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RE- por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola ~

Espero que les guste este capítulo, disfrutenlo.

 

En la sala de Irisa de nuevo me encuentro en un dilema.  Virginia se  fue después de que fingí no entender y ella entendió que Audrey no sabía nada. Me dirigió una mirada que no pude entender antes de irse y negarse a que la acompañara diciendo que conocía el camino  y no era necesario.  Deseo estar solo,  poder pensar bien las cosas y aclarar lo que siento.


—  esta ciudad no está mal ¿estabas en el trabajo?


— no, hay un periodo de vacaciones justo ahora pero estoy trabajando en algo nuevo que quiero intentar.


— Umm— Audrey esta rebuscando en su bolso, sin mirarme. Estoy nervioso, pero ella no dice nada más— ¿te gusta estar aquí? ¿Es un buen trabajo?


— no es lo que yo esperaba, pero para ser mi primer trabajo me gusta mucho. Es inesperado.


— ¿y porque le dijiste a tus padres que te ayudaran?  Te gusta el trabajo ¿no? si te gusta no tienes por qué cambiarlo solo porque no es lo que otros esperan, es tu vida la que tienes que vivir, no la de otros— me muerdo el labio, me da la impresión de que ella no está hablando solo del trabajo.


— pero…


— solo diles que te gusta y que quieres seguir trabajando en… donde sea que trabajes. Tus padres no son estrictos y entenderán, y si no ¿no estás trabajando para lograr hacer lo que quieres?- me sonríe con una expresión presumida.


— Que graciosa— eso es justo lo que estuve diciendo desde que vine— pero sí, eso hago. No creo que irisa me deje en la calle si a mis padres no les gusta— o al menos hasta que consiga ahorrar un poco más y rentar un cuarto o lo que encuentre barato.


— ¿lo ves? siempre has exagerado todo. Si tienes problemas, yo tampoco dejare que te quedes sin apoyo, Laith, deberías saberlo— le sonrió. 


— gracias. De verdad me hace sentir mejor.


— ¿y qué has hecho por aquí? 


— aún estoy conociendo la ciudad, trabajando…- le hablo sobre mi trabajo como modelo en la escuela de arte. Ella me mira fijamente, ladeando la cabeza a la derecha y a la izquierda. También le hablo sobre mi nueva idea de promoción para la escuela.


— me gusta como suena. No logro imaginarte como modelo en una clase de arte.


— al inicio era extraño soportar la mirada de tantas personas y no moverme. Es un poco abrumador ¿quieres ver los trabajos de la escuela? Tengo casi todo terminado para mostrárselo al director— le hago una seña para que me siga  a mi habitación.  Recojo unas hojas sueltas y cosas que tengo estorbando mientras busco el portafolio con las cosas— aquí, mira ¿eh?- Audrey tiene una hoja casi en blanco desde mi posición.


— es un buen dibujo tuyo— me muestra el dibujo. Sin duda es de Everett pero no estoy seguro de si soy yo o Zachelle… o como sea, es lo mismo y no es lo que importa. Audrey deja la hoja y toma lo que le doy. Everett… reprimo un suspiro. No puedo seguir haciendo esto, hacerle estoy a Everett, a Audrey…


— es genial lo que hacen.  Si hablas como siempre lo haces te irá bien— me regresa las cosas— ¿Estuviste haciendo esto en estos días?


— sí. He estado contactando a muchas personas para terminar.


— ¿La chica con la que venias?


— Ah… no, ella no estudia allí, es hermana de uno de los profesores de la escuela— siento un malestar en el estomago. Ordeno todo en el escritorio, dándole la espalda a Audrey— ella solo me ayudo a cargar con algunas cosas y a encontrar las direcciones con más rapidez ¿Quieres que salgamos a comer? No conozco mucho pero puedo llevarte a lugares que conozco.


— Eso me gustaría mucho— siento sus manos en mi brazo, guiándome a la salida. Conozco algunas plazas y locales comerciales que pueden gustarle, aunque estando con ella aquí me siento demasiado incomodo. Soy muy consciente de su brazo enlazado con el mío mientras caminamos mirando las tiendas.  Mi malestar ya no solo es  emocional, comienzo a sentirme realmente mal físicamente. Caminamos hasta que nos cansamos, Audrey ha compadro algunas cosas, y aun así termino llevándonos hasta la cafetería.  


— ¿Dónde estás quedándote?


— esto esta delicioso… ¿Qué? ah, en un hotel. No tengo conocidos aquí y no quiero molestar a tu tía pidiéndole que me deje quedar. Además no me gusta exigir cuando llego de sorpresa.


— ya veo.


— ah, llevare algunas cosas para comer en el hotel— cuando terminamos regresamos en taxi a la casa de irisa. Audrey no me ha dicho en que hotel se queda y no hizo ningún intento por ir allá mientras íbamos de camino. No es muy tarde, y seguimos poniéndonos al día mientras vemos la televisión. Irisa me envió un mensaje diciendo que llegaría tarde hoy y que no le esperara para la cena.


— ¿Qué quieres para cenar?


— Laith…


— ¿Si? pediremos algo, porque no hemos hecho las compras y no hay mucho que hacer aquí, te gusta la comida tailandesa ¿no? debe haber un restaurant donde vendan— saco mi teléfono para buscar en internet los restaurant de la zona.


—… buena idea. Déjame ver— me siento a su lado mientras revisamos las opciones que tenemos y decidimos por uno. Ella pide la comida, y luego nos quedamos en silencio otra vez mientras vemos la televisión. Audrey es una gran fan de los superhéroes, por lo que la película tiene muchas escenas de acción y sonidos fuertes tal y como le gusta, que no es la primera vez que veo una película con ella, por eso me sorprende ver como baja el volumen un poco cuando comienzan los anuncios. La miro, pero ella sigue con los ojos fijos en la pantalla.


— ¿Audrey?


— ¿Ya me dirás a que se refería Virginia?-  me sorprende que use su nombre.


— ya te lo dije, no es más que…


— ¿acaso me crees idiota, Laith?


— ¡¿Qué?!- ella se levanta al mismo tiempo que yo y quedamos mirándonos de frente— yo nunca he dicho eso. Virginia y yo solo somos…


— No quiero hablar de ella, si no de ti. Me molesta mucho que me tomes por tonta, nos conocemos desde hace muchos años y siempre he confiado en ti y tú has confiado en mi… o eso pensaba.


— Confió en ti, Audrey— ella cierra los ojos y toma aire— lo hago, somos amigos.


— claro…  te lo vuelvo a preguntar ¿Me crees tonta?- niego con la cabeza e intento tomarle la mano, pero ella se aparta estirando la mano— Hemos estado saliendo  por años, Laith, como amigos y como pareja— remarca esa última palabra y me hace notar el error que cometí— Y nos hemos besado unas pocas veces, nunca has intentado ir más lejos conmigo que tomarme la mano, pero tomarse la mano es fácil— sus palabras me causan pánico— se bien que  tú no estás interesado en mi— veo el temblor de sus labios y su voz sale igual de temblorosa.


— Audrey…


— así que… siempre he esperado el momento en que te fijaras en otra chica, pero cuando salimos ni siquiera prestas atención, nunca te vi mostrar interés por nadie y me convencí de que tú solamente estabas bien así, que no necesitabas a nadie. No quiero creerlo, pero no soy tonta.  Una chica viene y dice que no estás saliendo con ella si no con… con… ¿Cómo no sería claro?


— estas equivocada…- pero ella me da una mirada fiera.


— Ya basta, Laith— no puedo mirarla a  los ojos— por favor.


—… tienes razón— Logro encontrar las palabras, pero mi voz apenas suena— No me gustan las chicas— veo sus zapatos acercarse, y luego el dolor de la bofetada que me da. No puedo… necesito sentarme. Me atrevo a mirarla, esperando encontrarla molesta, pero Audrey parece a punto de llorar también. Me cubro la cara con las manos— Virginia no mentía. Su nombre es Everett… lo siento, yo no quería mentir…


— lo querías, si no hubieras querido mentir no lo hubieras hecho.


— no sabes cómo es. Mi familia ¿Cómo voy a decirles? Y ellos esperan que tu y yo… ¿Que pasara con tus padres? ¿Y las empresas? Todo da tanto miedo…


— Terminamos.


— ¿Qué?- la miro entre mis dedos.


— Tú y yo. Terminamos. Me he dado cuenta de que no funcionamos como pareja y es mejor que solo seamos amigos. Eso es lo que les diré a todos— todo se pone borroso por las lagrimas— pero estoy muy enojada contigo.


— Lo siento— aun me duele la mejilla donde me golpeo— no debí…- pero aun así sus palabras hacen que me sienta muy ligero de pronto, me ha desaparecido un enorme peso de encima.


— ¿Cómo pudiste ocultarme algo así? Somos amigos. Te hubiera ayudado a resolverlo si me lo hubieras dicho antes.  Por eso fue el golpe.


— gracias.


— ¿Cuándo pensabas decírmelo? ¿Cuándo te propusieran casarnos? ¿Leyendo nuestros votos matrimoniales? ¿O quizá en la noche de bodas a punto de…?


— Audrey. No dejaría que llegara tan lejos. Vine aquí intentando encontrar un lugar donde pudiera tener algo en caso de que todo saliera mal en casa… así aquí podría quedarme, tener donde vivir y un trabajo— ella suspira y se vuelve a sentar, esta vez a un lado de mí— no sé cómo disculparme por esto.


— ya. Me sorprende y a la vez no, es extraño. Solo lamento que no me lo dijeras antes, así yo… bueno, lamento que esto pasara porque aún tenía esperanzas de que te enamoraras de mí— suspira y se reclina en mí. Las manos  me tiemblan y aun no se siento capaz de ponerme de pie. La película que veíamos ya ha iniciado otra vez, pero no le estamos poniendo atención o al menos yo no, y  es probable que Audrey ya la viera.  Nos quedamos en silencio, dejo que ella me tome de la mano y siento que por el momento no necesitamos decir nada más.


— estoy sorprendido… yo pensé que sería diferente al decirte.


— ¿Ah? No me digas, pensaste que sería una maldita bruja que montaría un escándalo y te chantajearía para que te quedes conmigo.


— claro que no pensé eso… solo esperaba otra reacción.


— quizá si fuera otra chica… pero ahora no hay nada que pueda hacer, tu y yo vamos en sentido contrario,  soy una chica y a ti no…- se queda callada y entiendo que ella no puede decirlo aun— como sea, no puedo hacer nada con eso.  


— Lo siento.


— No tienes que disculparte— el repartidor de comida llega entonces y el ambiente que estaba en la sala se pone un poco más ligero mientras Audrey recoge la comida— no es tan buena como la que compro en casa.


—Bueno, no toda puede ser igual— seguimos intentando mantener una conversación casual.  Siento que estamos siendo demasiado cordiales con el otro, supongo que nos tomara tiempo acostumbrarnos a nuestra nueva relación y los dos necesitamos tiempo para poder pensar mejor lo que acaba de pasar.


— Ah, por cierto, quiero conocerlo… a él— me atraganto con las verduras rayadas que me estoy comiendo.


— ¿Por qué? ¿Para qué?


— es lo mínimo que te pido después de haberme engañado, espera ¿¡No le has dicho que estabas conmigo!?


— Lo sabe— siento un golpe en la pierna,  por debajo de la mesa.


— Realmente eres malo, Laith— hace una mueca— Aun quiero conocerlo. No sé cuál es tu tipo, ni qué clase de persona es. Debo saber con quién te estoy dejando.


— No.


— Si no lo haces entonces le diré a todos porque te he terminado— ahora yo hago una mueca. Con Audrey nunca sé qué cosas debo tomarme en serio y cuáles no. Quiero creer que solo está haciendo berrinche  y no habla en serio con lo de decirlo— prometo no hacer una escena. Me comportare— intento imaginar qué clase de escena haría, no porque piense que lo hará,  solo pienso en qué clase de reacción tendría Everett.


— bien. Pero él no está aquí— ella me arquea una ceja— no miento, hubo un festival en medio del desierto, en nevada. Regresa pasado mañana a medio día si todo sale como planearon. Puedes preguntarle a Virginia.   


— bien, te creeré. Pero me llevaras a conocerle cuando regrese.


— sí, si…


— Entonces, me voy— me sorprende lo abrupto de sus palabras, pero ya se ha terminado la comida en su plato— creo que iré a llorar un rato a mi habitación del hotel.


— Audrey— ella se ríe. Es otra de esas cosas que no se si habla en serio o está bromeando— te acompañare, no quiero que te pierdas o pase algo— ella solo me vuelve a sonreír y no me rechaza la propuesta así que la acompaño. El hotel queda bastante lejos de la casa de Irisa, y tengo suerte de haber salido estos días o me hubiera perdido al intentar regresar.


Irisa ya está en casa cuando regreso, comiéndose la comida que dejamos antes.  Camino hasta dejarme caer al sofá, y suspiro. Necesito dormir y olvidarme de todo.


—  ¿Qué paso? ¿Sigues aburrido?


— Audrey vino. Ella… se ha enterado de que no me gustan las mujeres, y le contado todo.


— ¿Cómo fue?- lo pienso unos momentos antes de responderle.


— mucho mejor de lo que esperaba. Ella me termino y ahora solo seremos amigos. Ella… ah, ella sabía que yo no sentía nada romántico. Me siento mal por todo eso.


— te lo mereces por haberle mentido. Aunque no era tu intención, no estuvo bien salir con ella tanto tiempo si no te gustaba— supongo. Aunque me siento así, también es bueno por fin terminar con eso, decirle todo y ya no preocuparme por lo que pase en casa por terminar con Audrey.


 


Paseo todo el día siguiente con Audrey. Yo no siento que nuestra relación sea diferente,  incluso me siento mejor viéndola ahora que solo somos amigos y no tengo más que ocultarle. Audrey también parece normal, aunque si noto que evita acercarse o que a veces sin querer me toma de la mano o entrelaza nuestros brazos y luego se aleja murmurando una disculpa.


 


Hoy regresa Everett y aun no estoy seguro de querer que Audrey venga conmigo a conocer a Everett. No tengo una razón. Sé que Audrey se comportara y aunque no lo hiciera, Everett es lo suficientemente educado para dejar que le provoquen. Aun así, salgo tarde de casa a recoger a Audrey e irnos a la estación de autobuses y como es el día de descanso de Irisa, ella me prestó otra vez el auto sin problemas.


— Audrey, vamos.


— Aun no estoy lista— tengo dos llamadas  perdidas de Everett que no pude responder por ir conduciendo. También llamo más temprano, tan temprano que estaba dormido y no le respondí. Me envió un mensaje diciendo la hora aproximada a la que llegaría, y ahora estamos sobre esa hora y aún estoy lejos de la estación.


— Si no vienes ya voy a dejarte y tendrás que venir después— la insistencia de ir justo ahora es de Audrey… al menos una parte. No hay necesidad de ir justo cuando regrese, yo estaba indeciso entre ir a la estación o pasar a su casa poco después de que llegaran, al final Audrey termino por decidir.  El tráfico hasta la estación de autobuses es lento o quizá sea solo que siento que llego tarde. Encuentro un lugar cerca para estacionarme y luego llevo casi corriendo a Audrey a la entrada. Hoy no hay tantas personas entrando y saliendo como las veces anteriores que estuve aquí. No encuentro a Everett en un primer vistazo al lugar— voy a llamarle, si llegaron antes no tiene caso estar aquí.


— ¿no te ha llamado para decirte?


— iba conduciendo, además ¿Cómo le voy a decir por teléfono que estas aquí?  Le dije que vendría, pero…- antes de llamar veo a Evelyn. Por unos momentos me olvido de Audrey mientras camino hasta donde está la amiga de Everett con su familia,  y él con ellos. Everett me ve antes de que llegue,  su cabello es un desastre, luce más moreno y su ropa parece llena de arena. No puedo evitar sonreír al verle. Everett también me sonríe, la expresión preocupada que tenía antes de verme ya no está.


— ¿Por qué no me has respondido?


— eran las seis de la mañana. Intente llamarte después, pero no conecto la llamada— veo que está a punto de abrazarme y besarme, pero se detiene mirando un poco atrás de mí. Doy un paso atrás y me aclaro un poco la garganta.


— Soy Audrey, la no… Ex novia de Laith— Audrey se me adelanta al presentarse. Everett se queda mirándola un tiempo más largo del normal, dejándola con la mano extendida  hasta que también le extiende la mano.


— Mi tía me prestó su auto ¿te llevamos?- le pregunto. Everett me mueve la cabeza para decirme que si y señala hacia donde estaba.


— Iré por mis cosas y despedirme de los padres de Evelyn— Audrey se pone a mi lado, mirándolo.


— Es diferente a lo que habías dicho— me recrimina— ¿Por qué parece un vagabundo? Laith, comienzo a cuestionar tus gustos— le doy un codazo.


— Basta— aunque Everett si parece un poco desaliñado— debe ser por el festival y el viaje en el autobús— vemos como Everett se despide y regresa con solo un par de maletas, mucho menos de lo que vi que se llevaron.


— Podemos irnos— me  pongo a su lado mientras caminamos. Audrey aún me toma del brazo mientras caminamos.


— ella lo sabe— le digo a Everett, porque es lo único que se me ocurre decir— estuvimos hablando estos días, y se lo he dicho.


— Pero yo ya lo sabía— interviene— o sospechaba que había algo. Siempre hemos sido más amigos que pareja, no te preocupes.


— no me preocupo.


— ¿Tus padres no vinieron? Pensé que estarías con ellos, por eso no sabía si venir o no ¿no estás cansado?


— mis padres están ocupados, esta noche haremos una pequeña reunión en el restaurant, por favor vengan también.


— Claro— Audrey responde. Ahora comienzo  a verla como una pequeña molestia porque no puedo estar con Everett como quisiera. Llegamos al auto, y en el camino hasta el departamento de Everett, él nos habla sobre  lo que hizo y pasó en el festival. Everett se ve realmente feliz hablando sobre eso y Audrey  y yo solo le interrumpimos para hacerle más preguntas.  Cuando llegamos a la casa, no quiero solo dejar a Everett e  irme, pero Audrey no parece darse cuenta, o no quiere dejarnos solos. Everett solo me sonríe y se encoje de hombros cuando dejamos las cosas en su casa y comienzo a salir, dudo unos momentos y luego me regreso para besarle.


— Nos vemos en un rato— le digo, aunque no le suelto cuando nos separamos para respirar.


— si no te vas ahora no te dejare ir, y ella tendrá que irse por su cuenta.


— tentador, pero…- suspiro con dramatismo y me alejo. 


Las horas hasta la tarde me parecen muy largas, mas en compañía de Audrey que ahora se ha convertido en una suerte de Cupido interesada en que clase de chicos me gustan, no lo dice de forma directa  pero no para de señalar a todo aquel con quien nos crucemos.  Apenas me deja respirar. No me ayuda que cada que intento buscar la ayuda de Everett por mensajes él solo se burle  más hasta que dejo a Audrey en el hotel con la amenaza de irme y dejarla si no esta lista cuando regrese.


 


Me pierdo un poco al intentar llegar al restaurant de los padres de Everett, las veces que he venido antes Everett me trajo. Una parte de las mesas están ocupadas por personas que logro reconocer. Virginia me mira fijamente, incluso veo que su expresión ya no es tan alegre cuando me ve.


— Ah, pero si eres tú, el chico de los sueños de Everett— ah,  la dueña de la tienda esotérica. No recuerdo su nombre. Le sonrió— Everett esta por allá— señala como puede con una mano, porque va cargando varios vasos de soda.


— Gracias—  parece que Everett me escucha, porque le veo levantarse de una de las mesas y hacerme un saludo aunque no viene de inmediato.


— ¿Qué es todo eso que dijo?- me pregunta Audrey.


— Nada—  me abro paso entre las mesas hasta encontrar una vacía, con Audrey mirando todo mientras caminamos— el local es de los padres de Everett. A veces trabaja aquí también.


— oh, vaya… bueno, admito que también se ve diferente ahora que no parece vagabundo— miro a Everett, el tono moreno que tiene después de esas vacaciones me parece muy sexy. Me hace pensar cosas relacionadas con una cama y nada de ropa. Desvió la vista— ¿Laith?


— ¿Qué?- Audrey no dice nada más porque Everett llega con una pizza  y unos vasos vacios que nos levantamos a llenar. Everett se sienta a mi lado con mucha tranquilidad y ahora es él quien comienza a hacerle preguntas a Audrey.


— ¿Qué clase de arte enseñas? Laith me dijo que trabajan en la misma academia.


—  normalmente es principios básicos o en las clases avanzadas también enseño sobre paisajes o retratos.


— Everett también hace comics— comento, al recodar el gusto de Audrey por los héroes.


— Aun no me dicen si enseñare sobre eso este año.


— ¿Qué clase de comics? ¿Cuántos? ¿Son solo privados o los publican?- parece que Audrey saltara sobre la mesa. Everett parece incomodo como cada que mencionan los comics que hace. Yo me rio y busco en mi teléfono algunos de los que tengo disponibles y se lo paso a Audrey.


— no es gran cosa… aunque no he hablado con la persona que revisa mis trabajos.


— ¿tú haces esto?


— También ha ido a exposiciones de comics como invitado.


— Laith, por favor, suenas como mi mamá— Audrey y yo nos ponemos a reír muy escandalosamente— solo son eventos pequeños.


— Pues investigue un poco y no son tan pequeños— le saco la lengua.


— ¿Comi-Con?  


— ah— Everett sonríe— he ido dos veces pero como espectador— y como si fuera lo más normal del mundo los dos se ponen a hablar de ese evento y de comics al punto que me siento más perdido que un daltónico jugando  al twister.  A decir verdad, no me importa mucho, me alivia mucho ver que las cosas no están mal, mientras que a Audrey no se le ocurra mudarse también.


— deberíamos  juntos alguna vez.


— ¿Qué? Espera…- ya no se dé que hablan, les miro preguntándome en qué momento se hicieron tan amigos— ¿A dónde?


— A la Comi-con, por supuesto— sonríe—Ah, Laith deberíamos irnos ya, es un poco tarde— por reflejo miro la hora, Audrey tiene razón, además ya no queda mucha gente en el local— Y tu,  voy a leer todos tus comics aunque aun no te perdono que te  robaras a Laith.


— Le he esperado toda una vida y otra más. No voy a dejarle ni darme por vencido con él tan fácil después de tanto— lo dice con tanta seriedad que me siento acalorado. Audrey se queda sin palabras por primera vez. Nos despedimos de los padres de Everett y salimos del local. Realmente es tarde.  Audrey no dice nada de camino a su hotel, en la oscuridad del auto pienso que se ha quedado dormida, y pongo música en lo que llegamos.


— ¿De dónde sacaste a Everett?- me pregunta cuando nos detenemos frente a la puerta del hotel. Ella no abre la puerta, ni se mueve.


— Pues…- me doy cuenta de que solo es  una pregunta al aire, no espera que responda.


— entiendo porque estas con él, pero…- abre la puerta y la luz dentro del auto enciende unos momentos— si tú lo arruinas, alguien podría robártelo. Quizá sea yo— me guiña el ojo cuando cierra la puerta y escucho sus risas.  Ah, ella no tiene remedio. Realmente ha sido un buen día, las cosas salieron  muy bien, y me hace pensar si todo será así ¿Exagere tanto con lo que pensaba?  Sé que no todo serán cosas buenas, pero saber que ahora ya no tengo que mentirle a Audrey… se siente bien.  Solo me hubiera gustado pasar más tiempo con Everett hoy, apenas y pudimos hablar a solas.


Aún estoy lamentándome por no estar con Everett cuando llego a la casa. Apenas bajo del auto, veo a alguien acercándose a mí.


—  No seas tan silencioso por la noche, pensaran que eres un ladrón— me quejo cuando veo que es Everett.


— Lo siento, estaba esperándote— como si no supiéramos hacer otra cosa, nos besamos. Un beso largo y nada suave, que me da la sensación de estar devorándonos. Me reclino en el auto, y nos besamos hasta que me falta el aire— ¿Quieres venir a mi casa?- su voz y sus palabras me dan un escalofrió.


— ¿Con tus padres?-  Everett se ríe tan fuerte que tengo que besarlo para callarle.


— Claro que no, ¿Por qué vendría  aquí si no fuera a llevarte a un lugar a solas después?- noto nuestras manos bajo las ropas.


— Vamos— Everett me toma de la mano, distingo la motocicleta un poco más allá de la casa. La noche es joven después de todo.

Notas finales:

Nos leemos hasta el viernes!!


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