Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El gobierno de Hades por La_Oscura_Reina_Angel

[Reviews - 164]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Bueno con este capi ya tambien me puse al dia con este fic ^^
 

Capítulo 14: Embarazos, Segunda parte

 

Shiryu terminó de comer las fresas con un gemido de placer. Hipnos sonrió. Shiryu era tan sensual y tan inocente a la vez. Y se veía tan hermoso con esa curvita que adornaba su vientre y le indicaba que ahí dentro crecía una pequeña parte de él y su hermoso dragón chino.

 

- ¿Estás contento, Shiryu?

 

La pregunta del dios de los sueños tomó desprevenido a Shiryu. Este levantó la cabeza de la almohada de la cama de Hipnos donde estaba recostado, y miró a su amado amo de cabellos plata a los ojos.

 

- ¿A qué viene la pregunta, Hipnos?

 

Preguntó el dragón con cautela sin dejar de mirarlo. Hipnos le sonrió dulcemente e inclinándose sobre él, besó su vientre hinchado. Antes de mirarlo a sus ojos. Lo que tranquilizó al dragón, pues los ojos de Hipnos sólo exudaban ternura, no ninguna trampa.

 

- Viene a que tú eres muy importante para mí, Shiryu, y quiero que seas feliz, quiero darte todo lo que te haga feliz.

 

Shiryu suspiró aliviado y sonrió a esas palabras.

 

- ¿Puedo ser completamente sincero contigo, mi señor?

 

Preguntó el joven Dragón.

 

- Eso espero de ti, mi dragón chino, que seas sincero conmigo.

 

- Cuando estoy con usted en sus brazos, me siento bien, feliz, protegido. Pero cuando no estoy con usted y miró a mi alrededor, me siento muy desgraciado. Mis compañeros sufren, mis amigos sufren y todo porque ya no somos libres. Usted nos trata bien, y yo y los chicos nos damos cuenta de la suerte que corremos por eso, pero nuestros antiguos compañeros no corren la misma suerte, y muchos son muy infelices y nosotros, al menos yo, no puedo ser completamente feliz de esa forma.

 

Confesó Shiryu con sinceridad. Hipnos sonrió.

 

- Lo sé, mi dragón. Tus sentimientos son puros, dulces, por eso sientes así. Y si pudiera devolverte la libertad a ti y a los tuyos, lo haría y entonces te cortejaría hasta conquistarte y que tú estuvieras a mi lado por voluntad propia. Pero no puedo hacerlo, Shiryu, no puedo.

 

Shiryu sonrió ante las palabras de Hipnos sintiendo un calor reconfortante en su pecho, y acercándose a este lo besó.

 

- A mí me hace feliz saber tus verdaderas intenciones, Hipnos. Saber que si pudieras nos harías libres y entonces me cortejarías.

 

Hipnos lo abrazó contra su pecho acariciándole el cabello.

 

- Sabes Shiryu, se me ocurre una idea. Qué os parecería a ti y a los chicos que os llevara a la Tierra, sólo por unos días, a dar un paseo.

 

Los ojos de Shiryu brillaron emocionados ante la idea.

 

- Oh, Hipnos, sería espectacular.

 

Chilló tomando su rostro entre las manos y besándolo con fuerza.

 

~~~

 

Mime estaba peinando sus cabellos tarareando una suave canción, cuando unas rosas aparecieron en su campo de visión. Sonrió tomándolas y aspirando su aroma antes de voltearse hacia quien se las había dado. Shura, el segundo favorito de su señor Hipnos.

 

- Gracias.

 

Le dijo al antiguo guardián de Capricornio.

 

- No son tan hermosas como tú, pero espero que animen tu día, mi hermoso Mime.

 

Dijo el español. Mime sonrió embelesado como un tonto enamorado.

 

Y Shura no resistió más el brillo de esos preciosos ojos y esa sonrisa auténtica y sincera. Tomó el rostro de Mime en sus manos. Se miraron a los ojos se entendieron sin palabras y sus labios se unieron. Fue un beso apasionado, lleno de sentimientos y amor, pero fue interrumpido por Mime, quien empujó con suavidad a Shura lejos de sí con lágrimas en sus ojos.

 

- ¿Por qué?

 

Le preguntó Shura sin entender.

 

- Porque no somos libres, Shura. Tenemos dueño - Dijo acariciando con pesadumbre la cadena en su cuello.

 

Shura suspiró abatido.

 

- Hipnos no es malo, él no...

 

- Por eso menos debemos. Hipnos es bueno con nosotros, nos complace. No sería justo que lo traicionáramos así, poniéndolo en vergüenza frente a los otros amos.

 

Dijo Mime con tristeza.

 

- Pero yo te amo...

 

Protestó el capricornio.

 

- Y yo sería tuyo sin tapujos porque también te amo, pero no somos libres. No puedo ser tuyo, así como tú no puedes ser mío, porque ambos somos de otro. Ninguno de los dos es dueño de su destino.

 

Shura sabía que Mime tenía razón, pero eso no hacía que le doliera menos.

 

- ¿Y qué hago con este amor que me quema el pecho, Mime?

 

Mime lo miró a los ojos, estos llenos de amor y tristeza como los de Shura pero también de firmeza.

 

- Aguantarte, Shura, enterrar tu amor como yo enterraré en el mío, como un lindo sentimiento, un bonito recuerdo. Porque de dejar que este amor nos devore, al final nos destruirá a ambos.

 

- Mime...

 

- No, por favor, Shura, no sigas, no me lo hagas más difícil.

 

- ¿Al menos puedo darte el último beso? ¿El del adiós?

 

- El último Shura.

 

Susurró Mime con una lagrima saliendo de sus hermosos ojos, y fue él quien tomó el rostro del capricornio en sus manos y le plantó un beso. Shura rodeó su cintura con las manos, Mime rodeó su cuello y se entregaron al más apasionado y triste beso de su vida.


Se separaron luego de unos momentos sin romper el contacto visual. El primero en desviar la mirada fue Mime.

 

- Adiós, Shura.

 

Susurró y se apresuró a salir de la habitación sin mirar una sola vez al antiguo caballero dorado. Shura apretó los puños mientras dos lágrimas salían de sus ojos chocolate.

 

- No, adiós no, Mime, sólo hasta luego.

 

Susurró.

 

~~~

 

Sigfried suspiró dejando de dibujar en su libreta. Miró su dibujo, era un dibujo perfecto del flautista que habitaba en el harén de Radamatis.

 

- Sorroneto.

 

Suspiró. No lo conocía, sólo lo había visto algunas veces e intercambiado algunas palabras con él. Pero ese extraño y hermoso general, o mejor, dicho ex-general marino, le llamaba poderosamente la atención.

 

- ¿Por qué?

 

Se preguntó cerrando la libreta.

 

***

 

Shaka estaba recostado en uno de los árboles del patio del harén, cerca de la fuente cuyo susurro del agua al caer en ella lo tranquilizaba, cuando sintió alguien a su espalda que lo abrazó. Pero Shaka no se sobresaltó, reconocería ese olor hasta en la China, se volteó con una sonrisa y unió sus labios a los de su pelimorado.

 

- Mu.

 

Sonrió el virgo. El aries sonrió también, acariciando sus rubios cabellos. Se arriesgaban a que Tanatos los descubrieran, pero no les importaba mucho si lo hacía. Aunque ambos parecían tener una gran suerte pues hasta ahora no habían sido atrapados.

 

- ¿Cómo está nuestro bebé hoy?

 

Preguntó Mu acariciando ese precioso vientre de cinco meses ya. Shaka sonrió poniendo su mano sobre la de Mu.

 

- Muy tranquilo, durmiendo aquí dentro.

 

- Qué suertudo nuestro hijo, siempre con tu calor rodeándolo.

 

Shaka sonrió con amor a su pareja. Si no fuera por Mu, sinceramente no podría sobrellevar ese embarazo. Que Mu aceptara el hijo de Tanatos como suyo, era la más grande prueba de amor que podía tener Shaka de su pelilila.

 

- Deseo que nazca ya, que lo tengamos en nuestros brazos.

 

Dijo Shaka ilusionado. Mu besó su frente y sonrió, pero dentro de sí, la idea de que pronto naciera su bebe y de Shaka lo inquietaba. ¿Qué haría Tanatos entonces? Mu no lo sabía, pero no pensaba dejar que ese demonio lastimara más a sus ángeles.

 

- Algún día seremos libres, Shaka, seremos libres de nuevo, tendremos muchos hijos y viviremos en una casita juntos y felices.

 

Shaka también sonrió ante la imagen mental que las palabras de Mu le crearon.

 

- Sí, así será, y Kiki vivirá con nosotros.

 

- Y en nuestra vida no volverán a haber más dioses.

 

- No, no los habrán.

 

Corroboró el rubio protegiendo con sus manos su vientre al abrazarlo, Mu lo abrazó desde atrás y así se quedaron los dos un rato.

 

~~~

 

En el mismo harén, pero en las habitaciones de Orfeo, este a insistencias de Kiki tocaba la lira para el pequeño lemuriano pelirrojo que lo miraba embelesado.

 

- Orfeo - Lo llamó de pronto el pequeño pelirrojo - ¿Crees que alguien se pueda enamorar a través de la música?

 

Orfeo sonrió dejando su lira y sentándose al lado de Kiki.

 

- No lo creo, estoy seguro de eso. La música son sentimientos, la música vive por sí sola. Expresa los más hermosos sentimientos de los humanos así que ¿por qué no habría de expresar el amor? La música es amor, Kiki. Expresa los sentimientos de alguien. Así que cualquiera se puede enamorar a través de ella. ¿Por qué, peque?

 

- Porque estoy enamorado, Orfeo.

 

La respuesta sorprendió a Orfeo que sonrió al niño.

 

- Vaya, ¿de quién picarón?

 

Le preguntó con una sonrisa cómplice. Kiki no respondió nada, pero se arrodilló en la cama y unió sus labios a los de Orfeo en muda respuesta.

 

~~~

 

El cuerpo de Shion yacía bajo el de Tanatos, pero su mente estaba muy lejos de ahí, más precisamente estaba con cierto pelirrojo de su misma edad.

 

- Dhoko.

 

Suspiró su mente con amor, mientras Tanatos terminaba con un gemido dentro de él. Pero a quien Shion vio no fue a Tanatos, fue a Dhoko y suspiró feliz liberándose él también.

 

***

 

Seiya se encontraba abatido. Quería moras azules y no sabía dónde conseguirlas. Por eso sonrió como mil soles cuando Aiolos apareció junto a él con una canasta llena de moras azules sólo para él.

 

- Te amo, Aiolos.


Dijo como una broma arrojándose sobre sus deseadas moras azules. Aiolos se sonrojó. Su mentalidad era mayor que la de Seiya, pero ambos poseían cuerpos de jóvenes de trece años.

 

Seiya levantó la cabeza de su canasta de moras y se fijo en Aiolos, cuyo sonrojo lo confundió, pero a la vez le hizo sentir un tirón en el estómago, que se empeñó en achacarle a su hijo no-nato.

 

Seiya hizo una mueca cuando al parecer su bebé enfurruñado por estar siendo culpado de algo con lo que él no tenía nada que ver, pateó dentro de sí.

 

- ¿Qué sucede, Seiya?

 

Le preguntó Aiolos preocupado.

 

- Nada, sólo que mi pequeño ha decidido jugar fútbol dentro de mi barriga.

 

Aiolos sonrió divertido y Seiya le devolvió la sonrisa.

 

- ¿Puedo tocar?

 

- En confianza, Aio, eso ni se pregunta.

 

Sonrió Seiya, levantándose su camisa para que el Sagitariano como él pudiera tocar su vientre. Aiolos tocó su vientre con una devoción que hizo sonreír a Seiya.

 

- Puedes tocar con tranquilidad, Aiolos, no se va a salir de ahí adentro.

 

Rió Seiya. Aiolos también rió y reclinó la cabeza en aquel precioso vientre terso e hinchado.

 

~~~

 

- Aioras ¿Qué te sucede?

 

Le preguntó Misty confundido a su compañero de harén. Aioras no se aguantó más y acercándose a Misty lo tomó de los hombros haciendo que el rubio más bajo que él alzara la mirada para ambos mirarse a los ojos.

 

- Lo que me pasa es que quiero matar a Hades cada vez que te toca, que estoy harto que toque algo mío.

 

- ¿Tuyo...?

 

- Mío, mío, porque te quiero sólo para mí, Misty...

 

- No, Aioras, suéltame, tú también, no me tratarás como un objeto.

 

Sollozó Misty sintiéndose herido por las palabras del león. Él quería que Aioras lo quisiera, no que lo viera como una pertenencia.

 

- Diablos, Misty, tú no eres un objeto para mí. Eres el ser que amo, que amo con toda mi alma y me estoy muriendo de celos cada vez que sé que estás con Hades. Soy un bruto y no me sé expresar, pero sé que te amo, te amo como un maldito demente.

 

Esa confusión dejó unos segundos confundido a Misty y sólo alcanzó a decir.

 

- Yo también te amo.

 

No hubieron más palabras. Aioras no era bueno con las palabras, lo tomó en brazos, lo besó y se lo llevó a la cama, al diablo si Hades los cogía y los mataba a ambos, luego de que él tuviera a su precioso ángel rubio.

 

Shun, que había estado a punto de entrar a esa recámara, cerró la puerta de la habitación sonrojado. Se sobresaltó al sentir una mano en su hombro pero volvió a respirar al notar que era sólo Dhoko.

 

- Es peligroso lo que hacen.

 

Comentó el peliverde.

- Al menos encuentran algo de felicidad y consuelo en este infierno.

 

Dijo Dhoko llevándose al embarazado de ahí con delicadeza.

 

- Dime, Shun, si él estuviera aquí en este mismo harén ¿no lo harías tú también?

 

Shun pensó en Hyoga y lo recordó, sus ojos brillaron, sus labios sonrieron involuntariamente. Sus apetitosos labios temblaron y sus ojos se llenaron de lágrimas mientras liberándolas y sonriendo confesaba.

 

- No dudaría en entregarme a sus brazos, así Hades me matara y me arrancara a golpes mi hijo de las entrañas.

 

- Y lo mismo haría yo con Shion. Tú y yo no tenemos la suerte de estar cerca de quienes amamos, Shun. Pero sabemos que si los tuviéramos cerca haríamos lo mismo que Aioras y Misty.

 

- Tienes razón.

 

- Por eso los entiendo.

 

Dijo el antiguo viejo maestro, ahora joven. Shun asintió, Dhoko como casi siempre, tenía razón.

 

- Dhoko ¿y Seiya?

 

Preguntó Shun recordando de pronto el por qué había ido a buscar a Misty.

 

Dhoko se encogió de hombres.

 

- No lo he visto ni a él ni a Aiolos desde hace un buen rato.

 

Dijo el ex-guardián de libra. Shun no le prestó más atención al hecho, estaba recordando a Hyoga y su mente no captaba bien ningún tema. Lo mismo le pasaba a Dhoko con su amado patriarca y así...

 

Continuará...

 

 

Notas finales:

Bueno para el próximo cap el harén de Poseidón, el de Pandora y Apolo y Hermes. Antes de que comience a darse la revol... antes de que empiece lo bueno ^^U


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).