Tao llegó a la dichosa orientación que tenía que tomar como si él fuera de nuevo ingreso. Sentía miradas hacia su persona, y no estaba nada cómodo respecto a eso; pero lo dejo pasar. Ya estaba acostumbrado a esas miradas recriminatorias, de fastidio,de asco, de curiosidad, y de deseo -por su trabajo-.
Estaba bastante lleno el centro, que más bien era el centro de actividades de la universidad. El director de la institución habló, y dio la bienvenida al igual que otros profesores de ahí. El jefe de seguridad habló sobre unos cambios que se hicieron en los protocolos y explicó cada uno de ellos a detalle. Para cuando se termino eran las 2:30pm y Tao se dirigió al edificio donde se suponía que cogería clases para mirar los salones y recordar los caminos.
— es más grande de lo que recordaba -murmuro y sonrió para sus adentros-
— ¿Perdido? -habló alguien a sus espaldas lo cual hizo que se girara-
— Profesor Jung -Tao inclino un poco su cabeza y con la mirada busco la salida más cercana-
— no esperaba que volvieras a estudiar, tomando en cuenta tu trabajo y como lo usas para escabullirte de los exámenes dados en clase -el sonrió ladinamente y arreglo sus espejuelos sobre su nariz antes que estos se deslizaran más- o eso es lo que se rumorea ¿No sientes curiosidad? Espero llevarnos bien este semestre Huang
— -Tao abrió los ojos un poco antes de bajar su vista hacia el piso, a sus zapatos, y tomó una bocanada de aire antes de sonreírle un poco a su profesor- entonces nos vemos en clase profesor -dijo pasando por su lado y marchándose del salón y edificio-
No tenía buena relación con sus profesores, en especial con Jung, después de que lo hubo rechazado. Él comenzó a esparcir uno que otro rumor, para Tao era anti ético que un profesor quisiera propasarse con un estudiante para pasar un examen -que Tao pasó luego de estudiar arduamente el último semestre que asistió a la universidad- y es que no podía ir y ponerle una queja con el rector porque no le creería. Nadie lo haría.
Tao suspiro, y camino fuera de la universidad mientras apretaba las tirillas que colgaban de su mochila. ¿Qué haría? Miro hacia el frente y cruzo la calle para tomar asiento frente al banco en la acera, para esperar el autobús.
— ¿Sucedió algo? -Tao dio un brinco sobre el asiento al ser sorprendido por la voz seria del menor-
— soo... ¿Qué haces aquí? -Tao entreabrió los ojos y enarcó una ceja- ¿Me estás siguiendo?
Kyungsoo se sonrojó y tomó asiento al lado del mayor para luego negar con pequeños movimientos de cabeza. Tao sonrió, el menor era tierno.
— sabes, estaba pensando en si era buena decisión el regresar a la universidad -murmuro y miro hacia los autos que pasaban frente a ellos- estoy acostumbrado a las miradas o comentarios -se encogió de brazos- pero no a qué un profesor se propase -sonrió un poco-
La mirada de Kyungsoo se ensombreció, más su ceño no se frunció. Su cara estaba completamente relajada a excepción de su mirada ensombrecida. Escucho al mayor a cada detalle de lo que decía, se sentía mal por el mayor, no por tener el trabajo que tenía deberían juzgarlo o aprovecharse de él.
— muéstrame tu universidad -Kyungsoo se levantó y comenzó a cruzar la calle-
— ¿Qué? ¡Espera! -Tao abrió los ojos un poco sorprendido y rápidamente cruzó la calle con el debido cuidado para comenzar a caminar al lado del menor- ¿Tanta curiosidad tienes?
— hmm -Kyungsoo lanzó miradas de muerte a quienes miraban- llévame a la oficina por favor
— por aquí -Tao le guió hasta las oficinas y no se sorprendió al verla testada de estudiantes de nuevo ingreso culminando los últimos trámites- ¿Qué necesit-... -abrió los ojos al ver al menor haciéndose camino hasta llegar a la oficina del rector-
Kyungsoo toco la puerta y se giro un poco para decirle a Tao que esperara ahí. Se adentró a la oficina y el rector sintió como dagas atravesaban su persona al sentir la mirada sombría que Kyungsoo le dirigía.
— esperaba no volver a venir -se acercó amenazante hacia el escritorio- ¿No advertir que se alejaran de Tao? -enarcó una ceja de forma amenazante- responde
— l-lo siento -se sintió acorralado- nadie a molestado a Tao, a excepción de lo que le había comentado anteriormente sobre el profesor Jung y las cosas que se rumorean de Tao
Kyungsoo trató de relajarse y suspiro de forma pesada antes de girarse sobre sus talones y salir de la oficina del rector. Vio que Tao le esperaba un poco ansioso y eso le hizo sentir cosquillas a Kyungsoo. Camino de nueva cuenta con Tao fuera de la universidad y ya el auto negro caro estaba frente a ellos. Se adentraron y el chofer comenzó a conducir hacia un restaurante.
— ¿Por qué fuiste a ver al rector? -preguntó Tao-
— quería saber la tasa de graduación de la universidad -dijo más para si que para Tao y al notar cómo este aún lo miraba... decidió añadir- solo para saber si era buena universidad o no. Era lo justo preguntarle directamente al rector ¿No te parece?
— es cierto -asintió apenado-
Tao miraba por la ventana un poco asombrado al ver las tiendas más caras por esa área. Se removió en su asiento y Kyungsoo tomó su mano para darle un suave apretón y Tao se relajó. No le tomó mucho tiempo en llegar a dicho restaurante, podías divisar 4 guardaespaldas ya esperando frente a dicho restaurante.
Jongin, estaba entre ellos, y el chofer a quien Tao escucho que se llamaba Chanyeol, se quedó esperando dentro del auto. Vio dichos guardaespaldas inclinarse ante la presencia del menor al este pasar entre ellos. Tao y Kyungsoo se adentraron al restaurante y el mesero rápidamente los llevó a su mesa.
A Tao le pareció todo muy brillante, no estaba acostumbrado a los lujos y es que nunca había tenido alguno. Cuando tomó asiento frente al menor, este le mostró una pequeña sonrisa antes de mostrarle a Tao que platillo era el adecuado para él.
— tiene muchas vitaminas y proteínas -dijo Kyungsoo- y lo puedes acompañar con vino, agua, o una soda -se encogió de hombros- pide lo que quieras
— y-Yo elegiré el que mencionaste. No sé qué pedir, es un lugar al que nunca imagine asistir -sonrió tímidamente y vio a su alrededor para observar a otras personas comer-
— esta bien, háblame de ti —pregunto Kyungsoo- ¿Qué te gusta hacer?
— -eso a Tal lo tomó por sorpresa- uhm bueno, realmente no recuerdo muy bien. Hace algunos años que no hago algo que me guste, que yo recuerde... -murmuro más para si que para Kyungsoo- solo trabajo para pagar mis cosas
Kyungsoo frunció el ceño un poco, pero dejó la conversación por terminada al ver al mesero traer los platos que ambos ordenaron. Comieron en silencio, o más bien departe del menor, ya que Tao comentaba cada vez que podía sobre lo buena que estaba la comida y el vino.
El menor llevó a Tao a su departamento con la ayuda de Jongin. Odiaba no ser fuerte para cargar a Tao en su brazos sin dificultades, quería crecer. Sabía que el crecimiento de la adolescencia a la adultez con llevaba muchas más responsabilidades de las que tiene ahora.
Había comenzado a odiar lo que hacía, lo que su familia le dejó por herencia, y lo que hacía para obtener riquezas y poder. Más nunca pensó en verlo como una ventaja para ayudar a otra económicamente y brindarle seguridad -cómo lo hacía con Tao- no obstante, si el mayor supiera todo lo que había hecho para ayudarle, nunca le perdonaría ¿o si?
— — En el Club — —
Sunggyu caminaba de lado a lado en su oficina, el club apenas había abierto, pero tenía en mente a Tao, uno de sus mejores trabajadores, aunque le brindara problemas por no aceptar peticiones de los clientes.
Alzo la vista al ver a Tiffany entrar por la puerta y esta le miraba con un deje de tristeza.
— es la cuarta vez que me hago la prueba, y salió positiva -mencionó con un tono de temor en su voz- lo siento
Antes de que pudiera seguir hablando, el mayor le había propinado una cachetada. No le gustaba que sus trabajadores no se cuidasen. Por dios, para eso el les proveía anticonceptivos. Suspiro, y oyó los sollozos de Tiffany detrás suyo.
— échale la culpa a otra persona, si quieres seguir trabajando desasté de esa cosa -dijo en tono despectivo- Tao tiene en sus manos a uno de los mafiosos más poderosos en sus manos y el idiota parece no saberlo -chasqueó los dedos-
Tiffany frunció el ceño con rabia con solo la mención de Tao. Cómo lo odiaba.