Era una mañana como cualquier otra en el Santuario, todo estaba tranquilo como era costumbre desde la batalla con Hades, después de la cual todos los caballeros caídos habían vuelto a la vida. Como era temprano, muchos caballeros aún dormían, otros ya empezaban con sus actividades diarias y otros simplemente se entretenían viendo como otros caballeros trabajaban. Dentro de este último grupo se encontraba Saga, quien solía pasarse las mañanas, y también las noches, en el templo de Aries.
-Pásame ese frasco-dijo Mu sin levantar la vista de la armadura que estaba reparando-Saga-le llamó dándose la vuelta sonriendo al ver la cara de sueño del otro- Deberías descansar un poco más, todavía hay tiempo hasta la hora de entrenar-dijo mientras se levantaba para ir a por el frasco que le había pedido anteriormente.
-No, me gusta ver como reparas las armaduras-dijo levantándose del suelo para ir a la estantería donde estaba el menor- Además, quería hacerte compañía-susurró rozando con su nariz el cuello del ariano.
-Aun así deberías dormir más, esta noche no dejabas de moverte-dijo Mu dándose la vuelta para pasar los brazos por el cuello del más alto- ¿otra vez las pesadillas?-preguntó mirándole fijamente a los ojos notando como el otro desviaba la mirada dándole la razón- ¿quieres hablar de ello?-preguntó viendo como el otro negaba por lo que le abrazó notando al otro relajarse en su abrazo.
-Es lo de siempre, no te preocupes-terminó por decir Saga sin romper el abrazo sabiendo que Mu no le presionaría con sus pesadillas, las cuales siempre se relacionaban con los tiempos en los que había sido poseído y todas las cosas que había cometido debido a ello. De vez en cuando se sentía culpable por todo el daño que había causado, y aunque sabía que todos le habían perdonado, las pesadillas seguían ahí.
-Bueno, ve a preparar el desayuno-dijo Mu cambiando de tema para que Saga no le diera más vueltas-Termino esto y voy-dijo separándose del mayor viendo como el otro asentía para salir del taller e ir hacia la cocina. Mu sonrió acercándose a la armadura, pensando en cómo habían cambiado las cosas, recordando como después de volver a la vida Saga y él habían decidido no perder más el tiempo y empezar una relación, lo mismo que había ocurrido con muchos otros caballeros. Eran tiempos de paz y no había mejor cosa que compartirlo con la compañía adecuada pensó mientras elevaba un poco su cosmos para terminar de arreglar la armadura- Bueno, ya está-sonrió para sí mismo levantándose y yendo hacia la cocina para desayunar con Saga.
Después de desayunar, ambos caballeros se prepararon para bajar al coliseo a entrenar. Cuando llegaron ya estaban todos los caballeros reunidos, lo cual les sorprendió un poco pues por lo general algunos tardaban más en bajar.
-¿Llegamos tarde?- preguntó Mu en un susurro a Saga, quién tampoco parecía entender porque eran los últimos en aparecer.- Está hasta Afrodita- volvió a susurrar mientras le indicaba con la cabeza donde se encontraba el caballero de Piscis, quien solía llegar siempre tarde, según él porque su piel tenía que descansar y no le hacía bien madrugar.
-No Mu, no llegáis tarde-dijo Shion apareciendo detrás de su alumno-Sabía que tenías que reparar armaduras así que os cité un poco más tarde- le dijo saludando levemente a Saga para luego dirigirse a la plataforma para hablar- Caballeros, os he reunido aquí antes del entrenamiento para hablaros de una misión-dijo ante la mirada de asombro de los caballeros, pues desde Hades no habían tenido casi misiones. Además si los reunían a todos allí era porque esa misión no iba a ser fácil.- Hace un par de días me llegaron unos informes de una región en la que varias personas se comportaban de forma extraña. No me dijeron cuales eran esos comportamientos, pero lo que sí me dijeron fue que después de esos comportamientos, esas personas desaparecían sin dejar rastro- dijo Shion pasando la mirada por los caballeros, los cuales le escuchaban atentamente.- Nuestra misión es ir para ver qué ocurre con esas personas – concluyó viendo asentimientos por parte de prácticamente todos los caballeros. – Después del entrenamiento pasaros a buscar el dossier con toda la información sobre la misión – dijo bajando de la plataforma yendo hacia donde estaban Mu y Saga hablando - Mu tú hoy no entrenas, tenemos que encargarnos de las armaduras doradas, seguramente las necesitemos y tienen que estar en perfectas condiciones, te espero en el templo de aries- le dijo sonriendo al ver a Dohko aparecer detrás de una columna.
-Te acompaño-le dijo resoplando al ver la negativa del otro- Venga, si vais a reparar las armaduras no te voy a ver en todo el día, además esta semana no me has hecho caso con todo este lío.
-Solo estamos a martes Dohko- sonrió el ariano viendo como el moreno ponía los ojos en blanco – Anda vamos, pero solo hasta aries – dijo notando como el otro sonreía al mismo tiempo que iniciaban su camino hacia el primer templo al mismo tiempo que iban hablando de cosas sin importancia. - Bueno, ya estamos-dijo Shion parándose en el último tramo de escaleras girandose para mirar al otro viendo como se acercaba para aprisionarle contra una columna - Dohko, aquí no- susurró poniendo sus manos en el pecho del más bajo.
-No nos han seguido, qué más da-dijo el de libra acercándose al peliverde al no notar ningún otro cosmos a su alrededor - Sabes que no voy a parar hasta que tenga lo que quiero – le susurró acercándose al cuello de Shion para empezar a besarlo dándole pequeños mordiscos de vez en cuando sonriendo al notar como Shion no parecía querer apartarlo
-Maes...Uy perdón, le… le esperaré dentro - dijo Mu pasando rápidamente al lado de la pareja con las mejillas algo sonrojadas, pues aunque todos en el Santuario sabían de la relación de su maestro con Dohko, no esperaba verlos en esa situación.
-Al parecer se me escapó uno- dijo Dohko riéndose por la situación intentando parar al ver la cara de pocos amigos del patriarca. - Me voy a entrenar, saluda a Mu de mi parte- dijo ganándose golpe en la cabeza por parte del otro. - Intenta estar libre esta noche - termino por decir guiñandole el ojo para después empezar a bajar las escaleras. Después de esto Shion se dio la vuelta para meterse en el templo e ir al taller a ayudar a su alumno.
-Maestro, lo de antes…
-No pasa nada Mu, venga empecemos con las armaduras - dijo el más mayor queriendo cambiar de tema viendo como el otro asentía al mismo tiempo que abría las cajas para dejar ver el estado de las armaduras - Creo que vamos a tardar más de lo que pensaba
-Si, creo que no vas a estar libre esta noche-dijo Mu riendo por lo bajo al ver el intenso sonrojo de mayor - empecemos…