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Memories of the past por Tsuki no Megami

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Notas del capitulo:

Uno más antes de ir a dormir. 

Los personajes pertenecen a Stan Lee y Disney Marvel Studios

 

 

Losing the love.


Esa noche el cuartel de los vengadores se convirtió en el club privado para ellos, celebraban las victorias recién adquiridas, la música, bebidas, botanas y la compañía eran de su gusto sin embargo había dos individuos que no la disfrutaban del todo, aunque aparentaban lo contrario sus ojos buscaban desesperadamente encontrarse el resto no se dio cuenta de ello pero con tanta gente ahí, la charla tendría que esperar. Amanecieron con malestares estomacales y uno que otro dolor de cabeza a excepción de Steve cortesía del suero y Tony ya que por increíble que parezca cuidaba del resto.


—Que suerte tienen algunos para aguantar las alocadas fiestas de Stark —levantándose con esfuerzo su mano en la frente el agente Barton pedía un poco del jugo que el capitán preparo—. Si lo piensan bien es un poco injusto.


—El que no controles la bebida es sólo culpa tuya —sentándose en la barra del mini bar, la mujer que conocían como la viuda negra se mostraba radiante, fresca sin rastros de desvelo pero con un gran apetito—. Lo único que sorprende es que el alma de la fiesta pasó de largo a todos.


—Agente Romanoff, con ustedes actuando de esa forma no era necesaria mi presencia, además no tengo ganas de celebrar —dejando a todos con la boca abierta fue directo al laboratorio sólo con un vaso de jugo. La noche anterior cuando todos dormían se acercó a quien era su líder, quizo charlar con él pero fue rechazado para su sorpresa, gracias a eso sus ganas de convivir se fueron por la borda.


—Que mosca le pico, su humor no a mejorado para nada.


—Déjalo así Clint, es Stark de quien hablamos tal vez sea un negocio que salio mal o el hombre con un ojo le dijo algo sin que nos diéramos cuenta —Wanda jugando con su sorbete de fresa le resto importancia aunque también le preocupaba la mentalidad del hombre en cuestión.


—Steve por qué no vas a hablar con él, quiza te haga caso a los demás nos ignora —pensando mejor sus palabras el científico recordó que las charlas entre ellos terminan en peleas y caos total—. Olvídalo mejor esperemos que se le pase su mal genio.


No estaba del todo equivocado, sabía que debían hablar resolver las cosas que quedaron pendientes, pero no conseguía una forma de abordar el tema sin que el otro lo tomara como algo ofensivo. Una hora después viendo que todos estaban entretenidos con un programa de televisión, tomo el ascensor al último piso ahí se ubicaba el laboratorio privado del castaño sólo dos personas tenían acceso a el, reuniendo valor entró a enfrentarlo.


—Tony, hay algo que te está molestando puedo verlo en tus ojos, antes que te diga el porque de ello debes prometer no enojarte.


—Estoy molesto pero por otras razones, contigo es personal y necesito saber el motivo por el cual te alejas —sin dejar de ver los resultados que lanzaba su super computador exigía una respuesta clara con el tono de voz.


—Se honesto conmigo y responderme con sinceridad de lo contrario no podré ayudarte —captando la atención del genio millonario le soltó la pregunta sin mas—. ¿Que es lo que recuerdas de tu viaje en la nave de Thanos?


—Viajaba con Peter junto a otra persona y... —al recordar lo que hacía con su acompañante bajo la mirada guardándose el resto para si.


—No lo puedes decir ahora aunque años atrás lo gritaste con orgullo, tus palabras exactas fueron: Stephen Strange es mejor que tú, dormir con él ha sido lo más satisfactorio que he hecho en mi vida, ya lo sabes puedes irte y dejarme seguir mi camino —recordar ese momento ensombrecio el ambiente—. Te doy espacio para que decidas que es lo que quieres, me dijiste que lo amabas y preferias forma una familia con él, me iré unos días estaré bastante lejos y tu puedes... no me busques, quiero que seas feliz aunque no sea conmigo, lamento no ser la persona perfecta para ti.


Regresando por el mismo camino, fue al garage donde tomo su moto dejando todo lo que una vez amo atrás. Cuando reaccionó ya era demasiado tarde no pudo detenerlo, su corazón dejó de latir y todo a su alrededor era frío, por las mejillas caían lágrimas nunca había llorado por alguien pero en esta ocasión sentía un inmenso dolor y una sensación de vacío que únicamente derramando agua salada por sus ojos lo podía expresar.


Por la tarde recibieron la visita de su "benefactor" por así decirlo, quería hablar con todos para su sorpresa los dos pilares se encontraban ausentes. —Entiendo que Stark no quería venir pero que hay de Steve.


La IA les informaba la ubicación de una persona ya que no podía localizar al otro personaje. —El señor Stark se encuentra en el laboratorio subterráneo en cuanto al capitán Rogers, salió desde la tarde y no ha regresado.


Extrañados por la información, Bruce pidió al sistema le mostrará el video del lugar donde se vieron por última vez, no tenía audio solamente era la grabación pero en ella se veía a un Steve melancólico junto a Tony al borde del llanto. —Viernes, Tony sigue en esa habitación.


Una vez mas puso la imagen en la pantalla dejando ver lo que creían era imposible, el hombre estaba en el suelo abrazando sus rodillas y llorando como niño chiquito después de ser regañado. —Que demonios pasa entre esos dos, son buenos a la hora de combatir pero no pueden llevarse bien.


—Me parece Fury que hay algo más grande entre ellos, algo que ignoramos y por eso no podemos ayudarlos.


—Nat tiene razón, necesitamos conocer todos los detalles, para ello esperamos a que se decidan a hablar o tu sabes algo que nosotros no —dirigiéndose a la persona mas cerca al capitán América.


—No lo se, pero tampoco creo que sean amigos de eso estoy seguro —Bucky Barnes conocía bien a Steve y sabía que su actuar era por algo mas que un amigo.



Mientras eso pasaba en la torre vengadores, unas calles mas al centro el hombre conocido como Doctor Strange meditaba dentro del Sactum Sanctorum cuando su mentora se le apareció llevándolo al plano astral.


—Tiempo sin vernos, puedo notar que haces buen uso de las enseñanzas místicas.


—Ancestral, el que estés aquí significa que algo malo está por ocurrir o me equivoco.


—Tu estas destinado a grandes cosas pero si te dejas llevar por tus emociones terminaras destruyendo la vida en este planeta —notando la confusión en su pupilo le explico con mayor detalle los sucesos condenatorios—. Si obedeces a tu corazón le darás abrigo a ese hombre y serás feliz por unos años, pero el siempre amará a alguien mas, llegado el momento usaras tus poderes para traerlo de vuelta del mundo de los muertos, usaras fuerzas oscuras despertando a la criatura guardiana de dicho poder quien consumirá todo el mundo.


—Pero yo... fue algo pasajero, podíamos morir y bueno, tanto él como yo estamos conscientes de lo que hicimos o no.


—El enojo hace cosas increíbles, aún ahora las palabras dichas anteriormente causan dolor —regresandolo a su cuerpo le dio un último consejo—. Si haces lo correcto varias vidas podrán salvarse todo depende de lo que decidas hacer.


Con eso en mente, el hechicero supremo se preparo para enfrentar su destino junto a la persona que iría a visitarlo dentro de poco. Los días pasaron y no había rastro de Steve para colmo el hombre de hierro se la pasaba encerrado en su habitación o en el cuarto del capitán, buscaba la forma de dar con su paradero, en un acto desesperado fue en busca de aquel mago que una vez los ayudó.


—Supuse que vendrías un día de estos, dime que te trae específicamente —cambiando de habitación en habitación usando sus poderes, el pobre Tony sufría de náuseas—. Y bien te escucho.


—Primero deja que me reponga de los saltos entre espacios —sentándose en un rincón recuperaba el aliento—. Necesito que me ayudes a encontrar al capipaleta, parece que la tierra se lo trago.


—Te está dando tiempo y espacio para que pongas en orden tus emociones, deberías seguir su consejo —pidiéndole a su fiel amigo el libro de hechizos, se giro a encarar al invitado—. Lo quieres ver para que regrese como tu amigo, compañero, colega, jefe o amante, cuando tengas la respuesta visitarme y con gusto te llevaré con él, por ahora reflexiona —sacándolo de su hogar, volvió a sala de meditación siendo seguido por Wong, un hechicero igual que el guardián del santuario.


—Estuvo bien lo que hiciste, creo que era mas fácil llevarlo de una vez.


—Wong, yo hable con Steve Rogers hace días, por lo que me dijo es necesario esto, de lo contrario otra guerra civil podría desatarse y esta vez sólo uno sobrevivirá.

Esas palabras dieron por terminada la conversación, por sobre las avenidas de Nueva York un hombre caminaba, meditando que era lo que quería, su hija estaba por regresar de "vacaciones" con su mami Pepper, pero el no estaba en forma para cuidar de ella, además dudaba en decir lo que siente, porque no lo sabía tal vez el miedo a ser rechazado pues dijo cosas hirientes. Nick Fury se consideraba un hombre paciente, frío y calculador sin embargo en esta ocasión todo le era difícil de comprender, por mas que buscaba no encontraba nada sobre un posible romance entre esos dos, añadiéndole a su frustración el hecho que los había perdido ya que nadie sabía su paradero.


—No sólo Steve ahora Anthony también desapareció, cuando los encuentre serán interrogados, saldrán de aquí únicamente si me dicen todo lo que ocultan.


—Señor, la mayor Danvers regreso, solicita una audiencia con usted —Maria Hill el brazo derecho de Fury y segunda al mando de S.H.I.E.L.D, se mostraba preocupada por su jefe y los vengadores que ahora no tenían líder.


—Déjala pasar y Hill puedes ir unos días a la torre, ve si ellos encontraron algo.


Cumplir sus órdenes no era problema la cuestión es que los superheroes tampoco tenían idea de donde buscar ni a donde ir, toda esa situación se estaba saliendo de control. Veinticuatro horas después Anthony Edward Stark regreso con el hechicero seguro de la respuesta que daría a cada pregunta que le llegase hacer.


—Muy bien hechicero, quiero a Steve a mi lado, como amigo, confidente, colega, campañero, esposo, amante y lo quiero en este instante, te basta con esa respuesta —dijo en voz alta, entrando al recinto abandonado.


—No tienes por qué gritar —apareciendo junto al templo Strange descendía de las escaleras flotando hasta que dar frente a frente—. Estas completamente seguro, si yo te ofrezco cumplir tu mas ferviente deseo a cambio de quedarte conmigo lo harías.


—No, no lo haré, mi corazón está con él desde tiempo atrás y mi deseo es ir a su lado ahora.


Notando la verdad en sus palabras abrió un portal hacia el polo norte lugar donde vivía cierta persona. —Buena suerte, realmente quiero que seas feliz —empujándolo al otro lado cerrando así un ciclo.


En ese lugar frío y abandonado, erguido al fondo de lo que parecía un islote congelado se hallaba un iglú perfectamente construido, aproximándose a el noto como emergía del agua helada él hombre al que quería ver, vestido solo con un bóxer escurriendole restos del líquido, cada gota se deslizaba suavemente por sus músculos bien marcados, podía jurar que esa imagen derretía los polos mas que el calentamiento global.


—Tony que haces aquí y vestido así —sintiendose observado levanto la vista asombrado al ver quien era.


Trato de articular alguna palabra pero su cerebro no se lo permitió, únicamente se imaginaba una y otra vez rodeado en esos bien torneados brazos. Tan embelesado estaba que ni cuenta se dio cuando lo metió a su morada cubriéndolo con la cobija ofreciéndole algo de beber.


—Tu no sientes frío con sólo eso puesto —por fin su mente conecto las palabras para formar una oración—. O tal vez ya estas acostumbrado al clima.


—No se cuanto tiempo tengo aquí pero ya no tengo frío mejor dicho no siento nada.


Respirando hondo, tranquilizaba su corazón para hablar correctamente. —Steve yo... tengo que decir... debo...


—No digas nada, el simple hecho que estés aquí significa que tomaste una decisión quiero escucharte —sentándose sobre la nieve comprimida al otro lado, guardó silencio dejandole hablar.


—Nosotros no podemos seguir así, esto nos hacemos daño cada que... vamos a prometer no mas secretos entre nosotros, mentirle al mundo esta bien pero entre tu y yo jamás. Ahora bien antes de regresar a casa tienes algo que decirme.


—No hay nada que debas saber, siempre fui honesto contigo y lo seguiré siendo —apenas termino de hablar cuando sobre sus piernas ya tenia a su adoración listo para besarle.

—Debes entender que esto es culpa tuya, por dejarme solo tanto tiempo además no dejas nada a la imaginación —el contacto entre labios comenzó lento, recordando el sabor junto al calor de sus cuerpos.


Al poco rato se encontraban con la cobija tendida en el piso mientras ellos disfrutaban de los besos y caricias contra la piel, en ese momento el aire congelado ni les afectaba, su calor corporal mas el intenso placer los mantenía distraídos. Las embestidas eran profundas y certeras, los sonoros gemidos mas el chapoteo era audible si hubiese alguien cerca, para su fortuna podían ser tan abiertos como deseen.


—¡Oh Steve! Así mas fuerte aaaah —en verdad necesitaba sentirlo tan dentro, su cuerpo pedía a gritos un contacto profundo. Si bien al estar recostado, recordaba el encuentro con Strange en el espacio, hacerlo con el héroe de América era mil veces mejor, de ponerlo en palabras seria igual a la explosión de una galaxia tras otra, eso era durante la primera ronda ya que el placer se extendía cada vez más.


Cambiando de lugares, Tony subía y bajaba por la envergadura, grande y gruesa, en ese momento no podía pensar en nada que no fuese deleitarse con el cuerpo que tenía debajo, perdiéndose en las corrientes de fuerza que recorrían su piel en cada movimiento erizandola. Ninguno recuerda cuanto tiempo estuvieron así sólo cuando estaban agotados pero satisfechos fue que se abrazaron para dormir aunque fuese un par de horas.

Notas finales:

Muchas gracias por leer. Dulces sueños. 


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