Un estremecimiento recorrió todo su cuerpo y su mente volvió a aquella noche
***FLASBACK***
La saliva que paso por su garganta le sabía a hiel pura
- ¿Por qué me sigues ocultando que no soy hijo de Lily? – repitió Harry
- ¿Qué? – dijo James angustiado – no sé de qué…
- Papi… – le dijo Harry sonriendo agarrando su mano –, lo he sabido siempre. Hablas mucho en dormido
- Te lo puedo explicar… – dijo James
- Mira, yo ya no importo – dijo Harry besando su mano –, ya tengo una vida, y fui yo quien la eligió para bien o para mal – y miro a su Alfa que sonrió disimuladamente –, pero ahora eres tú quien debe elegir ¿o sigues mintiendo y pierdes a mi papá o eres honesto y te arriesgas a ser feliz?
- ¡Sal de aquí! – exigió el león – ¡salgan de aquí! ¡Todos! ¡Ahora!
- ¿Estás seguro que eres un Gryffindors y no una Hufflepuff? – dijo Severus
- ¡Lárgate! – grito James
- Harry – dijo Severus –, déjennos solos por favor
- Promete que no te iras – suplico Harry
- De tu vida, no – dijo el mortífago
- Papá… – suplico el chico
- Por favor – dijo Severus antes de abrazarlo y besarle la frente – Pase lo que pase entre tu papi y yo quiero que sepas que eres el fruto de un amor inmenso. Y aunque ese amor termine matándome, nunca me arrepentiré de nada, porque te tuve, aunque nunca pude disfrutar realmente de ser tu padre
- Harry yo tenemos un compromiso – dijo Tom abrazando a su pareja por la cintura –. Están en su casa. Vamos – y la pareja sale del lugar
- ¿Vas a seguir ocultando que Harry es mi hijo? – dijo Severus – ya nadie los amenaza
- ¿Y tú desde cuando lo sabes? – dijo James, ya no tenía sentido seguirlo negando
- Todos veían los ojos de Lily en Harry – dijo Severus –, yo siempre vi los de mi madre.
- Eso no responde – dijo James a la defensiva – ¿desde cuándo sabes que Harry es tu hijo?
- Al finalizar el primer año fue dar a la enfermería tras enfrentar al Señor Oscuro por la Piedra Filosofal – dijo Severus –. Albus quiso que lo revisara con Oclumancia mientras dormía, por si había algo que nos ocultaba
- Claro – susurro James cerrando los ojos –, el recuerdo de Harry
- Luego hice algunas pruebas sin que nadie lo supiera… – dijo Severus
- Perdóname – suplico James
- Entiendo que me lo ocultaras todos estos años – dijo Severus – porque le temías a la cabra vieja, al pulgoso y a Lily, pero ellos ya están muertos. Hace meses
- Perdóname – suplico James mientras sus lágrimas caían
- Quiero… necesito escucharlo de tu boca – dijo Severus
- Yo… – dijo James respirando profundo y sus lágrimas caen – Harry es tu hijo. Perdóname por ocultártelo todos estos años. Perdóname por ser un cobarde. Perdóname por alejarte de tu hijo. Perdóname por dejar que alguien como Lily maltratara a nuestro hijo. Perdóname por… – pero su voz fue silenciada cuando su boca fue asaltada por unos labios hambrientos
- Te amo – susurro Severus uniendo sus frentes –. El infierno termino. Estoy aquí solo para amarte y hacerte feliz
- Entonces hazme un favor – dijo James aun con los ojos cerrados –, abrázame y no me sueltes jamás
- Estábamos en medio de una guerra – dijo Severus abrazándolo contra su pecho como si no hubiese un mañana – e hiciste lo que creíste mejor para mantenerlo a salvo
- Te amo – dijo James aferrándose al otro hombre
***FIN DEL FLASHBACK***
James Potter volvió en si mientras le sonreía a su nieto Cadmus Salazar Ryddle Potter, un hermoso bebé Omega de año y medio que tenía los ojos del amo del Mundo Mágico antes de fragmentar su alma y el cabello tan característicos de la familia Potter. El Omega le tarareaba suavemente una canción de cuna mientras acostaba al bebé en la cuna justo cuando la puerta se abrió y una figura con la túnica totalmente ensangrentada cruzo por ella
- Está bien. Está bien. No te preocupes. No es mi sangre – dijo el recién llegado –. Te espera en la sala
- Merope se fue temprano a la cama – dijo James – y Cadmus estuvo algo inquieto pero en cuanto sintió tu magia en casa, se durmió. ¿Tú como estas?
- Fue difícil, poco antes de llegar se dio cuenta que la visión era falsa e intento defenderse – dijo Harry – pero le gane
- ¿Y ahora? – dijo James
- Después de casi diez años de matrimonio, soy el viudo del amo del Reino Unido y el tutor legal de sus dos hijos – dijo Harry –. Y mientras Cadmus no tenga la edad legal para asumir el control del Mundo Mágico, quien lo regirá soy yo
- Por fin tendrás el poder absoluto para someter a los Alfas, como era tu plan inicial – dijo James sonriendo mientras se acariciaba su vientre de cinco meses de gestación
- Draco envió algunos de los hombres a tu casa – dijo Harry
- No te preocupes. Tu padre sabe cuidarnos – dijo James sonriendo
- Papi – dijo Harry –, ahora más que nunca los necesito a mi lado
- Siempre estaremos allí – dijo James besándole la frente –para ti y para los niños. Estamos muy orgullosos del Omega en el que te convertiste – y salió de la habitación
Harry Snape Potter de Ryddle miro a su hijo dormir pacíficamente y se inclinó para darle un beso en la frente. Lentamente camino hasta el balcón y salió a contemplar el nacimiento del nuevo día. El primer día en el que los Omegas tendrían el poder absoluto sobre el Mundo Mágico. Poder que solamente heredaría su pequeño hijo que en esos momentos dormía en la cuna. La sonrisa más radiante y terrorífica se dibujó en sus labios. Tom Ryddle siempre había despreciado el amor, pero fue precisamente el amor que el Alfa le había profesado secretamente su perdición
Caer en la cama después del día tan agitado fue la mayor de las bendiciones para Harry, al fin había logrado su mayor ambición y podía finalmente descansar. El sueño casi lo había vencido cuando sintió como unos brazos rodearon su cintura, por lo que por instinto abrió los ojos pero no se pudo levantar
- ¿Me extrañaste, cariño? – pregunto Tom con una voz suave en la que se distinguía una sonrisa
- ¡Tom! – dijo Harry sorprendido – ¿Cómo…?
- ¿Te olvidas quien es tu alfa? – dijo este acariciándole la cintura mientras le besaba el cuello – ¡Nunca te vas a deshacer de mí!
- No dejare de intentarlo – dijo Harry cerrando los ojos mientras se estremecía por las caricias – por muy amo del mundo que seas, no eres inmortal – gimió de placer cuando Tom lo giro violentamente y lo coloco de espalda para acostarse entre sus piernas restregando sus partes íntimas contra las del Omega
- Creo “cariño” ¬– dijo Tom quitándole la ropa mientras mordisqueaba la piel que iba quedando expuesta – que olvidaste con quien tratas – y de un jalón le arranco la ropa tirándola a un rincón de la habitación para luego empezar a introducirle el dedo índice en su ano lenta y tortuosamente, cuando de pronto Harry se zafó de las manos del señor oscuro y lo hizo girar hasta que este quedo de espalda en la cama
- Y parece que tú también olvidaste con quien estas tratando, “cariño” – dijo Harry sonriendo maliciosamente
Sin previo aviso Harry se sentó sobre el órgano viril de su alfa arrancándoles a ambos gritos de placer. Ambos sabían que a partir de ese momento la verdadera guerra estaba declarada entre ambos, y que sería a muerte, pero aunque las reglas no habían sido dichas en voz alta, ambos las conocían perfectamente. Ese juego solo los involucraba a ellos dos, a nadie más ¿Quién ganaría? ¿Alfa u Omega? Solo el tiempo lo diría
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