Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Alma de oro. por Junsuhiroishiwata

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

””””””✧❃✧””””””
Cap 2.

Cuando el líquido del jarrón se vacío en totalidad. El heleno de mirada encarecida le insinuó una clara cuestión.

—¿Ahora esta bien? — Sin respuesta instantánea, Death mask asintió estoico. Bufando entre suspiros antes de sacar de su desgarrado pantalón unas cuántas monedas para pagar. No sería mucho, pero si lo suficiente para completar las tandas de tragos que se habia ya gastado antes de toparse con la inesperada visita.

—A dónde podrias investigar — kanon, trémulo por la nueva interrogación. Cedió ante su falta de planes concisos. Tomando hasta un minuto para contestar muy perspicaz.

—Afuera. Tal vez a un kilómetro lejos de aquí. «En realidad. Evitando decir un sordaz. —"No lo sé". »

—No sabes a dónde ir.

—Te equivocas. — esquivo al denotar el como le había adivinado algo aun procesando sobre su mente. En verdad se asombró, poniéndose internamente nervioso por tanta seguridad con la que se le había acercado. Siendo extraño y también muy hondamente intimo en cosas que aun ni decía.

Aquello siendo por primera vez conmovedor; su corazón latió tan fuertemente que se apeno consigo mismo por demostrar cierta debilidad. Más no le prosiguió dejando externar un sinuoso silencio riguroso. Tanto, que hasta incómodo un poco a Death Mask.

El otro, por su contrario no se dejo andar con chorradas, desviando la mirada a todo momento y con una cara de tan pocos amigos que nadie podría dudar.

—Vamos afuera. — ofreciéndole al fin, kanon se paro com destreza. Dejando olvidado atrás un collar muy simplista. De un corte estilizado, pero minimalista si uno se ponía a analizar. Y tan rápida fue su partida que ni se hecho a mirar atrás.

Dejándole un bello recuerdo al camarero, encargado del lugar. Más en cambio, Death Mask no lo dejó pasar y se lo empacó en un bolsillo. Para así, andando a marchar. Con una cara compungida, que la duda de que algo extraño presintió. Ahora se volvía borrosa, y se alejaba. Como la larga caballera de kanon al andar.

«Que se cree ese geminiano. —Revolvió la cosas dentro de su pantalón, mostrando una fingida rabia al caminar. »

Y ya en el otro lugar. Ambos se fijaron en la frialdad del lugar. Contrario a la caverna donde al menos un sutil rastro de calidez aun se conservaba.

—Ahora que. — death irrumpió en los pensamientos de kanon. Mirando una perniciosa perdida de animos. No sabía como explicarlo pero volvió a hablar.

—Hace mucho frío. ¿Cuánto más vamos a caminar?

Kanon, con su voz monótona y sin mucha emoción se encaminó por la densidad de los copos de nieve debajo suyo, tan anchos. Que hasta le costaba respirar. Perl no se dio por vencido, pensando en lo mucho que habia conectado con el adverso.

Y tanto pensó en eso, que se tropezó en una curiosa caída de un canal ahora lleno de hielo al pasar.

—¡Oye! Kanon. ¿Estás bien? — El otro preguntó, entre preocupado y discurriendo en un instinto un tan protectivo que se espantó de verdad.

—S-siiii.
Se repuso, apurado. Que volvió a azotar. Derrumbándose en sus rodillas con tanto malestar, el hielo era denso. Mas en cambio, no resistiría para siempre su peso. Era claro que el invierno perpetuo de asgard. A nadie le iba beneficiar.

—¡Ten cuidado. Bastardo!
Death mask vocifero, entre enojado e irritado por las increíbles bajas temperaturas. Ambos parecían estar abandonados bajo una suerte inoportuna. Ahora el mayor se hallaba encrucijado en un traspié apenas al empezar.

—No. Estoy bien. — El orgullo, el indómito orgullo del geminiano. Complicaron el resto de cosas tan vertiginosamente. Que un crujir se distinguió entre el ajetreo. Era el hielo, el cuál comenzaba a quebrarse en un estrepitoso sonar.

«Bueno. Es mentira, pero no voy a caer. —Al menos eso fue lo escaso que su cerebro pensó. » antes de hallarse con el cuerpo entero dentro de las aguas congeladas de un extraño estanque.

—Imbécil — el otro chasqueo la lengua, indiferente y divertido ante el espectáculo que se le presentaba. Podía dar la carcajada. De eso no dudaba, pero si le preocupaba el estado de salud del su acompañante.

—¡Hey! Kanon.
No hubo respuesta. Sin embargo, no actuó enseguida.

Guiado por la lucidez de que el otro se molestaría por una temprana ayuda. Podia leerlo en sus ojos al dirigirse en totalidad sobre el. Más nadie contestó transcurridos otros tortuosos segundos más, era claro que. O se estaba ahogando de verdad, o le estaba haciendo la broma más pesada que el mundo pudiera imaginar.

—Te odio estúpido. — ahora, con las manos quitando su calzado. Se arrepentió de titubear. Las aguas heladas podrían enfermar. A tal grado de matar hasta a los más fuertes. ¿No era así? No le pasaría nada tan malo como para no soportar.

Kanon, quien ahora se hundía con una prisa agobiantes algo incomparable a un mar. Sufría el recuentos de miles de recuerdos regresando a atormentar.
Desde su nacimiento, su desarrollo y el olvido que su propia sangre le habia causado. Un dolor interminable que solo el podría sobrellevar.
Desconocido para la mayoría, para los restantes caballeros de oro que ni lo conocían antes de su revelar. Ahora debatía su supervivencia en aguas turbias lleno de refrigerante.

«¡Maldito saga! — aquello resonó sin importancia. » quitándole fuerza de brazos y extremidades. Pero cuando se sentía por fin desfallecer. Algo lo abrazo por detrás tomándole con firmeza para llevarlo nuevamente a flote.

””””””✧❃✧””””””


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).