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RE- por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola

 

espero que la esten pasando bien estos días. Les traigo un pequeño regalito dulce en esta historia, espero que les guste.

 Llueve.


Me gusta la lluvia, y los días nublados también. Cuando pasa,  me gusta tomar un paraguas y caminar por la calle cuando ya no esta tan fuerte. Creo que si hay algo más que me guste que los días nublados son los días con niebla, son más raros, pero los disfruto mucho más.  Hoy llueve, y ni siquiera me molesto en detenerme para usar el impermeable y dejo la que lluvia me moje de camino a casa.  El estacionamiento para la motocicleta tiene techo así que dejo de mojarme cuando llego y camino chorreando agua y haciendo un ruido con mis zapatos mojados.


Las llaves se me resbalan dos veces cuando intento abrir la puerta, pero al fin la puedo abrir. Sentir el calor del lugar me hace dar cuenta de que estoy helado por la lluvia. Tras de mi escucho que se abre otra puerta y la voz de la vecina y otra voz que conozco muy bien.


— debería sostenerse ahora.


— gracias por ayudarme.


— Gracias por las galletas ¡Everett, espera!— escucho los pasos por el pasillo— Wow, estas empapado— Laith se detiene justo cuando me iba a abrazar— vas a enfermarte si te quedas mucho tiempo así.


— no me enfermo mucho.


— pero… estas helado. Vamos, vamos— me empuja y cierra la puerta— tus cosas se mojaron.


— la mochila es impermeable, solo se moja por fuera, deje mi teléfono dentro. Llevo mis dibujos allí, no puedo dejar que pase algún accidente así que conseguí esa mochila— Laith  la está mirando como su fuera la cosa más genial de universo. Me rio, porque hace tiempo que la compre y no pienso cambiarla pronto. Me saco los zapatos, dejándolos de paso.


— eso tiene sentido.


— Por supuesto ¿a qué hora llegaste?— pregunto, mientras intento sacarme la camisa empapada.


— desde que termine con el recorrido. No hay clases para modelar, fui a comer a casa, pero irisa otra vez tenía a su novio en casa y es realmente incomodo ¿sabes? ¿Nosotros somos así cuando estamos juntos?— ah, por fin libre de la camisa. Me encuentro con los ojos grises de Laith, no ha dejado de mirarme desde que llegue, al punto que siento el peso de su mirada sobre mí.


— ¿Qué dices?


— que si somos igual que mi tía y su novio cuando estamos juntos— no conozco a la persona quien sale la tía de Laith, pero no necesito pensar mucho para responder.


— estoy seguro de que si— le sonrió— entonces ¿te quedaste esperando fuera?


— hasta que la vecina me llamo porque necesitaba colgar unos cuadros de fotos y no alcanzaba a poner los clavos. Me dio galletas. Con chispas de chocolate— me gustan mucho esas galletas, quizá haga unas porque se me han antojado. O salga  a la tienda por un paquete.   


— Umm— me doy la vuelta para entrar a la habitación y pasar al baño, pensando en las galletas.


—  voy a… a calentar… comida o algo—  le hago una seña con la mano para que lo haga. Realmente no me importa mucho si lo hace o no, no me molesta haber terminado así, además preparar té no es complicado y siempre tengo muchos porque Daphne me da muestras gratis o si me gusta mucho compro yo mismo de los que vende en la tienda.  Dejo los pantalones en el suelo cuando entro a la regadera, el agua caliente me da un escalofrió, se siente muy bien después del frio. Suspiro, cerrando los ojos. Aún estoy sintiendo el agua en mi cuerpo cuando siento algo más.


— ¿y qué paso con eso que ibas a calentar?


— decidí que esto es más importante.


— te tomo menos de un minuto decidirte, desvestiste y entrar aquí— reprimo el tono alegre de mi voz, aunque no logro mucho son la sonrisa. Siento las manos de Laith abrazarme, su respiración en mi oreja mientras me besa.


— ¿Qué puedo decir? debo asegurarme de que todo esté en orden por aquí. Además ¿no es más importarte calentar tu cuerpo ahora? conozco una forma más rápida que el agua caliente— se me escapa la risa, pero me doy la vuelta, pasando mis brazos por su cuello para besarle. Su boca aún tiene el sabor a las galletas con chispas de chocolate.


— eso que dijiste suena como si fueras un  depravado.


— no parece que te moleste. Además, no puedes solo desvestirte delante de mí y esperar que me quede mirando. 


— en serio…— me besa y no me deja terminar lo que pensaba, ¿Qué iba a decir? bah, de seguro no era nada importante, no puede ser más importante que esto, que estar con Laith justo ahora. La sensación de su piel mojada frotándose con la mía me está poniendo duro— Laith… Laith, espera…


— umm.


— Si hacemos esto aquí vamos a caernos— o algo así, me cuesta pensar con sus manos tocándome y su cuerpo desnudo delante de mí.


— Pero…— hace un puchero, su rostro mojado, sonrojado y con el brillo de la lujuria en su mirada. Una leve ola de placer me recorre el cuerpo.


— Maldición— murmuro, y solo estiro mi mano para cerrar las llaves de agua y luego empujarme contra él y besarlo, golpeamos en el muro, el gemido de incomodidad de Laith muere en mi boca.  Beso las marcas del hombro de Laith, sus manos se aferran a mis hombros y yo no puedo dejar de mover las mías, tocándole.  Su cadera se mueve, frotando nuestras entrepiernas, un movimiento lento y muy placentero que hace que solo pueda pensar en nuestros cuerpos desnudos y juntos. Mis manos se mueven, una hacia su cadera y la otra hacia su entrepierna. Escucho su gemido, medio ahogado por mi cuerpo.  En lugar de empujarme, sus manos se aferran a mi cabeza con rudeza para besarme, el beso cargado de lujuria, nuestros cuerpos se mueven al mismo tiempo, buscando el placer en el contrario, gimiendo cada vez más alto cuando las caricias se vuelven más rudas, más precisas.  Me muerde el hombro cuando termina,  sentir todo eso, me hace terminar a mí, y quedamos los dos jadeando, sujetándonos del otro, sintiendo la calidez de nuestros cuerpos.  Laith aún sigue apoyando su cabeza en mi hombro, siento su respiración, y luego besos, subiendo hasta mi cuello, sigue con las caricias poco después, sus dedos tocándome apenas la piel en movimientos lentos, trazando figuras que no me molesto en identificar— Laith…


— umm


— Aún tengo frio— una sonrisa perezosa se extiende en sus boca, luego me besa, su mano en mi nuca para impedir que me aleje, aunque no quiero alejarme. Le pego a mí, mus dedos en su cadera, resbalando con facilidad por el agua hasta su trasero. Siento como se inquieta con mi toque. Me detengo, dudando si seguir con esto o no… no, no hay que dudar nada si no está de acuerdo.  Sus manos detienen las mías cuando las quiero apartar, y solo nos miramos un momento, una silenciosa confirmación antes de besarnos y seguir.  No sé en qué momento pasamos de eso a estar en otra posición, solo soy consciente del trasero de Laith, en el placer que siento  al empujar sus caderas, al escuchar su voz, sus gemidos, el calor que se extiende por mi cuerpo y los escalofríos de placer que me hacen terminar.


 


Escucho los truenos de la tormenta, pero me siento demasiado perezoso para moverme además,  estoy dentro de la casa y no tengo que preocuparme por nada. Laith sigue a mi lado, acostados en la cama desde que salimos del baño.


— ay, Laith, tus pies están fríos— él murmura algo, y enreda más sus piernas en mí. Esto es… esto…  le abrazo, solo necesito eso ahora.


— hey, estas muy cariñoso hoy— no le respondo, solo me quedo así. Él parece entenderlo, porque solo me da unas caricias en la espalda, unas caricias que no tienen nada de parecido con las de hace unos momentos en el baño— ¿aun tienes frio?— niego con la cabeza, sin soltarlo— me está dando hambre.


 — No voy a soltarte  nunca— se ríe y también me abraza.


— eso sonó muy infantil, es adorable—  aunque sí quiero hacerlo, quedarme así para siempre y olvidarme de todo, sé que no es posible y solo nos quedamos un rato más hasta que me da hambre también  a mí y él me manda a la cocina por comida. Caliento algunas de las sobras que tengo en el refrigerador y caliento agua para el té. Me llevo todo a la habitación, ya que Laith no ha salido de allí.


— tengo demasiada hambre para preparar algo, ¿sabes? solo calenté lo que había, pasta y albóndigas de carne.


— Comería lo que sea ahora mismo— sus ojos me siguen todo el camino hasta que me siento a su lado y le paso un plato y un tenedor. Enciendo la televisión y dejo que él escoja que ver mientras comemos.  Cuando terminamos dejo los platos en el mueble y me vuelvo a acostar en la cama, con Laith casi encima de mí.


— Estaba pensando…— comienza a decir, y su mano se mueve sobre mí para dirigirse a mi pelvis, sobre la pierna izquierda— un tatuaje.


— ¿un tatuaje?


— Te verías condenamente sexy con un tatuaje aquí— me rio, negando con la cabeza— es en serio, desde hace un rato lo he pensado ¿sabes? algo que solo… algunas personas puedan ver— umm, creo que estuvo a punto de decir “Solo yo”


— ¿Algo como qué?— Laith no lo piensa cuando responde.


— Un lobo.  Un lobo aullando a la luna y algunas estrellas.


— ¿vas a quedarte esta noche?


— claro.


 


El dolor de garganta comienza por la tarde, antes de salir de clases. Lo ignoro porque solo es un poco y no tengo ningún medicamento. Para las nueve de la noche, estoy completamente enfermo: no paro de toser y estornudar, me duele la cabeza y tengo escalofríos, de seguro porque tengo fiebre también.


No me siento mejor en la mañana, apenas he dormido por el malestar que siento. Aunque le digo a Rainer que  solo llegare tarde, decide darme el día y yo no tengo fuerza para ponerme a discutir porque además de verdad no quiero moverme de la cama. Me quedo dormido y despierto sin tener noción del tiempo.


Cuando despierto tengo un paño mojado en la frente y los pañuelos desechables que tenia por la cama han desaparecido. No me siento mejor, los ojos me arden y siento la nariz rozada y una confusión en mis pensamientos.


— al fin despiertas. Mamá me envió ¿quieres algo?— no entiendo— tu ropa está húmeda, deberías cambiarte— no me muevo, pero revisa los cajones y pone la ropa a mi lado— cámbiate en el baño.


—  Me siento mal. Agua… quiero agua— me deja a solas un momento, regresa con el vaso lleno de agua, que me bebo en tres tragos sin respirar.


— ¿has comido algo? hay medicinas pero sería mejor que comieras algo ¿fuiste al médico?— las cajitas con pastillas hacen ruidos cuando los agita.


— Gracias, Vanna— ella se detiene.


— Soy Virginia— pero la miro, y ella es Vanna ¿Qué está diciendo? No sé porque se aleja, me deja solo otra vez. Me duele el pecho cuando toso—… acaba de despertar, creo que tiene fiebre, pero no encuentro el termómetro y no sé cómo hacer que se cambie la ropa— umm, viene alguien más.


— Yo me encargo ¿puedes preparar algo de comida? quizá calentar algo de lo que hay— unos pasos se alejan. Me da un ataque de tos. Unas manos cálidas me sientan y me dan unos golpecitos en la espalda— dijiste que no enfermabas, chico guapo, mírate, estas muy enfermo…   


— Zach… Zach… Zach…— me siento como un niño pequeño, no puedo dejar balbucear, pegándome a él. La vista se me pone borrosa.


— Shh… todo está bien.


— Me siento muy mal, Zach— me escucho hablar. Sus manos me tocan la cara y yo también quiero tocarle.


— tienes mucha fiebre. Ven, vamos a cambiarte la ropa— me dice algo más, pero yo no entiendo nada más.  Me encuentro de nuevo en la cama, con un plato de comida frente a mí, pero yo solo necesito a Zachelle.


— Zach, lo siento, lo siento mucho por dejar que murieras.


— Shh, ya, no importa. Tienes que comer, anda.


— Pero… no pude protegerte— él me sonríe y extiende una cuchara hacia mí.


— no fue tu culpa y ahora estamos aquí.  Pero si no comes algo entonces voy a molestarme contigo, mucho— miro la cuchara, y la tomo, porque no quiero que se enoje conmigo— eso es, buen chico. Buen chico.


 


— ¿Te sientes mejor?— parpadeo. La luz me hace doler los ojos— aun tienes fiebre, pero no tan alta ¿Cómo estás?


— no me dejaste responder la primera vez. Me duele el cuerpo, y la garganta—  no me siento bien, pero al menos estoy más consiente ahora— ¿Cuándo llegaste?— Laith se sienta en el borde de la cama y extiende la mano hacia mi frente.


— vine saliendo de la escuela. Te busque, y te llame y envié un montón de mensajes antes de que me dijeran que estabas enfermo. Virginia estaba aquí cuando llegue, ella me abrió la puerta ¿No crees que es un poco peligroso eso? si ella no hubiera estado aquí seguirías tirado en la cama con una fiebre altísima.


— le envié mensaje a mamá, por eso vino Virginia.


— A mí no me dijiste nada— hace un puchero.


— lo siento.


— solo bromeo. Aunque eso de decir que no enfermabas y luego enfermar…— se ríe— ya no seas tan presumido, Everett— me rio, pero la risa me hace toser.


— vas a enfermarte si te quedas aquí— él se encoje de hombros.


— si vas a cuidarme no me molestaría enfermar. Y me quedare otra vez, no es bueno que te quedes solo si tienes fiebre. Quien sabe que cosas podrías delirar. Irisa trajo comida para nosotros cuando le dije que estabas enfermo.


— oh, recuérdame agradecerle cuando la vea.


— ¿Quieres comer?— me estiro para tomar el vaso con agua y le digo que si con la cabeza. Laith regresa con la comida y más agua, y pastillas. Me duele cuando trago y la comida no tiene sabor, pero me lo como porque si tengo hambre— Everett… hace un rato…


— ¿Qué?— pregunto cuando Laith se queda callado. Me sonríe y niega con la cabeza.


— ¿recuerdas lo que paso hace rato? cuando estaba Virginia aquí.


— ni siquiera recuerdo que estuviera aquí. Creo que estaba dormido, estuve soñando… pero no recuerdo que.


— ya veo.


— ¿dije algo vergonzoso?


— Quien sabe— me sonríe, y se recuesta en la cama, su cabeza en mis piernas— te quiero— le acaricio el cabello, es una pena que no pueda besarle…  bien, puedo besarle, pero no quiero contagiarle.


— también te quiero. Gracias por cuidarme.


— No es nada, chico guapo— nos quedamos así, viendo un programa de investigaciones paranormales hasta que me quedo dormido. Despierto sintiéndome mejor, aun me duele la garganta, pero la fiebre se ha ido. Laith está muy dormido, y yo aún tengo hambre, espero que no hayan saqueado mi cocina ayer por cocinar. Escucho a Laith cuando estoy por servirme en el plato— ¿te sientes mejor?


— mucho mejor, estaba por despertarte para desayunar ¿tienes que ir temprano a la escuela también?


— sí, iré por mis cosas y luego iré a un par de escuelas para hacer la promoción— me llevo un cubre bocas para dar mis clases. Como Laith no está,  me pongo a dibujar entre clases. Me toma varios días terminar lo que quiero. Laith se va el viernes a visitar a su familia, como parte del acuerdo que hicieron o algo así. Es justo el momento que estaba esperando…


 


Cuando llego a casa el lunes por la tarde, después de haber estado ayudando en la pizzería, me encuentro a Laith sentando fuera, escuchando música con sus audífonos.  Le doy un golpecito con el pie.


— creí que estabas con irisa.


— estaba, hasta que me dijo que invitaría a cenar a la familia de su novio… no, no me hecho de allí pero no sé, se siente incómodo ¿sabes? es su momento, no el mío y estar allí no se sentía bien.


— entiendo, pero no me llamaste. O hubieras  ido a la pizzería.


— No quería molestar— se levanta cuando abro la  puerta— ayude a irisa con la comida y comí un poco, solo quería  sentarme un rato. Tienes que entregar dibujos hoy ¿no?


— sí, casi termino.


— Entonces no te molestare— me guiña el ojo, e intenta entrar, pero le tomo de la mano y le beso. Siento su sonrisa en mis labios. Aproveche el fin de semana para terminar las páginas que tengo que entregar y solo me falta terminar algunos coloreados y enviar todo. Laith se queda acostado en el sofá, con una soda que saco del refrigerador. No sé cuándo tiempo pasamos, porque  siempre me pierdo cuando dibujo.


— Termine— me levanto, estirando los brazos— pediré comida ¿quieres algo?


— No— pido la comida, y como Laith no hace el menor esfuerzo por moverse del sofá, me pongo a revisar mis  correos electrónicos y las cuentas en las que publico algo.


— umm, estuve pensando, ya que Irisa tiene a su novio en casa y te hace sentir incómodo ¿Por qué no te mudas conmigo? tampoco me gusta que te quedes esperándome fuera. Si no quieres, al menos déjame darte una llave para… Auch ¿Qué…?— parpadeo, confundido. Estoy en el suelo… con Laith encima de mí— ¿Laith?  Hey, solo es una sugerencia, no tienes por qué responder ahora mismo, tampoco me sentiré mal si no quieres.


— ¡Quiero! yo quiero— le abrazo— hey, ¿estás llorando?


— no.


— lo estás. Eres un llorón, chico guapo— me dice.


— es solo… soy tan feliz que duele— él se estira y me besa. Nos quedamos besándonos en el suelo, hasta que tocan la puerta— la comida— es lo que digo cuando Laith me mira. Se ríe, y me ayuda a levantarme. Nos sentamos a la mesa, aunque soy el único que come.


— ¿no es molesto que me mude mañana? O pasado mañana. No creo que irisa diga algo, quizá hasta me preste su auto para traer las cosas, y de todos modos ya tengo muchas cosas aquí ¿no crees? aunque vas a tener que mantenerme, porque no sé hacer nada— me rio, negando con la cabeza.


— lo sé.  Ah, voy a bañarme— no le mentí cuando dije que era muy feliz, me siento demasiado feliz, es como si todo brillara en un resplandeciente dorado. Aun siento algo de miedo por esto, aun espero despertar y darme cuenta que solo estoy soñando. Creo que tardare un poco en creerme que esta felicidad es real— Laith, ¿vas a quedarte? Si no te llevare a la casa de tu tía.


— No lo sé, la llamare para… ¡Por dios!— sonrió con su reacción. Sus ojos me miran, en shock, salí solo con mis short cortos— Joder…


— ¿Laith?— veo el esfuerzo que hace por despegar los ojos y mirarme a la cara.


—  Me quedo— su voz suena entrecortada— te lo dije. Te dije que un tatuaje allí se vería condenadamente sexy—  se para frente a mí, sus dedos recorren el tatuaje que me hice: solo tienta negra, un lobo en medio de un aullido, la luna y unos puntos alrededor como estrellas.


— Supongo que es un regalo de bienvenida— sus dedos siguen tocando,  más y más.


— ¿duele?


— un poco.


— es genial…


—  Laith, te amo— Laith me mira, sus ojos rápidamente encuentran los míos.  Me sonríe  y  pega su cuerpo al mío.


— También te amo, chico guapo.

Notas finales:

Si alguien me pregunta, esté es de los capítulos que mas me han gustado, de todas mis historias. 


Que pasen una feliz navidad!!


Hasta la próxima!


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