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RE- por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola~

 

Casí se quedan sin capítulo porque... ¡Olvide que era viernes! jajaja, por suerte pude recordarlo a tiempo, asi que todo en orden. Espero les guste el capítulo.

Es tan cómodo…. Una de esas ocasiones en que la cama se siente tan cómoda, el calorcito es agradable, no hay mucho ruido y sabes que hay cosas que hacer pero no importa, porque la cama es cómoda y calientita y porque solo importa la cama; no sé si estoy en casa, en una tienda de campaña en el desierto o en algún otro lugar, solo sé que no quiero moverme. Ni siquiera abro los ojos. ¿Por qué he despertado? Quiero volver a dormir. La cama se mueve, y entiendo porque me he despertado.

— ¿Es muy tarde?— Laith jadea, conteniendo un grito.

— no hagas eso de nuevo, me asustaste.

— No quería hacerlo…— las luces de la lámpara se mueven despacio por la habitación y las veo moverse sobre el cuerpo casi desnudo de Laith mientras camina a la puerta y sale.  Después de dormir en una tienda de campaña por una semana, estar aquí y con Laith es como estar en el cielo.

— ¿No extrañaste esto en medio del desierto?— Laith está señalando las luces de la lámpara cuando regresa con un vaso de agua. No me lleve la lámpara al festival.

—  no la necesito ¿Alguna vez has estado por la noche en medio del desierto?— niega con la cabeza— bueno, no necesitas una de esas cuando puedes ver estrellas reales— deja el vaso en el mueble y se vuelve a meter a la cama, pegándose a mi— Tienes los pies fríos— me quejo, Laith solo se pega más a mí— te llevare alguna vez.

— umm ¿A cuántos lugares quieres llevarme?— Finjo pensarlo unos momentos, aunque no necesito hacerlo.

— quisiera ir contigo a todos los lugares que pueda. No importa a  cuantos.

— eso es muy… profundo. Sí que te gusta viajar, sería interesante aunque tienes que decirme antes para poder pagar mi parte porque no pienso dejar que me pagues todo.

— ¿Por qué no? todos quieren viajar gratis, incluso  yo acepte que Audrey pagara las entradas a la Comi-Con y que usemos su auto para ir.

— ah, sí, hablando de Audrey ¿no es un poco extraño que te lleves tan bien con ella?

— ¿Por qué no debería? Ella es agradable, es un poco como Evelyn. Es extraño que no aparezca en mis recuerdos— tengo muy presentes los sueños que he tenido y nunca la vi antes, por más que intente recordar si la había visto no tuve ningún recuerdo. Había esperado que ella también estuviera en esa vida pasada— fue extraño tratar con alguien cercano y que no recuerde… bueno, con mis padres debió ser así. Aunque también puede que no la recuerde porque no trate mucho con ella.

— No me refiero a eso, eso es más perturbador. Yo esperaba… bien, no sé qué esperaba, que ella fuera indiscreta o que tú no quisieras hablar con ella.

— ¿esperabas que nos lleváramos mal?

— estuve saliendo con los dos al mismo tiempo. No me había dado cuenta de lo mal que me sentía por eso hasta que ella me reclamo. No le molesto que me gustaran los chicos, solo el hecho que no le dijera.  Además ¿es normal que se lleven bien la anterior pareja y la actual?

— No lo sé, pero no puedo sentir celos de ella porque tú no estás enamorado de ella y estás conmigo— Laith se queda callado, luego se apoya en la cama para mirarme.

— ¿y que si yo fuera una persona horrible y hubiera jugado con los dos? Si también quisiera estar con Audrey o no solo con ella, si me gustara tener muchas parejas y no tener nada estable con ninguna ¿Qué pensarías de mí?

— es complicado. Posiblemente te diría que eres un idiota por eso, si no tuviera estos recuerdos, esos sueños, creo que pasaría de salir contigo— Laith me sigue mirando, esperando— pero como los tengo, si tu quisieras estar con alguien más, intentaría convencerte una y otra vez así tuviera que esperar por años a… bueno, no podría decir que estuvieras en una relación conmigo, pero si a que fuéramos cercanos al menos. 

— ¿Tanto te importa Zachelle?

— Laith, es más… no es… no sé cómo puedo explicártelo.

— ya sé que temes asustarme y que te crea loco, pero yo he sido quien he mentido y mantenido una doble vida. Solo quiero entender un poco todo— suspiro ¿Dónde quedo mi mañana tranquila? No quiero hablar de eso justo ahora que estoy tan feliz— Everett.

— Ya. No es como que elija a uno, es más como que esto es una segunda oportunidad. No puedes imaginar cómo es vivir de esta forma, saber que estas aquí y a la vez no, buscar algo que nunca encontraras. Yo era muy pequeño para entender que pasaba, yo solo quería volver a los bosques, a los lugares que creía conocer y con las personas que conocí. Mis padres siempre me decían que no existía y eso se sentía como si me faltara una parte importante.

— eso es… no tenía idea.

— todos me decían que solo tenía mucha imaginación, lo llegue a creer un tiempo hasta que vi a Evelyn en la escuela. Allí supe que yo no tenía mucha imaginación, pero seguía sin entender. Lo demás es un poco de lo mismo, tuve que aprender a vivir con eso y separar la realidad de ese sueño, esa otra vida o lo que sea. Mi padre tiene razón al decirme que eso ya no lo puedo cambiar, no puedo hacer nada allí más que ver una y otra vez lo que pasa.

— Haces que suene mal— Parece que Laith está a punto de llorar.

— no todo es malo, eso solo fue mientras crecí. Hay muchas cosas buenas también en eso. Aunque imagina mi disgusto cuando me di cuenta que mi hermana era la misma chica que te mato— lo digo con intención de bromear, pero Laith no ríe. 

— ¿Cómo fue eso? ¿Cómo fue la muerte de Zachelle?— me levanto de golpe, haciendo que él ruede un poco en la cama.

— no, no lo puedo hacer. Tienes mis dibujos para saber lo que paso— pensar en hablar de eso siempre me hace sentir mal, ya es malo recordarlo ocasionalmente y tenerlo siempre presente como para entrar en detalles— sé que no es muy detallado, pero los recuerdos siempre terminan allí. 

— Entiendo ¿Cómo terminaras la historia?— su cuerpo se pega al mío, apoya la cabeza en mi espalda y sus manos me hacen cosquillas cuando me abraza— será difícil tener un final si no lo recuerdas.

— Ya improvisare algo...— Laith me jala a la cama, y yo no opongo resistencia. Después de pasar toda una semana alejado de todo, pude pensar las cosas un poco mejor— no quiero ser una molestia— Laith se ríe mientras me besa,

— ¿A qué viene eso?

— si estoy mucho contigo, si soy demasiado empalagoso y quiero estar todo el tiempo contigo. Puede ser molesto a veces no tener tiempo para otras cosas— Laith se detiene. 

— ¿es molesto eso? yo… creo que también he hecho eso. A mí no me molesta todavía porque puedo molestarte un poco cuando estamos juntos. Me gustas, te dije que perseguirte después de ese primer beso que me diste posiblemente hizo que me enamorara de ti— Aunque eso es obvio, escucharlo… el calor me sube a la cara al mismo tiempo que siento como si le dieran cuerda a los latidos de mi corazón— oh, por… realmente eres…—  lo que soy, no lo llego a escuchar porque Laith se arroja sobre mí y me besa. Soy muy consciente de todos los lugares donde nuestros cuerpos se rozan.

— Laith…— le aparto un poco, pero Laith no cede. Me mira, muy cerca.

— ¿no podemos? Te extrañe mucho— incluso me parece que hace un puchero cuando lo dice, y cualquier cosa que pensaba decir se borra de mi mente cuando le veo, joder ¿Cómo puedo decirle que no? mi boca un lo intenta, porque balbuceo algunas cosa pero finalmente me rindo cuando me besa.  La forma en que nuestros cuerpos parecen tomar el control, dejando a un lado nuestros pensamientos… No hay prisa, no hay nada más que nosotros dos justo ahora. Nos besamos con lentitud, y con esa misa lentitud dejo que mis manos le toquen y le acaricio.  Me gusta tocarle el cabello, recorrer con mis dedos las marcas de su hombro y luego besar ese lugar.

A veces mis manos comienzan a temblar mientras le acaricio, porque una parte de mi aun no cree del todo que esto esté pasando. Laith me abraza, y puedo sentirle contra mí, oler el aroma de su cabello, sentirle cálido y vivo.

En la cama iniciamos una pelea de besos y caricias por ver quién toma el control, las pocas ropas que llevamos se pierden en la habitación cuando las arrojamos sin cuidado, el frio se aleja para dejar paso al calor y la sensación de fiebre que hace que todo desaparezca. Nuestras manos no se detienen al momento de tocarnos, siempre intentando ser quien toca más.  Bajo mis manos por su espalda, sintiendo como tiembla al sentir la caricia,  su cabeza apoyada en mi hombro mientras sus suspiros se convierten en jadeos. Un dolor suave hace que se me escape un jadeo, sus dientes se clavan en mi cuello y sé que quedara una marca. No es la única marca que hace, y estoy tan distraído que no noto cuando dejo que Laith tome el control, lo próximo de lo que soy consciente es del placer que siento en la entrepierna cuando Laith comienza a dar caricias más intensas que me hacen temblar y perderme en las sensaciones, en sus manos tocándome, y por eso noto tarde cuando una de sus manos va más abajo.

— Laith.

— ¿No puedo?— su voz es un jadeo, esta vez no hay gestos tiernos, solo su rostro mirándome con intensidad, con las luces de la lámpara moviéndose y dejándome ver sus ojos brillantes, su boca entreabierta mientras intenta respirar…  mi boca emite una mezcla de quejido y  soy yo quien le abraza y le besa, Laith lo interpreta de la única manera posible y de cualquier forma, placer es placer. Incluso mi cuerpo busca su toque, moviéndose hacia las manos de Laith. Intento sofocar mis jadeos y gemidos cuando le siento entrar en mí. De algún modo nuestros cuerpos siempre encuentran la forma de seguir el mismo ritmo, nos movemos siguiendo los movimientos del otro. Me concentro en la respiración irregular de Laith,  en las muecas que hace mientras me mira. El final me toma por sorpresa,  los escalofríos y la sensación de calor que se concentra en mi estómago y luego parece explotar enviando un agradable cosquilleo por todo mi cuerpo.

Laith cae sobre mí,  siento su respiración acelerada en mi cuello, y no se mueve cuando le toco aunque sé que está despierto porque se aferra a mí  cuando le empujo.

— No puedo respirar— Laith solo emite unos quejidos, pero no se mueve. Tengo que ser yo quien se retuerce para quitármelo de encima. Y aun así se abraza a mi cuando lo alejo un poco— que va, esto será inútil ¿Cierto?— creo que ahora si se quedo dormido. Suspiro, sintiendo también el adormecimiento  tranquilo.

 Cuando despierto otra vez, hay un poco mas de luz en la habitación pero la lámpara sigue enviando luces por la habitación. Qué extraño ¿Laith sigue dormido? Yo ya no tengo sueño y quiero levantarme de la cama. Laith no se mueve cuando me levanto y voy al baño, incluso cuando me doy un baño largo y busco ropa limpia en la habitación me parece escuchar que ronca un poco. Sonrió y le dejo dormir en la habitación, porque yo tengo hambre y se me han ocurrido bastantes ideas para dibujar.  Me llevo mi cuaderno y algunos lápices a la cocina.

— maldición…— no hay nada en el refrigerador. Lo vacié antes de ir al festival, aunque no está vacío, la leche ya esta mala y solo quedan algunas verduras que no tienen un aspecto agradable. Quiero comer algo. Ya casi es medio día, y lo único que se me ocurre es pedir comida a domicilio y aprovechar el tiempo para dibujar.  Pongo música a un volumen bajo y comienzo a dibujar y a terminar algunos dibujos que tengo pendientes, redibujar en electrónico… estoy tan concentrado que cuando llega la comida siento que han pasado solo unos minutos.

—  Esto me es familiar— Laith me abraza por la espalda y tengo que cuidar que no se me caiga la comida— también era sushi entonces, y también estabas dibujando. 

— ¿tienes hambre?

— Mucha— se sienta junto a mí y se pone a revisar la comida que pedí— no preparaste tú la comida… es extraño, siempre pensé que serias del tipo que prepara un desayuno por la mañana después de pasar la noche con su novio.  

— Mi refrigerador está  vacío, y con lo que tengo no podría hacer nada— no menciono que también ya es más la hora de comer que desayunar.  Laith se ríe— quizá podría llevarte a la cama galletas con agua y azúcar.

— Esto está bien— se lleva a la boca un trozo grande de comida— Audrey me ha enviado un montón de mensajes, se irá hoy por la noche y quiere que la acompañe a la estación.

— Umm ¿Debería acompañarlos también?— Laith se queda pensando, sin mirarme.

— si quieres. No creo que a ella le moleste— quiero preguntarle si a él le molesta, pero solo me en encojo de hombros. Ella no es una amiga aun, solo alguien que conocí y con quien me lleve bien y no tengo porque ir también.

— No iré.   Despide a tu amiga…. Luego planeamos nuestra siguiente aventura— Laith me sonríe y sé que todo está bien.

 

Después de unos pocos días más de vacaciones, el nuevo curso inicio.  Laith no viene a la primera reunión en donde nos dan los horarios, aunque no me sorprende, pues ha estado un poco  sospechoso los últimos días y no quiso decirme que es lo que estaba haciendo.

— Tienes más horas— Observa Sarah al ver mi nuevo horario. Yo apenas le he dado un vistazo por estar pensando en Laith— ¡Enseñaras comic!— no sé si me sorprendo mas de escucharla hablar tan alto o por ver las clases que había pedido.

—  Segundo año— murmuro al ver— ¿Realmente hay alumnos que se inscribieron a esto? ¿Por qué no me dijeron nada? no he preparado material para una clase de ese tipo.

— Alguien pensó que podrías hacerlo bien— la voz de Rainer nos hace pegar un salto a Sarah y a mí— es una clase tentativa, se pondrá una lista esta semana para los alumnos que quieran aprenderla.

— bien.

—  esperamos más alumnos este año, así que espero sus programas de clases en mi oficina lo más pronto posible.

— Si— Sarah me mira, preguntándome con la mirada eso que no se. Me encojo de hombros.

— siempre me olvido que primero tienen que inscribirse ¿Quieres que hagamos los programas juntos?

— Claro— crear la programación de las clases es sencillo aunque entretenido, si es un curso que ya hemos dado antes usamos los mismos programas que otros años y solo ajustamos las fechas y a la cantidad de grupos que tendremos— ¿No estás emocionado por tener más clases?

—  sí, lo estuve pidiendo mucho aunque no esa clase. Tendré que hablar con el director para saber qué es lo que quiere que enseñe en sí ¿tu le comentaste algo?

—  Yo no lo hice— suena un poco alarmada— pero él…— se queda callada, con la misma expresión alarmada y se lleva las manos a la boca.

— ¿Quién?

— Laith, fue a mi casa en vacaciones a pedirme algunas cosas porque estaba trabajando en algo ¿no te ha dicho nada?

— oh. No— así que es por eso que está siendo tan misterioso— supongo que olvido mencionarlo— continuamos arreglando nuestros programas, incluso a Sarah se le ocurren nuevos temas que incluimos.

— ¿Qué harás ahora?— me pregunta cuando terminamos. Veo la hora.

— iré a darme una vuelta por la cafetería a ver en que puedo ayudar, y organizar la nueva clase con lo básico al menos— cierro el aula cuando terminamos y caminamos a la salida. Mientras lo hacemos vemos a un grupo de personas caminando por otro pasillo al otro lado del pequeño cuadrado que hay por patio— ¿Es un recorrido?

— Nunca vi…— dejo de escucharla cuando veo quien está dirigiendo al grupo: Laith.   Se queda callado cuando nos ve, y luego nos saluda con la mano mientras sonríe— eso me ha sorprendido.

— Sin duda— continuamos caminando al mismo tiempo que el grupo. Antes de subir a la motocicleta le envió un mensaje a Laith y me voy sin esperar respuesta.

La cafetería de Daphne tiene muchos clientes el día de hoy, y Evelyn no está así que cuando llego, Daphne se me echa encima. El olor a café  e incienso me llena la nariz, aunque no es un olor que me desagrade. No puedo evitar reírme de que mi hermana y Laith prefieran otra cafetería, a ninguno le agrada mucho la tienda esotérica.

— Ay, Everett, estaba por  volverme loca.

— Yo me encargo aquí, aun tienes personas esperando a que les digas su futuro— me quedo en el mostrador, sirviendo café y cobrando por las cosas que se llevan. A veces garabateo una que otra nota en un pedazo de papel, ya sea sobre las clases o sobre mis propios comics. Después de un rato estoy tan relajado con la  música de fondo y el aroma de la tienda, que no noto cuando Laith llega.

— hey— esta frente a mí, sentado en un banco que arrastro para ponerle frente a la caja registradora— que trabajador, chico guapo… oye, eso duele— se  queja cuando le golpeo con la libreta de las ventas.

— ¿Por qué no me has dicho que Rainer me iba a dar clases de comic porque tu se lo sugeriste?

— ¡Yo no sugerí nada!

— ¿No? ¿Y qué hay de ese recorrido?— no le estoy recriminado, solo es una burla porque es obvio que él tiene algo que ver con eso. Laith sonríe y apoya las manos en el mostrador para inclinarse a mí. 

— le pedí al director dejarme promocionar la escuela. Cuando te fuiste me puse a crear un libro de evidencias de lo que hacen allí, luego hice una presentación y se lo mostré al director la semana pasada cuando casualmente mi tía lo invito a cenar.

— aja, casualmente.

— sí, le gusto mucho la idea y me dijo que ya había pensado en hacer algo como eso pero no tenia forma de pagar a alguien para que hiciera ese trabajo sin recortar el sueldo de los profesores— eso me interesa, siempre me pregunte porque Rainer no hacía más cosas en la escuela— entonces, estaré haciendo ese trabajo además del de modelar por el mismo pago y recibiré una compensación por cada persona que se inscriba por mí, usaremos ese método este año para ver cómo funciona.

— entonces por eso dijo que espera más alumnos.

—  ¡Sí! he estado haciendo mi trabajo y ya hay algunas personas que se inscribieron, son solo unas pocas pero…

— Eso es bueno— Laith sonríe y me besa.  Daphne sale de la salita donde atiende a los clientes justo cuando nos besamos, no nos dice nada pero nos sonríe levantando los pulgares antes de llamar a la siguiente persona.

— ¿Necesitas ayuda aquí?

— no, ya está todo tranquilo. Solo tengo que hacer un programa de clase nuevo y ni siquiera sé que es lo que quiere Rainer.   

— Bueno, posiblemente usé algunos de tus comics para mostrar tu trabajo y a Rainer le gustaron. Hice eso con todos los profesores—  discutimos un rato sobre los comics, el trabajo y las clases nuevas. Hasta la hora de cierre que la tienda se queda sola, Daphne se acerca a nosotros son una sonrisa y dos pequeñas bolas de tela oscura.

— un regalo por ayudarme.

— Gracias— Laith la toma aunque parece estar pesando si dentro no habrá alguna parte de animal. Yo solo la tomo sin decir nada.

— ¿No quieren que les lea el futuro?

— eh…

— estamos bien así.

— espera, yo… si quisiera preguntar algo— antes de que me dé tiempo de decir algo mas, Daphne arrastra a Laith hasta el fondo de la tienda.  Ah, realmente Laith no deja de sorprenderme.

Cuando salimos a la calle al fin, Laith tiene una sonrisa que no puede borrar de su cara y ha estado así desde que salió de la tienda de Daphne.

— ¿Buenas noticias?

— Algo así… ¿Por qué nunca has querido que ella te lea el futuro?

— lo hizo una vez, aunque no le di permiso.

— ¿No crees en el futuro?— me encojo de hombros.

— pienso que es mejor no saberlo. Y me basta con saber lo que ya se— le tomo de la mano cuando cruzamos hasta el lugar donde deje la motocicleta.

— ¿Y qué es lo que sabes, señor misterioso?— me da un codazo. Me quedo callado, pero no porque no quiera responderle, solo estoy intentando ordenar mis pensamientos para que salgan de manera correcta.

—  el futuro no me importa mucho porque sé que siempre hay otro. Si no es en esta vida, será en la próxima— Laith se queda con las manos alzadas mientras intenta ponerse el casco— Estoy tranquilo ahora porque te encontré, y te volveré a encontrar.

— No te perdonare si no cumples eso—  me pongo a reír, estoy muy feliz como para evitarlo.

— Una y otra vez si es necesario— le beso y luego le pongo el casco y se lo ajusto— Aunque tú no lo recuerdes.

— Daphne nos regalo unas pulseras de pareja— comenta, aunque no hemos abierto las bolsitas—  ¿Podemos ir a algún lugar a cenar?—Y luego  todo sigue con normalidad, como si nada hubiera pasado, como siempre debió haber sido. 

Notas finales:

Gracias por leer!!

 

Hasta el proximo viernes


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