Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La isla del amor. por toporouse

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Los personajes de Naruto le pertenece a Masashi Kishimoto, las imágenes igualmente no me pertenecen sólo lo hago sin fines de lucro y por mero entretenimiento.

-Yo...yo no te pertenezco, hemos avanzado mucho para que todavía no exista el consentimiento-cruzo los brazos y retrocedió. Sasuke frunció un poco sus cejas, pero no está en completo enojo, pues el doncel no tenía conocimiento de sus costumbres y tradiciones.

 

Itachi sonrió y con rapidez le tomo su mano para empezar a correr, Naruto era jalado fuertemente por Itachi llevado a lo más profundo de la jungla, se podría decir que la isla era bastante grande, corrían con rapidez y el hermano detrás pisándoles los talones, pero el doncel de repente tropezó del cansancio, el sacerdote estaba muy cansado de correr todo el día, al ver esto el pelinegro decidió cargarlo pero sin previo aviso un coco fue lanzado a la cabeza de Itachi- ¡¡Aquí estas maldito infiel te dejo por unos segundos y ya estas con otro!!-otro rubio apareció, reprochándolo mientras se disponía a lanzarle otro coco, este rubio tenía la compostura delgada y tenía como vestimenta pieles negras al igual que el azabache solo que el rubio tenia de adorno algunas plumas sobre su cabellera.

 

-¡¡No es lo que crees amor, es demasiado joven para mí yo solo lo ayu...!!-reía con nerviosismo y levanto sus manos en forma de protegerse de otro golpe.

 

Al escuchar lo que había dicho no calmo su ira- ¡ME ESTAS DICIENDO ANCIANO! ¡INUTIL! -grito encolerizado.

 

-¡Dei, corazón escúchame...!-retrocedió, escondiéndose detrás del rubio menor que se puso nervioso al ser metido en la pelea.

 

Naruto también se puso a la defensiva pues el otro parecía matarlo con la mirada-¡¡Alto!! Disculpe su novio tiene razón no es lo que cree el solo me ayudaba a escapar...-.

 

Desconfiado Deidara soltó el coco a un lado inspeccionando al sacerdote, al ver que este poseía prendas que no podrían provocar a su hombre se calmo-Pareces decente...me llamo Deidara....-movió sus manos mientras estos hacían una especie de saludo el sacerdote al ver esto trato de imitarlo torpemente-Yo soy Naruto, un gusto....-.

 

- ¡ITACHI!...-los alcanzo finalmente, está muy enojado porque se atrevió a robar a su pareja, dirigió un puño duro en la cabeza de su hermano derribándolo de nuevo al piso.

 

-¡¿Porque todo el mundo me maltrata...?!-dijo bajito.

 

-¿Estás bien Naruto?...-dijo este mientras examinaba al rubio de pies a cabeza asegurándose de que no estuviera lastimado-.

 

-Si...-pronuncio nervioso pues evitaba que Sasuke se sobrepasara, ya que levantaba su sotana y aun que tuviera pantalones, lo ponía muy incomodo-Estoy bien ¡No seas atrevido...!-le dio un manotazo para que soltara su prenda.

 

-No debes juntarte con ellos Naruto son exiliados...-se posó delante de su doncel poniéndose a la defensiva, el sacerdote, al estar muy cerca, pudo ver la espalda de este que está bien desarrollada, definida y marcada, se reprendió mentalmente al pensar cosas que no.

 

Itachi se levantó rápidamente ya que no tardarían en llegar los otros y tomo a Deidara para escapar.

 

 

 

 

 

Mientras tanto en la ciudad del vaticano dentro de la basílica el padre Jiraiya se preocupaba de no tener noticias del rubio quien era acompañado por el papa Danzo quien es la cabeza suprema de la Iglesia-Era inevitable, supongo de todas maneras iba a negar su petición-.

 

El peligris se impresionó al oírlo-Disculpe su santidad, pero lo haría venir de tan lejos solo para decirle que no...-.

 

-Se dedicó casi toda su vida al sacerdocio, al menos merecía una explicación del por qué, no tengo nada en contra de los donceles pero analizando las santas escrituras, es un hecho innegable de que solo los varones pueden dedicarse al sacerdocio-.

 

 

 

 

 

En una cabaña se podía observar a dos personas alrededor de una fogata Naruto suspiraba mientras era atado fuertemente para evitar que este se escapara no opuso resistencia estaba agotado-No vuelvas a escapar podrían herirte-le acaricio su mejilla con ternura, sonriéndole mostrando su dentadura perfecta, al ver que esta mas tranquilo, fue a traerle su alimento.

 

-¿Se puede saber por qué son...?-no lo dejo terminar ya que le puso a fuerza el bocado casi se ahoga, entendiendo que no quería hablar del tema, el sacerdote podía observar más el aspecto de este como casi todos los habitantes este era enorme, su piel era morena, su cabellera era larga y entrelazado, parecía tener su pecho descubierto dejando ver sus pectorales con unas cicatrices, suponiendo que tal vez anteriormente se enfrentó a un animal salvaje, sus brazos eran adornados con unos brazaletes, este hombre era atractivo para definirlo más rápido.

 

-¡Me alegro que gustara! Te acabaste todo el plato al menos, no eres tan berrinchudo como Gaara, no había día que no se quejara-miro sonriendo a su futura pareja, poso su mano a su cabellera rubia acariciando y haciéndole un poco de cosquillas pues le acaricio detrás de la oreja, causando risas involuntarias-Eres hermoso-sonrojado a mas no poder el rubio rio nervioso y más cuando se acercó a su rostro dispuesto a besarle.

 

 

 

-¡¡¡NOOOO...!!!-chillo el rubio.

 

 

 

 

 

En una pequeña panadería de Konoha se podía observar a un rubio adornando un pastel que tenía como encargo para la mañana, su teléfono sonó algo desconcertado dejo lo que estaba haciendo ya que no esperaba llamadas a esa hora, tomo el teléfono-Diga...padre Jiraiya...¿Cómo?-exclamo preocupado-No él hace dos semanas tomo el barco hacia roma ¡Oh por dios!...-Minato empezó a ponerse preocupado colgando inmediatamente dirigiéndose a la comisaria.

 

 

 

Empezaba a amanecer, el rubio aun dormía plácidamente en una hamaca bien amarrado con sogas gruesas, no se dio cuenta de la presencia del varón hasta que el azabache dejo caer algo pesado, despertándolo de golpe-¡¡Te eh traído a oc“lōpilli!!-.

 

Miro curioso, levantándose con cuidado y vio que se trataba de un jaguar, este desconocía por qué-Gracias...pero no era necesario matar al animal solo por mi...-sonrió nervioso ya que al parecer había muchas personas observándolos en ese momento.

 

Lo que desconocía es que en la cultura de Sasuke tenían como costumbre de que en cinco días entregaran por día un regalo antes de contraer nupcias para demostrar que era digno de tomar su mano, cada obsequio simbolizaba cuanta devoción le tenía a su pareja (ya que no todos tenían la valía, dedicación o la fuerza para hacer lo mismo).

 

Muchos observaron el obsequio, los donceles lo miraron con algo de envidia o quedaban admirados de ver su regalo que le trajo su varón, muchos lo felicitaron y curioso pregunto qué significaba.

 

-Al cazar a un jaguar tiene como significado de que te ofrece su protección-sonrió un pelinegro doncel respondiendo su duda, extrañamente este tenía la piel blanca-Me llamo Haku... es parte del cortejo antes de que contraigan nupcias-al saber esto el rubio se sentía algo halagado.

 

 

 

Al día siguiente el rubio comía un pedazo de fruta acompañado de su nuevo amigo Haku también estaba Gaara quien no paraba de quejarse de Sai, estos fielmente vigilados para que no escaparan nuevamente, Sasuke se acercó a su chico y le dejo algo envuelto para luego irse al ser llamado por sus compañeros de caza-¿Una cuchara?-observo el objeto devotamente tallado a lo cual se escuchó un suspiro.

 

-Simboliza que él nunca permitirá que pases hambre-sonrió su amigo dando el porqué de su suspiro para él era muy romántico ese gesto, el sacerdote parecía mirar con más aprecio la cuchara, recordando que el pelinegro no durmió en toda la noche ya que se pasó tañando un pedazo de madera.

 

 

 

Al tercer día el rubio se encontraba recolectando varas y frutas con los demás donceles, de repente sus ojos fueron cubiertos-¡¿Sasuke...?!-rio el mencionado al ser descubierto dándole una piedra de aguamarina y antes de que dijera algo, este le hablo.

 

-Significa que deseo envejecer a tu lado-aunque lo negara el rubio empezaba sentir algo por él.

 

 

 

Otro día llego pero ese día parecía que no saldría el sol ya que amaneció nublado el rubio se dedicaba a barrer ya que no podía salir y empezaba a aburrirse ahí, su varon irrumpió la cabaña y este estaba muy empapado procedió a darle una canasta y al abrirla esta contenía muchas algas-¿Que significa?-el solamente sonrió para luego guiñarle el ojo dejándolo algo curioso más tarde se enteraría que significado que tenían las algas, estas representaban fertilidad y al juntar muchas daba a entender que quería muchos hijos con el, dejándolo muy avergonzado por preguntar.

 

 

 

 

 

El quinto día llego y no el menos importante este día el pelinegro le ofreció un lazo que amarro en la muñeca del rubio que para ellos significaba un vínculo inquebrantable de su amor.

 

 

 

 

 

CONTINUARA...

 

 

Notas finales:

 

        

¡Gracias por leer! y disculpen mis faltas de ortografía. 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).