraño ver a dos adultos hombres haciendo cosas de quinceañeros-dijo apoyándose en el pecho del mayor, sintiendo como su barba acariciaba su cabeza-pero, podríamos hacer cosas que otras parejas no harían, cosas que nos diviertan, no que tengan que aprobar los demás
-¿Cómo qué?-pregunto el mayor
-he querido ir a la pista de hielo hace mucho, pero Ventus casi nunca tiene tiempo libre, y mis amigos no quieren porque están ocupado de igual forma….¿podríamos ir?-pregunto mirando al ojiverde con sus zafiros suplicantes
-…a la pista de hielo será..-se rindió el mayor, nunca podría decirle que no a su moreno
-¡Victoria!-dijo el menor abrazando al mayor mientras que este correspondía el abrazo-…ojala esto funcione
-tranquilo-dijo besando su frente, mirando con cariño al castaño-funcionara, lo prometo-aseguro, apretando la mano del moreno, inspirándole confianza en que todo saldría bien
Continuara….