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Verdades Ocultas por La_Oscura_Reina_Angel

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Capitulo 2: La Fiesta en la mansión Shikura
 
William, oyó el suave llanto de su  pa'cuando pasaba delante de la habitación de este y no pudo evitar entrar, olvidándose de Jakiel quien entro tras el, su pa'estaba acostado en su cama, con la cabeza enterada en la almohada y el perfecto cuerpo desnudo solo tapado por una sabana blanca.
 
-¡Pa'!
 
Susurro William acercándose a el y tomándolo en sus fuertes brazos. David, no abrió los ojos, sabia que era su hijo mayor, así que solo se dejo abrasar por el, recostándose sobre el pecho de su niño.
 
-¿Padrino que le sucede?
 
La dulce voz de Jakiel saco a David de su mutismo al darse cuenta de que el joven rubio estaba en la habitación y sin querer que lo viera así trato de cubrirse.
 
-Lo matare, ya estoy arto de el no me importa que me aya engendrado, matare a ese bastardo.
 
Dijo William furioso, pero cuando intento levantarse su rubio pa'lo aguanto con sus delicadas y blancas manos que temblaban aun.
 
-No William, es tu padre, no puedes levantar la mano contra el.
 
-¿Pero él sí contra ti pa'? No permitiré que te vuelva a violar o a tocar un cabello.
 
Juro el joven ojigris. Jakiel soltó una exclamación consternada, mirando sin poder creerlo a su padrino y sintiendo un enorme odio asía Eddiel Montes.
 
-El es mi marido Will no es una violación.
 
-Si lo es, que sea tu marido no le da derecho a forzarte a tener sexo.
 
Soltó William molesto, pero los ojos tristes de su pa'lo hicieron desistir y abrasarlo mejor.
 
-No añadas a mis sufrimientos el de ver como te meten preso por alguien que no lo vale.
 
Le suplico David. Jakiel se trepo a la cama y abraso con fuerza a su padrino.
 
-Si William no lo mata lo are yo, maldito demonio que se atreve a profanar a un Ángel como tu.
 
-No Jakiel hijo mío, no quiero que hagan nada, estoy acostumbrado ya. Solo que hoy estaba un poco sensible, son mas de 18 años de los tratos de Eddiel, estaré bien. Pero no soportaría ver como Eddiel se venga de ustedes o como en su derivado van preso por culpa de mi demonio personal. Prométanme que no aran nada.
 
Y los ojos de David demostraban tal ansiedad que ni Jakiel ni William se pudieron negar.
 
***
 
<<Una semana y media después>>
 
Toda la familia montes se preparaba para ir a la fiesta que ofrecía Shiyuki Shikura.
 
Eddiel vestía un traje de etiqueta negro.
 
William vestía una camisa armani de manga larga de color blanca y unos pantalones también armanis negros, con zapatos de vestir, elegante pero juvenil
 
David por su parte se veía hechizante. Llevaba un Yukata en color negro, y rojo que asía resaltar sus cabellos rubios, los cuales caían en una trensa, sobre su hombro izquierdo y su rostro de ángel.
 
Jakiel vestía igual que el, pero su Yukata era de color blanco y azul y había sido un regalo de David, pero a diferencia de su padrino el llevaba su cabello suelto cayendo con gracia asta la mitad de su espalda.
 
***
 
Algo aburrido de la fiesta, después de haber bailado con Jakiel, el cual se había ido a sentar con David, el cual estaba solo, pues Eddiel estaba hablando de negocio, William decidió ir a dar u paso por el jardín. En este descubrió un laberinto de altos setos, con flores exóticas y autóctonas.
 
Hechizado por la belleza del lugar William entro al laberinto, pronto descubrió que no era prudente seguir mas o se perdería y cuando se dispuso a regresar un grito lo alerto erizándole los cabellos de la nuca.
 
-¡Auxilio! ¡Ayúdenme!
 
Pedía una desesperada voz en japonés. William no lo pensó y corrió asía la voz que gritaba desesperada, pronto llego a un claro donde tres jóvenes borrachos, tenían aun cuarto joven en el suelo, al que le trataban de arrancar el kimono masculino de color verde esmeralda y el cual forcejeaba con estos.
 
William no se lo pensó la rabia recorrió su cuerpo, recordó las veces que había oído llorar a su adorado pa'por las violaciones de su padre y con sus ojos grises vueltos de aserró, por la furia, se arrojo sobre los tres jóvenes, asiendo una excelente demostración de artes marciales y boxeo.
 
Les dio de tal forma y con tal fuerza y furia que estos salieron huyendo despavoridos del gigante pelinegro y de ojos grises. William iba a ir en pos de ellos pero el suave llanto a sus espaldas, lo volvió a si mismo y lo hizo virarse, en el suelo, con una mano apoyada en el suelo y la otra en el medio destrozado Haori, para sostenérselo, el joven al que habían intentado forzar sollozaba, había recogido sus piernas y sus largos cabellos, casi tan largos como los de su rubio padre, pero estos de color negro, caían alborotados por su espalda y estaban llenos de hojas.
 
(Na: el Haori es un sacoo de amplio cordón trenzado (Himo) que lleva el kimono masculino)
 
William se acerco a el con suavidad sin querer asustarlo y se inclino arrodillo junto a el.
 
-Tranquilo todo esta bien, ya se fueron, no te volverán a hacer daño.
 
 
Le dijo con voz suave al joven japonés, mientras se le acercaba con suavidad y lo abrasaba con cuidado, recostándolo contra su fuerte pecho y sobandole la espalda de forma reconfortante y tranquilizadora.

El joven levanto sus manos manchadas de tierra y las aferró a la blanca camisa de William mientras daba rienda suelta a su llanto.
 
William simplemente lo abraso acariciándole la espalda en reconfortantes círculos mientras lo mecía contra su pecho.
 
-Ya, llegue a tiempo, pequeño no te hicieron anda irreversible.
 
Trato de calmarlo y poco a poco el llanto fue cesando.
 
-Gracias, por salvarme.
 
Susurro en voz baja el japonés y a pesar de que su voz estaba algo afectada por el llanto a William le pareció hermosa. El muchacho levanto su rostro mirando a William y este quedo impresionado por su belleza.
 
Era un joven de constitución delicada, de cabello largo y lacio y negro como la mayoría de los japoneses, pero su rostro, su rostro era hermoso, a pesar de estar manchado por las lagrimas, estas no podían opacar estas su hermosura, su rostro tenia los rasgos, finamente cincelados y delicados, una nariz pequeña una boquita de corazón con labios rojos y finos y unos preciosos ojos rasgados de color verde.
 
-¿Quién usted mi señor?
 
Pregunto el joven japonés a su salvador.
 
-William-Dijo al recuperar su voz.-William Montes. ¿Y tu pequeño serafín?
 
-Kadaj Shikura.
 
-¿Te hicieron algo esos hombres Kadaj?
 
El japonés negó con la cabeza.
 
-No usted llego a tiempo.
 
Dio el joven aun algo asustado. William le acaricio el cabello.
 
-Me alegro, pequeño Serafín. ¿Qué edad tiene?
 
-17. ¿Y usted?
 
-18 años.-William miro con curiosidad a Kadaj, su constitución era pequeña y esbelta como la de su pa'-¿Eres fértil?
 
No pudo evitar preguntarle al pequeño serafín de cabellos morenos y ojos verdes. Kadaj bajo los ojos apenado y asintió con sus mejillas cubiertas por un adorable sonrojo.
 
-Mi pa' y su ahijado también lo son Kadaj-Le dijo para tranquilizarlo. El chico lo volvió a mirar con una tímida sonrisa, mientras William le sacaba algunas hojas del cabello y se lo alisaba con las manos.-Te llamas Kadaj Shikura ¿vedad?-El joven asintió-¿Eres familiar se Shiyuki Shikura?
 
-Soy su hijo.-Dijo Kadaj aun en voz baja, pues aun estaba muy nervioso para subir la voz.
 
William, se quito el abrigo que se había puesto para salir a dar la vuelta y cubrió al joven que temblaba de miedo y frió mientras le dedicaba una cálida sonrisa.
 
-Ven te llevare con el.
 
Pero el joven japonés estaba aun demasiado de muy asustado y las piernas le temblaban sin sostenerlo, así que William lo tomo en sus brazos, sorprendiéndose del poco peso de este, tal y como su padre y Jakiel.
 
-No te are Kadaj, te llevare a tu casa ¿si? -el joven japonés asintió sonrojado pasándole un brazo a William por el cuello y con el otro agarrando la camisa blanca-¿Te sabes el camino?-Otro asentimiento por parte de Kadaj-Pues indícamelo ¿si?-Kadaj volvió a asentir, recostando su cabeza entre el cuello y el hombro de William. En la cabeza de quien Kadaj considero su hermoso arcángel salvador.
 
***
 
Asia rato que William había desaparecido, así que preocupado Jakiel decidió ir en su búsqueda, pero una vez en el patio frontal donde también habían invitados, no vio nada, así que se escurrió asía el patio posterior, hay vio un laberinto de altos setos con flores de todo tipo, pero no se atrevió a internarse, algo de ese lugar le dio miedo y retrocedió asta quedar bajo un árbol de rosas.
 
Un ruido a sus espaldas lo hizo voltearse sobresaltado y frente a el, vio Jakiel a un guapo hombre alto, fuerte, alrededor de los 20 años, de piel clara de cabello negro asta un poco mas debajo de los hombros, completamente lacio y ojos verdes.
 
-¿Esta perdido?
 
Le pregunto el joven hombre que veía alucinado al joven ángel rubio frente a el.
 
-No solo busco al hijo de mi padrino.
 
Dijo Jakiel atropelladamente retrocediendo nervioso.
 
-No temas, no te are nada.
 
Le dijo el joven hombres japonés que debido a tener un hermano fértil, descubrió sin ningún problema que Jakiel era igual.
 
-Soy Yazoo Shikura, el hijo del dueño de esta casa y no deberías de estar aquí, pequeño ángel dorado.
 
Le dijo Yazoo.
 
-Disculpe mi señor, volveré a la fiesta.
 
Dijo Jakiel asiendo una reverencia.
 
-Lo acompañare si me permite el honor, pero antes deme el honor de saber su nombre.
 
-Jakiel, Jakiel Kiromoto.
 
Se presento Jakiel algo nervioso, no sabia por que aquel japonés le ponía los pelos de punta.
 
-Entonces joven Kiromoto permítame acompañarlo nuevamente a la fiesta.
 
Solo por no ser mal educado, Jakiel tomo el brazo del japonés, pero unos ruido en el laberinto los hicieron volverse asía el y  de el vieron salir a William con Kadaj en brazos.
 
-Hermano-Exclamo  Yazoo viéndole lamentable estado de su precioso hermanito-¿Qué le asistes a mi hermano bastardo?
 
Pero antes de que Yazoo pudiera hacer algo, Jakiel se interpuso entre el y William mientras Kadaj levantaba su cabeza del hombro del oji-gris.
 
-Calma nisan-Le pidió Kadaj con su voz baja y preciosa a su hermano-el joven Montes me salvo, de unos tipos que me quisieron...que me...-Pero no pudo terminar, pro que nuevamente el llanto lo ahogo.
 
-Que lo quisieron violar.
 
Termino William, por Kadaj el cual entero la cabeza en su hombro, mientras enternecido, Jakiel se le acercaba al joven.
 
-Ya tranquilo William te cuidara.
 
Le susurro al joven japonés acariciándole el cabello. Kadaj miro tímidamente a Jakiel y aun con timidez sonrió, sonrisa que Jakiel le correspondió con dulzura, cada uno reconociendo en el otro a un joven fértil.
 
-En ese caso le debo una disculpa si usted a salvado a mí hermano, le debo un gran favor-Dijo Yazoo asiendo una reverencia al típico estilo japonés.-Soy Yazoo Shikura.
 
-Hice lo que hubiese hecho cualquier hombre decente en mi lugar. Soy William Montes.
 
Dijo William inclinando con elegancia su cabeza.
 
-Yo soy Jakiel Kiromoto.
 
Le dijo el rubio al joven en brazos de William.
 
-Kadaj.
 
Susurro su nombre tímidamente el japonés. Yazoo se acerco a su hermanito y William se lo entrego con renuncia se sentía bien tener al joven oji-verde en sus brazos y no lo quería entregar.
 
-No me lleves por la puerta de principal a la casa.
 
Le rogó Kadaj a su hermano. Yazoo asintió besando la frente de Kadaj.
 
-Tranquilo otuto te llevare por atrás.-Le aseguro.-Ven conmigo William Montes, mi padre querrá conocer al salvador de mi pequeño hermano-Le pidió Yazoo.-Y tu también puedes venir joven Kiromoto.-Sonrió Yazoo al ver que el rubio se agarraba al brazo de William con firmeza.
 
***
 
Asia ya un buen rato que tanto su hijo William como su hijo Jakiel había desaparecido, así que preocupado por esto y como Eddiel no llegaba David decidió ir a buscar a sus dos retoños.
 
Pero una vez en las escaleras del vestíbulo en vez de salir como era su intención, subió al segundo piso, pensando que tal vez estuvieran arriba. Camino por los pasillos de la enorme mansión, llamando a sus hijos una y otra vez pero nada. Asta que un ruido cerca lo alerto, corrió asía ahí con la esperanza de que fueran sus hijos, pero choco contra la persona que había echo el ruido y que le salió de un despacho.
 
Si esa persona no lo hubiese sostenido David hubiese caído al piso. Pero al levantar su mirada y ver al hombre quedo sin aliento.
 
Shiyuki Shikura, era quien lo agarraba por su delgada cintura, mirándolo fijamente.
 
-¿Que ase aquí señor de Montes?
 
Le pregunto Shiyuki a su hermoso ángel sin soltarlo.
 
-Yo..yo...busco a mis hijos.
 
Dijo David mirándolo fascinado. A Shiyuki nuevamente la voz de David le pareció el mas dulce de los néctares, pero se dio cuenta de lo que el había dicho.
 
-¿Hijos? Pensé que solo tenia un hijo.
 
Dijo confundido. Dándose cuenta de su error David se tenso.
 
-Si, solo tengo un hijo, pero mi ahijado esta con nosotros y el es como mi hijo también.
 
Explico rápidamente. Shiyuki asintió la explicación era convincente pero le paresia que algo raro había ay.
 
-Señor Shikura ¿Me podría soltar?
 
Pregunto David sonrojándose levemente, sintiéndose perturbado por el contacto del otro hombre.
 
Con renuncia Shiyuki soltó a su ángel, pero cuando este retrocedió tropezó y nuevamente Shiyuki lo abraso, pero esta vez ambos se fueron contra la pared, quedando David atrapado entre el japonés y esta.
 
Ambos se miraron a los ojos nuevamente azul contra verde, no lo pensaron simplemente se acercaron el uno al otro y unieron sus labios.
 
Los labios de David supieron tal y como Shiyuki imagino.... a gloria. Cada terminar nerviosa de David tembló por el contacto. Nunca antes se había sentido así, siquiera con Gary.
 
El recuerdo de Gary lo trajo a la realidad, el recuerdo de Gary siendo asesinado por Eddiel, si Eddiel lo descubriría seguramente Shiyuki Shikura acabaría como Gary... muerto.
 
Así que David rompió el beso empujando al japonés oji-verde mientras respiraba agitado.
 
Cuando Shiyuki retrocedió David se llevo la mano a sus labios mirándolo sonrojado y con la respiración agitada.
 
Shiyuki lo iba a volver a besar pero la voz de David lo detuvo a escasos centímetros de los deseados labios.
 
-No por favor, yo estoy casado.
 
Le rogó, deseoso de unir sus labios a los otros.
 
Shiyuki estuvo apunto de mandar eso al diablo, podría matar a Eddiel Montes con solo un chasquido de sus dedos, pero un ruido en el pasillo lo alerto y lo hizo empujar a David dentro de su despacho, mientras el lo protegía con su cuerpo volteándose a ver quien era, pero solo era Yazoo que venia con Kadaj en sus brazos, con dos jóvenes a su lado.
 
David se asomo por un lado del alto japonés y al ver el estado de su hijo mas grande y la cara nerviosa de su hijo mas joven, lanzo una exclamación consternada, saliendo de detrás de Shiyuki y corriendo asía ellos.
 
-William, Jakiel, por amor de dios ¿están bien?
 
Shiyuki Shikura también se acerco preocupado a sus hijos al ver el estado de la ropa de su pequeño príncipe.
 
Continuara....

 


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