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RE- por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola ~

Espero disfruten de este capítulo, lo hice con mucho amorsh <3

Muchas gracias por los comentarios, me encanta leerles :3

Han pasado ya casi dos meses desde que conocí a Laith, desde que llego a esta escuela y comenzamos a hablar.  Dos meses en los que hemos hablado, salido y paseado. Dos meses en las que compartimos clases y pudimos conocernos mejor.  Ya no está en mis clases porque ya he terminado con esa lección y ahora es turno de otro profesor. No me molesta mucho porque él sigue viniendo a mi salón cada que tenemos tiempo y nunca había sido tan feliz de tener el mismo lugar de trabajo.


Las vacaciones de verano están cerca, por lo que yo puedo relajarme un poco en las clases antes de ponerme a trabajar en mis propios trabajos. El verano siempre es ocupado para mí porque me gusta adelantar los trabajos para poder salir de vacaciones, este año estuve planeado un  viaje por mi cuenta ya que Virginia quiere ir al mar este año y yo no quiero ya que fui el año pasado.


— Estás muy pensativo—un dedo se clava en mis costillas y me hace pegar un brinco en la silla. Laith se ríe y se sienta frente a mí— ¿algo te preocupa?


— no. estaba pensando en el verano.


— ¿tienes planes?


— Si, pero los lugares a los que quiero ir son muy diferentes y no logro decidirme— él toma un lápiz que estaba sobre el escritorio  y se pone a morderlo.


—quizá pueda ayudarte a decidir si me lo dices.


— estoy pensando en ir al festival del desierto en nevada, o a Mon Tremblant, en Canadá.


— eh, pero si eso es muy diferente— asiento porque ha sido mi problema desde que lo pensé. Él sigue mordiendo el lápiz, por lo que su voz suena rara— Nunca he ido a ninguno de los dos, aunque una vez fuimos a un crucero corto. He escuchado sobre Mon Tremblant, y dicen que es un buen lugar, ¿Qué hay en nevada?


— la quema del hombre… es un festival artístico que dura una semana. Fui una vez cuando pude pagarme las cosas por mi cuenta, y quiero regresar, pero este año también hay algunos descuentos en Mon Tremblant porque no es invierno— quedarme se está volviendo otra opción terriblemente tentadora, porque si me voy es menos tiempo con Laith. 


— ¿y si vas a los dos?


— eso está fuera de presupuesto por ahora.


— Umm… ya que eres artista, sugeriría el festival, si solo dura una semana deberías aprovechar, Canadá está ahí todo el año, así que puedes ir cualquier otro día— no había considerado esa opción.


— ¿tú que harás? ¿Regresaras a tu casa?


— no, aun no.                                


— Laith, hemos hablado sobre eso, que visites a tu familia no significa que te estés rindiendo ni que vayas a contarle todo justo cuando este allí— que no esté con su familia me ha causado el mayor problema de todo, yo realmente aprecio a mi familia, y sé que él no se lleva mal con la suya y este alejamiento me parece un completo sinsentido. Eso no quita el hecho de que las cosas puedan salir como Laith las ha predicho, pero al menos estaría intentándolo y no sería su culpa si ellos no aceptan. Había esperado que su familia fueran personas a quien yo ya conocía por mis sueños, pero cuando me mostro fotografías note que  nunca les he visto antes.


—no creo aguantarme a decirlo. Si les veo será lo primero que salga de mi boca.


— es tu familia después de todo; y creo que tienes razón con lo del festival, solo pasa una vez por año.


— no era tan difícil después de todo. Por cierto, me has dicho que viajas mucho ¿No tienes algún otro lugar al que quieras ir?— No lo pienso mucho en realidad, porque es algo que siempre he querido.


— a noruega.


— ¿Noruega?


— A las cuevas encantadas de noruega, siempre he querido ir— No muchos conocen ese lugar, además no es un lugar tan atractivo como otros lugares mucho. Pero ese lugar definitivamente tengo que verlo.


— bueno, ¿Algo como fantasmas o monstros o maldiciones extrañas?


— ¿Qué? No, nada de eso. Las cuevas albergan una clase de gusano luminiscente, así que brillan en la oscuridad y las cuevas tienen ese nombre por eso.


— ¿Gusanos luminiscentes?  No sé si es algo que quiero ver.


— oh…— la desilusión golpea fuerte: Mi sueño no está completo si él no está allí para verlo también. Él parece indiferente a mi poco entusiasmo, mirándome mientras sigue mordiendo el lápiz.  No logro resistirlo— deja ese lápiz, estas mutilándolo.


— ¿Ah?


— No lo muerdas— se lo quito, aunque las marcas de sus dientes ya están grabadas en la madera. Frunzo el ceño al verlas— lo dejaste marcado, ahora ya nadie querrá usarlo.


— hay un montón de lápices aquí, nadie notara que falta uno.


— Ese no es el problema— él me sonríe.


— Ya no tienes clase ¿Vamos a algún lugar?


— Ah… yo tengo algo que hacer…— su expresión de decepción me hace dudar unos momentos— pero si tú no tienes inconveniente acompáñame, se dónde podemos cenar algo.


— ¿En serio?


— sí.


— ¡Yei!— su grito de celebración me hace reír. Nos levantamos, esta vez él no trae cosas así que solo recojo mi mochila— ¿Y a dónde iremos?


—  Debo llevar una cosas a ese lugar, ya verás— cuando salimos, le tengo que sujetar para que no camine a la entrada— no puedo dejar mi motocicleta.


— oh… la moto— pareciera que le acabo de decir que se acaba de ganar un gran premio, uno muy grande a juzgar por la mirada que le da a la moto—entonces vamos a ir en la moto.


— Sí, tendrás que llevar mochila— el casi me la quita. Estoy acostumbrado a llevar personas en la motocicleta, Virginia y Evelyn seguido me piden que las lleve. Laith se sube antes de que logro estabilizarme por completo, así que me tambaleo intentando no irnos de lado, solo escucho sus risas alegres tras de mí— ten más cuidado.


— Nunca he subido a una moto, siempre he manejado autos— su voz, en mi oreja, hace que me cosquille todo el cuerpo y me arda allí donde siento su aliento. Me inclino hacia delante para tomar el casco y pasárselo— ¿Estás seguro? ¿Solo tienes uno?


—  sí, no iremos lejos, y es más peligroso para ti— él no dice nada, no veo cuando se lo pone, pero creo que lo está haciendo.


— Listo— enciendo la moto, apenas hace ruido al encender. Me abraza, sus manos se deslizan con más lentitud de la que me gustaría. Esto solo es por el viaje, solo por el camino…  Lo cierto es que desde que decidimos conocernos más no hemos hecho nada más que eso, nada de besos o toqueteos fuera de lo normal. Nos limitamos a conocernos y a coquetear de vez en cuando, pero solo eso. Ahora, este contacto físico tan íntimo…  el viento logra despejarme un poco del calor que comienzo a sentir.


Laith se aferra con fuerza, clava los dedos en mi estómago mientras le escucho reír como demente. En un rato solo siento una mano sujetándose de mí.  Me hace reír a mí, si no fuera porque solo tenemos un casco, alardearía aumentando la velocidad, girando con más inclinación… no lo hago, aunque si voy un poco más rápido que de costumbre. Bajo la velocidad cuando doy vuelta en la cuadra donde está la pizzería principal de mi padre y me detengo en el estacionamiento.


— ¿es aquí?


— Si…— le veo tambalearse cuando se baja.


— me tiemblan las piernas— aunque tiene una enorme sonrisa en la cara. Me pasa el casco y la mochila— Entonces, cuando dijiste que podíamos comer en ese lugar… te referías aquí.


— si


— ¿Y qué haces en una pizzería?


— Entregare algo…— apenas abro la puerta, el olor de la pizza me llena los pulmones. Escucho a Laith respirar profundo también. Como siempre, el local está llenándose, y los teléfonos suenan cada poco tiempo.   


— Eve, ¿buscas al jefe? Está en la cocina, ¿quieres que le llame?


— sí.


— Enseguida— el chico del mostrador entra y le dejamos de ver. Yo me quedo de pie, esperando. Laith mira alrededor con curiosidad.  Este lugar es amplio, aunque no hay muchas mesas, así que da la sensación de ser pequeño y acogedor, con las luces amarillas y los paneles de madera en las paredes, siempre me ha gustado.


— ¡Everett! Lamento hacerte venir, pero hubo un problema con el horno.


— No importa, mamá se enojara si no llegas a su cita— saco de la mochila los zapatos y la corbata que me pidió le llevara— me sorprende que los olvidaras.


— Salí con prisa de la casa y…— la forma tan repentina de quedarse callado me hace ponerme alerta y mirar alrededor, pero solo veo a Laith. Solo a él a unos pasos de nosotros… oh, Laith. Él también nos está mirando y sé que puede escucharnos porque no estamos lejos— Everett… yo creo que estoy…


— papá, él es mi amigo Laith. Laith, mi padre.


—  ¡Hola!


— ah, sí claro…— mi papá duda unos momentos antes de responder, creo que está pensando que imagina cosas.


— nos quedaremos a comer algo, deberías arreglarte pronto o no vas a llegar a tiempo. Laith ¿Por qué no escoges una mesa mientras pido algo? ¿Quieres algo en especial?


— cualquier cosa con mucho queso.


— bien— él se va a una de las mesas, yo y mi papá vamos al mostrador— espero que trajeras también algo para el olor a pizza, no sé si a mamá le gustara. Virginia la llevo a un salón de belleza esta tarde, y no paraban de hablar del vestido. Si no quieren llegar a casa esta noche…


— Everett, él… ¿Cuándo…?


— pon una pizza de pepperoni con doble queso y dos sodas.


—  Everett— me giro y le sonrió.


— te dije que iba encontrarle, siempre se los dije. Se te hace tarde… y no le digas a mamá de él o le arruinaras la cena. Yo se lo diré cuando  sea el momento— ella solo va a sentirse mal por pensar que su hijo sigue loco y luego por no haberme creído. 


— entonces nos vemos en casa.


— Disfruten su cita— él entra otra vez, seguro para vestirse en el baño de los empleados. Yo regreso a la mesa donde se sentó Laith— ¿solo quieres pizza? 


— creo que no le agrade a tu padre.


— ¿Qué?— él parece incomodo— no es así, le sorprendió que trajera a alguien. Yo casi no traigo a nadie aquí, es parte de mi vida personal y no me gusta mucho traer a cualquiera. Así que solo es eso, mi padre es muy agradable, en serio.


— entonces solo personas importantes, me alegra no ser cualquiera.


— Sí… no, aguarda, no lo dije con ese sentido— agito las manos, intentando borrar mis palabras, hasta que él se ríe. Uff, está bromeando también.


— Dijiste que ayudabas también en el negocio de tu familia, no me dijiste que era una pizzería— ya no parece preocupado.


— creo que lo olvide.


— entonces eres dibujante, das clases de arte, trabajas en una tienda esotérica y haces pizza. Es una extraña combinación de talentos ¿Hay algo más que me estés ocultando?— pienso en esos sueños, en el miedo que siento cada que veo su mano y recuerdo cómo es que esa marca apareció allí. Si lo que yo he visto son solo sueños ¿Cómo es que esto está pasando realmente? podría creer que me invente todo con  personas que a lo mejor vi un par de veces en la calle, pero estoy seguro de que nunca vi antes a Laith ¿Cómo olvidaría si me hubiera encontrado antes con Zachelle? Yo estuve convencido por años que yo no era Everett, estaba seguro de que estaba viviendo otra vida ¿Entonces estoy viviendo otra vida en realidad?— ¡Everett!


— ¿Qué?


— te quedaste pensando ¿Qué me ocultas?


— nada a propósito.


— umm, está bien te creeré solo porque pagaras la comida— pagar no es exactamente lo que hare, pero no me molestare en explicar— tus padres tendrán una cita, eso es lindo.


— Si,  no pierden el romance. Se lo merecen.


— ¿Por qué? Suena a que antes no podían.


— digamos que les di algunos problemas que no esperaban. Mi mamá estaba preocupada por mi así que…— me encojo de hombros— no es que fuera travieso, o hiciera berrinches por quedarme en casa. Era más… eh… las cosas que decía ponían nerviosa a mi mamá.


— ¿Pues qué decías?


— Eso te lo diré en otra ocasión— le digo, aprovechando que nos traen la pizza. Él no me dice nada, pero me dirige una mirada  suspicaz. ¿Cómo voy a explicarle sin contarle todo?— ¿Has encontrado un nuevo trabajo?


— Aun no.


— ¿Le has dicho a Rainer cuál es tu carrera? Quizá pueda ayudarte, si necesita que la escuela sea más conocida para tener más estudiantes, pídele el trabajo.  


— hey, no está mal.  Me agrada la idea ¿Por qué no me habías dicho esto antes?— me da un golpe con el pie por debajo de la mesa.


— se me acaba de ocurrir.


— Que se te ocurran más cosas así entonces— sonríe mientras abre la lata de soda que nos dejaron— este lugar es agradable, si así es este lugar imagino que tu casa será un lugar demasiado cariñoso.


—  lo es.  Cuando tengas algo de tiempo veré si puedo presentarte a mi hermana.


— Conocer a tu familia… eso es el último paso en una relación ¿no? y nosotros no estamos saliendo— sigue mirándome con burla, esta vez se lleva una rebanada de pizza a la boca. Nunca pensé que alguien se viera sexy comiendo.


— tampoco puedo decir que somos solo amigos— nos miramos unos momentos, y después como si nada, comenzamos a hablar sobre el último partido de baloncesto que vimos en el torneo que hay en la ciudad.


El único motivo por el que no somos más que amigos es porque nos estamos conociendo, y eso me tiene dividido en dos: por un lado no me importa salir con Laith sin conocerlo porque es como si le hubiera conocido toda la vida y otra más. Por otro lado, sé que salir con alguien a quien no conoces en esta vida no siempre termina bien. Vi de primera mano cómo mi madre sufría por mis aparentes delirios, no quiero asustar a Laith con la historia de Rahn y Zachelle. A mí me importa un poco todavía esta confusión,  pero verlo reír delante de mí con un trozo de pizza en la boca realmente me hace pensar que no tiene caso preguntarme por eso que ya termino.


— ah, me duele el estómago me duele… no puedo comer más ¿Cómo es que sigues comiendo?


— me gusta comer. Y cocinar— el timbre de un teléfono suena, y él lo mira unos momentos antes de dejarlo sobre la mesa. Creo suponer quien es la persona que envió el mensaje. No hemos hablado de la doble vida que lleva. Entiendo que eso pasó por que él tenía miedo e intento ser como pensó que debía ser. Eso no hace que deje de molestarme porque esta con ella, realmente es una molestia menor ¿Quién no estaría molesto porque la persona que le gusta esta con alguien más aunque no se hayan tocado? No dejan de ser una pareja— ¿Qué es esto?


— ah, un accesorio que conseguí para el teléfono ¿Qué tal?— me extiende el teléfono. Colgando de un trozo de hilo negro esta la figura pequeña de un lobo aullando. La mano me tiembla cuando lo toco.


— ¿Te gustan los lobos?— él me sonríe y me vuelve a quitar el teléfono para mostrarme la pantalla encendida, donde está la imagen a color de otro lobo y una luna enorme tras él.


— Son mis animales favoritos. Cuando era niño hacia berrinches todo el tiempo porque no me compraban uno, no te rías, yo no sabía que no podíamos tener uno. Imagina como lloraba cuando me traían perros— no me estoy riendo, ¿Cuántas coincidencias podría haber? Ya no son meras coincidencias.


— que inesperado. Aunque no tengo porque reírme, yo quería un dinosaurio vivo.


— Eso me hace sentir mejor.


— vayamos a otro lado.


— No sé si pueda subir a la moto— afuera esta cálido, y es mentira que no pueda subir. Esta vez no ríe, solo andamos por la ciudad a una velocidad normal sin un destino claro. Pienso en que a pesar de que nos hemos conocido aun no sé dónde está la casa de su tía.


Cuando oscurece por completo, doy solo algunas vueltas antes de detenerme en una calle. Estamos frente a una pequeña plaza comercial.


— ¿Quieres que te lleve a tu casa?— Quiero hacerlo, sería tan fácil solo pedirle que me guie en la dirección correcta… pero aun quiero darle la oportunidad de elegir. Él se baja, y le sigo, no es cómodo hablar cuando no nos estamos viendo. Nos sentamos en la banqueta— ¿Laith?


— estaba pensando, lo siento.


—  ¿Te llevo a casa?


— no estoy haciendo las cosas bien— dice de pronto— sé que no debería estar intentando nada con alguien más aunque sea una mentira que salgo con Audrey— es la primera vez que escucho el nombre de la novia de Laith— ella ni siquiera sabe que no me gusta. No debería hacerle esto a ella,  ni a ti. Eres demasiado bueno para ser real.


— si esto hace la pizza de mi padre, creo que no te invitare a comer la comida de mi mamá ¿vas a querer que te lleve a tu casa?— me mira, los ojos entrecerrados y el ceño fruncido.


— sí.


— Si te hace sentir mejor, yo también soy culpable de hacer sentir mal a esa chica. Si realmente quisiera no hubiera salido contigo desde que supe que tenías novia, pero aquí estoy. Y lo cierto es que no me importa nada.


— Mentiroso— me dice, y me pellizca el brazo. Se levanta de nuevo— no te creo.


— bien, me siento solo un poco mal por ella— porque no dejare que tenga ni una posibilidad. Mientras se pone el casco de vuelta yo subo a la moto, y en poco tiempo está dándome indicaciones para llegar a la casa de su tía. No sé si es porque no conoce otros caminos, pero cuando llegamos me doy cuenta de que hicimos un rodeo muy largo cuando hay caminos más directos.


La casa es bonita, de color claro  y un patio pequeño al lado del espacio donde debería estar un auto. Las casas alrededor son parecidas y hay muchas personas caminando por la calle. Parece un lugar tranquilo.


— ¿Te vas ya? vamos, quédate un rato. Es incomodo ir sentado mucho tiempo en la moto— me deja allí para ir a abrir la puerta— vamos,  no te quedes allí.


— ah… si— se enciende la luz de la calle y  la de la primera habitación, que resulta ser una sala amplia, con muebles  pequeños y muy femeninos, la mayoría blancos o rosas con grabados o estampados floreados. Las paredes son color azul y también hay muchos espejos en las paredes, la alfombra en la entrada es peluda y color magenta— que… bonita decoración.


— te dije que es la casa de mi tía.  No es mi culpa que esto esté así.


— solo he comentado que es bonita. No está mal para una mujer.


— Vivía sola, no está casada ni tiene hijos, así que puede mantenerla de este modo sin que nadie le rompa cosas— el sofá donde me siento es muy blando y suave.  Laith se queda unos momentos de pie, sonriendo— No conocía mucho este lugar, solo conocía un poco de los alrededores de los lugares que frecuento. Me gusto conocerlos contigo, y conocer a tu padre… realmente vas a lo grande— mientras habla camina hasta mí hasta que sus rodillas chocan con las mías, se inclina hacia mí.  


— ¿y eso es bueno?


— No lo sé, debería averiguarlo— me besa, siento su peso sobre mis piernas. Le abrazo, pasando las manos  bajo su ropa. Su cuerpo se pega al mío, y no tengo cabeza para  pensar en otra cosa que no sea el sensual movimiento que hace al pegarse a mí. Sus manos se mueven lento en mi cabello, bajan hasta mi cuello, trazando líneas. Nos separamos jadeando, nuestras manos no dejan de moverse y apenas nos miramos a los ojos nos besamos de nuevo. Jadeo ronco cuando su cadera presiona en mi entrepierna. Laith se separa, me sonríe al escucharme— eso fue lindo.


— No lo hagas…—  Me mira con malicia cuando lo hace de nuevo, esta vez más lento, de nuevo ese sonido. Su lengua recorre mi labio antes de besarme— Laith… en serio no…


— ¿O qué?— sus manos bajan hasta mi pantalón, sus dedos juguetean con el borde, tirando y tocándome apenas. Le beso el cuello, deseo morderle, hacerle una marca pero me contengo, le siento temblar y suspirar mientras recorro con mi lengua su cuello hasta su clavícula. Su camisa quedo alzada, le acaricio el abdomen. Sus dedos ahora si van al botón del pantalón, el sonido de la cremallera es suficiente anticipación para ambos. Nos seguimos besando, produciendo un sonido húmedo con las bocas.  


Escucho una tos, algo lejano que no hace que deje lo que hago. Laith tampoco se detiene. Escucho la tos otra vez, y apenas logro ver que hay alguien más aquí, dejo de responder a los besos,  Laith me mira pero yo no le veo y entonces sigue mi mirada. Nos quedamos en esa posición. A mí nunca se me ocurrió que alguien podría venir mientras estábamos en su casa, en la sala, a punto de arruinar el sofá bonito. Laith se mueve un poco, lo suficiente para que yo pueda ver a la mujer que está en la entrada de la sala, mirándonos  con los brazos cruzados.


— Ilkad…— Me mareo, espero que sea por estar sin aire después de besarnos de esa manera. Ella nos mira, sin expresión sin decir nada.


— y bien ¿Tengo que pedir una explicación?— su voz me hace estremecer. Su mirada sigue intimidando tanto… esa mirada color azul celeste.

Notas finales:

Nos leemos el próximo viernes!!


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