Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL ROBO por juda

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Llegó temblando, las piernas no respondían como debían, intentó cuatro veces que la llave ingresara en la cerradura pero no podía, no encajaba, no podía introducirla y raspaba toda la puerta ante la impotencia de entrar.

La puerta se abrió y ahí estaba él.

-Escuché ruidos. ¡Es Thiago, Señora Belasgui! -gritó y lo miró sonriente mientras ponía una mano en la cintura y se hacía a un lado levemente el abrigo y dejaba a la vista el arma guardada en el cinturón. -Pasa Thiago, estaba conversando con tu madre, no me recuerda. Le dije que fuimos compañeros en la universidad.

Lautaro estaba muy cambiado. El cabello era distinto, se le puso toda la piel de gallina: Era el hombre que había visto de espaldas mientras salía. Era el hombre que le estuvo coqueteando a su primo. Lautaro lo había estado siguiendo.

-Thiago -le dijo la mujer apareciendo desde la cocina -Tu ex compañero es un amor, me estuvo ayudando a cocinar. Imagino que lo invitarás a comer!

-No es necesario que él me invite -le contestó el ladrón girando hacia ella y mostrando una de sus rectangularidades preciosas -Si usted me dice que me quede estaré más que contento de comer esos ravioles que está preparando!!!

La mujer largó una risita aguda y se introdujo nuevamente en la cocina.

Lau volteó sonriente y cuando lo miró, lentamente el rostro le cambió.

Había un brillo de odio irreconocible. Thiago no conocía esa faceta, Thiago no sabía cuanto daño podía llegar a hacerle ese hombre. Por un momento se sintió indefenso ante un extraño.

-¿No me vas a saludar, Thiago? Hace mucho que no nos vemos -le dijo en voz grave, abriendo los brazos en espera del abrazo, mostrando los dientes. Lautaro era un animal herido y rabioso.

Thiago hizo un paso hacia él y cuando Lau vio la duda se acercó y lo abrazó fuerte mientras metía la nariz en su cuello.

-Hueles a otro macho. Eres un traidor en muchos planos y sentidos. Almorzaremos juntos y luego vendrás conmigo, tengo que presentarte a mi otro hermano -le siseó en el oído mientras lo apretaba tan fuerte que el pelinegro se quejó despacio.

Tenía las manos cerradas en puños a los costados de su cuerpo.

Quería llorar.

Lautaro lo abrazaba con tanto odio y él lo único que podía hacer era percibir el olor de la piel del hombre que amaba y que lo había usado para sus fines mezquinos.

-No le hagas daño a mi madre -le susurró en el oído, rozando la piel del delincuente con los labios.

Lautaro sintió el aliento caliente de esa boca en su piel y se alejó rápido, había sentido una corriente eléctrica corriendo por la espina dorsal.

Giró para ver que la madre de Thiago siguiera en la cocina y se aproximó a él, agarrándolo del pelo con fuerza y apoyando su boca en la de él.

-Te voy a matar, eres un puto traidor.

-¿Yo soy un traidor? ¿yo? ¿y tu qué eres? -le espetó apretando más la boca a la suya.

Lautaro le mordió el labio y se alejó.

-Pasa al comedor, Thiago, ayudemos a tu madre a preparar el almuerzo, luego me tendrás que acompañar.

***

Eran las tres de la tarde cuando pararon en un estacionamiento que estaba en un barrio de mala muerte.

El camino lo habían recorrido en el más absoluto silencio.

Bajaron y Lau lo condujo.

Ingresaron a un edificio sucio con las paredes cubiertas de graffitis.

Subían caminando.

-Llamarás a tu madre y le dirás que te vas a quedar unos días con el sorete que te estás cogiendo. Hasta que liberemos a Lisandro, permanecerás con nosotros.

Thiago giró y lo miró, no sabía quien era "el sorete que se estaba cogiendo".

-Mi madre se preocupará, no suelo hacer...

-No me importa Thiago, vas a mentirle a tu madre y te vas a inventar una buena excusa para que no vaya a la policía.

Ya habían llegado al tercer piso, antes de salir de la oscuridad de las escaleras, Lautaro lo tomó de un hombro, lo hizo girar con violencia y apretándolo contra la pared lo besó con desesperación, Thiago no atinó a nada, se quedó parado con las manos a los costados, sintiendo como la lengua y los dientes del delincuente le hacían daño.

-Te odio -le susurró en el oído el ex peligris.

Thiago miró cuando Lau se apartó unos centímetros y le escudriñó el rostro.

-Te odio -le respondió el pelinegro en un susurro y una lágrima se le escapó traidora.

El delincuente lo empujó para que comenzara a caminar, llegó a un departamento que estaba al final del pasillo, abrió la puerta e ingresaron.

Leonel estaba sentado a la mesa y leía un periódico mientras comía un sandwich.

Giró y lo miró.

-Te traje una sorpresita -le dijo sonriendo Lautaro mientras empujaba al pelinegro al centro del cuarto.

-HIJO DE PUTA -Gruñó Leonel mientras se levantaba, hacía dos pasos y le pegaba un puñetazo en el estómago a Thiago y luego otro, y otro, y otro.

Lautaro cerró la puerta con delicadeza, pasó por el lado de su pelinegro que estaba siendo atacado en el piso y mientras se iba a su cuarto, le gritó al hermano.

-No lo mates porque lo necesitamos. Tampoco lo golpees en el rostro, seguramente necesitaremos que vaya a la comisaría para que nos informe sobre donde está Lisandro -entró y se encerró en la habitación. Escuchaba los improperios de Leonel y los quejidos de Thiago. Se tiró sobre un colchón mugroso que había en el piso y en posición fetal, lloró.

***

Volvió a salir a las 6 de la tarde.

En el comedor Leonel estaba sentado a la mesa con las manos en la cabeza, lloraba.

Desvió la mirada hacia un rincón, sentado en el piso y esposado, Thiago se había acurrucado mirando hacia la pared. Desde donde estaba le podía ver el pómulo morado.

-Te dije que no lo golpees en el rostro, el imbécil tiene que ir a la comisaría y averiguar cuando llevarán a Lisandro al juzgado.

Leonel seguía llorando. Tenía miedo de preguntar.

Se acercó al pelinegro y le tocó el rostro. Thiago giró aun más la cara para evitar sus dedos.

-No lo dejaremos salir. No dejaré que escape. Sufrirá como sufrió mi Lisandro.

-Sabe que mataré a su madre si escapa, no lo hará -le contestó mientras iba por hielo para la mejilla del pelinegro.

-Lisandro está detenido en la comisaría desde hace una semana y media. -le dijo el hermano y Lautaro volteó a verlo.

-¿Una semana y media? ¿donde lo tuvieron antes?

-Lo operaron.

Lau miró a Thiago.

-¿qué le pasó a mi hermano? -le susurró. 

Thiago no contestó.

-Lo golpearon tanto que le quebraron una costilla y le perforó un pulmón -le informó Leonel.

Lau se llevó la mano a la boca y gimió.

-¿Con qué lo golpeaste para quebrarle una costilla? -volvió a preguntar con el llanto hecho un nudo en la traquea.

-Ya le dije a tu hermano que no fui yo. Fue el gerente. Yo nunca toqué a tu hermano.

-Pero lo encerraste con esa bestia. Tu cerraste la puerta, Thiago! -gritó levantándose de un salto y dirigiéndose a su mochila. -Dime donde vive la mierda esa! Lo voy a matar -aulló cayendo de rodillas antes de levantar el bolso, llevándose las manos al pecho mientras rompía en llanto. -Mi hermano!!! mi Lisandro!!!!

Leonel se levantó y se dirigió hacia Thiago.

El pelinegro lo vio acercarse y se hizo un ovillo temiendo una nueva paliza.

-Danos la dirección de la  bestia, esta noche dejará de existir.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).