-¡Joey! ¡Tierra a Joey!- la voz de Yugi hizo que volviera su atención a la habitación, con una risita nerviosa dejo su bebida en la mesita que estaba enfrente de ellos.
-¿Estás bien…?-añadió mirándolo con esos enormes ojos purpuras suyos.
-Que…? ¡Sí! ¡Por supuesto que estoy bien!
-¿Entonces que paso?
-¿Paso que cosa?
-Lo de Kaiba ¿No te había citado a su oficina hace unos días?
-¿cómo sabes de eso Yugi?-entrecerró los ojos mirando como el más pequeño retrocedía en el sofá.
-Bueno…tú me lo dijiste…
-Yo no recuerdo haberte dicho nada...
-¿No te acuerdas…? Fue antes del examen de inglés. Te pase las notas de las últimas clases para que repasaras.
-¿Enserio?
-Si
Yugi observo el televisor que permanecía encendida en el diminuto cuarto para luego ver a Joey ansioso por su respuesta.
-Mmm…No pasó nada realmente interesante, solo me dijo si quería ser su rata de experimentos para su tecnología de duelos o algo así.
-¿Te lo dijo así?
-No, pero no le faltaba las ganas; ya sabes cómo es Kaiba.-de un sorbo dio por terminada su declaración.
-Un momento… ¿Kaiba no iba viajar a Estados Unidos?
-Sí, se suponía que sería vigilado por uno de sus empleados y como ya me conoces,-recostándose al espaldar del sofá dio un largo suspiro –Le dije que se vaya al diablo.
-¡Joey!
-¡Es una broma, Yug!-se echó a reír dándole palmaditas en la espalda.-De todas maneras no podía aceptar porque ya dije que si en otro lugar.
Realmente a veces Joey no medias sus fuerzas al percatarse como Yugi se sobaba la espalda con una mueca de dolor.
-Lo siento, Yug.
-No fue nada, no te preocupes.
Después de esa oración todo quedo en silencio con excepción del televisor que no dejaba de pasar la voz de una muchacha de voz aguda y alegre que invitaba a cantar a los ocupantes de la habitación.
-Yugi…escucha, quiero…
-¡Hola, un poco de ayuda seria genial!-la presencia de Tristán interrumpió toda burbuja de privacidad que existía en el momento.
-No tenías que traer tantos refrescos, Tristán- apareció Tea después con una bolsa blanca en su mano derecha.-Ahora necesitamos más snacks.
-¡Yo voy a comprarlos!
-¡Oh no! ¡El güero no! ¡Nos va entregar las bolsas vacías!
-¡Jódete Tristán! ¡Las voy a traer llenas!
Tomo su chaqueta y salió corriendo de la pequeña habitación. Lejos de sus amigos que habían preparado una tarde de karaoke para celebrar los pasados exámenes. Muy lejos de los problemas que le esperaban.
Él realmente necesitaba tomar aire fresco.
En esas ganas de correr Joey se detuvo de golpe al mirar la imponente arquitectura del edificio de Kaiba Corp que opacaba al resto de estructuras.
Hace unos días él estaba en el piso más alto de esa torre.
Hablando con Kaiba.
-¿Por qué luces así? No había mandado que te recogieran.-el sonido del tecleado se detuvo y la mirada de escrutinio de Kaiba no dudo en aparecer.
-Ni loco… tomaría… uno de tus carros-dijo Joey con la respiración entrecortada,- además… ¿no vas a demorar mucho… verdad ricachon?...-se recostó en la pared con las mejillas coloradas y la frente llena de sudor.
-No te preocupes por eso Wheeler, seré breve para alivio de los dos-con una mano alzada señalo el asiento vacío -Toma asiento para terminar con el asunto a la brevedad.
-Mejor estoy parado.- declaro, tomando el magnífico panorama en vez de la cara Kaiba. De alguna manera la oficina se le hacía familiar, de alguna revista o la televisión que vio hace tiempo pero la fecha no era rastreable.
-Como quieras Wheeler. Pero retírate de la puerta. A menos que quieras que toda el edificio se entere de nuestros asuntos.
Con unos pasos a la izquierda dio por terminada su acción. Al oír la puerta cerrarse estuvo seguro que el asunto quedaría entre ellos.
-Hecho; ahora dime de que se trata.
-¿Estas enterado en la circunstancia en la que nos encontramos? ¿Verdad?-dijo Kaiba poniendo unos papeles al lado concentrándose en las reacciones del otro.
-¡No soy estúpido, Kaiba! ¡Por supuesto que lo sé!-respondió con voz exaltada.- Y si me vas a preguntar si le he dicho a alguien que eres tú, ¡la respuesta es no!
-Nadie… ¿ni siquiera Yugi?
-Ni siquiera él.-Joey poso su mirada en la biblioteca de la oficina, que parecía volverse más grande de repente.-Lo último que quiero es que se entere de “esto”.
Joey lo apunto y a si mismo repetidamente dando a entender su idea.
-Por primera vez tenemos opiniones similares acerca de un tema, Wheeler.-Kaiba dirigió una de esas sonrisas condescendientes para terminar su oración.
-¿Ya me puedo ir?
-Sí; ya te puedes retirar-menciono levantándose de su asiento con unos archivos que Joey desde su posición no podía leerlos.-Para salir usa la tarjeta que te entregaron en el lector.
-¡espera! ¿Eso es todo?...Para esto me mandaste a llamar.
-No necesariamente. Quería presenciar personalmente tu opinión acerca del tema.-dijo con una expresión seria.-Ahora que se tu opinión al respecto entonces podemos continuar con nuestras vidas como si este obstáculo jamás hubiera existido.
-Bueno, si…pero…
Joey no sabía que decir y Kaiba no parecía muy interesado en continuar al ver como buscaba unos papeles en un cajón lleno de estos.
-A menos que quieras vender tu silencio.
Los papeles tapaban su rostro sin embargo la voz denotaba que encontraba el asunto divertido.
-¡Óyeme bien Kaiba, yo jamás haría algo así!
Tenía tantas ganas de golpearlo en ese momento, tan fuerte hasta que esa expresión de su cara se borre.
-Ya te escuche Wheeler, no necesitas ladrar.
-¡Que mierda has dicho bastardo!
-Hermano, perdón por entrar sin avisar…
La aparición de Mokuba interrumpió la atmosfera del lugar.
-¡Oh! Hola Joey ¿Qué haces aquí?
El interrogado miro con dirección al hermano mayor preguntándole con los ojos un “oye bastardo ahora que le digo” afortunadamente Kaiba pareció entender el mensaje.
-Le ofrecí la posición de beta tester en la nueva simulación de duelos, ya que Motou ha decido irse a Egipto.-cerro el cajón observando a los presentes.
-Pero Seto ¿no íbamos a viajar a California?
Mokuba se aferró al celular con unos ojos pidiendo una explicación.
-No te preocupes Moki; Takahashi puede encargase de él.-volvió a tomar asiento en su amplio sillón.-Pero todo depende de la elección de Wheeler.
-Yo en tu lugar aceptaría la propuesta sin pensarlo.
-Gracias por la oferta pero ya acepte en otro lugar.-dijo Joey sin nada que añadir excepto un.-Me tengo que ir… ¡Nos vemos!
Al recordar las últimas palabras que salieron de su boca quería darse una palmada bien fuerte en la cara. Se preguntaba a si mismo si hacerlo ahora con sus amigos presentes sería bastante raro.
-Chicos esto es muy deprimente…Primero Yugi se va ir a Egipto y luego Tea nos abandona para ir a Nueva York a bailar. Y Lo peor de todo ¡Es que me tengo que quedar con Joey!
De un sonoro golpe en el brazo consiguió contestarle a Tristán.
-¡Ah! ¡Era una bromita güero! ¡Eso dolió!
-No exageres, yo también estaba bromeando-dijo riéndose de su acción.
-Por favor deténgase.- la voz temblorosa de Yugi los detuvo.-Esta es la última ocasión que vamos a estar reunidos y no quiero que peleemos.
-No te preocupes Yug, solo estábamos bromeando.-tomo el micrófono de este para ponerse de pie.-Ahora es mi turno.
Con la otra mano selecciono la canción que interpretaría para esta noche. La última noche que estarían juntos en el mismo lugar. Cada uno se movería adelante con sus futuros y Joey estaba entusiasmado a la vez que temeroso.
-Oye Tea, esta va dedicada para ti
En la pantalla las letras de New York aparecían. Tea soltó una risita tapándose su boca.
-Joey no te va salir ¡tú inglés es horrible!
-¡Por favor mi familia viene de estados unidos! Esto va ser más fácil.
El resto de la reunión transcurrió con diversión y tristeza a la futura separación. A lo concerniente a Joey y Kaiba; ambos decidieron andar por diferentes caminos alejados uno del otro, convencidos que su lazo podía ser ignorado.