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RE- por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola ~

Dejo el nuevo capítulo por aquí, espero que disfruten.

Después del incidente con Zachelle, había esperado por lo menos un buen sermón sobre controlarme y no lastimar a nadie y ese montón de cosas que nos dicen cada que nuestras habilidades nos sobrepasan.


Nadie me dijo nada. Vahard vino a buscarme al bosque, no muy lejos y donde podían verme en caso de que pensaran que quería irme, para traerme algo de ropa. La dejo a un lado de mí sin decir nada y así mismo se fue. Creo que como todos, pensó que no podía entenderle siendo un animal. No tengo ánimo para ir con todos ellos, aun no sé qué pensar al respecto pero no quiero pensar, supongo que por eso todavía sigo como lobo, es más fácil no sentir mucho ni pensar mucho siéndolo que volver a ser humano.  


Despierto con el olor a humo y comida. Mi estómago gruñe y duele de hambre. A unos pocos pasos de donde estoy hay una fogata, con algo cociéndose ensartado en largos y delgados pedazos de madera.  El olor me hace ladear la cabeza, olfatear y levantarme y caminar sin pensarlo mucho. Zachelle está sentado, silbando mientras vigila que lo que sea que está allí no se queme.


— Vahard piensa que tienes problemas de confianza. No has hablado con nadie, y después del entrenamiento pensó que sería bueno que hablara contigo otra vez ¿Qué dices? ¿Una comida de la paz?— ya está oscuro, los arboles dan la sensación de que es mas tarde. Me muevo hasta volver a sentarme y luego recostarme a un lado de Zachelle— tomare eso como un sí. Conseguí robar un poco de carne de la cocina, espero que nadie se dé cuenta…— otro olor, más fresco, llama mi atención.  Zachelle trae una camisa nueva, entera, sin suciedad,  y creo que también un vendaje en la mordida que le di que no oculta el olor de la sangre. Él sigue hablando de las cosas triviales que pasaron en el día, como si el hecho de que alguien le atacara fuera normal.  Regreso a donde estaba cuando noto que todavía no hay comida, no quiero comer como lobo porque hay muy poca comida— ¿A dónde vas? Chico lobo…


— mi nombre es Rahn.


— así que te tenemos de regreso.


— no me he ido.


— ¿Tienes hambre?— por respuesta, tomo uno de los trozos de madera con carne. No me importa si está un poco cruda todavía— bueno ¿y qué harás ahora?


— todavía no lo sé. Esto es extraño… lamento lo de tu herida.


— no es nada, aunque le diste un susto a los demás. No creo que nadie se atreva a molestarte por aquí después de ver semejante espectáculo.


— ¿no estás molesto?


— Pudo ser peor— se encoje de hombros y luego hace una mueca de dolor— Eres bueno combatiendo, casi tanto como Vahard o algunos de los desertores.


— ¿desertores?


— hay algunos Sentinellas que dejaron sus puestos para unirse a la fortaleza. Ellos se han encargado de entrenarnos y enseñarnos las rutas más fáciles para ir a las ciudades.  Cómo pudiste ver, la mayoría aquí apenas puede seguir un solo combate.


— Haces trampa— suelta una carcajada, incluso se sujeta el estómago para seguir riendo— no lo dije para que rieras.


— Lo sé, y no son trampas, son ventajas inesperadas al momento de tener una lucha. Sé que apenas alcanzo el promedio de una persona para una lucha real, posiblemente no dure mucho en un combate directo con un Sentinella experimentado, solo necesito encontrar otras formas de seguir vivo y libre. Además, no hay ninguna regla que me impida hacerlo.


— No es honorable.


— No busco honor.


— ¿Que buscas entonces?


— Libertad y tranquilidad. No quiero vivir como… como tú, vaya.  Quiero elegir todo por mi cuenta y no solo creer que tengo opciones… estoy aquí porque quiero, podría irme cuando quisiera, nadie nos obliga a quedarnos, pero irme significa que tengo que seguir viviendo ocultándome, esperando a que las cosas cambien ¿alguna vez has querido ser parte de algo?   Sé que quedarme aquí es mejor que estar huyendo.


— ¿Sin importar lo que tengas que hacer?


—…—  su mano va a su pantalón, donde veo un arma.


— No estás convencido.


— No me gusta ensuciarme las manos con la muerte de alguien, pero sé que si no lo hago, seré yo a quien estarán enterrando. Todos ellos tienen personas que les lloren y lamenten sus pérdidas. Todos tienen un entierro honorable, nosotros no podemos permitirnos eso. Nunca somos suficientes para rescatarnos, para traernos y darnos una tumba. No somos mayoría, pero esperamos ser escuchados.  Por eso nadie te culpara si decides ir a algún refugio, la mayoría queremos eso, pero…— se encoje de hombros y toma con cuidado un trozo de comida.


— No quedaría nadie luchando.


— Exacto. Esto no puede hacerlo solo una persona— nos quedamos en silencio— ¿Nunca hablas mucho o solo estas siendo tímido porque no nos conoces?— no le contesto. Nunca he sido muy social.


— También están involucrando a personas que no tienen culpa.


— ¿De qué estamos hablando?— resoplo— por favor, sigamos solo una conversación. Vahard me dijo que te hizo una sugerencia para tu nueva vida— No recuerdo algo como eso, me limito a seguir comiendo—  luchas bien, ya lo comprobé, podrías ayudar a los nuevos con su combate.


— ¿Y ayudar a que destruyan todo más rápido?


— ¿Tienes algo que te impida hacerlo? No creo que les debas algo a ellos. No puedes volver porque serias tan traidor como nosotros… no te entiendo— Yo tampoco logro entenderme en esto.


— Ah, yo… creo que no quiero hacer más lo que me digan. Siempre he seguido las ordenes de todos, aunque yo lo único que quería era alejarme de la ciudad y vivir en el campo, lejos del ruido…— Mientras hablo me doy cuenta de que tan real es lo que digo y que tan resignado había estado para ya no admitirlo ni para mí mismo— Yo solo quiero hacer lo que yo quiero.


— ¡Entiendo! Claro, ¿Cómo no lo vi antes?— murmura, pero no me está hablando a mí— entonces está bien, pero ¿podrías quedarte unos días por aquí? ve como llevamos todo y luego decides ¿Qué dices?  Si al final decides que no te interesa la lucha, entonces te dejare ir a alguno de los refugios sin insistir nada más.


— Bien.


— ¡Estupendo!— Zachelle sigue comiendo,  sonriendo y poniendo la expresión más boba que le he visto a alguien.


 


Me quede como dije, pero no me acerque a hablar con nadie.  No entendí lo que me dijo Zachelle sobre que la fortaleza no era un lugar hasta que vi cómo vivían en este sitio. Es como una pequeña ciudad que se arma y desarma para llevarla a otro sitio, y al ver como todos entrenan y comparten lo que tienen entendí porque me decían que la Fortaleza no es el lugar.


Todos hacen algo, se turnan labores y esas cosas por lo no hay problemas para encontrar comida o tener ropa limpia. Fue lo único que hice además de ver, porque aunque no quisiera unirme a estas personas en una lucha tampoco quería ser un estorbo. La única persona con la que hablaba era Zachelle, y porque él siempre venía a buscarme. Al final hizo que me integrara un poco con algunos chicos más y así me di cuenta de que la mayoría no quería luchar tampoco pero tenían algo más que les hacía ser parte de la Fortaleza: Venganza. Los Reales les habían quitado o destruido su hogar, les habían obligado a huir y enfrentarse muchas veces a la muerte de las personas que conocían  y querían.  Aun así no basto para convencerme de luchar. Durante las primeras semanas pensé mucho en Vanna y en  Chaelene ¿Estaría bien la casa hogar? ¿Qué había pasado con todos después de la muerte de Chaelene?  La única persona a la que podía preguntarle algo era a Zachelle, pero él tampoco sabía nada porque no había regresado a Melauth desde que vine con él. Así que pasaba las tardes viendo los entrenamientos en combate cuerpo a cuerpo. Casi nunca mostraban las habilidades que tenían y al inicio pensé que era para no mostrarme a mí lo que podían hacer, pero simplemente ese no era el lugar donde hacían esas cosas.


— Deberías poner más atención a sus pies en lugar de a sus manos—  Zachelle está entrenando hoy, no tiene piedad con los novatos, y a quien le hablo es a la chica que vi peleando por primera vez con él, Sahar, una de las pocas con quien hablo.


— Es rápido— es la segunda vez que la manda al piso hoy— ¿Por qué no vas a arruinarle un poco su cara bonita?— en este lugar me conocen como el único que puede ganarle, una mentira porque he visto a en pelas a algunos de los mayores y son mucho más rápidos.


— Creo que me metería en problemas con su grupo de seguidoras— No lo digo con burla, pero Sahar se ríe. Yo solo digo la verdad, Zachelle  es muy seguido por las chicas. Y lo que Sahar dice tampoco está bien, porque él no deja que le golpeen el rostro si puede evitarlo, y vaya que lo evita.  


— Zach— detrás de nosotros, Vahard está observando la pelea. Zachelle le hace una seña al chico con el peleaba y se acerca, los dos se van sin decir nada más. No es la primera vez que veo esto, Zachelle es a quien envían siempre primero para explorar o entrar a una ciudad. No me equivoco, pues por la noche  Zachelle viene a sentarse conmigo como siempre, lanzándome alguna fruta u otra comida que robo de las cocinas.


— Me iré en un rato.


—  Bien.


— Iré cerca de Melauth, pensé que te interesaría— claro que me interesa. El ríe, arrojando un par de ramas secas a la fogata— ¿quieres que te haga algún favor? 


— Te reconocerán si entras. Pero si quieres hacerlo, averigua que paso con la casa donde vivía y los que vivían en ella.


— Quizá pueda averiguar algo, si— me gustaría ir yo mismo, pero por la forma en que lo dijo, creo que está esperando algo así y no digo nada más. Aun no decido si quiero hacer algo por ellos o no, y si me dejo llevar por cosas como estas estaré cayendo en su juego— volveré en unas semanas.


— ¿Semanas?


— Hare cosas secretas que no puedo decirte.


— espero que sepas que eso no funcionara.


— Debía intentarlo— sonríe. Nos quedamos en silencio un rato más hasta que tiene que irse.  Cuando Zachelle se va es cuando me doy cuenta de que sigo siendo solitario, hablo mucho menos y no hay nadie que me haga relacionarse con los demás. No me molesta, me siento mucho mejor estando así.


 


Los siguientes días son muy tranquilos, como me gustan. Solo me limito a acercarme a la hora de las comidas y a algunos entrenamientos.  Una de las cosas que más me gusta de verles es cuando Sahar le da la golpiza de su vida a los que piensan que ella no podrá defenderse.


— ¿Qué te parece, nuevo?


—  Mejor que la última vez. Sería bueno para tu balance que hicieras un poco de equilibrio.


—  Umm…— ella siempre se preocupa por mejorar, es raro que no diga nada.  Me doy la cuenta que no es la única que se comporta raro: muchos más también parecen distraídos,  y parece que nadie quiere hacer sus labores. Paso el día caminando, intentando no prestarles atención a los demás a menos que me hablen y haciendo los deberes pendientes porque no pueden quedarse a medias.  Por la noche mientras camino hasta mí lugar, escucho voces cerca de las casas más lejanas. No conozco a ninguno de los hablan, todos se escuchan adultos y no hay voces de mujeres.


— Pero son ya muchos días.


— No es la primera vez que Zachelle se entretienen en las salidas.


— Pero siempre envía a algunos de los otros. Nadie ha llegado.


— ¿No creen que ya lo he pensado? Zachelle debió regresar hace casi dos semanas, pero no puedo enviar ahora a buscarle, no estamos en condiciones para perder a alguien más— me pregunto cómo esta tan seguro de que les han perdido— Pero si no regresa en cuatro días, entonces decidiremos a quien enviar— Sigo caminando. No sabía que habían salido más personas aparte de Zachelle, ahora entiendo porque todos están preocupados.  Bien, yo tenía razón al no querer involucrarme con todo eso de la lucha, todos ellos saben que cosas así pueden pasar en cualquier momento,  no entiendo porque les resulta tan extraño. Lo único que lamento es que Zachelle no me dijera nada sobre Melauth.


 


Como ya se lo que pasa,  no me molesto en preguntar más o en decirle algo a los pocos que conozco. Solo me dan ganas de irme más pronto a uno de los refugios. He escuchado de ellos y solo los imagino como algo imposible para mi, estoy seguro de que no me dejaran salir de este campamento o como sea que le llamen. 


El ambiente tenso se expande hacia todos, al punto que ya no hacen entrenamientos y tampoco puedo dormir tranquilo. Por las noches prefiero dar una vuelta por los bosques y los alrededores de este lugar, donde no pueden verme. Mañana por la noche se termina el plazo que dio Vahard para la búsqueda ¿a quién se le ocurre que todo lo que hacen saldrá bien?   Mientras camino otra vez, escucho voces. Por un momento casi me doy la vuelta, no me interesa escuchar más conversaciones a escondidas, pero reconozco la voz que está hablando


— ¿Entonces?


— Zach, espera…— ¿Qué más podían esperar de ese chico? Llegar justo cuando todos estaban tan preocupados al punto de enviar a buscarlo. Camino un poco más, hasta que puedo verles. Zachelle y otro chico que no conozco… abrazados de forma muy íntima. Nunca menciono eso cuando me hablaba. Admito que tampoco importa, no me sorprende aunque pienso que todas las chicas que están tras él estarán muy desilusionadas. Bien, no tengo nada que hacer aquí, no quiero ver escenas melosas.     


—  ¿Qué pasa? Estas…


— Eh, si… bien…


— ¿Y bien?


— Creo que deberíamos parar esto— ¿umm?  Me detengo solo porque sería tremendamente incomodo que me descubrieran escuchando esto, si llego a pisar una rama o cualquier ruido. Se hace un silencio tan profundo, que me alegro de no haberme movido.


— No esperaba eso…


— Ya sabes, tener algo no trata de besarse y tener citas, sino de estar con la persona que te hace feliz—  realmente quiero irme.


—  Ah, ya entiendo a donde va esto ¿Quién?


—  ¿importa? te darás cuenta pronto de cualquier manera— ¿Qué respuesta es esa?  Es una conversación muy estúpida.  Que pésima suerte la mía ¿Por qué tienen que pasarme estas cosas?  Me pierdo un par de palabras al intentar  recordar alguna lección de historia para no escuchar pero no sirve con tanto silencio y luego sigo escuchando— vamos, Zach, se que tampoco estabas tomando esto en serio,  estábamos bien mientras duro pero nunca pensamos que fuera a durar mucho.


— Si, por supuesto— ¿pero qué tan lento es ese sujeto para no notar que Zachelle está mintiendo? Es claro que le importa.


— Nunca tomas nada en serio— un resoplido.


— Iré a dormir, estoy cansado del camino y todo eso— escucho los pasos sobre el pasto y las hojas secas, todavía estoy intentando moverme cuando Zachelle aparta de un manotazo unas ramas. Nos miramos, sin decir nada.  Escuchamos las ramas crujir con el paso del otro sujeto alejándose del lugar. La sorpresa en el rostro de Zachelle no dura mucho, me sonríe y desvía la mirada hacia un lado— ¿estabas escuchando?


— No lo hice apropósito.  Solo salí a caminar.


— Es un poco tarde para dar paseos— podría decirle lo mismo pero en cambio solo me encojo de hombros y me doy la vuelta para seguir mi camino— Rahn, agradecería que no le dijeras a nadie lo que paso.


— No me importa, tampoco tengo interés en estar exhibiendo a los demás.


— Bien.  Aunque lo dijeras, posiblemente nadie te creería, acabas de llegar y no hay motivo para que…


— ¡Ya te dije que no le diré a nadie! Maldición— resoplo, girándome para mirarle— no tienes que amenazarme o chantajearme. Y por lo que más quieras, deja de sonreír o me obligaras a darte un golpe en la cara. Acaban de dejarte,  no tienes que fingir que no te importa cuando es claro que te importa. Así que no sonrías—  Sigo mi camino, él tampoco dice nada más. Me han quitado las ganas de andar por la noche ¿Dónde debe uno buscar tranquilidad? Ya ni siquiera en un bosque en medio de la noche al parecer.


La alegría por el regreso del grupo de Zachelle es tanta que  para medio día ya me entere que están planeando una fiesta. Han regresado con un grupo mas de personas que lograron rescatar de una caravana que se dirigía a quien sabe que ciudad.   Hay mucho ruido, incluso en un lugar tan pequeño pueden hacer tanto escándalo que me mantengo lejos hasta que  Sahar viene a buscarme. Hay una gran fogata a un costado de las casas, huele a comida y algunas personas cantan mientras otras bailan al ritmo de las voces y la música que hacen con instrumentos viejos y remendados.


— ¡Es yitan!— Sahar me deja apenas grita eso.  Suspiro, y solo me acerco a la mesa a tomar comida antes de que no quede nada.  Me siento lo más lejos que puedo de la fogata y de los demás. Parece que lo están pasando bastante bien, casi todos están allí.


—  ¿No te gustan las celebraciones?— Casi todos menos Zachelle. No le vi ni le escuche venir, pero esta a mi lado, cargado con dificultad  un plato con comida y dos vasos tallados en madera.


— No me gusta el ruido. Tengo oídos sensibles, el ruido hace que me duela la cabeza.


— Ah, ¿por eso siempre estas lejos, en los bosques?—  no respondo, pero mi silencio es una respuesta para él,  porque el mismo asiente— claro, ahora tiene sentido. Esto es para ti— me extiende uno de los vasos.


— ¿Qué es esto?— me lo acerco a la cara, el líquido se ve oscuro en el vaso y tiene un olor fuerte y dulce.


— Yitan, lo conseguí mientras venia de regreso. A todos les gusta, aunque deberías tomar poco las primeras veces, hace que te marees y hagas cosas de las que luego te arrepientes— le da un trago al suyo. Yo por fin entiendo quien, o más bien que, es Yitan.


— No estás con los demás— comento, porque de entre todos los que conozco, pienso que Zachelle seria de los más interesados en una celebración como la que hay frente a nosotros.


— A veces es bueno tener algo para distraernos, para hacernos creer que todo está bien y que no estamos  intentando derrotar a un  gigante.- no me ha respondido.- Ah, casi lo olvido, Vahard quiere proponerte algo, un último intento por hacer que te quedes con nosotros.  Serias como un negociador, le gusta como hablas porque no eres parte de nosotros y no intentaras embaucar a los potenciales aliados— le miro, con un trozo de carne en la boca— No tienes que aceptar, ya sabes.


— ¿Por qué?— está hablando más que de costumbre, y eso que habla mucho ¿es por lo de ayer?


— Bueno, porque es lo único que se le ocurre ya que no quieres luchar.


— No hablo de eso— Zachelle se queda callado. No ha sonreído desde que llego, y ahora mira hacia los demás, bailando alrededor de la fogata. Yo también miro, todos parecen alegres, girando y moviéndose con cierta coordinación. Reconozco al sujeto que estaba con Zachelle anoche, una de las chicas curanderas está casi colgada a él y de vez en cuando se besan.


— Lucen bien ¿no? al menos fue más amable cuando me lo dijo.


— Parece que  no es la primera vez que te pasa.


— Ah… no, no es la primera vez. Siempre parece que todo va bien pero al final nunca me eligen— su voz suena decaída— Todos dicen que no me tomo las cosas en serio ¿de verdad doy esa impresión? solo porque sonría y haga bromas casi todo el tiempo no quiere decir que no sea serio. Puedo serlo. Puedo ser serio si así lo quiero.


— Dudo mucho eso. Y creo que has tomado mucho de esa cosa.


— Lo que quiero decir es que no tonteo con otros, no tengo más de una pareja y…


— Por favor, no quiero saber eso— Zachelle se ríe.


— Ayer hablaste mucho,  nunca te había oído decir más de dos freses seguidas. Deberías hablar más.


—Tú deberías hablar menos.


— Fui a Melauth.  Me tomo algunos días, y deje a los demás esperando— ¿llego tarde por que fue a mi ciudad?— El lugar donde vivías esta deshabitado. Investigue un poco y supe que les hicieron muchas pruebas y preguntas a los que se quedaron para comprobar que no fueran traidores. Les enviaron a otras casas y adelantaron a los que estaban por ingresar a los Sentinellas pero no pude encontrarlos.


— Gracias.


— Solo es trabajo— ahora soy yo quien  bebe del vaso, tomándome todo en dos tragos. El sabor es bueno, y me hace sentir un calorcillo agradable en el estómago. Zachelle se queda conmigo, a ratos en silencio a ratos hablando. Ya no miramos a los bailarines, discutimos sobre  cualquier cosa, y mientras veo su sonrisa, más me convenzo de que  para Zachelle es más fácil hacerle creer a todos que nada le importa sonriendo que mostrar lo que en verdad siente.

Notas finales:

Gracias por leer, hasta el próximo viernes


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