Sasuke se sentía completamente devastado. El Alfa a quien creyó conocer de verdad, le había traicionado, y no tenía absolutamente nada que ver con la mentira que Sakura Haruno había regado a Konoha, porque simplemente, Naruto no espero demasiado para revolcarse con la maldita Hinata Hyuga y para colmo, embarazarla.
Obviamente él no se iba a quedar a ver cómo su amado Alfa se comportaba con aquella mujer de una manera delicada y cariñosa, especialmente cuando aquel trato tan fino y delicado debería ser para él y el hijo que esperaba.
Los meses siguientes tal vez llegaron a ser una tortura, al menos por no haber tenido a su lado a ese Alfa infiel, pero Sasuke hizo de todo para que su hijo estuviera bien, o al menos eso es lo que pensó en esos tortuosos, pero hermosos meses, hasta que el fatídico llegó.
Tal vez fue porque estaba solo en el bosque, cuando Juugo y Suigetsu le habían dicho que los esperara, o tal vez porque había recordado que su amado y a la vez odiado Dobe tendría dentro de poco al hijo de Hinata, pero justo cuando más necesitaba de alguien, su hijo había decidido nacer.
Fueron las horas más angustiantes y dolorosas que pudo haber pasado, pero había logrado tener a su hijo en medio de la nada, y aunque juraba que su hijo había nacido rubio, se había desmayado justo después de haber cortado el cordón umbilical.
Para cuando despertó, vio a su hijo, sin embargo, su amado bebé no lloraba, ni siquiera respiraba. El único ser que había logrado que aún mantuviera amor hacia Naruto, había muerto y una gran parte de él, se había ido con su hijo.
Obviamente enterró a su hijo justo fuera de la guarida de Orochimaru, ante la lastimosa mirada de Juugo y Suigetsu, quienes lamentaban la pérdida de su antiguo líder.
Y aunque le dolió regresar a Konoha, sabía que debía volver para mantener tranquilo al consejo y claro, pedirle a Kakashi que lo mande a una misión de reconocimiento, aunque claro, también hacía eso para limpiar su nombre y darle su merecido a Sakura Haruno. Obviamente Naruto lo encaró con odio, y obviamente él se defendió.
—No voy a quedarme a jugar a la familia con alguien con quien no tuve y jamás tendría nada —, le recalcó lo más obvio.
—Eres un poco hombre Sasuke. Al menos ten la maldita decencia de quedarte a lado de tu hija, no lo hagas por Sakura, hazlo por Sarada —, rebatió Naruto con furia.
—Esa mujer no es nada para mí —, respondió sin sentimientos —. Me voy, entre más pronto lo haga, no tendré que soportar el “no te vayas sin mi Sasuke-kun” de esa maldita escoria —
Sin más, Sasuke decidió correr hacia la salida, nada ni nadie haría que cambiara de opinión, pues Sasuke Uchiha tenía la misión de limpiar su nombre, al menos así tendría su conciencia limpia.
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“Desesperante Error”
Mitsuki estaba completamente desesperado, pues habían pasado tres días desde lo sucedido en los exámenes Chunin y no había encontrado a Boruto.
Él fue el único que se preocupó por el Uzumaki, así que no fue nada raro que haya encontrado aquel medallón que bien sabía, su sol jamás abandonaba, y aunque desesperado lo busco por toda Konoha, no hubo señales de Boruto.
Obviamente al haber buscado el solo, le tomó todo el resto del día, así que al ver que anochecía, fue directo a ver al Hokage, recibiendo una respuesta que lo dejó furioso.
—Ahora no me importa lo que Boruto haga, tengo mayores problemas que resolver por su imprudente actuar —
Y aunque creyó que alguno de sus amigos o incluso Sarada lo ayudarían, ninguno tenía ganas de saber de Boruto. Pero lo que más le sorprendió fue la respuesta del supuesto mejor amigo -y aunque odiaba admitirlo, otro de sus rivales en el amor-, pues el Nara parecía completamente decepcionado y enojado, hasta el punto de olvidar que conocía al Uzumaki desde su infancia.
—Si está en problemas es por su propia culpa, así que bien merecido se lo tendría —
Sarada incluso trató de disuadirlo para que dejara la búsqueda, según ella, aquello era un patético intento del Uzumaki para llamar la atención y tener el perdón de su padre. Sin embargo, Mitsuki siguió con su búsqueda, sin llegar a encontrar a Boruto. Recurriendo así, a pedir ayuda a alguien más. Primero fue con su padre, y no fue nada raro que Orochimaru se hubiera puesto energético y mandón en cuanto le dijo aquello.
—Juugo y Suigetsu te ayudarán a encontrarlo —, dijo de lo más normal.
— ¡No puedes tomar esas decisiones así nada más! —, dijo Suigetsu con molestia —. Sabes que no puedo arriesgarme en estos momentos —, le recordó lo obvio mientras señalaba su plano vientre.
—Mitsuki parpadeo de manera rápida —. ¿Estás embarazado? —, preguntó con asombro.
— ¿Qué esperabas hijo?, teniendo en cuenta que Juugo no es un Alfa con paciencia cuando toma su otra personalidad y…
— ¡Deja ya de decir tonterías! —, reclamó indignado —. Y tú, ¿por qué no le pides ayuda al Hokage?, después de todo es su hijo de quien hablas —, aquello era lo más sensato a su parecer.
—Fui primero con él, pero al parecer, no es de suma importancia que su hijo no aparezca —, respondió con rencor —. Por eso vine por ayuda con ustedes —, dijo seriamente.
—Suigetsu suspiro resignado —. Entonces tendremos que ayudar a que lo encuentres —, dijo resignado, mientras veía a su Alfa llegar —. ¿Ayudaremos Juugo?, ¿no? —, le pregunto sonriente.
—Debemos ayudar a quien necesite —, respondió con una pequeña sonrisa.
—Mitsuki asintió con más calma —. Gracias —
Después de aquello, Juugo decidió alistarse con varias cosas para la búsqueda, pues sabía a la perfección que su pareja no lo dejaría ir solo y tampoco estaba dispuesto a arriesgar a Suigetsu.
Una vez listos, los tres salieron de aquella guarida, mientras Orochimaru los despedía de manera un tanto energética.
—Parece ser que mi hermano menor está demasiado enamorado —
Orochimaru sonrió de manera ladina, al oír el comentario del Loud que había creado.
—Eso es lo que lo hace completamente diferente de ti —
Ambos estuvieron de acuerdo. El nuevo Mitsuki era más humano, incluso se podría decir, que era el clon perfecto, pues no solo por el simple hecho de haber nacido con una casta, también por los recientes sentimientos que el chico ahora tenía hacia el joven Uzumaki.
~.o0o.~
El misterioso grupo de ninjas que habían hecho tratos con Sakura Haruno, se encontraban custodiando desde distintos puntos de aquel frondoso bosque, la única cabaña que había por el lugar. Si bien, no avanzaron demasiado, el grupo estaba lo suficientemente alejado de Konoha, y para buena fortuna, en un lugar donde no había signos de gente.
Todos y cada uno de aquellos ninjas de la casta Alfa, habían ingerido por anticipado un potente supresor, para evitar hacer algo en contra del Omega que se convertiría en pareja de su respetado líder. Y mientras los Alfas custodiaban que nada, ni nadie se acercara a la zona, dentro de la cabaña, dos de los consejeros principales -Alfas con parejas marcadas- de aquel extraño Alfa -que no tenía las intenciones de mostrarse aún- se aseguraban de vigilar de cerca al futuro consorte de su jefe.
Por órdenes de aquel hombre, habían suministrado al Omega fuertes dosis de drogas para obligar al joven Uzumaki a entrar en celo, incluso lo tenían sometido con toda clase de juguetes, para hacer más humillante y rápido el primer celo del joven Omega.
—Ya se corrió de nuevo —, comentó uno de aquellos hombres, sin siquiera llegar a sentir pena por el adolescente.
—Y aun con eso, no podemos dejarlo descansar —, dijo con burla el otro individuo, pues el Uzumaki aún no entraba en celo —. Sí que es resistente el mocoso.
— ¿Qué esperabas? —, preguntó —. Sabiendo a qué clanes pertenece, es obvio que ves de donde heredó toda esa resistencia.
Boruto solo los miraba con desesperación, o al menos hacía el intento de enfocar su mirada en aquellos insensibles Alfas.
Llevaba tres largos días en esa incómoda posición, con aquel vibrador incrustado en su interior y su miembro obstruido y maniatado con otros dos vibradores. Ni siquiera le daban suficiente tiempo para que se reponga, cuando volvían a encender los vibradores e inyectarle más de esa droga que le hacía perder la poca cordura que le quedaba.
Su brazo izquierdo le dolía a horrores -producto de un castigo por tratar de escapar- y aunque se aseguraban de darle agua y algo de fruta cada diez horas, Boruto sentía que no resistiría más, siempre preguntándose ¿cuánto podía tardar su padre en encontrarlo?
— ¿Aún crees que tu padre hará algo para encontrarte mocoso? —, burlesco, jalo los rubios cabellos del Omega, para obligarlo a que lo mire —. Si a tu padre le interesaras en lo más mínimo, ya estuvieras en tu casa, pero en su lugar sigues aquí, siendo humillado —
—Boruto lo miro con odio, mientras jadeaba —. Pú… Púdrete maldito… —
—Parece ser que no es suficiente con esa potencia —, mencionó el otro, mientras utilizaba los controles de los vibradores —. Tal vez, también deberíamos agregar más de ese dulce afrodisiaco.
Boruto sentía que ya no aguantaría más aquello, y sin poder controlarse, termino corriéndose una vez más, solo que esta vez, había algo diferente, pues se sentía más caliente que antes.
—Parece ser que decirle la verdad de su padre, hizo que se rindiera —, dijo más que divertido —. Puedo sentir levemente su aroma.
—Tal vez debamos mencionar a su otro padre, Sasuke Uchiha —, mencionó burlesco el otro.
— ¡Callate! —, gritó desesperado al oír ese nombre.
— ¿Por qué? —, cuestionó con una sonrisa malévola —. ¿Temes escuchar como el Uchiha te entrego a Hinata Hyuga?, o es que acaso, ¿temes saber que ni tu progenitor te amaba?, incluso puedo asegurar que ese entrenamiento suyo, fue solamente para sentir menos culpa por haberte entregado a una mujer que nunca te amo como hijo.
— ¡Cierra la boca! —, le pidió desesperado.
Pero en lugar de sentir pena por aquel chico, los Alfas rieron por las tragedias del Uzumaki, incluso se aseguraron de volver a encender los vibradores, cuando sintieron más fuerte el aroma del Omega, hasta que por fin lograron su cometido: Boruto Uzumaki había entrado en celo.
—Es hora de darle aviso al amo Miyamoto —, comentó divertido al ver como el Uzumaki pedía más.
—Los Omegas son tan fáciles una vez entran en celo —, murmuró más que divertido, pues el Uzumaki estaba pidiendo que pararan hacía unos minutos atrás y ahora pedía ayuda para controlar su celo.
Y justo cuando habían comenzado a reír por cómo se veía ahora el Omega, tuvieron que silenciar sus risas, cuando escucharon explosiones justo afuera.
— ¿Qué está pasando ahora? —
Ni bien habían hecho esa pregunta, cuando uno de los ninjas que custodiaban afuera, entró con completa prisa.
— ¡Nos están atacando! —
~.o0o.~
Después de unas horas corriendo a gran velocidad, Mitsuki, junto con Juugo y Suigetsu, habían dado con un lo que parecía una base de unos extraños ninjas. A lo lejos se notaba que no eran de esas tierras, casi jurando que provenían del país del rayo, sin embargo, era demasiado inusual que estuvieran haciendo guardia justo en una zona donde no había indicios de vida, y más aún, protegiendo solamente esa cabaña en particular.
—Es demasiado sospechoso —, comentó Suigetsu seriamente.
—Y no solo eso, el aroma que sale de esa cabaña es obviamente de un Omega —, respondió Juugo, mientras miraba con detalle a Mitsuki.
— ¡Conozco a esos tipos! —
Mitsuki se encontraba sumamente nervioso. Obviamente reconoció a esos hombres como los alborotadores que causaron que el Hokage sellará el chakra de Boruto. Y fue peor su reacción cuando pudo reconocer ese aroma que viajaba a través del aire.
Ni Juugo y mucho menos Suigetsu pudieron prevenir lo ocurrido, pues el joven Alfa había saltado a gran velocidad con su modo Sabio activado y había comenzado a atacar a cada uno de esos ninjas.
— ¡¿Qué le pasa a ese niño?! —, Suigetsu iba a ir a ayudar, hasta que fue detenido por su pareja.
—Yo ayudaré a que él derrote a eso ninjas, y una vez que el camino esté liberado, ve a esa cabaña y dale de los supresores que trajiste a Boruto Uzumaki —, pidió Juugo completamente serio.
— ¿Entonces el Omega que está allí adentro es el pequeño Uzumaki? —, Suigetsu no pudo refutar ante la orden de su Alfa, y menos cuando sabía que Juugo lo estaba protegiendo por su embarazo.
Juugo ayudo en lo que pudo a Mitsuki, más que nada por la falta de control que evidentemente tenía el hijo de Orochimaru.
Era obvio que Mitsuki había perdido el control de sí mismo, debido al reciente celo del Omega del que estaba enamorado, y aunque de cierta forma eso ayudó a que terminarán con los enemigos más rápido, todo se dificulto cuando Mitsuki ni siquiera hacía caso a las palabras de Juugo.
—Para ser un niño, es demasiado poderoso —, comentó Suigetsu al ver como Mitsuki derribaba a su Alfa.
—Debemos calmarlo antes de que cometa una locura —, dijo Juugo, mientras se ponía de pie de nueva cuenta.
—Yo mientras podría aplicarle el supresor al hijo del Hokage —, mencionó, mientras comenzaba a ir en dirección a la cabaña.
Nada prepara a un Omega para ver algo como lo que sucedía dentro de ese lugar. Suigetsu ni siquiera lo pensó dos veces y dejó demasiado heridos a esos malditos Alfas, esperando que no lograrán sobrevivir.
Después de lanzar unas cuantas maldiciones y calmarse, trato de acercarse al maniatado Omega, pero Boruto temía cualquier contacto en esos momentos.
— ¡No me toque! —
Sin embargo, Suigetsu hizo caso omiso y primeramente, le retiró todos esos aparatos mal habidos al Omega Uzumaki. Después se aseguró de liberarlo de las horribles e incómodas ataduras de las que era preso.
Ni siquiera en sus años como ninja lo prepararon para ver en persona esa clase de trato y al juzgar por la manera en la que el Uzumaki se agarraba el brazo, entendió que posiblemente lo tenía fracturado. Lo peor era ese terrible celo, que se notaba que lo habían forzado por toda clase de drogas, y no había que ser un genio para deducirlo, puesto que las pruebas estaban regadas por todas partes.
—Niño, voy a aplicarte este supresor. Posiblemente no te calme como se debe, pero es lo mejor que puedo hacer por ti en estos momentos —, sabía que por más bueno que fuera el supresor hecho por Orochimaru, no sería suficiente considerando por todo lo que había pasado el Omega.
—Boruto asintió demasiado nervioso, todo mientras trataba de enfocar su mirada en el Omega mayor —. ¡Ayúdame por favor! —, le pidió desesperado al sentir que su cuerpo se calentaba aún más, si es que eso era posible, ¿acaso el celo era así de doloroso?...
Suigetsu no espero más para inyectar el supresor, y aunque lo ideal era no mover el brazo del Uzumaki, sabía que si no se daban prisa, muy posiblemente llegarían los refuerzos de esos ninjas. Así que con eso en mente, como pudo, hizo un cabestrillo para no empeorar el brazo del menor, y solamente cuando vio que el Uzumaki se calmaba un poco, fue que decidió llamar a los Alfas que se encontraban afuera.
—Ahora vuelvo, iré a llamar a mi pareja y a Mitsuki —, le dijo con calma, al ver como el rubio se aferraba a su brazo.
— ¿Mitsuki está aquí? —, preguntó ilusionado. Justo unas horas atrás, creía que no le importaba a nadie.
—Él fue quien nos pidió ayuda para encontrarte niño —, respondió sonriente —. Y si me lo permites, iré a decirles que pueden pasar, yo te llevaría, pero no puedo arriesgarme más de lo que ya lo hice —, comentó apenado, mientras señalaba su vientre.
Suigetsu espero a que Boruto liberara su brazo, para después envolverlo en una sábana y salir a ver cómo iban esos dos Alfas.
— ¿Cómo vas con ese problema Juugo? —, preguntó al ver que Mitsuki ya se había calmado.
—Tuve que tomarlo desprevenido para suministrarle un supresor —, respondió Juugo, mientras miraba al más joven —. ¿Cómo está el hijo del Hokage? —
—Suigetsu negó preocupado —. Solo te sé decir, que si golpeo a ese idiota que tiene por padre, ni te metas.
— ¿Tan mal está Boruto? —, preguntó Mitsuki completamente alarmado.
—Es muy probable que necesite alguna clase de terapia, puede que no hayan logrado hacerle nada, sin embargo, lo que le hicieron es demasiado traumático para un Omega, y más si hablamos de uno tan joven como él —, explicó apenado.
Mitsuki ni siquiera esperó a que los mayores entrarán, una vez se puso de pie, fue directamente al interior de ese lugar, detallando en su memoria todo lo que había en ese lugar.
Preocupado, se acercó a su compañero de equipo y Omega que quería como su compañero, viendo el terrible estado en el que se encontraba.
—Lamento no haber llegado a tiempo —, murmuró arrepentido.
—Al menos sé que a alguien le importo, Mitsuki —, respondió completamente avergonzado.
Ninguno dijo nada más. Boruto por simple vergüenza que sentía al saber que su compañero y amigo lo había visto en ese deplorable estado, ¡por dios!, ni siquiera podía tratar de sonreír para Mitsuki, como usualmente lo haría.
En cuanto a Mitsuki, él tuvo que quedarse callado, pues sentía que solo lanzaría toda clase de maldiciones en contra de esos tipos que le hicieron tanto daño a su sol, y aún más, en contra del maldito que Boruto tenía por padre.
Con cuidado, hizo que Boruto subiera a su espalda, porque no sentía que pudiera controlarse más, si el Omega estuviera con otro Alfa.
Una vez se alistaron, Mitsuki, Juugo y Suigetsu comenzaron a correr hacia Konoha.
~.o0o.~
Hanabi estaba preocupada. Había escuchado lo ocurrido en los exámenes y desde luego que se había preocupado al oír el castigo que Boruto había recibido. Sin embargo, decidió aclarar las cosas como se debe y castigar a su padre por lo que había hecho.
No fue nada raro que Hiashi Hyuga estuviera lanzando pestes en contra del que hacía unas horas, creía su sobrino, y aunque le dolía tomar represalias en contra de su propio padre y difunta hermana, ella adoraba a Boruto como para dejar que siguiera sufriendo, así que haría las cosas bien.
— ¿Qué es esto Hanabi? —, Hiashi se mostró completamente sorprendido al verse rodeado por su hija y otros tres miembros del consejo de los Hyuga.
—Hiashi Hyuga, se le acusa de fraude y engaño en contra del último Uchiha y el actual Hokage, ¿cómo se declara ante estas acusaciones? —, Hanabi esperaba que por lo menos, su padre dijera la verdad.
—Hiashi se mostró completamente sorprendido, esperando que su hija no hubiera descubierto su más horrendo secreto —. No sé de qué me hablas hija. —
—Hanabi se mostró decepcionada de aquella respuesta —. Sabes perfectamente de qué hablo padre. Tú cambiaste al bebé muerto de mi hermana por el hijo de Sasuke Uchiha. Dejaste que Hinata hiciera lo que quisiera de una manera terrible y además, todos estos años has permitido que Naruto Uzumaki descargara todo su odio y rencor en Boruto, todo porque Hinata te lo pidió —, más que furiosa, le dijo aquello. Ella en verdad estaba decepcionada de lo que su padre y hermana habían ocasionado —. Como hija y hermana de ti y Hinata, me siento completamente decepcionada de lo que mi familia hizo, pero como líder del clan, he decidido que castigo implementar en tu contra, dado que Nana-san y Hinata ya han fallecido, tú tomarás el castigo que mereces por tal crimen y el nombre de ellas será divulgado por los crímenes que cometieron.
— ¡Hanabi por favor! —, Hiashi se mostró completamente preocupado y avergonzado. Su hija estaba decidida a castigarlo y además, los que antes lo miraban con respeto, ahora lo veían con decepción y enojo.
—Parte de tu castigo será pedirle disculpas a Sasuke Uchiha, al Hokage y especialmente a Boruto, aun si eso llega a significar que debas arrodillarte o recibir unos cuantos golpes —, sentenció severa —. Ya hecho esto, regresaras y ante todo el clan, recibirás el castigo que el consejo y yo hemos decidido para ti. —
Hiashi bajo su cabeza, demasiado apenado. Una parte de él respiraba con más tranquilidad, pues al fin se vería liberado de aquel oscuro secreto, sin embargo, temía por las reacciones de Naruto y Sasuke.
No había marcha atrás. El secreto más grande de Hinata estaba por ser revelado.
~.o0o.~
Sasuke no había parado de entrenar desde lo ocurrido en los exámenes. Si bien Sarada platico con él acerca del comportamiento de Boruto, el Uchiha no podía evitar sentir decepción en contra de ese pequeño mentiroso. Y aunque una parte de él deseaba volver a confiar en Boruto Uzumaki, la otra le decía que no se volviera a dejar engañar por un Uzumaki.
Obviamente optó por mantenerse alejado del Omega, o al menos eso quiso hacer, hasta que a lo lejos, logro ver a ese científico caminar demasiado nervioso justo al lado de Sakura Haruno.
— ¿Qué se traerán entre manos esos dos? —
Decidió seguirlos de manera discreta y cautelosa. Si ese par procuraba encontrarse en secreto y además el nerviosismo de Katasuke, era por alguna razón, que nada bueno se traían entre manos.
— ¿Se puede saber porque irrumpió en mi casa? —, preguntó Sakura de manera molesta. Ella estaba disfrutando de la que era su nueva casa, bebiendo del mejor licor y disfrutando de una deliciosa y fina comida, cuando aquel científico llegó a interrumpir su festejo.
—Ya no aguanto más esto señora Haruno. Sé que dije que haría lo que fuera para que los Kages vieran mis herramientas, sin embargo, no a costa de un inocente —, Katasuke se sentía sumamente arrepentido por lo ocurrido, especialmente cuando había visto al amigo de Boruto buscarlo con desesperación.
— ¡No exageres! —, dijo indignada la peli rosa. Era obvio que tendría que hacer algo en contra de ese estúpido científico o diría la verdad y eso sería su perdición.
—Lo lamento señora Haruno, pero diré la verdad al Hokage. Boruto Uzumaki no hizo trampa porque quisiera, hizo trampa porque usted y yo lo engañamos, además…
—De manera discreta, Sakura comenzó a sacar un kunai —. ¿Además que? —, la mujer entrecerró los ojos, mientras una expresión lúgubre se hacía notar en su rostro.
—Creo que usted tiene que ver con la desaparición del chico —, temeroso respondió aquello.
—Haruno sonrió con maldad —. Sí insinúa que todo esto lo hice para vengarme de Naruto y Sasuke-kun, sí, está en lo cierto. Si dice que aproveche que Boruto Uzumaki no podía hacer uso de ningún Ninjutsu, también lo hice, y vaya que me pagaron por ese Omega virgen. En cuanto a usted, no creo que viva para contarlo.
Katasuke vio en cámara lenta como aquella mujer atentaba en contra de su vida. Sin embargo, la Haruno fue detenida justo a tiempo por ni más ni menos que Sasuke Uchiha.
Sasuke había escuchado cada una de las palabras de ese par. Y no podía creer cuan bajo podía caer aquella loca mujer. Sin embargo, sentía una inmensa culpa por haber desconfiado de Boruto y peor, ahora sentía mucha pena por el más joven de los Uzumaki, pues Naruto le había dado uno de los peores castigos a un inocente. Obviamente iba a interferir y de ser necesario, obligar a ese Dobe a disculparse con su hijo, pero al ver como Sakura atentaba en contra del científico y escuchar las horribles cosas que había hecho en contra de Boruto, supo que era hora de ponerle un alto.
— ¡Sasuke-kun! —, Sakura no podía creer que había sido descubierta, y lo peor, el Uchiha se veía sumamente furioso.
— ¿Qué le hiciste a Boruto Uzumaki? —, exigió saber, activando el Sharingan y Rinnegan.
—Sakura sabía que estaba perdida, sin embargo le importaba muy poco al saber que su venganza estaba más que cumplida —. ¿Qué harás si te lo digo?, digo, ese niño no debería importarte, considerando que fue producto de la infidelidad de Naruto —, respondió con una burlesca sonrisa.
— ¡Sakura Haruno, responde a mi pregunta! —, exigió furioso.
—Tal vez sea mejor ir donde el Hokage, ya sabe, para que yo diga la verdad y ambos recibamos un castigo —, Katasuke se mostró completamente nervioso, pero aun así, se armó de valor, antes de que Sasuke cometiera un homicidio.
—Créeme que esa era mi principal intención —, respondió Sasuke seriamente.
Sin más, Sasuke no perdió más tiempo, así que obligando a Sakura a seguirle el paso y asegurarse de que el científico Katasuke los siguiera de cerca, los tres se dirigieron a la torre del Hokage.
Sasuke esperaba que Naruto fuera lo suficiente hombre para pedirle disculpas a Boruto y de no ser así, tendría que obligarlo a hacerlo.
~.o0o.~
—Naruto, ¿estás seguro que no quieres mandar a algunos ninjas a buscar a tu hijo? —, preguntó Shikamaru demasiado preocupado.
—El Uzumaki solamente suspiro con cansancio —. Completamente Shikamaru. Estoy cien por ciento seguro que ese niño solamente está haciéndose la víctima para que le levante el castigo, algo que obviamente no haré, él puso a toda Konoha en vergüenza.
El Nara solamente negó ante lo dicho por su amigo. Si bien le había decepcionado que Boruto hubiera hecho trampa, también creía que el castigo que Naruto había aplicado era demasiado injusto, especialmente cuando consideraba que ese mismo castigo se lo había aplicado a Sakura por las horrendas cosas que había hecho, así que no consideraba que Boruto hubiera hecho algo de la misma magnitud. Y aunque iba a tratar de hacer que el Uzumaki cambiará de opinión, la puerta fue brutalmente abierta.
Tanto Naruto, como Shikamaru se sorprendieron de ver a Sasuke junto con el científico Katasuke y Sakura Haruno.
— ¿Qué sucede Sasuke? —, Naruto se mostró preocupado, especialmente al ver cómo el Uchiha obligaba a la Haruno a entrar a su oficina. Más le valía a Sakura que no le hubiera hecho nada malo a Sasuke.
— ¡Más les vale que hablen ahora! —, ordenó furioso el Uchiha, mientras miraba a ese par de malditos.
El Hokage y su ayudante se mostraron completamente confundidos por esa actitud, sin embargo, decidieron callar para saber de qué estaban hablando.
— ¡Hokage-sama, lamento lo que hice! —, Katasuke no aguanto más y comenzó a disculparse.
— ¿A qué quieres llegar Katasuke? —, preguntó confundido Naruto.
—Sasuke suspiro con cansancio, sin duda Naruto no había cambiado, es más, creía que con los años se había vuelto más Dobe de lo que ya era —. Sorprendí a estos dos hablando de lo sucedido en los exámenes. Resulta que ambos engañaron a Boruto para que utilizará esa herramienta sin que lo supiera —, respondió con exasperación.
—Eso quiere decir que Boruto si era inocente —, Shikamaru sonrió apenas al oír aquello, sin embargo, al mirar a Naruto, supo de inmediato que estaba completamente arrepentido de lo que había hecho.
—Él me lo dijo y no le creí —, murmuró con un sentimiento lleno de culpa, para después mirar con furia a los verdaderos causantes de aquel desastre —. ¿Tienen idea de lo que han hecho? —, preguntó completamente furioso.
—Lo lamento demasiado Hokage-sama —, el científico bajo la mirada al no poder soportar su culpa.
—Eso no es todo Naruto —
— ¿Todavía hay más? —, Naruto vio con preocupación al Uchiha.
Sasuke estaba a punto de mencionar el detalle más delicado, hasta que de la nada, Hanabi Hyuga apareció junto con su padre y dos personas más que asumían, eran también parte del clan Hyuga.
—Lamento si interrumpo algo Hokage-sama, pero esto es de suma importancia, y dado que también está Uchiha-san, esto será más rápido —
Hanabi les hizo una señal a los dos hombres que custodiaban a Hiashi, para que obligarán a su antiguo líder a arrodillarse junto a ellos. Hanabi hizo lo mismo, ante la atónita mirada de Sasuke y Naruto, mientras que Sakura comenzaba a rezar por su bienestar.
Si bien en un principio quiso decirle la verdad a Sasuke, después de meditarlo y al ver la furia del Uchiha, cambio de opinión, pero para su mala suerte, Hanabi Hyuga ya sabía la verdad.
— ¿Qué te sucede Hanabi? —, exigió saber el Uzumaki.
—Uchiha-san, hace catorce años se le fue arrebatado algo de gran importancia y desgraciadamente mi padre fue el causante de ello —
— ¿Qué quieres decir niña? —, Sasuke cambiaba de dirección su mirada cada dos segundos.
— ¡¿De qué están hablando?! —, exigió saber Naruto.
—Hanabi miro con reproche a ese rubio tonto —. El día que Uchiha-san se fue por la supuesta infidelidad entre él y Sakura Haruno, no se fue solo. Uchiha-san estaba embarazado —, respondió seriamente.
Naruto se sorprendió con aquella respuesta, y aunque quiso reclamarle a Sasuke, recordó lo que él había hecho. Sin embargo, también había otra interrogante, ¿dónde estaba su hijo?...
—El nació muerto Naruto —, respondió el Uchiha seriamente al ver la mirada del rubio.
— ¡¿Qué?! —, Naruto sintió culpa al oír aquello, y aunque no quería, sintió cierto rencor en contra de Boruto, casi como si él tuviera la culpa de todos sus males.
Naruto Uzumaki no podía creer lo que había escuchado. El saber que no le había creído a Sasuke tiempo atrás ya lo tenía odiándose, pero enterarse que se había ido embarazado y que había perdido al bebé lo hizo sentir aun peor. Y aunque sabía que odiar a Boruto estaba mal, no podía evitar pensar que si las cosas no se hubieran dado de esa manera, ahora mismo estaría disfrutando de una cena familiar con su hijo y Sasuke, pero en su lugar, debía tener la conciencia por los suelos, con el hijo que Sasuke había perdido y la muerte de su hija, así como un hijo sumamente irritante y mal portado.
— ¡Eso no es cierto Uchiha-san! —, respondió apresurada la Hyuga —. El día que Hinata tuvo a su hijo, este nació muerto. Ella sabía de su embarazo, así como sabía que el hijo que esperaba no era de Naruto-san, así que para evitar una vergüenza hacia el clan, mi padre logró localizarlo justo después de que usted diera a luz. Boruto Uzumaki no es hijo de Hinata Hyuga, ese niño es su hijo.
Hanabi ni siquiera se había atrevido a mirar los ojos de Sasuke, ella simplemente dijo toda la verdad hasta el punto de quedar sin aliento.
Sasuke por su parte tardo en captar aquella revelación y en cuanto lo hizo recordó el primer momento en el que tuvo a su hijo entre sus manos. Recordó el rubio cabello de su bebé, pero al despertar solamente vio a un bebé sin vida y con cabello negro.
Todos esos años en los que siempre se lamentaba por la pérdida de su hijo, y siempre se aseguraba de ir a la tumba de ese bebé, ahora resultaba que no era suyo. También recordó el día que conoció a Boruto Uzumaki, y aun cuando se prometió así mismo a no tener nada que ver con un Uzumaki, termino por hacerle caso a ese joven Omega y ahora todo tenía sentido.
Después de unos minutos, cuando por fin entendió y aceptó lo sucedido, golpeó con un Chidori al causante de tanto dolor hacia su hijo.
—¡¿Dónde está Boruto?!, ¡¿en dónde está mi hijo?! —, le exigió saber con furia.
Naruto también tardó en captar las palabras de Hanabi. Es decir, se enteró de que Sasuke había estado embarazado y cuando creyó que su hijo había muerto, resultaba que todo ese tiempo, él había guardado rencor al niño que era la última prueba de amor entre él y Sasuke, todo porque Hinata estaba obsesionada con él. Y justo cuando iba a decir algo, sintió el merecido ataque de Sasuke hacia su persona.
—Debe estar en casa —, respondió adolorido y sin estar del todo seguro de que aquello fuera verdad.
—Naruto, bien sabes que eso no es verdad —, respondió Shikamaru completamente serio.
—Obviamente sé que no es verdad Nara —, respondió furioso el Uchiha —. Y lo sé porque esa maldita se lo vendió a unos malnacidos hijos de puta —, Sasuke comenzó a acercarse a la Haruno de manera amenazante —. ¿Dónde está mi hijo? —, preguntó.
—Sakura temió por su vida
—. No lo sé. Yo solo recibí dinero a cambio de lo sucedido en los exámenes, ya sabes, les facilite el trabajo al ocasionar que le sellará el Chakra —, respondió temerosa.
Sasuke iba a atacarla hasta matarla, pero la llegada repentina de un Chunin a la oficina lo detuvo.
—Hokage-sama, su hijo está siendo llevado al hospital y…
El ninja no pudo terminar de hablar, pues el Uchiha lo había acorralado completamente desesperado.
— ¿Cómo se encuentra él? —, preguntó preocupado.
—Se le vio siendo cargado por su compañero de equipo y a su lado iban el señor Juugo y el señor Suigetsu. El joven Boruto no se veía nada bien Uchiha-san —, respondió nervioso el ninja.
Sasuke ni siquiera espero, decidió que debía apresurarse para llegar al hospital y asegurarse de que no le hubieran hecho nada malo a Boruto, a su hijo.
—Shikamaru, llama a los Ambu y que pongan en prisión a estos tres en lo que vengo —, ordenó seriamente Naruto.
Nadie dijo nada, Shikamaru simplemente asintió y Hanabi decidió que por el momento, dejaría que las cosas se hicieran como el Hokage lo había ordenado, aún si eso implicaba ver como su padre era llevado a prisión.
Naruto por su parte, decidió apresurarse a llegar al hospital, esperando en verdad que no le hubiera pasado nada malo a su hijo, o de verdad jamás se lo perdonaría.
~.o0o.~
— ¿Qué crees que haces Shikadai? —
El joven Nara repentinamente se puso nervioso al ver que lo habían descubierto. Sabía que tentaba a su suerte al no querer verse descubierto, especialmente cuando en esa misión no solamente estaban él y sus dos compañeros de equipo, sin embargo, la preocupación por su amigo de la infancia y la repentina desaparición de Mitsuki, lo hicieron decidirse a ir a buscar a Boruto. Y aunque de cierta manera le apenaba que lo hubieran descubierto con las claras intenciones de desviarse del camino que los llevaba a Konoha, también se sorprendió de ver que sus compañeros de equipo y Sarada lo veían con las intenciones de acompañarlo.
—Supongo que estás preocupado por Boruto, ¿no? —, Sarada lo miro de brazos cruzados.
— ¿Creí que ya no pensarías en él, después de lo que hizo? —, comentó con burla la Akimichi, mientras disfrutaba de unas deliciosas frituras.
—Bueno, hasta yo sé que algo debió pasarle, considerando que Mitsuki desapareció y que Boruto no aparece desde lo sucedido en los exámenes.
—Supongo que debemos ayudarte —, comentó Inojin con un suspiro derrotado.
—Yo también ayudaré, pero si veo que solamente se fue para llamar la atención, juro que lo golpearé con todas mis fuerzas —, dijo la Uchiha sin más.
—Yo me encargo de distraer a la Sensei Moegi, más que nada, porque yo estoy del lado de que Boruto solo quiere llamar la atención —, mencionó Chouchou.
Shikadai ni bien agradeció, tuvo que detener sus intenciones de ir a buscar a Boruto, cuanto repentinamente, Mitsuki, acompañado de dos personas más, llegaban con prisa y con un Boruto en tan deplorable estado.
—Saben, creo que me retracto de lo que dije de Boruto —, dijo la Akimichi igual de preocupada que los demás.
—Shikadai y Sarada, vayan con ellos, se ve que están demasiado preocupados, Chouchou y yo iremos por Moegi-sensei y los alcanzaremos después —
Ni Sarada, y mucho menos Shikadai, esperaron más. Ambos comenzaron a correr detrás de Mitsuki. Igual de preocupados y arrepentidos por no haberle hecho caso al hijo de Orochimaru.
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Ni bien entraron a Konoha, quisieron pararlos, sin embargo, Mitsuki no estaba para hablar con nadie, y menos cuando podía sentir que Boruto volvia a emanar su aroma.
Mitsuki no se detuvo, hasta que llegó al hospital, y para su buena suerte, parecía que la ex Hokage se encontraba allí.
— ¿Qué sucede aquí? —, exigió saber cuándo vio a varios ninjas seguir de cerca al hijo de Orochimaru.
—Lo lamentamos Tsunade-sama, pero este Genin lleva desaparecido desde hace días y ahora regresa con estos criminales —, explicó de manera cortés aquel Chunin.
— ¿Y también notaste que trajimos a un herido?, peor aún, al hijo del Hokage, ¿no? —, mencionó rencoroso Suigetsu.
Tsunade se acercó con prisa a verificar a la persona que iba en la espalda de Mitsuki, y efectivamente, Boruto estaba en mal estado.
— ¡Llévenlo al área de aislamiento y asegúrense de que lo atiendan solamente Betas! —, ordenó seriamente —. En cuanto a ustedes, sigan con su trabajo y tú, ve a avisarle al Hokage que su hijo está en el hospital.
Cada uno de los ninjas que los siguieron, hicieron lo que Tsunade había ordenado. En cuanto a la ex Hokage, ella se aseguró de llevar a Mitsuki y compañía a una sala más privada para que le dijeran todo lo ocurrido.
—Traje algunas muestras de lo que le dieron para obligarlo a entrar en celo, ¿eso ayuda? —, Suigetsu le dio los frascos que había visto en el lugar.
—Ayuda y mucho —, respondió Tsunade —. No puedo creer que nadie se diera cuenta de la desaparición del chico, y menos que Naruto no se diera cuenta. Mitsuki, él tiene suerte de contar con alguien como tú.
Tsunade salió con prisa para verificar que hubieran hecho lo que había ordenado. Ella estaba decidida a ayudar a ese joven Omega en lo que pudiera, y claro, después golpearía a ese torpe Alfa que Boruto, tenía por padre.
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Sasuke ni siquiera hablo con nadie. Apenas vio a Suigetsu y Juugo, junto a Mitsuki y su sobrina, fue a exigir respuestas.
— ¿Dónde está Boruto? —
—Están enyesando su brazo, pero ¿por qué tan preocupado por él?, creí que odiabas a los Uzumaki —, Suigetsu vio a Sasuke completamente confundido.
—Porque resulta que la maldita de Hinata Hyuga cambió a su hijo muerto con mi hijo.
Tanto Juugo, como Suigetsu se sorprendieron de oír aquello, ahora, con más razón, ambos se asegurarían de golpear a ese torpe Hokage.
En cuanto a los jóvenes Genin, ellos no entendían nada de lo que decía Sasuke Uchiha.
— ¿De qué están hablando tío? —, preguntó demasiado intrigada Sarada.
— ¿Él es tu tío?, creí que era tu padre Sarada, ¿por qué no habías dicho nada? —, Shikadai se mostró completamente sorprendido.
—Considerando todo el estrés que trajo saber la verdad, y los exámenes Chunin, era obvio que no diría nada. Iba a decirles, pero con todo lo ocurrido, no buscaba el momento para explicarlo. Y sí, Sasuke Uchiha es mi tío y Sakura Haruno no es mi madre, solamente es una embustera —, respondió seriamente, para después mirar nuevamente a su tío —. ¿Qué quisiste decir tío Sasuke? —, volvió a preguntarle.
—Sasuke suspiro con resignación —. Cuando me fui de la aldea por mi misión, yo estaba embarazado. Creí haber perdido a mi hijo después del parto, pero al parecer, en el lapso en el que quede inconsciente, el padre de Hinata Hyuga cambio a mi bebé con su nieto muerto. Sarada, Boruto es mi hijo.
Para todos los que no sabían aquello, fue demasiado sorprendente descubrir aquello. Ahora entendían porque la repentina preocupación del Uchiha mayor en cuanto a lo que Boruto Uzumaki respecta.
Y aunque Sasuke tenía intenciones de agregar más palabras, no pudo evitar lanzar una tremenda exclamación al ver a Tsunade salir de la habitación donde su hijo se encontraba.
— ¿Cómo está él? —, Sasuke no dudo en acercarse a la doctora, aun cuando vio a lo lejos, que Naruto también había llegado.
—No lo violaron, si eso es lo que les interesa —, respondió —. Sin embargo, y al escuchar las explicaciones de Suigetsu Hozuki con detalle, él necesitará demasiado apoyo y ayuda psicológica —, explicó seriamente a la rubia.
Sasuke ni siquiera espero más, entró a esa habitación a verificar que su hijo estuviera bien, sin embargo, Boruto al verlo, recordó las crueles palabras de la Haruno y los ninjas que lo doblegaron y humillaron.
Él no quería estar cerca de Sasuke Uchiha, y menos de su padre, quien había entrado justo después del Uchiha.
— ¡Aléjense de mí! —, pidió desesperado.
—Tranquilo hijo, soy yo, papá —, Naruto trató de acercarse de manera cautelosa, sin embargo, al ver como Boruto se tiraba de la cama, hasta acurrucarse en una esquina de aquella habitación, se detuvo.
—Se quiénes son ambos… Sakura Haruno me dijo toda la verdad… y no los quiero cerca de mí… ¡A ninguno!...
—Boruto, lamento no haber estado a tu lado y…
— ¡Mitsuki! —, desesperado, Boruto llamó al único Alfa en el cual confiaba.
Y Mitsuki no dudo ni un segundo en entrar a auxiliar al Omega Uzumaki. Tanto Sasuke como Naruto se sorprendieron de ver cómo su hijo se aferraba desesperado a ese joven Alfa.
—Será mejor que salgan, ambos ponen nervioso a Boruto —, pidió de manera exigente el joven Alfa.
— ¡Es mi hijo! —, respondió furioso Naruto.
—Hokage, le recuerdo que hace unos días le dije que su hijo estaba desaparecido, así que ahora no venga a decir cosas que ni vienen al caso. Boruto no quiere tenerlos cerca, así que deberían de respetarlo, considerando todo lo que le ocurrió.
Una batalla de miradas se estaba realizando entre ambos Alfas, y al ver que eso solo ponía más nervioso a su hijo, Sasuke decidió intervenir.
—Luego vendré a verte Boruto —, Sasuke se aseguró de sacar a Naruto junto a él, no sin antes, decirle aquello a su hijo.
— ¿Por qué hiciste eso Sasuke? —, exigió saber con enojo, apenas estuvieron fuera.
—Porque Mitsuki tiene razón. Boruto nos tiene miedo y yo no pienso dejar que siga temiéndome. Pero de una vez te lo advierto Naruto Uzumaki, yo pienso recuperar a mi hijo y eso implica a ponerle mi apellido como debió ser en un principio.
Naruto temió por las palabras de Sasuke. Era obvio que el Uchiha estaba aún más molesto, y era obvio. Él había rechazado por tantos años a su hijo, y todo por hacerle caso a la maldita de Hinata. ¿Qué haría ahora para recuperar a ambos Omegas?...
~.o0o.~
Mientras tanto, en aquella cabaña, se hacía notar por fin el líder de aquellos malvados ninjas.
—Miyamoto-sama, lamentamos nuestra imprudencia —, se disculpó uno de los pocos hombres que habían sobrevivido al ataque de furia de aquel Genin.
—Sigo sin creer que un Genin fuera más poderoso que todos ustedes —, comentó el hombre —. ¿Al menos lograron que mi futuro consorte entrara en celo? —, preguntó con molestia.
—Lo logramos mi señor, ¿pero eso en que ayuda? —, uno de los que custodiaban al Omega Uzumaki se mostró completamente confundido.
—Ya verás lo que significa —
Continuará