MinHo despertó alrededor de las 10 a.m por el incesante timbre de sus celular, vio de quien se trataba y temió lo peor.
- Kyu…
- Podrías decirme ¿por qué carajo no contestaste mis mensajes ayer después de las 11?
- Dormí temprano- mintió MinHo, y a su mente llegó la imagen de un chico rubio y ojos gatunos.
- Oye, El presidente del consejo de administración quiere verte, está molesto por tu salida repentina de la fiesta de anoche, dijo que ni siquiera cruzó palabra contigo.
- Está bien, lo veré esta noche, haz la cita, lo veré para la cena.
-No es buena idea, y menos si vas solo; puedes llamar a Hara para que venga a acompañarte, si toma el vuelo de las 3 llegaría a tiempo a la cita.
-Hara no quiere verme, el contrato ha terminado.
-¿Pero qué te pasa? Necesitamos a Hara, ella es nuestro escudo.
-Se acabó Kyu.
-Iré contigo
-Iré solo- cortó MinHo- mándame un mensaje en cuando hagas la cita, tienes que regresar con tu familia, estaré bien.
Sintió una mirada detrás de él y volteó para encontrarse con Key, él le sonrió y caminó hacia donde estaba sentado el moreno.
-Me quedé dormido y estás ocupado, me iré en un minuto.
-Aún no lo hagas, ¿Tienes hambre? ¿Por qué no comes algo?
Al rubio se le agrandaron los ojos, no lo habían tratado así desde...bueno, no podía recordar bien desde cuando…
- Siéntate, tengo cereal, fruta y waffles de caja; leche, café, no sé qué te gusta
-Fruta está bien, gracias.
MinHo fue al refrigerador y saco un Tupper con fruta ya picada.
-¿Dormiste bien?- preguntó el alto mientras servía la fruta.
- Sí, demasiado, olvidé donde estaba.- dijo Key estirándose como gato.
-¿Gajes del oficio? - preguntó MinHo riendo.
-Sí – dijo Key acercándose a la mesa cuando MinHo salió de la cocina.
- ¿Y tú dormiste?- dijo Key mientras metía una fresa a su boca.
- Sí, en el sofá; me quedé jugando un rato Xbox en línea.
- ¿Ves que tenía razón? - MinHo lo vio extrañado – eres un nini – respondió Key al verlo confundido.
-Te equivocas.
- Entonces a qué te dedicas MinHo- preguntó mientras comía un trozo de melón.
MinHo no sabía si podía confiar en él, su profesión no tenía nada de malo, lo malo era que el deporte era “para hombres” siempre se lo habían inculcado así; y él había dormido (y más) con otros hombres.
Algo en la mirada de Key lo hizo abrirse, esperaba que la confianza que iba a depositar en él no fuera traicionada, como él mismo dijo era un profesional, debía tener ética ¿no?
-Soy futbolista profesional.
-¿A sí?- preguntó incrédulo - ¿De qué equipo?
- Acabo de llegar al Ulsan Hyundai FC.
Key se atragantó con el melón, claro, en las noticias se había hablado de él por días, sobre el contrato millonario que habían cerrado con el antiguo club del jugador.
-Debes ser muy bueno, es el bicampeón de la K League Classic, no creo que acepten a cualquier jugador en sus filas.
MinHo rió ante el cumplido.
-Algo hay de eso – dijo Choi con algo de ego en su voz.
Él lo sabía, tenía el potencial, y nadie ni nada (ni siquiera sus preferencias) lo detendría en su camino al éxito.
-Tus padres deben de estar muy orgullosos.
El comentario quedó en el aire y terminaron de comer en silencio, después de tomar el desayuno, MinHo salió a alistarse, iría al entrenamiento vespertino.
-MinHo, ¿crees que pueda nadar en tu bañera un rato antes de irme?
-Claro, pero quédate cerca de la orilla, no te vayas a ahogar – Key rió del chiste.
MinHo tomó su maleta y se dirigió a la salida, cuando recibió el mensaje de su manager
“Verás a Lee esta noche; recuerda, no vayas a ir solo”
MinHo se quedó viendo el mensaje por unos segundos y una idea paso por su mente, regresó al baño y encontró a Key en su bañera con exceso de burbujas, solo su bonita cara salía de entre ellas, Key abrió los ojos al sentir su presencia.
-Key, tengo una propuesta de negocios para ti.
-¿A sí?- preguntó el rubio levantando una ceja.
-Quiero que te quedes conmigo hasta el viernes de la siguiente semana, que es cuando empieza la liga ¿Considerarías pasar estos días conmigo?
Key lo miró fijamente, obviamente no tenía que considerar nada, el hombre era todo un bombón, lo trataba bien y podría acostumbrarse a su compañía.
-Te pagaré para que seas mi acompañante, no tengo amigos aquí, más que el chico de anoche, aunque es un poco entrometido, y mi manager, pero él se va hoy con su familia, terminó de arreglar todo lo de mi contrato.
-¿Qué hay de los chicos del equipo?
-No me llevo mucho con ellos, quiero llegar casa y tener con quien hablar, es aburrido estar siempre solo; cuando la liga empiece estaré ocupado.
-Quisiera, pero vamos MinHo, puedes conseguirte a cualquier chico o chica.
-Quiero un profesional, alguien que pueda guardar secretos y ser mi compañía; solo una semana Key.
Key sonrió.
-Si son 24/7 te saldrá caro.
-Aquí vamos con el dinero- dijo MinHo girando los ojos - Dime cuánto.
-De aquí al viernes son 10 días con sus noches- Key frunció el ceño mientras hacía la cuenta- $6000dlls
-¡Wow! Pero si las noches son a $300dlls entonces son $3000dlls- debatió soprendido MinHo
-¡Daaah! También quieres los días.- dijo Key exasperado ante algo obvio.
-Que sean $4000dlls
-Que sean $5000dlls- Key no iba a dar su brazo a torcer, el dinero no era problema para MinHo.
-¡Hecho! – Key dio un gritito de emoción- No estaré en todo el día, compra ropa apropiada, saldremos hoy, tenemos una cena con el presidente del consejo administrativo, busca algo no demasiado casual, ni sensual, algo conservador y elegante.- le extendió su tarjeta.
-¿Es el dueño del equipo?
-No, pero es el segundo al mando. Te veo en la noche – MinHo acarició su mejilla.
-¿Me dejas decirte Minnie?- dijo Key ante el acto del moreno.
-No si quieres respuesta. Nos vemos en la noche.
-Te voy a tratar tan bien que no vas a querer dejarme ir.
- $5000dlls, hasta que empiece la temporada, y sí voy a déjate ir- dijo MinHo cerrando la puerta tras de sí.