—Hola…— LuHan saludó, levantándose para poder darle un beso en la mejilla.
—¿SeHun sabe que nos veríamos hoy?— JongIn se sentó enfrente suyo, levantando la mano para pedir una taza hirviente de café, el invierno estaba en su mayor esplendor y sus labios comenzaban a perder la sensibilidad.
—Claro que no. Nos mataría si supiera.— Contestó con una leve sonrisa, mordiendo su croissant de chocolate para luego compartirlo con el doctor. Mirando por la ventana los copos de nieve caer.
—Cuando me llamaste te escuchabas afectado, ¿Ahora qué hizo?— Tomó su mano para reconfortarlo de una vez, brindándole un poco de calor con sus guantes.
—Ayer encontré un condón usado en el baño.— JongIn quedó impactado con tal confesión ¿Por fin se habría enterado? ¿Se divorciaría de él?
—¿Está viendo a alguien más?— Cualquier persona se hubiera dado cuenta que SeHun tenía un amante desde hace años, el estúpido a veces llegaba a ser un total descarado, así que era una bendición que LuHan se pudiera separar de algo tan tóxico, él era la última persona que merecía una infidelidad.
—No, por supuesto que no. Él solamente lo hizo una vez, sólo fue sexo casual con alguien que no verá más, es la primera vez que encuentro algo así, por eso sé que no significa nada. Él en verdad me ama, y ayer también me lo confirmó, bailamos la canción de nuestra boda por iniciativa suya, y no sé si haya sentido lo mismo que yo, pero fue hermoso. Tenemos una esperanza JongIn.
—¿Sólo una vez?— JongIn puso su mano sobre su frente para calmar su desesperación, no podía ser tan ingenuo. Se estaba burlando vilmente de él, aprovechándose de que era un pobre chico cegado y enamorado.
—Sí, debió de hacerlo porque yo estaba en el hospital, lejos de él. Es un hombre, tiene necesidades y yo a veces soy tan inútil que no puedo satisfacerlo todo el tiempo, por más que me haya dolido, es comprensible que haya buscado a otra persona.
—Maldita sea LuHan, no digas eso. No eres un objeto que se deba ocupar al sentir necesidad y desecharlo cuando no. Mereces a una persona que te ame y que te sea leal.
—Él lo hace…
—¿Qué hizo cuando le reclamaste? Ojalá se haya muerto de la vergüenza.
—Obviamente no le dije nada. Me hubiera abandonado, y esta vez, para siempre. JongIn, eso acabaría mi vida, yo, simplemente dejaría de funcionar, me quedaría solo, otra vez.
—¿Jamás has sospechado que él verdaderamente es infiel? Hablo de querer a una persona en específico, que haya visto desde tiempo y no sólo algo fortuito.
—Es una historia demasiado complicada. Nosotros llevábamos 3 años de casados y todo era perfecto, nos amábamos como locos, pero las cosas comenzaron a ponerse feas poco después de que entrara a trabajar. Un día, gimió el nombre de otra persona estando conmigo, fue tan humillante que hice una mochila para no pasar la noche en la casa, pero me explicó la situación, y yo confié en él hasta con los ojos cerrados. Creí que todo sería igual que antes, pero a los 3 meses, éramos un caos. Cada vez que lo veía estaba ebrio y usando cosas extremadamente caras, a veces pasaban días sin llegar a la casa e incluso llevábamos semanas sin hacer el amor. En esos meses, por error, lo celé por cualquier mínima sospecha, pero, a diferencia de la primera vez que peleamos, era indiferente, como si ya no quisiera luchar por nuestro matrimonio. Entonces, exploté. Le reclamé y le mostré todas las evidencias que tenía para saber que tenía un amante, pero todo se salió de control, él estaba tan borracho y yo tan asustado que me fui de la casa.
JongIn escuchó atentamente, sabiéndose la historia de memoria, aún podía recordarlo.
—¿Y luego?
—SeHun desapareció y yo me volví un psicótico sin él. Me quedé en un hotel y una amiga me acompañó, nunca he estado más ansioso o deprimido, creí que me buscaría porque normalmente, tampoco podía estar ni un segundo lejos de mí, pero no fue así. Así que su madre me ayudó a encontrarlo cuando mi desesperación fue desgarradora y enferma. Y cuando lo vi, le pedí disculpas de rodillas por celarlo tanto, reconocí mis inseguridades y él de milagro me perdonó, volvió a la casa y yo aprendí a no reprocharle por estupideces, fue injusto desconfiar de él cuando solamente estaba trabajando y ganándose todos esos privilegios con sus propios esfuerzos. Él, también me pidió perdón por haberme gritado y dejó de tomar por mí.
La situación era desagradable. SeHun claramente lo engañaba pero se había dedicado a lavarle el cerebro a LuHan para hacerle creer que el del problema era él, planeando el chantaje perfecto: si le reclamaba por la notoria infidelidad, se iría, así que le convenía pensar que sólo trabajaba, y que el sexo casual sería con alguien que no vería jamás, sólo por desahogo, pues al que siempre “amaría” sería él.
—Divórciate LuHan. Esto ya es demasiado enfermo, te estás aniquilando tú solo. No es que seas un celoso posesivo, él te da verdaderos motivos para desconfiar. Que tenga sexo con otra persona y que lo hayas confirmado ayer, debería hacer que abrieras los ojos de una buena vez, porque sólo estás malgastando tu vida con alguien que te cree estúpido.
—Sólo la muerte podrá separarme de él.— Decretó luego de unos minutos, aceptando su horrible realidad para mantenerlo a su lado. Destrozando en mil pedazos el corazón del moreno.
—Y para colmo, te maltrata como si fueras la peor mierda, él idiota no tiene la valentía de pedirte el divorcio, y cree que si lo odias, será más fácil deshacerse de ti. Es jodidamente horrible, y no lo mereces.
—Es que lo amo, como no tienes idea y no sé qué hacer con ello...
—Aquí está su café.— Dijo la señorita al dejar la taza sobre la mesa, interrumpiéndolos.
JongIn dobló sus mangas para evitar mancharse con el líquido caliente, dejando a la luz unos largos y profundos rasguños sobre sus brazos y parte de sus manos.
—¿Qué te pasó?— LuHan preguntó asustado. Tomando su extremidad para poder revisar sus heridas.
—Ayer fui a una reunión en un bar con mis compañeros del hospital, nos estábamos divirtiendo mucho, pero todo se arruinó por culpa de un cantante, aparentemente famoso y millonario, que se tomó todo el alcohol del lugar. Era su cumpleaños y su novio prefirió irse con otra persona o una mierda por el estilo. Luego dijo que yo le recordaba mucho a él, así que sacó a todos del lugar excepto a mí. Mala decisión, porque, como puedes ver, lo hice enojar.
—¿Y no recuerdas su nombre? Podemos arruinar uno de sus conciertos o filtrar chismes bizarros sobre él en blogs.—Rió suavemente.
—No, nunca me lo dijo, y como no escucho música basura, no lo reconozco, aunque su voz se me hizo familiar al principio.
—Espero nunca lo vuelvas a ver, lastimó tus brazos y no sabe que pueden hacer magia con la vida de las personas.
JongIn se sonrojó, escuchar esas palabras de sus labios era una pesadilla, sólo lo condenaba a enamorarse aun más de él.
Entonces, olvidó todo de lo que estaban hablando, acercando por inercia su mano a su mejilla para acariciarla con lentitud, delineando sus parpados inflamados, debió llorar todo un mar el día anterior.
LuHan debía conocer que el amor que le negaba tanto su esposo, se lo podía dar él sin pensarlo dos veces.
—Joder, aquí apesta a mierda.— Regañó. Las luces estaban bajas, había ropa regada por todo el suelo y un olor desagradable se podía captar con sólo entrar a la habitación.
—Ya no puedo más, tengo que buscarlo.— SeHun murmuró inmediatamente, tratando de levantarse de la cama pero fracasando casi al instante. Se había ido dos días para grabar su próximo álbum y él seguía estando igual de ebrio, destruyendo su casa sin ninguna consideración.
—¿Cuánto llevas sin verlo?— Preguntó fastidiado KyungSoo mientras abría las cortinas para dejar pasar la luz, observándolo, seguramente no se había bañado pues su barba cada vez estaba más larga, además, sus ojos lucían cansados e inflamados, como si el sueño se hubiese ido junto a LuHan. Simplemente patético.
—Ya son dos semanas desde que se fue de la casa. Mañana iré con mamá por su cumpleaños, ella me ayudará a contactarlo, contigo el tiempo es excitante y me siento en verdad vivo, pero este dolor en el corazón ya no lo soporto.
El amante frunció el ceño, tratando de ignorar el nudo en su garganta, el rubio era un maldito asqueroso con suerte. También quería ser dueño de un hombre que lo amara y lo extrañara de esa forma tan agonizante, pero no a cualquiera, él quería lo que LuHan tenía, quería a SeHun y a nadie más, ahora más que nunca necesitaba arrebatárselo de la manera más cruel, que esa desgracia fuera por causa suya.
Estaba tan enojado que se acercó para abofetearlo con fuerza, tomándolo después del pelo para arrancarle el sabor de dolor albergado en su boca.
Al inicio SeHun estaba renuente a seguirle la corriente, pero cualquier resistencia se fue luego de mirar a KyungSoo desvestirse a si mismo con una lentitud artística, moviéndose como si estuviera bailando la canción más sensual, quitándose por completo su camiseta para enseñar un tatuaje que nunca antes había visto, el tallo de una rosa con espinas enredado desde su cintura para terminar con los pétalos en su cuello.
El cantante abrió posteriormente su cajón, sacando algo similar a un cigarro que jamás había visto, prendiéndolo con sus manos temblorosas para llevarlo a su boca y dar una profunda calada.
—Es opio, te hará sentir mejor, a mí siempre me quita el dolor. Te hará adicto, como cualquier droga, pero vale la pena.— SeHun nunca había tenido vicios gracias a los traumas de ver a su padrastro golpeando a su madre por haberse drogado, era asqueroso ver cómo transformaba a las personas en monstruos. Sin embargo, abrió la boca sumisamente cuando su amante puso el opio en sus labios, sólo quería olvidar.
Los colores comenzaron a distorsionarse y la opresión en su pecho desapareció casi al instante, además, una sensación de felicidad escaló por si estómago para llevarlo al limbo. Las náuseas combinadas con la adrenalina fue magia pura.
KyungSoo pasó a morder la piel de su cuello, riéndose cómo loco y gozando de una sed sexual imparable, los efectos cada vez eran más fuertes para ambos.
—¿Sientes cómo estás temblando? ¿LuHan te hace sentir esto?— El pelinegro, por otro lado, no podía calmar sus respiraciones, la hipersensibilidad de su cuerpo era alucinante.
—No…
—Sé que lo amas en este momento y si quieres regresar a su casa, para continuar con tu matrimonio, está bien. Pero sé que algún día tu corazón me pertenecerá, terminarás profundamente enamorado de mí y lo único que querrás hacer será deshacerte de LuHan a cualquier costo, eres mío, Oh SeHun…
—¿Qué le pasó?— Preguntó a BaekHyun cuando entró a la habitación para dejar la tetera llena de té.
Debían ser aproximadamente las diez de la mañana y su amante seguía sin despertar, encontrándose acostado sobre su cuerpo, abrazándose a su torso y roncando suavemente, luciendo adorable a pesar de ser todo lo contrario.
Calmarlo la madrugada pasada había sido casi imposible. Estaba descontrolado, incluso se había dañado la garganta por tanto gritar. Su única opción había sido buscar el opio para tranquilizarlo, pero no tenía nada, se había fumado toda la reserva, siendo la primera vez de no hacerle efecto.
—Se supone que es el amor de tu vida y … ¿No sabías sobre su cumpleaños? Me decepcionas Oh, estás dejando mal a todos los románticos del mundo.— Comentó irónicamente, recargándose en el marco de la puerta para reírse de la cara asustada de SeHun.
—¿Fue mi culpa?
—No lo sé. Es que todos sus cumpleaños han sido horribles, su madre abandonó a ChanYeol ese día, no ganó el Grammy ese día, y sí, la persona que dice amarlo con locura y pasión lo corrió de su casa porque en cualquier momento llegaría su esposo y necesitaba cuidarlo, dejándolo, nuevamente como segunda opción.
—Sabe que LuHan no significa nada para mí. Es sólo un estorbo, y pronto lo echaré de mi vida. No debería ponerse tan histérico por algo tan insignificante.
—Pues yo pienso diferente. Los vi bailar a través de la ventana, y lucían muy enamorados. Tus ojos se veían llenos de luz, siendo raro para mí porque cuando te veo con Kyung sólo tienes una enorme erección.
—Sólo lárgate BaekHyun, ve a restregarle el trasero a ChanYeol o algo así pero no me molestes.
—Lo haré en unos momentos, pero antes, déjame decirte lo que pienso. Te excusas de pedirle el divorcio porque tu inconsciente no se quiere separar de él, no es por culpa o cobardía. Crees que amas a KyungSoo pero sólo es tu adrenalina por esas increíbles y nuevas sensaciones que te enseñó a través del grandioso e innovador sexo, pero no entiendes que es sólo eso, una aventura sexual. Él no es una persona que deba ser amada porque es peligroso y te traicionará cuando menos te lo esperes, no se ama ni a si mismo y sólo ve en ti un capricho, pronto se aburrirá. En cambio, LuHan, es especial, y créeme que tu alma siempre estará conectada a él, por eso te aterraste tanto cuando estuvo enfermo, y por eso te drogas hasta perder la cabeza cuando lo tratas mal, pero no te preocupes, cuando lo entiendas será demasiado tarde.
SeHun lanzó un vaso de vidrio a la puerta, no quería seguir escuchándolo...