-tranquilo Yami, soy yo, hey soy Seto Kaiba-Yugi abrió los ojos encontrándose con el mayor quedándose tranquilo mientras ambos se miraban ya empapados.
-"no puede ser... ¿Qué hace Seto Kaiba aquí?..."-escucharon pisadas por lo que el castaño apego más a él a oji amatista, quien se sonrojo temblando.
-descuida no dejare que te haga nada-le susurro levemente escuchando como se había ido.
-¿cómo es que?... más bien, lo que quiero decir es...-Kaiba lo miro serio alejándose para tomar su brazo jalándolo en otra dirección.
-antes de hablar será mejor secarnos-llegaron a hasta un carro donde lo metió Kaiba dándole una toalla.
-g-gracias...-susurro el menor comenzando a secarse lentamente quitando sus lentes mientras Kaiba lo miraba fijamente.
-aun no puedo creer que él que me haya dicho ególatra y presumía de su seguridad, ahora sea un ratón de biblioteca aburrido-al escucharlo hizo saltar a oji amatista.
-n-no sé de qué me hablas...-susurro mientras Kaiba suspiraba buscando entre las cosas un estuche dándoselo al contrario al abrirlo se dio cuenta de un par de lentes de contacto.
-se quién eres, eres Muto Yugi o mejor conocido como Yami-lentamente lo miro Yugi cambiando su semblante a miedo.
-¿Cómo?...-
-te mande a investigar mi sorpresa fue al enterarme que aquella persona, ese don nadie que se atrevió a retarme fue en su vida personal un sin nadie que es molestado por otros, tanto profesas incluso le escribiste a mi hermano que no dejara que otros decidieran su destino y tú no eres capaz de decidir el tuyo-
-no... tu no entiendes, yo...-bajo el rostro con lágrimas en los ojos.
-¿no entiendo qué? Que en realidad Yami es un todo menos un chico altanero, alguien falso-
-yo... yo... no quería... yo solo quería...-comenzó a llorar apretando sus puños- solo quería que mis amigos y las personas sonrieran... solo quiero verlos sonreír por mi música...-
-señor Kaiba-hablo el chofer-
-¿Qué pasa?-
-hemos llegado-
-gracias, será mejor que me sigas Muto Yugi-el menor salió junto a Kaiba colocándose sus lentes para ver una enorme mansión, entrando en ella-no debes preocuparte Mokuba no está en casa, tendremos tiempo de hablar y lo primero es cambiarte de ropa.
-yo estoy bien...-bajo el rostro.
-claro, lo olvide eres una persona muy descuidada, Takana-
-señor-
-lleva a nuestro invitado a cambiar su ropa para secarla-
-como ordene señor, por aquí-
-pero yo...-un solo momento basto para que Yugi fuera cambiado y arreglado, suspiro al verse en el espejo y ver a Yami, no al Yugi. Al querer salir el mayordomo le negó la salida-pero ya estoy cambiado-
-el amo Seto desea que Muto-sama baje con los lentes que le dio-
-eh, está bien...-se fue al espejo quitando sus lentes cambiándose por los otros para suspirar, al ver su reflejo mientras Takana lo guiaba al comedor donde estaba Kaiba comiendo, guiándolo al asiento al lado suyo, Yugi se sentó no muy convencido mirando la comida enfrente suyo.
-¿no piensas comer?, a diferencia de las comidas rápidas que sueles frecuentar Mokuba y yo solo como comida de chefs, muy superior a lo que...-
-¿Por qué me trajiste hasta tu casa Kaiba?...-lo miro un poco serio Yugi.
-oh vaya, ¿acaso nuestro camaleón decidió jugar su papel de rudo de nuevo?-
-te equivocas... solo no le veo el caso traerme, ¿piensas chantajearme?... ¿es por aquella vez que te molesté o será por la bofetada que te di? Si es así, no creo que deba recibir nada tuyo...-
-crees que si quisiera chantajearte te hubiera salvado de ese acosador o te hubiera prestado ropa nueva y servido comida-el mayor comenzó a reír-no me hagas reír, Seto Kaiba no es ningún blando, lo menos que siento es bondad por las personas, pero tú eres muy diferente Yami... no... Yugi, sabes porque-el nombrado se quedó callado mientras miraba a Seto con los ojos sin vida-es porqué me pareces alguien interesante Yugi, desde que nos conocimos no había persona alguna que fuera capaz de hacerme frente me sorprende que siendo un mocoso llorón fueras capaz de morder a ese pobre diablo-
-¿tú lo viste?...-
-iba a detenerlo, pero vi como actuaste, por instinto o porque Yami en tu interior está cansado de que lo humillen de esa manera, es por esa razón que siempre haces lo que quieres cuando eres un idol Yugi-nuevamente bajo la cabeza-contéstame-
-es porque soy libre...-susurro-puedo ser quien soy siendo Yami... no tengo que temer de nadie porque sé que podre defenderme pero siendo yo... no puedo... tengo miedo... miedo de decepcionarlos... de que me hieran otra vez...-
-contéstame algo Yugi, si te pidiera que me dejaras protegerte que dirías-de inmediato levanto su mirada mirando confundido a Kaiba.
-tu... ¿quieres protegerme?...-
-¿Cómo que no se encuentra?-dijo alterado Joy.
-temo decirle que el señor Yami no está, además de que no sé cómo pudo entrar, los otros fanáticos están afuera...-dijo la recepcionista con miedo.
-bueno... yo no soy súper fan de él, mis amigos si, pero...-suspiro-tengo algo importante que decirle-
-eso dicen todos joven-dijo la chica para mirarlo no muy convencida.
-¿Qué pasa aquí?-llego Yusei.
-señor Fudo, este chico...-Joy se giró mirando al mayor.
-tu eres amigo de Yugi, ¿Qué haces aquí?...-
-trabajo aquí, Akiza aún no ha llegado Yami-
-temo que no...-
-acaso conoces a... Yami-Yusei se quedó estático para después mirar al rubio sonriendo.
-soy su manager, ¿por qué?-
-tengo algo que quería comentar contigo, puede ser en privado-Yusei miro al chico suspirando.
-vamos a mi oficina, sígueme. Akiza no dejes a nadie pasar-
-si –sonrió Joy siguió a Fudo.
Yugi se encontraba en silencio en su cuarto, era de noche miraba atento el techo de su oscura habitación suspirando, abrazando una almohada recordando lo que había sucedido.
"si te pidiera que me dejaras protegerte que dirías"
-"¿Qué habrá querido decir con eso Kaiba?... ¿él en verdad?... ¿desea protegerme?... ¿o solo es una trampa?, tal vez solo hace eso por el personaje de Yami... siento que solo me quiere para eso... ¿Qué debo hacer?..."-
Al día siguiente por primera vez Yugi salió temprano de su casa sorprendiendo y asustando a su madre y preocupando a su abuelo, camino hasta el parque para esperar a Judai en la misma banca, paso un rato mientras Judai aparecía bostezando, al ver a oji amatista se detuvo sorprendido.
-¿Yu-chan?...-el nombrado se giró-¿Qué haces tan?...-Yugi lo abrazo de sorpresa mientras Judai se sorprendió, pero después escuchó como su amigo lloraba sonriendo levemente para acariciar su cabello-¿Qué sucede? No es común que llegues temprano y menos que llores-
-yo... creo que le falle a todos...-
-¿Por qué?-
-no puedo decirlo... siento que me odiaran-
-Yugi... somos amigos desde hace ya bastante tiempo, te he perdonado cosas imperdonables como tú también a mí-
-pero esto es diferente...-
-diferente dices... mmm Yu-chan-hizo que lo soltara buscar entre su mochila algo sacando un llavero en forma de estrella para entregárselo- esto es símbolo de nuestra amistad te lo daré ya que es uno de mis favoritos bien, sin importar lo mal que parezca recuerda que jamás, jamás te juzgare y te apoyare hasta el final-Yugi sintió sonriendo con lágrimas mientras el castaño acariciaba su cabello tomando su mano para ir a la escuela.
Al llegar a la estación se reunieron con Joy y Sho, quienes se sorprendieron como el castaño, pero al ver rastros de lágrimas de su amigo, no dijeron nada, en todo el trayecto Joy miraba preocupado a su amigo, llegando a la escuela.
-Muto Yugi-el nombrado se detuvo antes de cruzar la puerta de su escuela mientras sus amigos se dieron cuenta deteniéndose a unos pasos de él, Oji amatista se giró lentamente encontrándose con un hombre joven pero mayor a sus amigos y a él, usaba un abrigo negro como también su cabello era de color diferente y sus ojos eran verdes se acercó lentamente mirando al menor con una sonrisa.
De inmediato Yugi supo quién era mientras llamaba la atención de todos sus compañeros al ver a un hombre joven, elegante y bien parecido acercársele a Yugi.
-hey díganme que no soy el único que veo mal, un extraño súper guapo acaba de hablar con nuestro amigo-
-no Judai, yo también lo veo-dijo Joy serio acercándose para defender a su amigo por si aquel hombre venía con malas intenciones.
-hey tú, ¿Quién demonios eres? ¿Cómo conoces a?...-sin esperarlo aquel hombre saco un ramo de flores del mismo color de los ojos de su amigo sorprendido más aun a sus compañeros para entregárselo.
-me gustas Yugi Muto-
-¿eh?...-Fue cuando lentamente abría sus ojos amatista mirando sorprendido la acción del mayor mientras este no dejaba de mirarlo con una sonirsa.