No les tomó mucho tiempo llegar al apartamento del alto, al bajar del auto MinHo parecía nervioso y continuamente volteaba de lado a lado, como si temiera que alguien los viera.
-¡Wow!- exclamó Key al entrar al apartamento.
-¿Impresionado?
-Claro que no, vengo seguido a lugares como este, rentan cuartos por hora- dijo sarcásticamente.
El apartamento era muy lujoso, con decoración sencilla pero de buen gusto, abrió una cortina y descubrió un balcón, salió y se asombró por la vista.
-¡Vaya, qué vista!, se puede ver todo el Ulsan Grand Park desde aquí
-Tú disfrútalo, no me gusta salir ahí- dijo el moreno con una risita nerviosa.
-¿Por qué?
-Le temo a las alturas- se rascó la parte de la nuca.
-¿Entonces porqué vives en el pent-house?
-Porque es lo mejor y no había pent-house en la planta baja.
-Bueno, ya que estoy aquí ¿Qué vas a hacer conmigo?- preguntó el rubio de forma coqueta.
Volteo a ver al hombre, quien se había sentado en el sofá, se había quitado la gorra, las gafas y el cubre bocas.
-No tengo idea, no tenía esto planeado- dijo MinHo con una sonrisa avergonzada.
-¿Qué, planeas todo?- preguntó Key con sorna.
-Trato- dijo MinHo con una media sonrisa.
Un incómodo silencio se instaló entre ellos.
-Podrías pagarme, eso rompería el hielo- dijo Key después de unos minutos.
-Oh, ¿en efectivo está bien?
-Está perfecto
Guardó el efectivo dentro del bolsillo delantero del pantalón negro de cuero, el cual se le pegaba como segunda piel.
Metió la mano al bolsillo trasero del pantalón y sacó unos condones.
-Tengo azules, fluorescentes, de sabor fresa y el Golden, ese es para campeones.
-Un bufet de protección- dijo MinHo sarcásticamente.
-Soy precavido- contestó Key.
MinHo lo observo unos minutos y después se paró del sofá.
-Bien, te pondré uno - dijo con una mirada sugestiva tratando de abrirle el pantalón.
-Oye, ¿Qué tal si solo hablamos? – dijo MinHo con una risita nerviosa.
Key lo miró unos segundos como si hubiera perdido la cabeza, pero se recompuso rápido.
Jamás se había topado con un cliente como este en lo poco que llevaba trabajando, en general todos iban sobre la idea, puesto que el tiempo era contado y en su opinión caro, así que tenían que aprovechar cada momento.
Incluso se concentraban tanto en su propio placer y liberación que muchas veces no se daban cuenta o no les importaba que Key hubiera acabado.
-Bien, hablemos pues – tomó asiento en la mesita de centro que estaba frente a MinHo - ¿a qué te dedicas? – Iba a responder cuando Key lo interrumpió- no, no me digas, déjame adivinar, no haces nada, eres un hijo de papi.
-¿Por qué crees que lo soy?- dijo MinHo sorprendido.
-Proyectas la imagen de un chico astuto, alguien que solo truena los dedos y tiene lo que quiera, para muestra esto- escaneó con la mirada el departamento y volvió a posar sus ojos en MinHo- aparte por tu deseo de que alguien te preste atención y te escuche, supongo que tus padres nunca tuvieron tiempo para ti.
MinHo iba a responder pero el timbre de la puerta sonó, ambos se pusieron de pie al mismo tiempo y quedaron muy juntos, MinHo volteó a ver los labios de Key, quien los lamió al ver el efecto que causaba en el alto.
-Yo abro, déjame hacer algo útil – dijo el rubio y se alejó con una pícara sonrisa y andar sugestivo.
Cuando abrió la puerta se encontró con un muchacho moreno, un poco bajo, de ojos y sonrisa juguetona.
-Hola- dijo el moreno.
-Hola
Se quedaron viendo unos segundos.
-¿Está MinHo? ¿Puedo pasar?
-¿Puede pasar?- se volvió Key a ver a MinHo.
-JongHyun ¿Qué haces aquí a esta hora?
-¿Interrumpo?
MinHo quedó sorprendido por la pregunta y no respondió.
-De hecho sí –habló el rubio, MinHo abrió los ojos un poco más – estábamos platicando.
JongHyun volteo a ver a MinHo después al rubio, la situación era un poco extraña, nunca había visto a MinHo tan nervioso y esquivo.
-¿Qué ves?, ¿Qué estás mirando?
JongHyun había quedado impactado con el outfit de Key, playera de red con un pronunciado cuello V, pantalones y chamarra a juego.
-¿Qué está mirando?- le preguntó a MinHo.
-Traía estas botellas de soju para tomar, pero veo que estás ocupado yo vengo después – intercambió miradas con MinHo y se dispuso a salir de la casa – pueden quedárselas - extendió las botellas hacia MinHo y se las dio
-Lo siento, es un amigo, del piso de arriba.
Se sentaron nuevamente en el sillón y siguieron platicando.
-¿Me puedo quitar los botines?, están matándome.- MinHo sonrió ante la declaración.
-Claro, adelante.
-¿Y tienes esposa, novia?
-Tenía una “novia” – gesticuló MinHo con las manos.
-¿Eso qué significa? – imitó las comillas y le dio un sorbo a su vaso de soju.
-Que no fuimos una pareja convencional y aun así me dejó.- dijo MinHo con una sonrisa triste.
-Está bien, no tienes que dar detalles, ni inventarte una historia.
El rubio lo cortó viendo el camino que iba tomando la plática, a él no le importaba la vida de este sujeto, ¿O sí?
- Te recuerdo que soy un profesional y cobro por hora así que… ¿Qué tal si nos damos prisa?
-Parece que el tiempo es un problema para ti, acabemos con eso ya.- dijo MinHo cansado de tanta prisa.
-Ok, donde lo prefieres, ¿Aquí o en tu reca…?- no logro terminar con la frase cuando el alto lo interrumpió
-¿Cuánto por toda la noche?
Key lo miró sorprendido, jamás le habían pedido quedarse toda la noche, aún y cuando ya lo habían visto en acción.
-¿Toda?, Se te haría excesivo.
-Solo dilo- había determinación en los ojos del hombre.
-$300dlls
-Hecho – y vació su vaso de un solo trago - gracias, ahora podemos relajarnos.
Siguieron platicando un buen rato más, KiBum descubrió que el alto era una buena persona, a juzgar por lo que le contaba a Key, siguieron tomando y Key se sintió un poco mareado así que se disculpó y fue el baño, cuando tardó más de lo normal MinHo fue a buscarlo, abrió la puerta del baño y encontró a Key con 2 píldoras en la mano.
-¿Qué tienes ahí?
-Nada - Key escondió su mano detrás de la espalda y sonrió nerviosamente.
-Oye, no quiero drogas aquí, agarra tus cosas y vete- dijo MinHo enojado.
-Oye, no me drogo.
-Entonces qué es esto- MinHo agarró la mano que tenía escondida detrás de la espalda y Key mostró lo que tenía.
-Son analgésicos, me duele la cabeza por el alcohol, no tomo cuando trabajo, aparte no he comido nada en todo el día- dijo Key dolido.
-Lo siento – dijo MinHo apenado, muy pocas personas lo sorprendían - pediré algo para comer, ¿Qué te gustaría?
-Pollo Frito está bien.
-Hecho, vuelvo en seguida.
Llegó la comida y Key la puso en la mesita de centro, prendió la TV y empezó a comer. MinHo se sentó en el sofá de al lado
-¿Tú no quieres?- extendió una pieza hacia MinHo quien seguía viendo su celular.
-No – MinHo levantó la vista, vio al rubio sonriendo, y su corazón dio un vuelco.
- Bueno - se encogió de hombros y siguió comiendo, viendo la TV y riendo. Parecía disfrutar el ambiente, la comida y el programa, su risa era tan escandalosa y genuina que MinHo no volvió a prestar atención a su celular, se dedicó a verlo.
MinHo siguió observándolo por un rato, el rubio era hermoso, cuerpo esbelto, con las curvas necesarias en la parte baja de su cuerpo, las cuales se acentuaban con el pantalón que vestía, sus clavículas y piel nívea sobresalían de la playera cuello V que traía, y su cara, los pómulos altivos, la quijada bien definida, su nariz pequeña, esos ojos gatunos delineados minuciosamente, pero sobretodo esos labios acorazados que invitaban a besarlos.
Cuando subió la mirada sus ojos se encontraron con los de Key, se observaron unos segundos y Key hizo el primer movimiento poniéndose de pie y sentándose a horcajadas en las piernas de MinHo, quien no apartaba la vista de los ojos delineados.
Key movió un poco su cadera incitando al más alto, después de unos momentos y sin apartar la vista se quitó la playera, siguió con el movimiento de cadera mientras desabotonaba la camisa del futbolista, cuando estuvo hecho, se dedicó a acariciar, el pecho fornido, haciendo presión en los pezones que de a poco respondían, llegó a las abdominales y les dedicó especial atención tallándolas una a una con sus manos.
Se topó con el cinturón del pantalón y su objetivo cambió, salió de las piernas de MinHo y se arrodilló entre sus piernas, quitó el cinturón, desabrochó el botón y bajó el zipper, fue ahí cuando encaró una vez más a MinHo quien seguía con la mirada fija en el rubio.
-¿Qué te gusta?- preguntó el rubio.
-¿Qué haces?- contraatacó
-De todo, pero nunca beso en la boca.- dijo si apartar la vista de la del moreno.
Empezó por repartir besos en el cuello del alto, los cuales bajo a las clavículas, mientras tanto sus manos le daban atención a los abdominales y de vez en cuando rozaban la hombría del moreno, la cual empezaba a despertar, los besos bajaron a los pectorales y Key no pudo esperar a probar esos pezones, los lamió, chupó y mordió a su antojo; los besos bajaron a los abdominales, besó cada uno de ellos y se dedicó a lamer cada uno de los surcos entre ellos.
MinHo ni siquiera se había atrevido a tocar a Key.
Key llegó al elástico del bóxer de MinHo y lo bajó sin miramiento, la erección de MinHo estaba a medio despertar, Key tomó el miembro de MinHo en su palma y llevó su boca hacia abajo cerrándose sobre la punta, girando la lengua.
MinHo enredó su mano en el cabello rubio, sin forzar al chico a estar ahí, amó la suavidad de las hebras doradas en sus dedos. Gimió cuando Key lo tomó profundo, les tomó unos minutos encontrar su ritmo. MinHo miró hacia abajo y supo que esa visión seria el momento más erótico de su vida Key mirándolo a los ojos, su boca cubriéndolo, sus labios húmedos y brillantes, y el torso desnudo del chico más bajo atrapado entre sus piernas.
-Voy a correrme- advirtió MinHo.
El rubio se apartó pero siguió bombeando la carne, un sonido gutural salió de la boca del moreno cuando alcanzó su liberación.
Key depositó un beso en cada uno de los muslos de su amante, uno en sus abdominales y un último en la mejilla, cuando se disponía a ir a asearse un poco MinHo lo tomó de la muñeca y lo dirigió a su habitación.
-Tu turno
Se recostó al lado del rubio sobre la cama y bajo hasta tomar uno de sus pezones entre sus labios, los pantalones de cuero y ropa interior del Key fueron empujados hacia abajo al mismo tiempo.
MinHo comenzó a tocar al rubio, ligeramente al principio, solo con un dedo de arriba abajo, luego lo tomó completo en su puño con movimientos lentos, incrementó el ritmo a medida de que Key movía sus caderas.
MinHo unió su miembro a la danza de su mano contra el miembro de Key, quien gimió contra su hombro.
-Se…siente tan bien….- jadeó- No puedo…contenerme.
Los dedos de Key se cerraron en el brazo de MinHo, quien observó hipnotizado la forma en que éste mordía su labio inferior al correrse.
MinHo salió de la ducha y encontró a Key dormido plácidamente en la cama, por mucho era el chico más lindo y sexy con el que había estado; el chico se veía tan cómodo durmiendo que el alto decidió ir a dormir al sillón, no sin antes checar su celular, esperaba que nadie lo hubiera reconocido, tomado fotos de él subiendo a un desconocido a su carro, o de él llegando y saliendo con el mismo desconocido rumbo a su apartamento, sería el fin de su carrera.