En la tribu, todo el mundo lamentaba la inevitable muerte de Sai, aun no fallece, pero todos sabían que era inevitable no hacerlo por una mordida de serpiente. Cada miembro llora por su desafortunado destino, su cabaña está completamente llena de sus amigos y familiares, incluso el sacerdote Pain hizo acto de presencia para cantar sus oraciones y que su alma fuera bien recibida por los dioses.
Tal como había dicho Sasuke, nadie se percató de la ausencia de los dos, ya que estaban realmente muy afligidos y tristes para notar que ellos no estaban ahí, que los habían abandonado. Los sanadores del pueblo intentaban que el veneno fuera menos doloroso, al prepararle una buena bebida caliente con hierbas medicinales, uno le tomo lentamente su cabeza y lo levanto para que bebiera-Tómalo hermano Sai, esto hará que sea menos doloroso...-al ver que se lo había bebido por completo, lo volvió acomodar y lo dejo a solas con su mejor amigo.
A un lado de él se encuentra Sasuke, no pensaba decir palabra alguna de que Gaara y Naruto los habían abandonado, no quería hacerlo sentir más triste en su lecho de muerte-Sai, mi amigo...no me apartaré de aquí-fingía que no le importara mucho la ausencia del rubio, pero tenía un mal presentimiento, una sensación muy desagradable y preocupante de que algo no estaba bien, pero asumió que era por ver a su amigo en ese estado.
El que fue mordido parecía no dejar de sonreír a pesar de que no le que quedaba mucho tiempo y que su cuerpo sentía mucho dolor, su vista comenzó a ponerse borroso e incluso empezó por sudar, aun así su sonrisa no desaparece, Sasuke no sabía por qué no dejaba de hacerlo, pero Sai sabía exactamente en donde se encontraba su bello pelirrojo, el confía en que le traiga el antídoto para poder reponerse, incluso sonreía por saber el hecho de que su esposo hacia algo por él, que se preocupaba y le quería, aunque fuera un poquito.
Todos se mantenían al margen, lloraban en silencio, para no perturbar a Sai.
Deidara corría todo lo que sus piernas le permitían, sabía que no era bienvenido, pero realmente veía bastante mal a Naruto. Parecía que cada paso que daba, su respiración se hacía más débil, incluso empezaba por llorar al pensar que había fallecido antes de decirle a Sasuke lo que sentía por él. Lo bueno es que tenía ventaja de que conocía la selva como la palma de su mano, así que muy fácil fue poder llegar lo más posible a la tribu, solo esperaba que no fuese demasiado tarde, sus piernas eran fuertes pero el rubio era algo pesado y el terreno no ayudo, ya que había atravesado por varios obstáculos, realmente ya no podía aguantar más-¡¡Sasuke!! ¡¡¡SASUKE AYUDA!!!-.
El pelinegro escucho como gritaban su nombre, reconoció la voz, era el rubio quien alejo a Itachi de la tribu, había interrumpido un momento muy deprimente y furioso salió a ver si era la persona indeseable. Su rabia desapareció, incluso sus párpados se abrieron muy sorprendidos y preocupados, al ver que Deidara trae muy herido a Naruto, se encontraba bastante dañado, incluso podía ver pequeños rastros de sangre en la espalda del rubio mayor y Sasuke ante aquella imagen fue corriendo a socorrerlo de inmediato, le tomó por la espalda y empezó a cargarlo-¡¡¡NARUTO!!! ¡¡¡NARUTO ABRE LOS OJOS POR FAVOR!!!-sacudió levemente, intentando que reaccione, pero no fue así. Su vista recorrió el cuerpo de su adoración, su sol, y mientras más veía su dolor aumentaba en su corazón, la pierna se notaba que fue brutalmente atacado por un animal muy fuerte y lo que más le dolió era ver que su mano, le faltaban sus dedos y por impulso le tomo de su palma, acariciando con cariño, de alguna manera quería hacerle sentir que no le importa para nada, que lo seguiría amando igual.
El varón Uchiha no pudo evitar sentirse muy culpable por haberlo dejado irse, Naruto parece que la había pasado muy mal-¡¿Y Gaara?!-no pudo evitar no preocuparse también por él, ya que es la pareja de su mejor amigo.
Deidara respiro hondo pues realmente corrió sin detenerse ni un segundo, al reponerse explico lo que paso-Fue por una cura con Itachi para su amigo herido...-ni intento sentarse en ningún lado, sabía que no sería bien recibido, incluso planeaba irse de regreso de inmediato antes de que lo trataran mal.
Al escuchar lo que había dicho su culpabilidad aumento, realmente iban intentar a salvar a Sai y el necio no le creyó, ya que el pensó que era una de las tantas mentiras de Gaara-¿Entonces sí...si era cierto? Naruto, mi naru perdóname...debí creerte cuando me lo dijiste ¡¡Debí ir contigo!!-lo abrazo muy fuerte, su cuerpo está muy frio, al sentirlo así pensó que era demasiado tarde para pedir perdón, fue tanto su sentimiento de tristeza que empezó a llorar, primero su hermano se fue, su mejor amigo moría y ahora el amor de su vida también-Te amo...por favor no te mueras, no volveré a desconfiar de ti y nunca jamás te tratare de esa forma de nuevo...pero te lo ruego abre tus hermosos ojos azules...hare lo que sea con tal de que estés aquí de vuelta a mi lado-una pequeña resbalo por su mejilla al rostro de Naruto.
-¿Sasuke...? Yo...también te amo Sasuke...-al sentir esa pequeña gota hizo que volviera por un momento su conciencia-Yo...quiero ser tu pareja...porque así lo deseo...no porque me hayas atrapado o por tus costumbres...es por el amor que siento por ti y es por eso que te elijo...nadie debería estar condenado por enamorarse y menos si ese amor es mutuo-sonrió muy débil, a pesar de que se encontraba muy débil pudo poder volver en si para decirle a su Sasuke lo que queria decirle.
Al oír eso sabia a lo que se refería, pero ahora tenia en mente a llevar a su rubio con los curanderos para que le pudiesen ayudar y no había cosa tan hermosa que le hubiesen dicho jamás, Naruto quería ser su pareja porque así lo quería, ahora está bastante feliz de que había despertado-Mi sol, te amo-le beso con cariño su rostro y lo cargo para llevarlo a un lugar mas cómodo.
CONTINUARÁ...