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RE- por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola ~

 

Ayer no pude subir el capítulo, disculpen si lo esperaron, pero  aqui esta ya.

 

Este es el capítulo final. Siento que han pasado mucho desde que inicio la historia de Ranh y Zachelle. Espero que hayan disfrutado de esta historia, Muchas gracias a los que han seguido hasta acá y quiero agradecer especialmente a: Alondra, Marylu, tatsu y al anonimo, por dejar sus lindos comentarios, este capítulo va dedicado a ustedes. 

El taxi se mueve muy lento, el tráfico es pesado a esta hora y el calor es sofocante, se me pega la camisa a la piel cuando me nuevo. El atardecer es como los recuerdo, el cielo con tonos rojizos y un azul muy claro. Damos vuelta en la calle de mi casa y nos detenemos. Lo siento un poco  irreal aunque viví aquí muchos años y he venido más frecuentemente este último año. Pago al chofer y arrastro mis cosas hasta el portón negro, aún tengo las llaves. El jardín es como lo recuerdo y solo ha cambiado el color de la casa. 


— llegaste antes de lo que esperaba, le iba a pedir a Scott que fuera por ti.


— no necesito que vayan por mí, se cómo llegar.


 — ¿Cómo esta Irisa? Creí que iba a… venir— ya está, es la hora de salir corriendo de aquí.


— Laith me invito para mostrarme algunas cosas, espero no sea problema. Soy Everett, Laith y yo somos compañeros de trabajo—  ah, adiós a toda oportunidad de salir corriendo. Fue mi idea venir a casa con Everett, después más de un año viviendo juntos pensé que era el momento de que conociera a mi familia. Después de ir y venir varias veces espero que estar aquí junto a Everett ayude a que pueda decirles lo que les he ocultado… o ese era mi plan hasta que llegamos aquí y cualquier valor que he reunido se ha esfumado apenas entre a la casa. Mi mamá sonríe, aunque no puedo pensar más que eso. 


— bienvenido, no se queden allí, deben estar cansados.


— Tiene un bonito jardín— Everett señala a las ventanas del jardín, al pasto muy verde y bien cortado  y a los rosales que le gustan a mi mamá.


— gracias— si no conociera a Everett pensaría que solo está intentando quedar bien con mi mamá, pero sé que él realmente piensa que el jardín es bonito— aún falta para que esté lista la cena, pero hay café.


— mamá, vamos a dejar las cosas a la habitación— le hago una seña a Everett para que me siga.


—tu casa es muy grande.


— para mi es normal ¿será muy raro si no te llevo a la habitación de invitados?


— ¿tienen habitación de invitados?


— sí, pero como no la usamos, espero que no esté en condiciones para usarse.  Me regañaran cuando me quede a solas con ellos por no decirles que ibas a venir— de cualquier modo no espero nada de sexo ni caricias mientras estamos aquí. Intente  decírselo a Everett antes de venir, en un intento de dejar las cosas lo más claras posibles, pero él solo dijo que ya sabía que cualquier gesto de ese tipo es arriesgado. Y no estoy para este tipo de riesgos, añadí yo.


— puedo quedarme esta noche contigo y mañana arreglar la otra habitación. Aunque aún hay tiempo para ordenar todo, no es muy tarde— hago una mueca. En serio quiero que se quede conmigo, pero si no me atrevo a decirles… o peor aún, si me atrevo a decirles todo tendrá otro significado— no lo pienses tanto, solo es una habitación.


— Pero…— me he acostumbrado tanto a dormir en la misma cama, que creo no podré dormir a solas— bien, espero que la habitación sea un desastre entonces— Everett me sonríe. Mi habitación sigue como la he dejado las últimas veces, dejo que Everett le dé una mirada— me gusta más tu habitación.


— Conseguiste una— volteo para ver que señala, al escritorio donde hay pocas cosas.


— ah, sí. Descubrí que duermo mejor con esa encendida— la lámpara de luces, justo como las que tiene Everett. Él se queda mirándola, y luego abre la boca para decir algo justo cuando la puerta se abre, sin tocar.


— Encontré galletas, y traje jugo— ya sabía que estar aquí no sería fácil— Laith, la habitación de invitados esta lista, creímos que irisa vendría— adiós a cualquier intento de que pase la noche aquí. Suspiro.


— Gracias— Everett toma las galletas y el jugo.


— Estaré en la sala, si necesitan algo— Everett agradece otra vez y mi mamá se va. Me dejo caer en la cama, mirando al techo.


— quizá es una mala haber venido.


— me alegra conocer a tu familia— oh, mierda. Me siento rápido, aunque no sé qué decir. Él está comiéndose una galleta.


— Oye, no quise decir… yo solo estaba… ay, no era mi intención sonar desconsiderado contigo. Sé que querías conocer a mi familia desde hace tiempo— Everett me mira.


— Lo sé, no tienes que preocuparte por nada, Laith. Yo no voy a decirles nada si tu no me pides, así que relájate y se tú mismo aquí, en tu casa.  A mí me  basta con conocerlos de esta manera, ahora dime donde está la habitación de invitados— tan propio de Everett. Niego con la cabeza y me levanto, tomando una galleta de paso. La habitación esta al final del pasillo, y tiene un baño propio. Dejo a Everett allí, si me quedo todo el tiempo mi mamá lo notara ¿verdad? es normal dejarle ordenar sus cosas.  Así que hasta que la comida esta lista y mi mamá me mandan a buscarlo, no me muevo de la sala. La puerta de la habitación de invitados está un poco abierta, puedo ver a Everett en el pequeño escritorio que hay allí. Ah, ya lo ha llenado de hojas, hay papeles por todos lados.


— La cena esta lista— ese es el jardín ¿Por qué se ve tan bonito en el dibujo? ¿Y cómo lo hizo tan rápido?  El dibujo que está haciendo justo ahora es el de las rosas.


—  Las flores son difíciles cuando están juntas— murmura.


— lo imagino, tenemos que comer ¿sabes?— Everett le da una última mirada al dibujo y deja el lápiz— llego mi papá, Scott no tarda en llegar también aunque no lo esperamos porque nunca avisa se quedara con Kristell, su novia.


— Entiendo— mamá está terminando de poner los últimos platos en la mesa cuando llegamos. Me siento en el lugar que siempre uso, dejando que Everett se siente en la única silla con plato disponible— huele muy bien.


— espero que no tengas problemas con las verduras.


— No los tengo— me quedo pensando, sin mirar mucho porque siento que podría delatarme en cualquier momento. Desearía ser un poco más como Everett y hablar tan cómodamente como si no pasara nada ¡Ni siquiera sé que están hablando!  Solo veo que hablan, y que no parece preocupado— Laith ¿me pasas las servilletas?— ¿Qué? ¿Por qué me llamo? ah… servilletas, si claro, comida— Gracias. Gracias por dejar que me quede, quería venir en persona para agradecerles…— ¿qué está haciendo? ¿Por qué dice eso?— han ayudado mucho a los estudiantes de la escuela con los proyectos que aceptaron— Ah… eso.


— es divertido ver el entusiasmo de los jóvenes. Además, sin con eso podemos apoyar a Laith no es ningún problema— casi se me escapa un gemido.  Claro que ellos estuvieron contentos de ayudar después de tanto que me negué ¿cambiaría algo si les dijera que somos Everett y yo en realidad? Auch ¿Por qué…? hey, me acaba de patear bajo la mesa.


— Mis padres tampoco estuvieron contentos cuando decidí estudiar arte, pero al final me dejaron elegir— conozco esa parte de la historia y no puedo imaginar a Everett haciendo otra cosa.


— entonces ¿eres un artista, Everett?


— No me considero uno,  pero…— se encoje de hombros.


— Lo es, también trabaja en el restaurant de su familia y en una cafetería. Y es artista independiente cuando no está dando clases— sonrió, intentando no burlarme de  la expresión que  puso.


— suena más impresionante de lo que es— siempre dice lo mismo. Lo digo porque se a Everett le avergüenza un poco decirlo y soy un poco malvado, quiero ver que sufra un poco con mis padres. Como esperaba, las siguientes preguntas son para Everett y sus trabajos. Pff que aburrido, Everett ni siquiera parece  preocupado. Solo la llegada de Scott interrumpe  las preguntas de mis padres sobre los trabajos de Everett.  Se siente muy extraño estar en la mesa familiar con Everett… es irreal.  No sé cómo me siento, pero sé que no se siente mal.


— entonces, trabajas con Laith ¿verdad? ¿Cómo es allá? ¿No ha hecho nada vergonzoso?


— ¡Scott!— le señalo con la cuchara, salpicando toda la mesa— ¿Por qué preguntas esas cosas? trabajo bien y he aumentado la matrícula de alumnos de la escuela.


— eso es verdad— Y así la primera cena en casa termina. Yo y Everett vemos un poco de televisión  en mi habitación antes de dormir. Esto no está saliendo como había pensado: una catástrofe.  Everett se limitara a ser como siempre, para él este viaje no tiene el mismo significado que para mí, y eso me parece muy injusto. Yo he pasado buenos momentos con la familia de Everett y aunque sé que no será igual, me gustaría tener eso también en casa. Irisa y Everett se llevan muy bien, mi tía ya se acostumbró a que Everett le llame Ilkad a cada momento.


 


— ¿Dónde estoy…? ¿Everett?— no está ¿es tan tarde? oh, estoy en casa. Mi casa, y Everett está durmiendo en la otra habitación. Son las ocho de mañana,  ya no debe haber nadie en casa. Me voy descalzo hasta la habitación de Everett. Él  ya está vestido, el cabello húmedo y una taza de café en el escritorio— hey, buenos días— sé que dijimos que era arriesgado, pero no puedo evitar abrazarme a él.


— buenos días.


— ¿Qué haremos hoy?— bostezo y le doy un trago al café— ¿tú lo preparaste?


— tu mamá lo preparo. Estuve temprano en la cocina e iremos al centro botánico— hago una mueca. El centro botánico no es un lugar que me guste visitar, porque es aburrido para mí que he vivido aquí— hay una feria también,  podríamos ir por la tarde también.


— oh, eso suena mejor ¿una cita?— Everett sonríe, y me empuja un poco para apartarme— bien, está decidido, desayunemos y nos vamos— una feria, muchas personas ¡es genial! Me gusta, me gusta, me gusta. Escucho a Everett reírse mientras corro a mi habitación para cambiarme.


— come despacio, vas a ahogarte si comes así— no le contesto porque estoy masticando. Uso el auto que Scott dejo para ir hasta el jardín botánico, que queda muy lejos de casa. Por unos momentos es como si aún estuviéramos en casa, de camino a algún lugar. El jardín botánico le fascina a Everett, puedo notarlo sin que me lo diga. Creo que si por él fuera se quedaría dibujando aquí, pero le basta con tomar fotografías, lo cual me alegra o si no nos quedaríamos aquí todo el día— ¿te aburriste?


— conozco este lugar bien, así que no es mi lugar preferido.


— ¿Cuál es? Tu lugar preferido.


— Umm— mi lugar preferido…— me gustaba la pista de patinaje, antes de que la demolieran. También me gusta el centro comercial del sur pero porque la comida es buena— me pongo a hablar de los lugares que visito cuando vengo, aunque no son muchos y son tan comunes que no me parecen interesantes— también está el zoológico.


— zoológico ¿Hay un zoológico?


— sí, es pequeño.


— Quiero ir— regresamos a casa planeando la visita al zoológico.  Solíamos ir en excursiones escolares donde luego nos pedían hacer algún reporte, después era el lugar más cómodo para tener una cita con Audrey.


— oh, mi madre llegara tarde. Dice que podemos pedir comida— Everett solo se encoje de hombros. El paseo por el jardín botánico me dejo acalorado y con más ganas de dormir que nada ¿aún tienen los mismos números para pedir comida?— ¿Qué quieres comer?


— ¿puedo ver que opciones tienes?— le paso mi teléfono, y me recuesto en el sofá. El ventilador del techo tiene un zumbido agradable, y el sofá es cómodo y fresco…


— ¿Qué?— me dormí, otra vez. Ahora si se dónde estoy  ¿pero Everett? ya no está aquí… ah, pero no es difícil encontrarlo, por los ruidos de la cocina— no puedo creerlo ¿preparaste la comida?


— lo que me ofreciste no me gusto, y encontré esto en el refrigerador… pagare por esto— se me escapa un resoplido.


— No seas ridículo— me inclino a ver lo que preparo. Ya está casi terminado, será mejor que busque los platos— es lo que usaría mamá para la comida de hoy. Eres rápido cocinando— Everett me pide el plato extendiendo la mano, sin responderme.


— Es sencillo— nos quedamos hablando de nuestra visita al zoológico. La comida es tan buena como siempre, una de las mejores cosas de vivir con Everett aunque no es la indispensable, me encanta comer en casa. A mí ni siquiera me quedan igual los sándwiches ¡Juro que hasta la sopa instantánea le queda mejor a él!


Mis padres llegan juntos, de cualquier lugar de donde estuvieran, ya hemos terminado de comer, y como siempre, Everett lleva los platos al fregadero, conmigo siguiéndole para decirle que no tiene que hacer eso, él me ignora o al menos lo intenta porque no le dejo acercarse.


— Laith— los dos volteamos a la puerta de la cocina, Everett sonriendo y yo con una mueca, porque tendré que irme— ¿tienes planes para esta tarde? 


— quede con Everett para llevarlo al zoológico ¿Por qué? si necesitas algo puedo… darle indicaciones para que llegue, o algo encontraremos— es decepcionante, pero no me quedaría de otra ¿no? Everett lo  entenderá.


— No es por eso, nos encontramos a…


— ¡Llegamos!— mi hermano entra a la cocina, seguido por Kristell— huele bien ¿Qué hay de comer?— aunque pregunta eso, ya está buscando platos.


— use su cocina, espero no les moleste— Alcanzo a ver de reojo como Everett sale de la cocina, al mismo tiempo que se mueve alguien más tras Kristell… Kristell… su expresión es de ¿Por qué esta tan sorprendida? casi se queda con la boca abierta… Oh, ella… ¡Ella lo sabe! Me escucho hablar con Everett, y ahora está aquí, mirando a Everett sin discreción.


— ¡Aaahh!  ¡Estás aquí!— un chillido agudo, y veo quien está tras Kristell, Audrey. Eso es lo que debió querer decirme mi papá hace un momento, porque desde que anunciamos que terminamos han intentado que pasemos mucho tiempo juntos, supongo que para reconsiderarlo aunque no me lo han dicho. Audrey grita y corre hacia mí, o eso pienso hasta que me empuja y salta a abrazarse a Everett— Eres tú, aquí estas— ella da saltitos, pegada al brazo de Everett y sin dejar de hablar.


— eh, si…Hola Audrey.


— La encontramos de camino— mi hermano se ríe, yo sigo sin creer que mi ex novia este tan feliz de ver a mi novio al punto de ignorarme. Bien, merezco que me ignore por lo que le oculte pero vamos— Ustedes se conocen— añade, viendo a Audrey. Ella se queda quieta, su parloteo interminable apagado unos momentos en los que busca a mi hermano. Yo siento la sangre congelada, el miedo bajando a mi estómago ¿Cómo vamos a explicar eso?


— claro que le conozco. Conocí a Everett cuando visite a Laith, ahora soy fan de sus historietas y arte— ah… que alivio. No puedo suspirar porque se vería sospechoso, pero si me rio de la cara que tiene Everett, está muy perdido con todo lo que Audrey dijo, como si no entendiera porque ella está así. No lo culpo, yo tampoco la entiendo— ¿Qué están haciendo?


— íbamos a ir zoológico.


— ¡Genial, vamos!—  ¡¿Qué?!


— Espera, Audrey…— imposible. Ella sale casi corriendo, llevando a Everett del brazo y de pasada su otra mano me jala del brazo.


— Diviértanse— alcanzo a escuchar la voz de mi padre.  Ah, no puedo decirle a Audrey que se vaya, ok podría decírselo pero  la culpa no me deja, la culpa y el que ella no ha dicho mi secreto ¿Qué me garantiza que siga así? Audrey me repitió muchas veces que seguiríamos siendo amigos e incluso mensajeamos de vez en cuando, supongo que es más de lo que puedo pedir.


El paseo por el zoológico es… extraño ¿Cuántas veces sales de paseo con tu ex novia y tu novio? Everett aún  sigue con el ceño un poco fruncido y Audrey sigue hablando con él como si se conocieran desde hace mucho tiempo ¿acaso también se enviaban mensajes?  Creo que Everett me lo hubiera dicho. Me siento muy excluido en el paseo ¿o solo es porque no puedo ir con Everett como siempre?, creo que ya me puedo ir despidiendo del paseo en la feria de atracciones. Audrey nos hace ir a comprar helados y toma un montón de fotografías del paseo. Me las envía, y yo me quedo mirando una donde solo aparece Everett, mirando hacia el frente con una expresión que solo puedo llamar soñadora. Esta la tomo en la zona donde estaban los lobos… ah, ese tatuaje.  El paseo se pone menos aburrido desde eso 


Llevamos a Audrey a casa cuando terminamos el paseo porque el zoológico cierra. Everett viene muy relajado en el otro asiento.


— ¿te gusto? la salida.


— Fue mejor de lo que esperaba— le veo sonreír, solo un poco porque puedo chocar si no pongo atención al manejar— Audrey me sorprendió mucho, ¿siempre es así? creí que no le agradaría verme o algo así. No es que me importe, pero no esperaba esto.


— Audrey es buena— es lo que respondo, porque que lo es y porque espero que ella sea feliz.  Cuando llegamos a casa Everett saluda a todos y luego se va a la habitación de invitados diciendo que tiene que dibujar. Viajar siempre le ayuda a tener ideas, y posiblemente se quede despierto hasta la madrugada, si es que duerme, dibujando y escribiendo sus ideas. Ah, quiero ir con él.  Me quedo en la sala, viendo una película antigua con mi papá.


Por la mañana me veo arrastrado por Audrey para acompañarla a elegir cosas, así lo dice ella. Así que me paso toda la mañana fuera, con Audrey. Incluso comemos en un restaurant. Creo que lo hace a propósito ¿estoy imaginando cosas? desde que llegue aquí apenas y he pasado tiempo con Everett, es como si hubiera venido yo solo. Everett está en la sala cuando llegamos,  me sonríe pero no me dice nada.


— ¿Aun esta esa feria que mencionaste?


— supongo. Se me había olvidado.


— vayamos esta tarde, hace mucho que no voy a una feria.


— ¿¡Una feria!? ¡Genial, yo quiero ir! ¿Dónde es?— ay, por favor ¿acaso no entiende o solo quiere hacerme la vida imposible?  Con mis padres aquí es imposible decirle que no. Everett se encoje de hombros cuando le miro, tampoco sabe que decir. Así  terminamos los tres en la feria: en un lugar al aire libre, muy grande y lleno de juegos, puestos de comida y cosas que ni imagino, todo con un olor a algodón de azúcar. Es genial… y ¡Ni siquiera la disfruto!  Audrey es la más feliz, y Everett se detiene de vez en cuando en algún puesto a comprar cosas, es ella quien nos hace subir a los juegos. El tiempo me pasa tan lento que cuando al fin la dejamos en su casa, yo solo quiero regresar a la mía y dormir.


— Laith ¿puedes dar vuelta aquí?— me detengo, frenando con más brusquedad de la que quiero— hey, no nos mates aun,  por favor.


— me asustaste ¿Por qué quieres que de vuelta?


— solo da vuelta. Sigue hasta la avenida y luego toma la salida.


— ¿Desde cuándo conoces por dónde ir?— giro el auto, Everett no responde— bien, chico misterioso. De todos modos sabré a donde vamos cuando lleguemos— Everett se ríe. No hay mucho tráfico, y seguir las indicaciones de Everett es sencillo… hasta que me dice que me detenga en medio de la nada— ¿Estás seguro que es aquí?


— Si— él se baja. Me quedo mirando la carretera sola, dimos vuelta por aquí saliendo de la avenida y es como el escenario perfecto para una película de masacres.


— ¿A dónde vas? Allí dice que está prohibido el paso— además no hay nada del otro lado de la cerca.


— bueno, no hay nadie que nos vea. Hay algo que quiero ver— y comienza a caminar a la oscuridad. Suspiro, negándome a caminar más allá del auto.


— No quiero ir a la cárcel ¿sabes?— cierro el auto y corro a la cerca para saltarla— ¿Cuánto tiempo pasaremos en prisión por allanamiento de propiedad privada? ¿Se dice así?— le escucho reír, un poco más lejos— genial, voy a perderme aquí— aunque el silencio hace que sea sencillo seguir a Everett entre la maleza y los arboles medio secos. Maldición, necesito hacer más ejercicio, apenas puedo respirar por andar en el camino empinado— ¡Everett!


— Ya casi llegas—  suspiro, y sigo caminando hasta que le veo, sentado más adelante. Ya no hay árboles.


— ¿estás loco? ¿Por qué demonios estamos…? oh— el vacio se extiende frente a nosotros. Las luces de la ciudad, por debajo de nosotros en pequeños puntos de luz— ¿Cómo sabias?


— pregunte. Vi la colina, y supuse que tendría una buena vista— le escucho respirar profundo, y cuando me voy a sentar junto él puedo ver lo relajado que esta, tanto que yo también suspiro y me acuesto, mirando al cielo. Las estrellas se ven mejor de aquí que en la ciudad, aunque no tantas como me gustaría.  


— Audrey me pone nervioso— admito— es relajante estar lejos de todo, ahora entiendo porque siempre viajas.


— También estaba nervioso— vaya, esa si es toda una revelación ¿Everett nervioso? me rio, Everett me mira, el ceño un poco fruncido— Estar en la casa de tus padres… conocerlos… estaba muy nervioso por eso. Quiero agradarles, aunque ellos no lo sepan, no quería quedar como un raro, y eso es raro porque normalmente no me importa lo que piensen de mí, pero ahora sí que me importa… Ay, Laith, no puedo respirar— yo solo le abrazo con más fuerza.


— Siempre dices las palabras adecuadas. No me quiero soltar nunca— Everett me abraza, mientras nos quedamos mirando en silencio las luces de la ciudad— eso es ¡Una luciérnaga!


— oh, sí que lo es— unas pocas luciérnagas brillan en la oscuridad, y me hacen sentir una calidez alegre y la sensación de que estoy justo donde debo estar.   


 


Llegamos a casa un par de horas más tarde, después de quedarnos en la colina besándonos y tocándonos un poco ya que no había nadie que nos viera. Everett volvió a su habitación, a dibujar lo más probable y yo me quede en la sala.  Mi mamá llega, con bocadillos en un plato para mi papá, leyendo uno de sus tantos periódicos.


— ¿Cómo fue el paseo?


— bien.


— Nos encontramos a Audrey, es bueno que sigan hablando ¿has intentado arreglar las cosas con ella? cualquier cosa que haya pasado entre ustedes…— ay, no, aquí viene esa platica de nuevo.


— Audrey y yo estamos bien, somos amigos— bien, admito que es parte mi culpa porque nunca les he aclarado.


— pero se ven tan bien juntos.


— Quizá— me quedo viendo la pantalla, sin ver el programa— pero no era feliz con ella— silencio, ni siquiera el sonido del periódico de mi papá.


— oh, Laith… ya encontraras a una chica que te haga feliz— miro al techo, sintiendo el corazón latiendo en mi garganta, pero logro hablar.


— soy feliz ahora… Encontré  a la persona que me hace feliz, mamá— pienso  en los gestos amables de Everett, en los momentos lindos que hemos pasado. Si, sin duda soy feliz.


— ¿Por eso no quieres regresar? 


— debiste decirnos eso cuando paso, Laith, así no…


— Pero no es una chica— otro silencio. Siento que podría  llorar, pero no sé muy bien porque: no me siento mal y no me dijeron nada tampoco ¿se puede llorar de alivio? porque no encuentro otro motivo más que sentirme libre por fin.


— Eso es…— escucho un golpe, y el periódico moviéndose bruscamente— Iba a decir que estaba bien— muevo un poco la cabeza, para ver a mi padre mirando con reproche a mi madre y sobándose el estómago. Se me escapa una risa— Aunque estoy sorprendido de enterarme.


— ¿Desde cuándo?— es lo que pregunta mi mamá. Yo no tengo una respuesta para eso.


— Lamento decirles ahora, pero estaba muy… asustado y avergonzado para decirlo— mi mamá se levanta y casi corre hacia mí, me siento, mirándola de frente, sus manos me presionan con fuerza la cara cuando me sujetan.


— Nunca. Nunca debes avergonzarte por ser quien eres y querer ser feliz— ah, no quiero llorar, no quiero llorar… maldición, no puedo evitarlo, no puedo detener mis lágrimas, pero tampoco mi sonrisa.


— Ahora lo sé— ella me abraza, el olor a flores de su perfume me calma, como siempre. Me abrazo a ella también.


— Y espero conocer pronto a ese chico— no puedo ver a mi papá por el abrazo.


— Es él, ¿cierto? Everett— murmura mi mamá en mi oreja. Me aparto, como si el abrazo me quemara,  pero es solo la sorpresa.


— ¿Cómo lo…? ¿Lo sabías?— ella se ríe… carcajea, es mejor.  Se va a sentar de nuevo a donde estaba y luego me mira.


— Nunca invitaste a un amigo a casa. Amigas sí, pero es la primera vez que traes a un amigo a casa. Lo he adivinado con lo que dijiste  y la cara que has puesto— se ríe otra vez, y ahora mi papá tiene la expresión de comprensión. Me dejo caer en el sofá. Increíble, en serio esto es increíble. Mi mamá se ríe otro rato de mí.


— Parece un buen chico— mi papá acomoda el periódico y sigue leyendo, o eso creo.


—  es muy amable, y tiene buenos consejos de cocina— Ahora yo me rio, mucho. Ni se imaginan, eso es solo un poco de lo que es Everett. Me aguanto como diez minutos antes de levantarme y salir casi corriendo de la sala después de despedirme con excusas. Casi choco con Scott cuando salgo.


— Hey ¿Qué le pasa?— escucho a mi papá decir algo, dejare que ellos le digan a Scott si quieren. Paso de largo por mi habitación y empujo de un golpe la puerta de la habitación de invitados. Everett está dibujando, inclinado sobre el escritorio y con la ropa gastada que usa para dormir. Le veo soltar el lápiz cuando golpea la puerta.


— ¡Everett! Lo hice—  escucho su jadeo cuando le abrazo, de seguro le deje sin aire otra vez— pensé que no  podría hacerlo, pero después de estos días solo no podía no hacerlo. Y allí estábamos hablando en la sala ¡Y solo salió!


— no entiendo…


— Mis padres saben que somos novios. Les dije ¡Y no me echaron de casa!


— eso es estupendo…. Que les dijeras, no lo otro. Me alegra que estés tan feliz por eso— quizá solo fui más valiente porque ahora tengo un lugar al cual volver, un trabajo que me gusta y una persona me que quiere.


— bueno, me iré a mi habitación. Ahora que lo saben no dudo que mi mamá venga a ver que si este allá.


 


El buen humor me queda hasta el otro día. Es el ultimo día que estaremos aquí,  y el trato de mi familia a Everett tuvo un cambio: ya no está esa distancia cordial que se tiene con alguien a quien no conoces y no esperas volver a ver, el trato  ahora es mas como si quisieran integrarlo a la familia. Nos llevan a la estación de autobuses, y por primera vez me siento un poco triste por irme, pero solo es porque por fin no hay mentiras en mi familia.


— vuelvan a visitarnos pronto, haremos una comida especial para celebrar. Siempre quise que alguien me ayudara a cocinar pero nadie sabe hacerlo bien.


— mamá, escuche eso— le digo, Everett sonríe y de despide cuando le tomó del brazo para subir al autobús— tenían razón, Irisa y tú, sobre decirle a mi familia.  Creo que a mi papá le tomara un poco de tiempo asimilarlo, pero ha ido bien.


— Por la forma en que hablas de ellos, me parecería extraño que no aceptaran eso— Everett deja la mochila en el piso, y puedo ver su mano manchada de tinta.


— ¿Dibujaste mucho?


— Más de lo que había esperado— le veo reclinarse en el asiento, y mano busca la mía.  Le miro unos momentos antes de imitarle.


— estuviste muy relajado, a pesar de que dijiste que estabas nervioso ¿acaso mentiste?


— no. es solo… ha sido muy agradable venir y ver todo nuevo, ya sabes, nada de visiones en mis sueños, recuerdos sobrenaturales y eso. Solo… personas que recién conocí.


— Le hubieras dado un susto a mis padres si de pronto te desmayaras y comenzaras a decir cosas como esas— me rio— aunque solo porque pensarían que estas enfermo, me asusté mucho la primera vez que hiciste eso— y la segunda, y la tercera— pero ya entendí eso. Sí que me has hecho pensar  mucho en eso ¿sabes? en que pasa después de morir.


— no tienes de que preocuparte, pase lo que pase, nos volveremos a encontrar. Te volveré a encontrar, una y otra vez, porque hice una promesa ¿lo olvidas?— su mano acaricia la mía, mis marcas.


— Tú no hiciste ninguna promesa— me burlo un poco, porque si me dijo algo así, hace un tiempo.


— Te seguiré a donde vayas, a donde sea que sea eso. Lo prometo— suspiro, me recuesto en Everett.


— te creo… ¿aunque en mi próxima vida sea una chica? O que se yo…— Everett se ríe— solo he visto algunas películas sobre eso.


— No importa. Te querré como sea, aunque no lo recuerdes, yo lo recordare por los dos— siento un poco de ganas de llorar. Cierro los ojos y me aferro más a Everett. No me preocupare por eso, no cuando tenemos muchos planes por delante.


— deja de ser tan deprimente, chico guapo, quiero seguir estando feliz— siento la risa de Everett, y sus dedos me aferran con fuerza.  Porque al fin siento que todo está en paz, como si se hubiera encajado la última pieza para… algo, lo que sea. Algo en mi sabe que todo estará bien, que es ahora puedo ser yo, que esto es   lo que tenía que pasar, que ahora si puedo ser completamente feliz, y como no serlo con alguien como Everett, que dice haberme esperado toda una vida,  como no serlo con el chico que me hace feliz.  

Notas finales:

Bueno, les agradezco otra vez por haber leido hasta aca. Y aunque esta historia acabe, pronto sabran mas de mi :P  Mi nuevo proyecto se llama "Freak" y esta casí listo para ver la luz, así que esperenlo!!

Muchas gracias!!


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