Damian despertó cuando la mujer le pasó por la nariz un frasquito con un olor dulzón profundo.
Se tomó de la cabeza e iba a preguntar que había pasado cuando los brazos de Alex lo tomaron con violencia y lo apretaron a su pecho.
-Dios, Damian!!! me asusté, dios -gimió mientras le besaba la frente varias veces para apretarlo nuevamente a su cuerpo.
-Lo vas a matar -le gritó René mientras lo tironeaba del brazo para separarlo.
-Chicos! -se quejó en voz alta la mujer y los dos soltaron al rubio que inhaló aire con desesperación.
-Damian, levántate, cómo te sientes?
Damian se levantó despacio con ayuda de ella y cuando estuvo parado, cerró los ojos, los abrió lentamente y le sonrió.
-Me siento mucho mejor! Dios, siento fuerzas!!! hace mucho que vengo sintiendo un cansancio tremendo y ahora me siento con energías -casi grita de felicidad -¿estoy curado?
-No, Damian!!! acabo de hacer una sesión de sanación y parte de mi energía está en vos es por eso que te sientes así. Dentro de un rato te sentirás un poquito cansado, pero no tanto como antes, necesito que estés pendiente de tus fuerzas, si vas mejorando o no. Quiero que hagas un diario donde anotes cuantas veces tienes hemorragias nasales, mareos o si los hematomas vuelven a aparecer.
El pecoso asintió sonriente.
-Damian -volvió a hablar ella tomándolo por los hombros -Vas a salir de esta... te lo prometo!
Y el pecoso la abrazó con tanta fuerza que la mujer no pudo hacer otra cosa que sonreír mientras lo besaba en el rostro.
-Recuerda no asustarte con el diagnóstico del médico y ten fe en mi. -le dijo por último antes de salir. René la acompañó hasta la salida y ante de abandonar el departamento le advirtió a Alex.
-Ya regreso, no cierres la puerta con llave y tampoco lo toques, déjalo descansar que necesita recobrar fuerzas.
-René!! -le gritó Damian entre risas.
El rubio seguía mirando a Alex con el dedo índice levantado y el pelinegro no bajaba la mirada, enfrentándolo.
Cuando cerró la puerta, el vecino se le tiró encima a Damian que estaba recostado en el sillón.
-No juego a dos puntas. Nunca lo he hecho y tampoco lo haría ahora. -gimió sobre sus labios, se arrodilló poniendo las piernas a ambos lados del cuerpo de su pecoso y con desesperación buscó en los bolsillos hasta que sacó su celular, lo destrabó y se lo acercó -fíjate en los mensajes, en las llamadas. Terminé mi relación con ella hace más de medio año! y estuvimos juntos por 2 o 3 meses, nada más!!!
-No voy a revisar tu celular!!!!
-Mira al menos los nombres de los mensajes!!! yo no tengo...
No pudo terminar su discurso, entró un mensaje cuando Damian tenía el celular en las manos, miró la identificación y se lo extendió.
-Toma, te escribe Carolina.
-Qué? -preguntó con los ojos como platos y cuando lo tomó vio que era ella -ME CAGO EN LA MIERDA.
Damian se estaba levantando del sillón cuando Alex tiró el celular al piso y se aferró a él haciéndolo caer en la misma posición en la que estaba, para pasar a ponerse nuevamente sobre él.
-No, no, no, te juro que no tengo nada con ella, no te muevas. Miraremos el mensaje juntos.
-No Alex! es tu vida, no tengo por qué meterme, quitate por favor.
-No!!! -sin dejar de aprisionarlo para que no huyera, extendió la mano y tomó nuevamente el aparato. Apretó el mensaje y lo abrió.
"No puedo olvidarme de tu beso en la fiesta, quiero más. NECESITO MAS ALEXITOOOO!"
Cuando Damian lo leyó, recordó haberlo visto con una marca de labial en los labios.
-Qué beso? no sé de que beso habla!! -gritó en voz finita Alex y Damian lo empujó haciéndolo caer del sofá.
-Está todo bien, es tu vida, ya te lo dije. No somos nada.
Damian seguía semidesnudo y buscó su ropa para comenzar a vestirse, cuando estaba por ponerse la camisa, Alex se la arrancó de las manos y entró René.
-Qué haces, demente??? Déjalo que se vista -gritó mientras se acercaba en dos trancos y le quitaba a los tirones la prenda y comenzaba a vestir a Damian.
Alex retrocedió dos pasos sin saber como lidiar con la situación y vio como el rubio se encargaba de vestirlo y Damian se dejaba hacer como si fuera un niño. Era evidente que tenían esa relación desde chicos porque se comportaban como si fueran hermanos... hermanos que se besaban en la boca... porque él lo había visto. Hizo crujir los dientes de rabia.
-Te vas a ir con este? -le preguntó a Damian y el pecoso lo miró.
-Si, se va a ir con ESTE -respondió René mientras lo hacía sentar en el sofá y comenzaba a ponerle las zapatillas. -Necesita descansar!
-¿No vamos a terminar nuestra charla? -preguntó sin quitarle la mirada de los ojos, un nuevo mensaje sonó y Damian suspiró.
-Me vas a seguir haciendo leer lo mensajes de tu ex? porque no tengo ganas.
René levantó el rostro después de atarle los cordones a una zapatilla y lo miró.
-No me digas que te está torturando porque le rajo la cabeza con algo.
-No, René. La chica que te conté le está escribiendo y está bien, es su vida.
-¿Le contaste a éste?
-Todo le cuenta a ÉSTE! -gritó René levantando a Damian y sacándolo del departamento de la mano.
Cuando cerró la puerta, Alex hizo estrellar el celular en la pared.
-No quiero irme peleado con él. -susurró Damian intentando frenar a René.
-Otro día lo hablas. Ya te dijo ella que "lo conociste en otra vida" -imitó la voz de la mujer -mañana le puedes escribir, hoy no! te quiero descansando y sin pensar en la novia de nadie, me has entendido? -le preguntó señalándolo con el dedo.
Damian asintió y entró al ascensor con un puchero en la cara.
Llegaron al auto, René se sentó en el asiento del piloto y como Damian aun no entraba, se inclinó, abrió la puerta del copiloto y lo observó. Su pecoso seguía sin subir, con un puchero en la cara.
-5 minutos te doy!!! Si no vuelves en 5 minutos te juro que voy, te saco de los pelos y lo cago a trompadas al otro.
Damian dio saltitos en el lugar y corrió al edificio.
Alex estaba levantando los pedazos del celular y maldiciendo su mala suerte, se le cruzó que tal vez Damian intentaría escribirle y todo se complicaría si el no respondía.
-Mierda, Alex, que tan estúpido eres? -se gritó. ¿Dónde conseguiría un nuevo celular un domingo? Damian se había ido pensando que seguía teniendo algún tipo de relación con su ex y no quería que eso pasara. Al día siguiente su pecoso iría a la empresa y JC tomaría ventaja de esa pelea.
No.
No le daría esa oportunidad. Abrió la puerta dispuesto a buscar en toda la ciudad un lugar abierto que le vendieran un celular cuando encontró a Damian con la mano levantada, a punto de golpear.
-Damian!!!
-No es que esté seguro de ti. Aun ignoro que tienes con esa chica, pero no quiero irme peleado. No me gusta. Quiero dormir tranquilo sin pensar en que estamos mal. No estamos juntos...
Alex no lo dejó terminar, se aferró a su cara y lo besó mientras comenzaba a tironearlo para hacerlo entrar.
Damian se aferró al marco de la puerta mientras abría los labios para que la boca de Alex le enseñara magia con su lengua!
-No, me tengo que ir -gimió.
-Duerme conmigo, por favor!
-No! no sé que te pasa con esa ex.
-No me pasa nada!! me pasan cosas con vos.
-No quiero irme peleado pero tampoco estoy feliz con esos mensajes.
-Entonces arreglemos las cosas en mi cama, te voy a convencer que no tengo nada con ella.
Todo el dialogo lo realizaban sin separar los labios. Empapados en saliva, tropezándose con las lenguas.
Alex pegó su cuerpo al de él y comenzó a luchar con las manos de Damian para destrabarlas del marco de la puerta cuando otra mano le pegó un parchazo de lleno en la suya.
-No ves que no quiere entrar? -gritó René mientras tomaba de la cintura a Damian y lo conducía hasta el ascensor -veo que ya te arreglaste con tu amorcito, ahora necesitas descansar. Mañana lo ves de nuevo, ahora volvamos.
-No tengo celular, se me rompió -gritó Alex desesperado y Damian lo miró confundido. -Mañana a primera hora compro otro y te escribo.
El pecoso asintió antes de ingresar al ascensor.
Entró a su departamento con la felicidad marcada en la cara y en su pija también, así que no le quedó más opción que ir al baño y hacerse tremenda paja pensando en cómo se lo había cogido su pecoso la última vez.