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RE- por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola ~

Lamento la tardanza, aquí esta el capítulo de hoy.

Gracias por leer.

 Escucho los pasos, lejos. Parece que vienen en esta dirección pero no hacia nosotros.  Creo que alguien está dando un paseo matutino.  Me doy la vuelta y como puedo hacerlo sin que me den un codazo o una patada se que Zachelle no está aquí y eso ya es extraño porque casi nunca despierta antes que yo y mucho menos se mueve sin despertarme. Los pasos se alejan sin acercarse. Me levanto, ya no siento ese presentimiento que no me dejo tranquilo ayer.


¿A dónde fue Zachelle ahora?  No hablamos mucho después de que aceptara estar conmigo, Zachelle estaba sorprendido y yo exhausto después del día que solo queríamos dormir. Había esperado que estuviera aquí aunque no me hace sentir mal tampoco.  Debo hablar con Vahard también sobre cuando puedo regresar a ayudar a la cocina, no hacer nada ya es demasiado para lo que paso si el otro sujeto ya está de pie.


— ¿No has visto a…?


— Rahn ¿Qué paso anoche? Todos pensaron que ibas a golpear ahora a Zachelle. Pero esta mañana estaba normal.


— ¿Por qué iba a golpearle? Justo iba a preguntarte por él ¿Sabes donde esta?


— dime tu porque golpeas a las personas, y estaba con Vahard hace unos momentos, supervisando la instalación de los que llegaron ayer.  


— entonces voy para allá—  el lugar está al otro extremo, un área en la que apenas están talando árboles para crear más espacio y poder instalar mas carpas o casas de madera por ese lugar. Tengo que atravesar  casi todo el campamento para llegar, cada vez esta más grande y no creo que sirva mucho para ocultarnos más tiempo. Ya hay personas en el campo para entrenar y aunque no hay sol comienza a hacer calor, ¿Qué se hace aquí cuando llueve? Nunca he preguntado ¿Cómo cubren los techos de las carpas de tela?  ¿Y las fogatas? La madera se humedecerá y no hará fuego.


— ¡Rahn!


— ¿Qué?


— Ayúdame a llevar esto—  Una de las chicas de la cocina carga un montón de madera.  Estiro los brazos y deja caer todo. Se sacude y comienza a caminar.  La cocina es el único lugar donde hay actividad desde muy temprano, a veces desde antes de que salga el sol y aunque hay mucho ruido puedo soportarlo porque me entretiene estar haciendo algo con cuidado, como cortar vegetales o supervisar que no se queme la comida.


— vaya, ¿Qué tenemos aquí? ¿Te ocultas otra vez?


— Ella me pidió ayuda— sigo de largo hasta el lugar donde ponemos la madera— solo dejare esto y me voy.


— no, no. Hable con Vahard más temprano, puedes volver. Ya no estás bajo sanción.


— oh, entonces me quedare a ayudarles ¿Qué hace falta?— por respuesta ponen un cuenco con hongos para cortar. Suspiro. Cortar hongos es lo más aburrido que puedo hacer aquí, son interminables y creo que estas mujeres también me están castigando a su manera por haber peleado, ni hablar entre más rápido comience  mejor.


— ¿No piensas pelear otra vez? Zachelle suele ser un poco molesto pero no lo hace con mala intención.


— ¿Ah?


— He escuchado que ahora pelearas con Zachelle— este lugar es tan pequeño que las habladurías como esa llegan a todos.


— solo he golpeado a ese sujeto y porque se lo merecía, no tengo porque golpear a nadie más, y mucho menos si es solo porque no sabe mantener la boca cerrada— ¿ahora soy el malo de este lugar? No me molestaría de no ser porque ese maldito ahora es una víctima— No te diré  porque le golpee. Si quieres saberlo deberías preguntárselo a él— si alguien se va a complicar la vida dando explicaciones no seré yo.


— ¡Rahn!— escuchar esa voz hace que algo cálido se remueva en mí. Me encuentro mirando entre las personas hasta que de pronto le veo casi frente a mí, inclinado sobre el espacio donde cortamos la comida— te me has adelantado, te buscaba para decirte que puedes regresar.


 — Vilia me lo dijo hace unos momentos.


— Ahora que estas aquí…— aprieta los labios, intentando no reír— ¿podrías…?


— Zachelle, eres imposible chico— Vilia le reprende, pero solo le hace reír mientras mantiene un plato vacío en sus manos y extendido hacia mi— debes esperar, y esperar tu turno como todos los demás.  Y no creas que no sé qué has estado hurtando cosas de la cocina cuando crees que nadie te ve.


— yo no he hurtado nada, quien te lo dijo esta mintiendo.


— El desayuno no está listo todavía— intervengo, pero también tomo algo del pan que ya está listo y una manzana.


— Rahn, deja de alentarlo.


— No me dejaras morir de hambre— siguen con su amistosa discusión hasta que terminamos con la preparación de la comida y luego dejamos que las chicas que se encargan de servir entren al lugar. Voy a sentarme con Zachelle a una mesa desocupada, ahora que la comida esta lista este lugar no tardara en llenarse.


— te levantaste muy temprano.


— Vahard quería hacer una ronda en los alrededores. Esperamos que un contingente de Sentinellas pase cerca de este lugar según nos han informado, pero no es seguro— se encoje de hombros— olvide mencionarlo anoche…— parece incomodo al mencionar eso.  


— ¿tienen una guardia que vigila  los alrededores?


— Por supuesto ¿pensabas que solo esperábamos que no nos encontraran?— sonríe otra vez, y luego suelta una carcajada— en serio has estado tanto tiempo aquí y apenas te das cuenta de eso.


— nunca mencionaron nada. 


—  lo que paso es que tu no pones atención.


— ¿Cuánto tiempo se quedaran?— muevo la cabeza para señalar a un grupo de recién llegados.


— no lo sé, hay… algo grande y Vahard quiere organizarlo bien.


— Oh— No me siento mal porque no me dice lo que planean, porque siempre le he dicho que no me interesa saber esas cosas— ¿Y estas bien con que haya regresado esa persona?— tampoco es una pregunta con mala intención.


— ¿Cómo lo…? ¿Quién te dijo eso?


— Sahar me dijo que eran amigos y que ambos ayudaban a Vahard hasta que se fue. Lo demás lo adivine cuando dijo que habías estado triste y que se quedo en Daoyang por que se enamoro de una mujer— me mira, parece un poco molesto por lo que dije aunque más               que enojo real parece un berrinche.


— No debí decirte nada.


— No, no debiste— me da una patada por debajo de la mesa— ¿Qué? No me interesaba saber tus… aventuras. De cualquier modo siempre termino escuchándote.


— Ah, que hambre tengo— Sahar deja caer su plato en la mesa, salpicándonos con la comida. La miro mal— ¿Qué terminas escuchando, Rahn?


— Cosas— ignoro las quejas. Zachelle y ella discuten sobre mi poco tacto con las personas pero yo estoy pensando en lo que acaba de pasar, en que Zachelle ha terminado la conversación sobre sus parejas. No estoy muy seguro de que se avergüence por eso.


 


Ya es otra mañana mas en este lugar, y desde ayer sigo pensando lo mismo. Zachelle ha estado muy ocupado para poder preguntarle con calma sobre eso y no hay nadie más a quien quiera preguntar.


Nos han hecho apagar la fogata donde cocinamos porque han visto a un grupo de Sentinellas cerca y hay un ambiente pesado en el campamento. Apenas se escuchan ruidos y pareciera que nadie quiere moverse mucho tampoco. Como si eso fuera a impedir que nos encuentren. Si yo me hubiera convertido en un Sentinella les habría encontrado sin acercarme mucho, podría oler que hay humanos aquí y alejarme para después volver con refuerzos o acercarme en forma de lobo, nunca sabrían que fue lo que paso.


— Ya, pero no todos son perros— Sahar sostiene una lanza en sus manos y la hace girar mientras responde al comentario que acabo de hacer, y Zachelle asiente para darle la razón.


— Todos aquí sabemos luchar. Y a donde ir en caso de huir. Hoy no pelearemos si no es necesario, comprometeríamos este lugar y tendríamos que movernos. Debimos movernos hace mucho, pero es muy cómodo aquí. 


— solo es algo que podría pasar. A los de mi clase les asignan tareas de espionaje y exploración. Yo esperaba que me asignaran eso.


— ¡Rahn! Vahard quiere verte. Zachelle tú también vienes— no conozco a quien nos llama, pero los dos nos ponemos de pie y le seguimos por el campamento y luego por el bosque. Como los dos intentan no hacer ruido, camino con más cuidado del que normalmente usaría para andar por aquí. Vahard está con un grupo de personas, y nos hace una seña para que esperemos. Nos quedamos apartados.


— Zachelle


— ¿Umm?


— ¿Por qué siempre mantuviste en secreto con quien salías? ¿Te avergüenzas?


— ¿A qué viene eso ahora?— le sigo mirando hasta que suspira— No me avergüenzo. Siempre lo hacía porque me lo pedían y para mi es más fácil porque después podemos fingir que no paso nada. Ya has visto como todo el mundo se entera de esas cosas. 


— entonces era eso.


— ¿Pensabas que me avergonzaba?— me encojo de hombros. No pensaba en nada claro. Vahard se acerca a nosotros, pero me está mirando a mí.


— sé que no te gusta involúcrate en las luchas.


— no voy a luchar.


— no es eso lo que voy a pedirte. Los Sentinellas se fueron, pero no podemos estar seguros de que no sea una trampa o vengan más. Solo te pido una inspección para estar seguros— No me cuesta nada hacerlo. Me agacho a quitarme los zapatos y luego me saco la camisa.


— ¿Por qué esta Zachelle aquí?


— Escuche que es bueno entendiéndote cuando eres un lobo. Y los demás se sentirían seguros si saben que puedes escucharle.


— No necesito un adiestrador— me pierdo entre los arbustos antes de quitarme la ropa que me queda y convertirme en lobo. Por un momento creí que iba a imitar mi habilidad.


Vago por el bosque sin importarme lo que tenía que hacer. Sé que es importante, pero oler el  suelo y hacer otras necesidades también es importante. No quiero hacer lo que tengo en la cabeza, pero sé que es importante. Seguir un rastro. Una parte de mi está indignada por ser tratado como un perro de caza. Y al final es el silbido, estridente en medio del bosque tranquilo lo que hace que corra hacia ese lugar y termine casi saltando sobre Zachelle mostrando los dientes. Él se está riendo de mí. Sería fácil morderle la garganta y terminar con eso, pero sabe que no lo hare.


— Es una broma, tranquilo chico lobo— sigo gruñéndole en la cara, pero él no retrocede— ¿Qué encontraste?— no hago nada, dejo de gruñir— está todo bien.


— ¿Cómo le entiendes a eso?— alguien habla, pero no me importa. Ya quiero volver a ser un humano.


— porque no ha hecho nada. Si hubiera peligro cualquiera sabría que algo va mal. Ah, lo siento chico lobo, dejare tu ropa por acá— me vuelvo a vestir y no digo nada cuando regreso con los demás, solo paso de largo. Escucho que me siguen, hablando entre ellos ahora que no soy un lobo— Rahn ¿estás molesto por eso?  


— No.


— pudiste haberte negado.


— no es eso.


— ¿puedo saberlo?


— No me gusta que me traten como un animal que está a su servicio solo porque pueden dar órdenes. Y me molesta que me traten como un animal rabioso.


— oh… solo están sorprendidos de verte. Nunca han visto una habilidad como la tuya. Y que te la pases gruñendo y enseñando los dientes no ayuda a que piensen que eres un lindo cachorro.


— ¿Lindo cachorro?— gruño. Zachelle se ríe.


— tú me entiendes. Iré a decirle a los demás que todo está bien— me quedo paseando en el campamento, intentando no parecer tan agresivo como piensan todos, pero es inútil, me siento ridículo cada que alguien me habla e intento ser amable.


No hacen una celebración pero casi todos se reúnen a la cena fuera,  incluso vahard está sentado junto a la fogata. Yo no me hubiera arriesgado a hacer un fuego tan grande después de lo de la mañana, pero no es mi decisión. Zachelle está hablando con su grupo de seguidoras, siempre pareciendo tan alegre y sonriendo. ¿Quiere mantener en secreto que ahora somos amantes? No me dijo nada, pero es lo que ha hecho con todos los demás. Observo a Dalsh, hablando con un grupo que no conozco y que debe venir con él. Si nunca han querido mostrarle a todos  con quien salían es porque nunca se lo tomaron  en serio ¿no? si quieres a alguien ¿Por qué ocultarlo? Si no hay peligro en que los demás sepan está bien entonces. Y además, si pienso en lo que paso en la cocina esta mañana, en mentir a todos en hacer como si no pasa nada… no es algo que me guste. No voy a mentir en algo como esto, ni me voy a molestar en inventar cosas que luego no recordare y que me harán parecer peor o en su caso golpear a los que insistan. Y no tengo mucho tiempo para pensarlo mejor o pedir la opinión de Zachelle: Dalsh se está acercando al grupo donde esta Zachelle.


No corro, pero si avanzo a zancadas y logro llegar primero.


— Zach, viene…— una de las chicas me señala y hace que Zachelle me voltee a ver.


— Rahn ¿quieres comer con nosotros?— escucho el quejido de las tres chicas. No se cómo me ven ellas, pero cuando avanzo dos pasos más y estiro la mano para sujetar a Zachelle sueltan un grito ¿piensan que le voy a golpear? Nada más lejos de lo que pretendo. Le jalo del brazo hasta que pega conmigo y me aferro a su cabello para besarle. 


No me importa que todos estén viendo, y que parezca que todo se ha quedado en silencio. Alguien silba, y luego se escuchan algunas risas.


— Me voy a dormir— miro alrededor, siento que todos nos están mirando.  Pongo esa mirada que me dicen que no les gusta, espero que entiendan que si tienen algo desagradable que decir mejor se lo guarden.  Cuando paso a todos,  no me aguanto una sonrisa. Apenas me he acostado en el pasto fuera de mi carpa cuando escucho los pasos rápidos hacia mí, ni siquiera intenta llegar en silencio.  Su cara se interpone entre el cielo y yo.


 — ¿Qué fue eso?


— ¿Qué?


— ¿Por qué hiciste eso?— No está molesto, pero no entiendo su reacción.


— no sabía que no podía hacerlo. Y dijiste que no te importaba que se supiera.


— pero… Yo pensé… siempre fue un secreto y ahora tu…


— No soy como los otros. No pienso tener problemas al mentir sobre lo que somos y terminare golpeando a alguien si insiste mucho. Si los otros fueron tan idiotas para no decirlo nunca, yo no lo soy, aunque no soy bueno expresándome es mi manera de decirte que voy en serio con esto.


— ah, me has sorprendido con eso— se sienta, sin decir nada más y luego se ríe, y sigue riendo cada vez más fuerte que se tiene que sujetar el estomago y comienza a llorar de la risa. No dije nada gracioso— lo siento… es que…— otro ataque de risa— es la primera vez…  que me dicen eso…— más risas— Y luego… la cara de todos…


— No me detuve a ver mucho— tampoco pienso que sea tan gracioso.


— solo estoy muy feliz. Ahora todos lo saben…


— Si— sonrió otra vez, y esta vez recibo un golpe en las costillas.


— Lo hiciste a propósito…— no respondo, porque lo hice. El me sigue mirando insistente hasta que vuelvo a suspirar y miro al cielo.


— ¿Cómo iban a saber los demás que no tienen que acercarse a ti otra vez con esas intenciones? 


— Entonces lo hiciste por eso— hay reproche en su tono, aunque creo que está jugando y no está molesto de verdad, hace un momento está riendo no puede molestarse tan rápido.


— no confió en que te dejen en paz solos. Y tú no te defiendes de ellos, tendré que hacerlo yo… espero que no tenga castigos largos por eso.


— ¿Qué eres?


— ¿Qué?— Siento un empujón y de pronto su rostro está muy cerca del mío. Su cuerpo sobre mí.


— Nadie pensaría que eres como me estas mostrando ahora. No te atrevas a dejarme nunca ¿Me oyes? Nunca. Te odiare por siempre si lo haces.


— Sigues diciendo eso y apenas nos hemos besado dos veces, hasta ayer éramos amigos— se ríe, su cabello me hace cosquillas cuando se inclina a mí y me besa— tres.


— ¿Vas a contar cada que nos besemos?


— No es difícil olvidar tres besos… cuatro— corrijo. No hay nada más interesante ahora que Zachelle.


Esa misma noche dormí poco y perdí la cuenta de esos besos.


 


 


El campamento se ha movido hace tiempo, ya no es un campamento puesto que vahard decidió que era seguro usar Firah como lugar de operaciones de la Fortaleza. Y es ahí a donde me dirijo. Llevo semanas fuera en un viaje a las tierras más secas que he conocido, nunca había visto un desierto, y encontrarme una ciudad en medio de uno fue una gran sorpresa. Me gustó mucho más que las ciudades en la tierra de las ventiscas.  Estoy cubierto de arena y el sol me ha quemado la piel, pero encontré cosas maravillosas en ese viaje.


Esquivo un golpe antes de entrar a la ciudad.


— te escuche venir desde que saliste de los árboles.


— Regresaste tarde— Sahar sonríe, recogiendo la lanza que arrojó al suelo para golpearme— ¿te paso algo en el camino?— seguimos caminando por la calle principal.


— no, el lugar estaba más lejos de lo que me habían dicho.


—  entonces eso fue. Tienes mala suerte, vahard salió la mañana de ayer tendrás que esperar a que regrese para darle tus noticias.


— No importa— nos topamos con uno de los grupos con los que entremos, amigos de Sahar y Zachelle, yo no decido todavía si somos amigos o no.


— Pero si es Rahn, creímos que no ibas a regresar— si no he huido hasta ahora no entiendo porque ahora si— ¡Zach! Tu perro guardián ha regresado—  solo porque ha llamado a Zachelle y no le he visto desde hace mucho no le respondo. Lo que dijo no es más que una broma que surgió en los primeros días que estuve con Zachelle: todos me dijeron que ponía una mala cara cada que veía a Zachelle hablar con ciertas personas, o definitivamente a gruñir cuando era Dalsh.  No me di cuenta de que lo hacía, y nunca lo hice porque no quisiera que Zachelle hablara con nadie más,  porque no pasaba con todos. Sigo creyendo que es porque esas personas tenían algo que me hacía desconfiar de sus intenciones.


— Deja de llamarle de ese modo, Rahn no es ningún perro— Zachelle se acerca sonriendo como siempre.  Le veo con la intención de correr y arrojarse contra mí.


— dejara de llamarme así cuando le dé una mordida.


— Espero que sea una broma— le sonrió, mostrando los dientes y para molestarlo más ladro también.


— Zach, sujétalo— Zachelle sigue sonriendo cuando  me empuja y nos aleja de ellos.


— sabes que solo le estoy fastidiando, no voy a hacer lo que dije.


— lo sé ¿Estás bien?


—  no voy a morir porque alguien me este diciendo cosas como esa, siempre…


— Tu viaje, ¿Estas herido? ¿Paso algo?


— oh, todo estuvo bien. Me gusto mucho visitar ese lugar… me gustaría vivir allí, no es un mal lugar ¿Quieres venir conmigo?


— ¿Qué?


— a vivir conmigo a esa ciudad…. ¿Zachelle? ¿Qué haces parado?— Me está mirando fijamente, con las manos alzadas frente a su cara como si quisiera ocultarse y la cara roja—  ¿Qué te pasa?


— E—eres un tonto— se da la vuelta y me deja allí. Estoy preocupado, nunca había visto que Zachelle se pusiera así y no parecía enfermo cuando nos vimos ¿Fue algo que dije? No dije nada malo tampoco. Estoy tan concentrando pensando en eso que aunque escucho los pasos corriendo tras de mí no les pongo atención hasta que me algo me golpea por la espalda, me empuja y me hace caer al suelo con eso encima de mí.


— ¿Qué estás haciendo, Zachelle?— me doy la vuelta y le tiro al piso también. Zachelle me besa apenas nos vemos de frente.


— Eres un grandísimo idiota— no estoy entendiendo esto ¿Está molesto o está contento?


— Estas extraño.


— te extrañe… hoy no me trajiste nada.


— Ah, cierto ¿Has visto esas marcas que tienen algunos de sus habitantes? Esas marcas que no se quitan— me levanto la manga del brazo derecho para mostrarle el dibujo que ahora es parte de mi piel. No es más que un medio círculo y algunos puntos cerca.  


— La luna y estrellas.


— Si.


— nada mal


— Te hare uno cuando me respondas a la primera pregunta que te hice— Me mira de nuevo, y luego se levanta.


— Bien— me extiende la mano, no va a responderme hoy eso— dejemos que sea una sorpresa para después— realmente no entiendo mucho como es que piensa Zachelle. Nunca importa mucho después de todo, no cuando se porque quiero a ese chico.

Notas finales:

Nos leemos la próxima semana!!

 


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