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Verdades Ocultas por La_Oscura_Reina_Angel

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Notas del capitulo: Ya se acabaron las vacaciones del villano, vuelve a la trama el malo maloso de ‘Mi Hermanastro’. Por cierto, esta historia tiene otra parte que se llama ‘La Pasión de ella’, es Yuri, pero les aseguro que del bueno ^^ y transcurre después de ‘Mi hermanastro’, los personajes principales son Anzu Shikura (la hermana de Shiyuki) y Lanie Torres, la mejor amiga de David y Gary. Esa historia les permitirá saber un poco más de la pareja Gary y David, que a tantos les gustó y que sólo tomó tres capítulos de ‘Mi Hermanastro’ ^_^
 

Capítulo 7: Adiós

 

 

 

David se acercó a Shiyuki y lo besó.

 

 

 

- No puede ser simplemente así, entiéndeme Shiyuki. No puedo dejar simplemente a Eddiel cuando llegue esta noche. No por mí, hace años que le perdí el miedo, pero no soportaría que lastimara a William o a Jakiel.

 

 

 

Shiyuki lo estrechó entre sus brazos. Ambos estaban desnudos sobre las revueltas sábanas de la cama.

 

 

 

- A Jakiel no lo puede ni tocar, Yazoo lo protege y todos mis hombres también. Y ¿de verdad crees que William está sin seguridad? En primer lugar, tiene seguridad por el simple hecho de ser tu hijo, y en segundo, por ser el novio de mi principito.

 

 

 

David le acarició con los dedos el pecho distraídamente.

 

 

 

- No se trata de eso, Shiyuki. Se trata de que le cuente la verdad a Jakiel o a William, una verdad que ha sido oculta por tantos años. Yo no soportaría que mis hijos me despreciaran.

 

 

 

- Entonces cuéntasela tú. William y Jakiel son inteligentes, ellos te entenderán.

 

 

 

Los ojos de David se llenaron de lágrimas.

 

 

 

- No puedo Shiyuki. ¿Cómo contarle a mi pequeño ángel y a mi héroe grande que no tuve el valor para defenderlos? ¿Cómo le cuento a William que ese hombre con el que ha soñado, por el que me ha preguntado y con el que ha comparado a Jakiel, no es sólo una ilusión, sino Gary Mascoly? ¿Cómo le digo a Jakiel que me faltaron los cojones para salvarlo de Kiromoto y de Eddiel? Ninguno me perdonaría.

 

 

 

- Si tú mismo no te perdonas, David, tus hijos no serán capaces de hacerlo. Tienes que empezar perdonándote a ti. No tenías otra opción, de haber peleado por Jakiel, Eddiel lo hubiese matado. Y de haberle contado la verdad a William, este seguramente hubiese enfrentado a su padre, y si de por sí su relación es tirante por el trato que te da Eddiel, hubiese terminado en tragedia. - Le dijo Shiyuki abrazándolo - Por ti hago lo que sea David, pero no me pidas que te dé tiempo en el asunto de Eddiel, porque no lo voy a hacer. No permitiré que ese maldito bastardo esté cerca de ti o te pueda dañar y tocar una vez más.

 

 

 

- Yo sé manejar a Eddiel.

 

 

 

- Sí, claro, por eso tu hijo nunca lo ha querido golpear, porque Eddiel nunca te viola y te lastima, porque no es un sádico.

 

 

 

Dijo con cinismo el japonés.

 

 

 

- Tan sólo dos días, Shiyuki. Dos días para sacar a William de esa casa y poder contarle la verdad. Dos días, dormiré con mi hijo, saldré del camino de Eddiel.

 

 

 

Shiyuki lo miró pero al final suspiró, no podía negarle nada a su ángel rubio de ojos azules.

 

 

 

- De acuerdo, dos días David. Pero ni uno más, porque juro que hago como Yazoo y te secuestro, y si Eddiel Montes te toca es hombre muerto.

 

 

 

- Volveré, Shiyuki, y volveré completo. - Sonrió David - Tengo una razón poderosa para volver - Le sonrió, pero no reveló su secreto ni dijo nada del bebé de él y Shiyuki que crecía en su interior. Era una sorpresa que le daría al japonés cuando volviera. - Shiyuki ¿y mi hijo y el tuyo? - Preguntó David tímidamentente.

 

 

 

- ¿Jakiel y Yazoo? - Preguntó Shiyuki. David asintió - Tu hijo no cede, David, y yo no podré detener a Yazoo por mucho más tiempo. Estoy negándole aquello que por derecho legal y tradicional le pertenece.

 

 

 

- No permitas que abuse de Jakiel, por favor.

 

 

 

Le rogó David aferrándose a él. Shiyuki suspiró y besó la cabeza de su ángel, todo fuera por él.

 

 

 

- De acuerdo, mi ángel, no pienses en eso.

 

 

 

Dijo el japonés besándole la frente.

 

 

 

***

 

 

 

~ A la mañana siguiente ~

 

 

 

David miró el reloj, Eddiel estaba a punto de llegar a la mansión. Vistió como hacía mucho tiempo no lo hacía, vaqueros y camiseta, así como tenis y muñequeras.

 

 

 

Estaba listo para hacerle frente a Eddiel Montes, ya no sería más su juguete. Con Shiyuki recuperó aquello que perdió cuando Eddiel mató a Gary y esta vez no lo volvería a perder.

 

 

 

Salió al encuentro de William, quien parecía molesto por la vuelta de su padre. Su pa' había estado tan contento el tiempo que Eddiel estuvo lejos, que no quería que eso cambiara. Maldecía sinceramente ser hijo de Eddiel Montes, si pudiera se arrancaría la sangre de ese podrido ser de sus venas.

 

 

 

- William, hijo, tienes que ir a ver a Kadaj.

 

 

 

Dijo David con falsa urgencia. William se volteó hacia él, alarmado.

 

 

 

- ¿A casa de mi Serafín? ¿Qué le sucede a Kadaj?

 

 

 

- No lo sé, Yazoo llamó para decir que Kadaj no estaba bien, que era urgente que fueras a la mansión Shikura.

 

 

 

William tomó su abrigo y se volteó hacia su pa'.

 

 

 

- Vámonos.

 

 

 

Le dijo. David asintió.

 

 

 

- Adelántate tú, yo iré en unos minutos. Nos encontramos en la mansión Shikura.

 

 

 

William miró a su padre dudoso, pero asintió y salió.

 

 

 

David suspiró ahora estaba solo, ahora sus hijos estaban a salvo y él podría enfrentar a Eddiel. Tomó una cuchilla y la metió entre sus ropas. Esperaba no tener que usarla, pero lo haría si el bebé que crecía en su vientre se veía en peligro. David se acarició el vientre con ternura.

 

 

 

- Tranquilo bebé, pa' te protege, y a diferencia de tus otros hermanos, a ti Eddiel no te podrá hacer daño.

 

 

 

Prometió David.

 

 

 

***

 

 

 

- ¡David!

 

 

 

Exclamó Eddiel con una mueca libidinosa al verlo parado esperándolo en la entrada de la sala. Pero al ver cómo estaba vestido, frunció el ceño.

 

 

 

- ¿Y esa ropa?

 

 

 

Le reclamó molesto. Pero David no se amilanó, sino que se enderezó y lo miró a los ojos.

 

 

 

- Mi ropa.

 

 

 

- Te he dicho que no te vistas así.

 

 

 

Le dijo Eddiel duramente.

 

 

 

- No pienso vestirme como un muñequito de porcelana sólo para ti Eddiel. Me vestiré para mí y como me sienta cómodo.

 

 

 

Dijo David serenamente, aunque por dentro se moría de miedo. Pero era ahora o nunca, enfrentaba a Eddiel ahora o nunca lo haría.

 

 

 

***

 

 

 

Al llegar a la mansión Shikura, un emocionado Kadaj le saltó encima nada más verlo, besándolo en los labios.

 

 

 

- Amor ¿cómo estás? ¿Qué haces aquí?

 

 

 

William lo miró confundido.

 

 

 

- Kadaj, Serafín ¿estás bien?

 

 

 

Kadaj asintió extrañado.

 

 

 

- Por supuesto. ¿Por qué habría de estar de otra forma?

 

 

 

- Pero tu hermano llamó a mi pa' para decirle que tenía que venir con urgencia, que tú no estabas bien.

 

 

 

Kadaj lo miró extrañado.

 

 

 

- No es posible, amor. Te puedo asegurar que Yazoo no ha llamado a David. No entiendo por qué David te dijo eso.

 

 

 

De pronto William entendió.

 

 

 

- Mi padre volvía hoy a la casa. Pa' me dijo eso para sacarme de la mansión, soy un estúpido. - Exclamó el oji-gris. - Tengo que irme Kadaj, mi pa' está en peligro.

 

 

 

William no añadió nada más, besando la frente de su ángel salió corriendo, montó en su motora y volvió a toda prisa a la mansión Montes.

 

 

 

Mientras, un asustado Kadaj corría hacia el despacho de su padre y entraba sin tan siquiera llamar.

 

 

 

- Padre, David está solo con Eddiel.

 

 

 

- ¿Qué?

 

 

 

Saltó el yakuza japonés levantándose.

 

 

 

- David mandó a William aquí, diciéndole que Yazoo lo llamó para decirle que yo estaba muy mal y que debía venir de inmediato. William se vino para acá y dejó solo a David en la casa, y hoy llegaba Eddiel. William salió a toda prisa de nuevo hacia la mansión.

 

 

 

Dijo el doncel agitado. Shiyuki miró a Yazoo.

 

 

 

- Yo no he llamado a David.

 

 

 

Dijo el japonés verdaderamente confundido.

 

 

 

- ¿Qué?

 

 

 

Decía a la misma vez Jakiel, acercándose corriendo al oír lo dicho por Kadaj.

 

 

 

- Mi padrino está en peligro, Eddiel es un demonio.

 

 

 

Gritó el joven rubio desesperado.

 

 

 

- Tranquilo, estará bien.

 

 

 

Le dijo Yazoo, tomando la mano de Jakiel e, imitado a su padre, tomó su arma y la revisó antes de voltearse hacia su padre.

 

 

 

- Vamos allá.

 

 

 

Le dijo Yazoo.

 

 

 

- Llama a un grupo de nuestros hombres. Rápido.

 

 

 

Ordenó Shiyuki. Por primera vez nervioso, no soportaría que algo le pasara a David. Yazoo se apresuró a obedecer. Kadaj también cargó un arma con maestría y miró a su padre.

 

 

 

- No sólo David está en peligro, también William.

 

 

 

Dijo firmemente, su padre asintió.

 

 

 

- Ten cuidado ¿Y tú a dónde vas?

 

 

 

Dijo a Jakiel al ver que también tomaba un arma.

 

 

 

- David es el único pa' que conozco, y moriría por él, así que no intente detenerme aquí, ni usted, ni Yazoo, o les pongo una bala de adorno a cada uno.

 

 

 

Juró Jakiel y Shiyuki no pudo evitar una sonrisa.

 

 

 

***

 

 

 

Cuando William entró a su casa, sus padres estaban forcejeando. Eddiel le pegaba a David, pero lo que asombró a William era que David no se dejaba, David se estaba defendiendo. David se tambaleó y cayó al piso, Eddiel levantó el puño para golpearlo, pero se encontró con la mano de su hijo que lo empujó hacia atrás.

 

 

 

William se colocó frente a David, mientras Eddiel lo miraba furioso y David asustado.

 

 

 

- ¿Qué haces aquí?

 

 

 

Preguntó David aterrado.

 

 

 

- Haciendo lo que hace tiempo debí hacer. Poner a este hombre, al que la palabra padre le queda muy grande, en su sitio. No te atrevas a tocar a mi pa' o no respondo de mí, Eddiel Montes.

 

 

 

- ¿Me estás desafiando?

 

 

 

Preguntó Eddiel entrecerrando sus ojos grises peligrosamente. William alzó el rostro desafiantemente.

 

 

 

- Sí.

 

 

 

Fue la siseante respuesta del más joven. David gritó, Eddiel se arrojó sobre su hijo y William lo recibió.

 

 

 

William era más joven y fuerte, pero más sabía el diablo por viejo que por diablo, y una finta de su padre mandó al más joven oji-gris contra una pared.

 


David se lanzó impulsivamente sobre su esposo.

 

 

 

- Déjalo, aléjate de mi hijo.

 

 

 

Gritó. Eddiel se lo quitó de encima con un empujón que mandó a David contra las escaleras, a un lado de un aturdido William. Eddiel metió la mano en su chaqueta y sacó un revólver.

 

 

 

- Debí de matarte hace mucho, cuando te encontré con un hijo de Gary Mascoly en tus brazos.

 

 

 

El simple nombre de Gary Mascoly revivió algo en la mente de William. Recuerdos enterrados de una niñez feliz y lejana, revivieron: unos ojos azules como los de Jakiel, cabellos morenos y sonrisa dulce y sincera. Sus ojos se llenaron de lágrimas.

 

 

 

- Padre.

 

 

 

Dijeron sus labios al recordar a aquel hombre. Eddiel se puso furioso.

 

 

 

- Él no era tu padre.

 

 

 

- Sí lo era. Mío y de Jakiel, él no me engendró, pero fue el único ser al que puedo llamar padre.

 

 

 

Dijo William desafiante aún desde el suelo, pues tenía un tobillo roto. David sonrió orgulloso.

 

 

 

- Yo prometí cuidar a Jakiel y lo olvidé, lo siento pa'.

 

 

 

Se lamentó William mirándolo e ignorando a Eddiel. David le sonrió dulcemente arrodillándose a su lado.

 

 

 

- Gary estaría muy orgulloso de ti, William, y yo también lo estoy.

 

 

 

Dijo David con una lágrima en sus ojos pero no era una lágrima de tristeza, era una lágrima de paz, al recordar su felicidad junto al que sí podía llamar el padre de sus dos hijos mayores.

 

 

 

- Esto lo lamentarás, David.

 

 

 

Juró Eddiel, y quitándole el seguro al arma, disparó. David cerró los ojos, protegiéndose el vientre con las manos, pero el impacto nunca llegó a su cuerpo, en cambio, sintió el cuerpo de William caer sobre él. David abrió los ojos aterrado, y en sus brazos estaba William.

 

 

 

Su hijo mayor había interceptado con su cuerpo el tiro destinado para él.

 

 

 

- ¡¡¡¡¡¡¡¡William!!!!!!!!

 

 

 

Gritó David, abrazando el cuerpo de su hijo. Sus ojos llenos de lágrimas y furia miraron a su esposo.

 

 

 

- Púdrete en el infierno, Eddiel Montes.

 

 

 

Eddiel volvió a quitar el seguro al arma. Pero tres tiros en su cuerpo impidieron que disparara y un cuarto que se clavó en el techo. Obviamente, el que falló era el de Jakiel, quien temblaba, mientras el tiro en la frente había sido el de Shiyuki, el del corazón había sido de Yazoo y el de la mano que portaba el arma, había sido de Kadaj. Kadaj tiró su arma al suelo consternado y junto a Jakiel corrieron hacia William, pero David no lo soltaba llorando y meciéndolo contra su cuerpo.

 

 

 

Shiyuki llamó una ambulancia. Yazoo se acercó a los dos donceles y los abrazó. Tanto Jakiel como Kadaj se refugiaron en su pecho. Shiyuki se acercó a David, pero no se atrevió a separarlo de William, le parecía una blasfemia.

 

 

 

La ambulancia llegó, William abrió sus ojos.

 

 

 

- Kadaj... - Llamó, Kadaj se acercó gateando a él y lo besó en la frente pasándole las manos por el cabello nervioso. - Lo siento, te fallé. Jaki ¿Qué haces aquí, mi niño bonito? Mi hermanito consentido. Pa' no fui suficientemente rápido, lo siento.

 

 

 

- No - Sollozó David - Mi niño, no te despidas, no hagas eso. No le hagas eso a tu pa'.

 

 

 

- Perdón, pero no... - William tuvo que callar por un acceso de tos, escupiendo sangre - Te amo. A los tres, son mi vida - Dijo mirando a los tres donceles que lloraban desconsolados. A los últimos que miró fue a Shiyuki y a Yazoo. - Cuídenlos. Aishitemasu - Dijo a los tres donceles. Su cabeza se fue hacia un lado, su mano aferrada a la de Kadaj y Jakiel se zafó de las que lo sostenían, cayendo al suelo, y su cuerpo en los brazos de David también quedó laxo en los brazos de él, mientras dejaba de respirar.

 

 

 

Los paramédicos se arrojaron sobre William, Jakiel y Kadaj gritaron desesperados siendo sostenidos por Yazoo, quien también lloraba. David gritó como un condenado, llorando desesperado y cuando le arrebataron a su hijo de los brazos, se desmayó en brazos de Shiyuki.

 

 

 

Continuará...

 

¿alguien quiere mi cabesita? ^^U

 
Notas finales:  

Esto ya se acabó al fin, dos capítulos más y, va ‘Ardiente amor: la mafia' la historia del hijo más pequeño de David y de los hijos de Kadaj, Jakiel y Anzu Shikura ^_~ Los veo en el próximo capítulo, y no olviden leer ‘La Pasión de ella' ^^


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