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Verdades Ocultas por La_Oscura_Reina_Angel

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Capítulo 5: Entrega.

 

Jakiel, quedó en shock cuando Yazoo lo soltó.

 

-No temas, no te haré nada, aún, vístete en el baño encontrarás una muda de ropa de Kadaj que te servirá. Te espero para que cenemos juntos.

 

Le dijo Yazoo y dándose la vuelta salió de la habitación, pues si seguía ahí no podría seguir resistiendo el impulso de hacer suyo a Jakiel.

 

***

 

Willian le sonrió a un sonrojado Kadaj, cuando rompieron el beso que los unió.

 

-Yo lo siento.

 

Se disculpó Kadaj apenado mirando el suelo. Willian lo tomó de la barbilla, enternecido y encandilado por su actitud y lo hizo mirarlo antes de darle un beso de mariposa en los labios.

 

-¿Quieres ser mi novio Kadaj?

 

Kadaj alzó su rostro y miró a Willian con los ojitos llenos de ilusión, antes de asentir emocionado.

 

-Por supuesto que sí.

 

No dudó en responder el hermoso japonés oji-verde.

 

***

 

Después de ese beso que David sintió que le movió todo el suelo, no le quedó más remedio que aferrarse con sus temblorosas manos a los hombros de Shiyuki, pues sintió que los pies no le respondían.

 

Shiyuki lo tomó en brazos, mientras un nervioso David, a quien toda su entereza se le había ido al diablo sustituida por un excitante nerviosismo, se agarró con sus brazos al cuello del alto y guapo japonés, que lo llevó a la cama, donde lo dejó con suavidad.

 

David estaba en la cama, entre sentado y acostado, mientras Shiyuki, tenía un pie en el suelo y la otra rodilla en la cama, sosteniendo a David. Tomó la cabeza de este entre sus manos y lo besó delicadamente.

 

La cordura de David había quedado en algún rincón de esa habitación bien escondida porque el rubio no la encontró por ningún lado, mientras correspondía con una tremenda pasión que nunca había demostrado con Eddiel, al Yakuza japonés.

 

Sin dejar de besarlo, ni siquiera para tomar aire, mientras sus lenguas exploraban la boca contraria, Shiyuki llevó su mano al largo cabello siempre trenzado de David y con mano experta, lo soltó. Todo el cabello de David se desparramó como un manto hasta la altura de su cintura.

 

Shiyuki lo soltó retrocediendo un sólo paso y lo miró, la imagen que le ofrecía David era la más excitante, inocente y lasciva del mundo.

 

Su perfecto cuerpo desnudo, su largo y suave cabello rubio, sus labios entreabiertos tratando de recuperar el aire, sus ojos azules adorablemente nublados por la excitación.

 

No resistió más y tomando a David entre sus brazos, lo acostó completamente en la cama, ubicándose sobre él y besándolo nuevamente, mientras sus manos recorrían aquel hermoso y perfecto cuerpo, esculpido por los mismos dioses.

 

Sus manos recorrieron los costados, el pecho, pellizcaron los duros pezones, tocaron el vientre plano, que no daba ninguna muestra de sus dos embarazos, los muslos, suaves y bien formados y por último el miembro erguido en toda su magnificencia. No era excesivamente grande este, pero tenía el tamaño perfecto a los ojos de Shiyuki. (Y los míos, palabra de honor ^_^)

 

Al sentir su miembro atrapado en esa experta mano, David no pudo contener sus gemidos de placer, mientras sus ojos se cerraban.

 

Para Shiyuki la cara de David en esos momentos valía oro, inundada completamente por el placer como siempre debía ser.

 

Acarició con sus manos aquel suave miembro arrancando gemidos de David, quien con todo el cabello desparramado sobre la almohada, gemía retorciéndose, en busca de más.

 

Tan inmerso estaba en su placer David, que no fue consciente de que Shiyuki lo penetraba con un dedo preparándolo hasta que sintió la caricia en su próstata, lo que le hizo soltar un pequeño grito de placer, mientras por puro instinto abría más sus piernas dándole un mejor acceso a Shiyuki a su entrada.

 

Otro dedo acompañó al primero y pronto fueron tres en su interior. David se sentía a punto de llegar, pero su cuerpo gritaba por algo tan primitivo como lo era el apareamiento. Quería ese enorme miembro en su interior hasta el fondo.

 

-Basta... te quiero dentro ahora.

 

Jadeó el rubio. Y Shiyuki ni corto ni perezoso, sacó sus dedos del interior del hermoso rubio y tomándolo de la cintura lo penetró. Ambos gimieron de placer. Shiyuki al sentirse estrechado por esas cálidas y estrechas paredes, y David al sentirse lleno por completo.

 

Se movieron al unísono, primero suavemente, luego más rápido y tan perdido estaba David en su placer, tan acostumbrado a olvidarse de la protección desde el accidente que había dejado a Eddiel estéril, que ni se acordó de su fertilidad mientras Shiyuki y él terminaban. El Yakuza en su interior y él sobre el vientre de ambos.

 

Soltó sus piernas que estaban enroscadas en la cintura del pelinegro, mientras sus cuerpos quedaban laxos sobre la cama, sintiendo el cálido y acogedor peso de Shiyuki sobre él. Shiyuki lo besó en el cuello y le ronroneó bajito.

 

-¿Cómo un ángel como tú, puede ser una mariposa traicionera?

 

Preguntó Shiyuki saliendo con cuidado del interior del rubio y dejándose caer en la cama, mientras lo atraía hacia sí y abrazándolo lo hacía recostarse sobre su pecho.

 

-¿No te has preguntado si tal vez el demonio es Eddiel y no yo?

 

Preguntó David medio dormido. Y eso fue lo que intrigó a Shiyuki, pues David ni siquiera había sido consciente de lo que había dicho, ya que había quedado dormido al instante. Acarició con sus manos el rubio y sedoso cabello y se preguntó qué demonios le habría hecho Eddiel a su ángel.

 

Lo averiguaría al precio que fuera y como lo hubiese hecho sufrir lo pagaría muy caro. Se juró Shiyuki, abrazándolo cálidamente contra él y entregándose también a los brazos de Morfeo.

 

Nunca se había sentido tan satisfecho como ahora que había tenido sexo con su ángel. E igual le pasaba a David, era el mejor sexo que había tenido en su vida.

 

Continuará...

 

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