Lo primero que Tao noto al despertarse era que estaba en otra habitación la cual era desconocida para el, y que era de noche afuera. Con miedo, se levantó y camino hacia la puerta para abrirla y así poder escabullirse por el largo pasillo. ¿Dónde estaba el joven? Vio las escaleras para ir hacia abajo, pero paró en seco al escuchar la voz de un hombre leyendo algo, más bien dictando algo.
Se acercó a la puerta con cuidado y la abrió solo un poquito y vio por la rendija al joven aquel sentado frente a un escritorio o algo parecido a eso mientras frente a él había un señor mayor caminando por toda la habitación mientras leía lo que parecía un libro de historia. Tao dejo escapar una risilla al ver lo tierno que se veía el menor, no percatándose de que tenía toda la atención hacia él mientras reía.
Tao se sonrojó de sobremanera y cruzó miradas con el menor quien le miro serio. Tao se enderezó y se inclinó en forma de respeto y disculpa ante ambas personas.
— discúlpame, yo quiero preguntar cuando me puedo ir. Ya es de noche, y tengo que trabajar -dijo algo avergonzado al sentir ambas miradas sobre el, en especial la del señor mayor quien chasqueó la lengua por ser interrumpido- lo siento -dijo otra vez-
Kyungsoo frunció el ceño un poco y miro a su maestro particular le hizo una seña para que se retirara de la habitación la cual era como un salón de clase. Vio cómo su maestro recogía sus cosas y se marchaba, para dirigir su mirada hacia Tao, quien seguía ahí parado todavía.
— yo te llevaré, pero después. En unos minutos comeremos ¿algo en particular que desees comer?
— gracias, pero no. Es muy amable de su parte -Tao le sonrió al menor, quien se sonrojó- ¿puedo saber cómo se llama?
— -Kyungsoo se lo pensó unos minutos, y la verdad era que no podía evadir la pregunta otra vez. Cuando en realidad, lo seguirá viendo y tenía que llamarlo por algún nombre- Kyungsoo, Do Kyungsoo
— mucho gusto Kyungsoo -Tao sonrió otra vez y suspiro- es raro hablar con un cliente fuera del trabajo -camino alrededor de la habitación, curioseando- ¿hay algo que quieras de mi?
— nada hasta ahora -musitó el menor- solo que me es placentera tu presencia -se levantó y camino hacia el mayor para poner sus manos sobre los brazos de Tao y deslizarlas hacia las manos del contrario- ¿Has estado comiendo bien?
— -Tao se sonrojó pero palideció al sentir como el otro deslizaba sus manos por sus brazos hasta que sintió el contrario apretar sus manos gentilmente- s-sí no sé preocupe
Kyungsoo se alejó del mayor y acomodó los libros que había usado con su maestro para dejarlos en una esquina. Salió de la habitación seguido por Tao, quien cerró la puerta tras de sí. Ambos caminaron escaleras abajo para ir al comedor, Tao pudo notar a los empleados inclinarse ante Kyungsoo y cómo este solo pasaba de ellos. También noto la seguridad que había en aquella mansión.
— toma asiento -dijo Kyungsoo al tomar asiento y apuntando hacia el asiento a su lado- hoy no podré verte, pero mañana me pasaré por el club
Tao no dijo nada ante lo mencionado por el menor. Era raro, todo sobre esa situación en la que estaba metido sin siquiera saberlo era raro. Tomó asiento y vio como tres empleadas ponían platos de comida frente a ellos, otra ponía los vasos llenos de agua y otro de jugo para ambos muchachos, mientras la otra solo supervisaba como aquellas dos trabajaban.
— g-gracias -sonrió y comenzó a comer en silencio junto con el menor-
Cuando ambos terminaron, Kyungsoo se levantó, seguido por Tao. Caminaron fuera de la mansión y se adentraron al mismo vehículo en el cual habían traído a Tao anteriormente.
El trayecto hacia el club fue en silencio total. Kyungsoo pensaba en su trabajo, es decir, a medida que vaya creciendo ya no iba tener tiempo libre para ver al mayor o incluso para sí mismo.
Vio al mayor salir de auto cuando este se detuvo frente al club, y rápidamente salió también para llevar al mayor frente a la entrada del mismo mientras le daba una mirada de pocos amigos al de seguridad para que lo dejara pasar y así mismo fue.
— Yo...-el menor fue interrumpido por el mayor-
— no te preocupes, Kyungsoo. Ve a descansar y gracias por lo de hoy, pero no lo vuelvas hacer. No me puede ver con clientes fuera, tengo una vida fuera de aquí. No hago esto por que quiero sino porque lo necesito. Eres joven, y no quiero verte aquí -Tao le miro serio- no me gustan los niños, y no ando tras niños
Sin dejar que el otro respondiera, Tao se alejó y adentro al club para colocar en sus finos labios esa forzosa sonrisa que utilizaba en su trabajo. Se sintió extraño el hablarle de esa manera a Kyungsoo, pero no podía dejar qué el otro confundiera las cosas.
La música comenzó a sonar más fuerte a medida que el club se llenaba de gente. Luces de colores alumbraban los alrededores, y el olor al alcohol y cigarrillo comenzar a mezclarse con el poco aire sano que había en el ambiente.
Tao salió de la habitación con sus otros compañeros. Noto que Tiffany le miraba mal y no hacía nada para ocultarlo, sino que lo hacía más evidente para que lo notara. No entendía el porqué. Es decir, no había hecho nada malo. Sunggyu le hizo señas para que se dirigiera hacia el fondo del club, donde había un pequeño cuadrado, frente a bambalinas, como tarima y un tubo.
Tao no se hizo esperar, y subió al stage, donde pegó su cuerpo al tubo y deslizó hacia bajo lentamente; al ritmo de la música. Moviendo sus caderas comenzó a quitarse su pantalón corto. Oyó silbidos por encima de la música y vio cómo el stage se llenaba de dinero en el suelo, dinero que clientes allí le arrojaban por el pequeño strip que hacía. No pasó mucho para que quedara en su tanga, el pecho le subía y bajaba por el calor y el estar bailando. Solo cuando comenzó a deslizar las tiras del tanga que descansaban en sus caderas, llegó su remplazo.
Nunca había estado tan agradecido con Sungjong como lo estaba ahora, escuchó quejas detrás suyo al bajar de la tarima y agradeció a Sungjong para irse tras bambalinas e ir hacia el “camerino”. Se limpió el sudor lo más que pudo, y retocó el maquillaje luego de vestirse. Cuando apenas había terminado la puerta se abrió y mostró a Sunggyu quien le miraba con una sonrisa.
— tienes un privado, pagó por dos horas. Tiene mucho dinero -mencionó y salió de la habitación-
Tao resopló y salió tras Sunggyu quien le indicó ya estando fuera, la habitación a la cual tenía que ir. Suspiro antes de entrar y visualizo un hombre no mayor, pero tampoco joven. Más bien ¿maduro? En fin, no entraré en detalles, solo paso lo que tenía que pasar. Trató de levantarse de la cama, pero no pudo.
Toco su labio partido y dejo salir un quejido al hacer dicha acción. Espero a que Sunggyu entrara y esté le ayudo, y vistió. Llego al camerino con la ayuda de su jefe y este le dejo a solas para que se cambiase. No pudo contener sus lágrimas al cambiarse de ropa y arreglarse un poco, al menos terminaba su turno por la noche de hoy.
La puerta se abrió y rápidamente se limpió el rostro.
— ¿por qué lloras? Ya deberías estar acostumbrado -dijo Sungjong detrás suyo- toma, olvidaste esto -le tendió el dinero que Tao no había recogido de su pequeño acto- ya pasara
Metió el dinero en su bolsillo junto a los otros que le había dado Sunggyu en la mañana. No respondió, pero asintió para luego marcharse de dicha habitación y lugar. Camino rumbo a su departamento, y cuando llegó se sorprendió al no tener de frente a Sehun, para cobrar su dinero.
Quizás el menor se canso de esperarle y se marchó. Se adentró a su departamento y cuando llegó a su habitación rápidamente se dirigió al baño para tomar una ducha. Estaba cansado, cepillo sus dientes luego de haberse secado con la toalla y tiro en la cama (desnudo), donde lloro hasta quedarse dormido.
[ Kyungsoo nunca había matado con sus propias manos, hasta que conoció a Tao]