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RE- por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola ~

Un capítulo más, espero lo disfruten <3

 

Observo a Laith comer frente a mí. Hemos pasado toda la mañana y parte de la tarde moviendo mis cosas y ordenando en mi nuevo departamento. Han pasado unos días desde que Laith regreso y me quede a dormir en su casa. 


— ¿Tengo algo?


— No.


— ¿quieres decir algo? me miras fijamente.


— Solo pensaba ¿iras a tu casa para las vacaciones?— él ha estado hablando con su familia seguido desde entonces. Le pedí que me mostrara una fotografía de su familia a la mañana siguiente, pero no conocí a nadie, ninguno de ellos aparece en lo que he visto hasta ahora.


—tal vez, hable con mis padres sobre eso. Tú iras a ese festival en el desierto ¿no?— hoy es último día del curso, esta noche será la exposición.  Había pensado en invitar a Laith a venir conmigo, pero las cosas no salieron como esperaba, así que le invite al restaurant de mi padre.


— sí…


— debo suponer que te está yendo bien con tus trabajos.


— ¿Qué puedo decirte? Últimamente estoy vendiendo bien y me llega más dinero. Me estuvieron hablando para que asistiera a un par de eventos fuera de la ciudad también— pero como no tienen fechas establecidas preferí esperar antes de confirmar.


— Wow ¿tienes un agente, editor, alguien que se haga cargo de tu carrera como artista?


— sí, aunque casi no viene por acá, resolvemos todo con llamadas. Es una chica agradable, ayer hable con ella y estaba muy contenta porque le entregue por adelantando varios números, y con coloreados. No puedo decir lo mismo de mis trabajos en internet, no llevare computadora y no publicare nada. Esta noche voy a poner el aviso junto con los nuevos números.


— ¿por eso no has dormido bien? se te notan las ojeras en la cara.


— trabajo es trabajo. Tengo cuenta en internet para ventas también,  increíblemente estoy vendiendo más. Puedo darme lujos como ir de vacaciones y rentar un departamento— Laith me ve, no sé si está feliz o no.


— No me han llamado de ningún lugar al que fui, el tiempo que me dieron mis padres se está acabando, y no quisiera que ellos se involucraran.


— no está mal que te ayuden, yo sigo regresando a casa de mis padres cuando las ventas van mal y no puedo pagar el departamento y trabajo en el mismo negocio que ellos.


— Creí que te habían desalojado— sonríe, bebiendo de su vaso de soda.


— eso paso.


— bueno… no importa. Me importa más que te irás  pasado mañana y no me lo habías dicho, eso es muy cruel— Laith no me ha dicho exactamente qué piensa sobre mis otros recuerdos ni la gran cantidad de similitudes y cosas que podrían explicar su temor a la sangre y el asma que padeció de niño, su gusto por los lobos. Creo que esta escéptico con eso, pero muy contento porque Zachelle no es alguien que exista.


— te lo dije, pero no me hiciste caso.


— ¿Cuándo?


— ayer en mi casa, cuando estábamos en mi habitación, besándonos. Y antes de eso en tu casa, viendo las películas de mundo jurásico— donde por cierto también estábamos besándonos. Se le ponen las mejillas rojas.


— creo que no estaba poniendo mucha atención.


— hey, chicos ¿quieren algo más?— mi papá pone un plato con bocadillos de queso— gracias por ayudar a Everett.


— no  es nada, además quería conocer donde iba a vivir Everett.


 — hoy no pudimos ayudarle, siempre hace todo con prisas.


— No tengo tantas cosas, papá. Y Laith tenía el auto de su tía— solo hicimos dos viajes. La pizzería está ocupada con el fin de curso, muchas personas celebran saliendo a comer y tenemos suerte de que el negocio vaya bien. Mamá está ocupada también con el fin de curso de la escuela donde trabaja y Virginia con sus exámenes finales.


— ¿Irán juntos al festival?


— Ah, tengo cosas que hacer con mi familia. Quizá el próximo año si Everett quiere invitarme.    


— Acompáñame a Canadá en vacaciones de invierno— él me ve, le tome por sorpresa con mi invitación— ¿Qué? estoy invitándote con antelación.


— ¡Claro!— mi papá se ríe de nosotros.


— apresúrense, aún tienen que ir a la clausura esta noche.


— nosotros no somos los que van a exponer.


— Yo solo voy porque me invito Everett.


—  pero los dos irán. Ah, Everett, Virginia vendrá aquí para que la lleves a casa, debe estar por llegar. Si no llega para cuando se terminen eso entonces no la esperes, disfruten la comida— se va de regreso a la cocina.


— Tus padres me aceptaron bastante bien. No me extraña si dices que conocen mi rostro desde hace años. Debiste parecerles un poco loco.


— lleve terapias por años. Mi mamá aún se siente culpable por no creerme.


— ¿ella cree en… lo que dices?


— no lo sé, ahora más que antes. Todos pensaban que no te encontraría… o bueno, ya sabes— comento al ver que sus cejas se levantan. Tampoco él cree ser Zachelle, pero yo estoy convencido de que si lo es: Las marcas en su piel lo podrían demostrar— cuando te vieron no les quedo de otra más que aceptarlo.


— entonces todos sabían que tú y yo íbamos a terminar juntos.


— Sí.


— Que confianza— me sonríe, y yo me inclino para besarlo. Unos golpecitos en la mesa nos hacen mirar a Virginia. Laith le sonríe, una sonrisa un poco menos alegre  y se recorre todo lo que la banca le permite. Me divierte que aunque él diga que no cree en esa vida pasada se aleja de Virginia “por si las dudas”. Virginia se sienta a mi lado.


— ¿Examen difícil?— comento al ver su expresión. Ella toma un bocadillo y se lo mete completo a la boca.


— pésimo. Creo que lo voy a suspender. Van a castigarme  por eso.


— ¿Tus padres hacen eso?— Laith nos mira.


— ella está exagerando, no es un castigo como tal pero no la dejaran salir con sus amigas tan seguido.


— ¿Qué estas estudiando, Virginia?— Es la primera vez que se dirige a ella directamente. Los dos lucen incómodos, y por primera vez me siento mal con Virginia por culparla de la muerte de Zachelle.


— Física, espero especializarme en física cuántica— Laith se atraganta con lo que come y comienza a toser. Tiene que respirar  varias veces y darle un largo trago a su soda para volver a hablar.


— eso suena complicado. Nadie debería castigarla por suspender un examen en el que la mayoría no va a responder ni una pregunta— Virginia se sonroja.


— no es tan complicado.


— Física me gustaba, odiaba química en la escuela… ¿Iras a la exposición de hoy?— Laith suena casual, no sé si está siendo cortes o de verdad quiere que ella venga con nosotros.


— Oh,  no. Tengo otras cosas que hacer…


— se quedara en casa fingiendo estudiar cosas que ya sabe. Que no te engañe su apariencia de chica superficial— comento, agitando el vaso de soda para que los hielos se derritan y no quede el sabor a agua.  Ella me da una patada.


— ven con nosotros, paso por ustedes. Sera divertido— Virginia me mira a mí, yo solo me encojo de hombros.


— No me mires a mí, si quieres ir vamos— el otro comentario sobre que no la dejare matarle otra vez no creo que fuera bien recibido por ninguno de los dos— Laith te está invitando.


— le diré a papá que iré con ustedes.


— ¿no te importa que la invitara? Parece que no tienen una relación tan cercana después de todo.


— La culpe por muchos años por la muerte de Zachelle— comienzo a comerme lo que queda. Nos iremos pronto ahora que ella ira y tardara más en arreglarse— aun cuando ya no se lo dije seguí casi odiándola hasta que me hicieron darme cuenta que no tenía sentido odiarla por algo que no paso. Aunque eso pasó hace mucho aún quedan secuelas en especial ahora que tú apareciste y le hiciste recordar.


— ¡Que cruel eres!


— tenía como cinco años y estaba muy triste y enojado porque ella fuera mi hermana. No entendía que no estamos en la misma vida.


— Leí que algunas veces las cosas que pasan en una vida se repiten en otra… ¿crees que deba… alejarme de ella? quiero llevarla bien con tu familia— ah, con qué es eso. Le miro, sin sonreír.


— no dejare que te mate esta vez.


—  Cállate— me arroja una servilleta.  Virginia regresa en ese momento, así que me levanto y Laith nos sigue a la salida, hoy nos encontramos aquí y él trae el auto de su tía así que no iremos juntos esta vez— pasare por ustedes en un rato entonces— me detiene para besarme, una costumbre que tiene apenas un par de días y que no me desagrada— nos vemos— se despide de Virginia con una sonrisa y agitando la mano. Ella apenas logra levantar la suya.


— Nos vemos— Virginia tiene la cara colorada mientras nos acomodamos los cascos para subir a la moto— No tienes por qué avergonzarte con Laith.


— aun no me acostumbro, siento que estoy soñando.


— así me sentía yo al comienzo. Aun me confundo a veces, pero ahora que Laith sabe sobre mis  sueños es más fácil.


— ¿No salió huyendo cuando le contaste?— se sujeta a mi cuando arranco la moto. No puedo decirle que Laith tiene un poco de temor con ella.  En casa solo quedan algunas cosas mías, ropa en su mayoría, por eso puedo venir aquí y arreglarme. Esta noche ya no me quedare aquí.


Faltan quince minutos para la hora de la inauguración cuando Laith llega por nosotros. Virginia baja las escaleras con los zapatos en una mano e intentando sujetar su cabello con la otra. Laith la sujeta cuando resbala en los últimos tres escalones.


— Cuidado.


— Virginia, no importa si llegamos tarde, pero no te rompas el cuello por favor— me gano un puñetazo de Laith en el brazo por eso.


— Aun tenemos tiempo— Fue su respuesta. Nunca he visto como mi hermana se arregla, pero logro hacerse un peinado imposible y un maquillaje decente en solo cinco minutos.  Logramos llegar justo a la hora y  como ya había sospechado aun no inicia nada. Los invitados están afuera, pero yo hago que entremos: Soy un profesor después de todo. Laith sigue riéndose cuando estamos sentados en una de las mesas.


— ¿Qué es tan gracioso?


— no pareces de los que usan su estatus para lograr algo.


— Debo estar aquí dentro, no afuera— Todo está organizado desde ayer así que no ocupamos hacer un último recorrido.  El director pasa por el centro del lugar, directo a las puertas— esperen aquí—  acompaño a los demás profesores a la puerta, y una vez que todos entran, regreso a sentarme con Laith y Virginia para escuchar el discurso y todo el rollo de la ceremonia. No es muy largo tampoco, y de inmediato continua con dos obras de teatro cortas y algunos números de baile.


— Llévanos a ver las pinturas, será bueno ir acompañado de un experto— las personas ya se han comenzado a mover, paseando a paso lento por el lugar. Sé que no ocupo explicar mucho porque yo fui de los que selecciono las obras y no son complicadas de entender pero aun así termino haciendo un recorrido con ellos.  


— Everett— Sarah llega corriendo de forma lenta y graciosa— Te necesito. Hubo un problema con el orden de las presentaciones, y no encuentro las obras para la subasta.


— estaban en el armario de la sala de profesores.


— No hay nada— ella luce desesperada. Laith me hace una seña para que vaya con ella, Virginia también. Dudo unos momentos antes de ir tras Sarah, porque aunque sea algo tonto no quiero dejar a Victoria a solas con Laith— lamento interrumpirte.


— No importa…—  nos ponemos a buscar y a llamar a cualquiera que pudiera haber movido las cosas. Otros profesores se encargan del orden de las presentaciones que no es tan grave como Sarah lo hizo parecer. Es tonto estar recordándome a cada momento que Victoria no puede matar a Laith, primero porque no tiene motivos y después porque es ilegal. Aun así pienso en las mil formas de matar a alguien en una exposición de arte— ¿las encontraron?


— ¡Sí! uno de los conserjes lo llevo a la bodega pensando que no lo usaríamos. Muchas gracias por ayudar— Sonrió y camino de regreso a la exposición. Mi hermana y Laith no están donde les deje y por unos momentos siento pánico ¿A dónde fueron? ¿Por qué no están aquí? en el escenario improvisado se está presentando un número musical supongo que están cerca. No les veo en las sillas cercanas,  voy a llamarles ya no…  ¡Ah! están allí. Evelyn también está aquí, hablando con ellos. La invite hace días pero no estaba segura de poder venir. Me siento más tranquilo al encontrarles y sonrió mientras camino hasta ellos. Los tres están hablando y se ríen antes de que llegue, yo me detengo. Les observo reír,  estar felices en este momento, pero en mi cabeza no les estoy viendo a ellos: Puedo imaginar a Vana, Sahar y Zachelle, riendo en alguna aldea  perdida en un bosque, bromeando sobre cualquier cosa. Mi pecho duele, ver como debieron ser las cosas… el final de esos recuerdos, de esa vida, debió ser ese, todos riendo felices, juntos.


— Everett ¿Qué pasa? Estas…— Sarah está a mi lado— ¿Te sientes bien? estas llorando.


— No es nada…— Evelyn es la primera que me ve. Sonríe y  me hace una seña para que vaya con ellos— Te dejo, nos vemos después— Sarah me sonríe y me despide con la mano. Atravieso el espacio que me separa de ellos.


— ¿Todo está bien?— Mi hermana parece más tranquila ahora.


— Si, encontramos todo. La subasta empezara después de los bailes.


— ¿Tu no vas a subastar algo?


— No.


— Serviría para el viaje, mañana tenemos que ir de compras— Evelyn me da un empujón mientras sonríe.


— ¿Viaje?— Virginia frunce el ceño.


— al festival del hombre en llamas.  Nos vamos pasado mañana.


—Ah, ese viaje— El resto del evento lo pasamos hablando y contándonos los planes que tenemos, sobre una fiesta que quieren hacer en mi nuevo departamento por mi  mudanza. Realmente es algo tan común, algo que haría cualquier persona, que aunque estoy feliz no puedo evitar sentir una especie de hueco en el pecho.


Laith nos lleva de regreso a casa. Dejamos primero a Evelyn y luego pasamos a dejar a Virginia a casa y saludar  a mis padres. El último trayecto es a mi nuevo departamento. La verdad me gusta mucho, es mucho más amplio que el anterior y como esta en un tercer piso tiene una vista muy bonita de la ciudad y un balcón.


— estuviste extraño ¿Paso algo?— Laith sigue conduciendo, pero ya ha bajado la velocidad para entrar al estacionamiento del edificio.


— estoy… ansioso. Temía dejarte con mi hermana y no quiero irme al festival y dejarte.


— ah… estoy sorprendido de que te vayas tan pronto, pero solo son unos días ¿no? Y tu hermana y tu amiga son agradables también ahora que nos hemos visto antes— siento que el auto se detiene, pero no abro la puerta. El vacio que he estado sintiendo se ha vuelto como un hoyo negro que se está llevando todo.  Cada vez me cuesta más respirar, y sin darme cuenta me he inclinado sobre el tablero del auto— Everett…


— tengo miedo.


— ¿Qué?


— si me voy…  si me voy y dejo de verte… ¿Qué pasa si nada de esto es real? Si al alejarme de pronto descubro que estoy soñando, despertare y no estarás allí— me falta el aire, apenas puedo respirar y la oscuridad del auto comienza a marearme— Estaré solo, en el campo de estrellas sobre… sobre… despertare solo para darme cuenta de que no estás. No quiero que pase eso, no quiero despertar y darme cuenta de que tú estás muerto y yo tengo que soportar eso— esto es como ser tragado por la oscuridad, una ola de negrura y tristeza que me sacude— estaré sobre la  tumba y…— me estrello de cara contra algo, veo un resplandeciente relámpago de luz en mis ojos. 


— ¡Everett!— estoy enderezado en el asiento del auto, la luz del interior encendida. Laith tiene un puño extendido, me ha golpeado— basta, me estas asuntando.


— lo… lo siento— jadeo, y abro la puerta. El aire frio me hace inhalar con más fuerza.  Me reclino en el asiento con los ojos cerrados— lo siento, de verdad.


— ¿Estás bien?— aun escucho el tono de preocupación en su voz. Sus dedos se sienten cálidos en mi cara, abro los ojos cuando siento que junta nuestras frentes. Me enfrento al gris de sus ojos— ¿Qué ha sido eso?


— No lo sé. Hace años que no me pasaba. Solía pasarme seguido cuando era más joven— sus manos comienzan a acariciar el cabello en mi nuca— aunque entonces también lloraba y no podía parar. Hoy fue rápido… gracias— Laith suspira.


— nada de gracias. Fue perturbador— sonrió, y levanto mi mano para acariciarle la mejilla. 


— está bien ahora. Gracias por traerme— le beso aprovechando que estamos tan cerca. Laith no responde del todo el beso— salgamos mañana, puedes venir con nosotros a comprar las cosas para el viaje. 


— iré.


— Genial— le suelto, él también lo hace. Bajo del auto, aun me siento un poco desconectado de la realidad, el suelo no se siente tan firme como debería— nos vemos mañana— le digo, asomándome por la ventanilla. Apenas llego a la puerta del edificio escucho unos pasos acercándose.


— ¡Everett, espera!— Laith me alcanza. Su mano se cierra con fuerza en mi muñeca— voy a quedarme esta noche contigo.


— ¿Eh? Pero tu tía…— Laith comienza a entrar y luego a subir hasta mi piso, jalándome con él.


— le envié un mensaje diciéndole que no iré a dormir hoy— cuando llegamos a mi puerta apenas respiro, y el mareo que siento  ha empeorado. Me sostengo de la pared mientras saco las llaves e intento abrir.


 — ¿No tendrás problemas por eso? realmente estoy bien.


— claramente no estás bien. Estas pálido, y sigues frio. Me sentiré horrible si te pasa algo por la noche, Irisa puede pensar lo que quiera pero apague el teléfono por si acaso— se me escapa una risa— vamos, desvístete y metete a la cama… espera, eso se escuchó un poco…— intento aguantar la risa mientras voy dejando la ropa regada mientras camino a la cama. Encuentro la ropa que uso para dormir, creo que podría quedarme dormido apenas cierre los ojos. Siento otra vez los dedos de Laith en mi rostro— ¿necesitas algo más?


— no.


— entonces apagare la luz ¿enciendo la lámpara?— pienso en la oscuridad llena de puntos de luz.


— No esta noche— creo que si veo eso ahora todo empeorara. Suspiro mientras me acomodo en la cama, buscando la almohada. Ya he cerrado los ojos y no me he dado cuenta. Escucho un poco a Laith moverse por aquí, pero pierdo por completo el sentido del tiempo. Me parece que pasa mucho hasta que le siento a mi lado en la cama. Me abrazo a él, aferrándome a su cuerpo como si mi vida dependiera de ello. Él comienza a acariciarme el cabello, la espalda… me relaja.


— Everett…—  no sé si me habla cerca, pero escucho su voz como un susurro muy cerca de mi oreja. Murmuro algo para darle a entender que le escucho— no tienes por qué tener miedo. Aquí estaré cuando regreses. Y, umm, esto es extraño pero… si llegas a despertar y sigues en ese mundo, entonces vuelve a dormir. Y yo aquí estaré— suspiro y me aferro más a él.


 — gracias.


— ah, mira las cosas que me haces decir— escucho que se queja más, pero no comprendo lo que dice. Me basta y sobra con quedarme así con él, sintiendo su respiración y escuchando los latidos de su corazón.

Notas finales:

Si alguien le preguntara a everett cual es su mayor miedo, seria ese. Acaba de pasar por uno de esos momentos en que la felicidad nos hace preguntarnos si lo que pasa es real.

Nos leemos la proxima semana ~ 


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