Cinco fueron los días los que el medimago dejo a Remus hospitalizado. Durante ese tiempo pasaron varias cosas. Primero Severus permitió que Sirius cuidara personalmente a Remus. No puso ningún tipo de objeción cuando este pasaba horas atendiendo a un inseguro hombre lobo mientras supervisaba a sus hijos. Draco sintió que Harry necesitaba más apoyo del que parecía por lo que no lo dejo solo en ningún segundo, mientras que Ron no daba ninguna señal de vida por ninguna parte
Tras una semana de la salida del hospital de Remus, Severus retomo su viaje, aunque esta vez puso fuertes hechizos para que Tonks no volviese a ingresar bajo ningún motivo a la casa.
Si bien era cierto que Harry seguía asistiendo al cuartel de aurores, solo era por una o dos horas. Y había días en los que ni siquiera se aparecía. Una vez Ron trato de increparlo, pero fui inútil. De la forma más educada, después de una gran regañada por parte de sus padres, le había dejado completamente claro que no había posibilidad de retomar su relación
Harry y Draco llevaban ya un tiempo tratándose y para todos era más que obvio que su amistad se había modificado con los días. Era casi natural su cercanía, su complicidad. Como el lobo interno de Draco aceptaba dócilmente la presencia de Harry. Y en contraparte este se sentía en equilibrio solo después de haber visto al Omega o siquiera haber hablado con él aunque fuera solo unos minutos por chimenea cuando por equis motivo Draco no podía ir a la Mansión Snape. Sus conversaciones eran largas y divertidas. Y aunque en algún momento hubieran estado en bandos contrarios nadie podía negar que su amistad era sólida. Más de una vez, Harry había inventado que necesitaba ayuda con alguna poción y había recurrido al rubio. Draco sospechaba que era una especie de truco, ya que Harry veía a diario a Snape, el mejor pocionista del Reino Unido. Pero Draco tampoco se salvaba de las sospechas del pelinegro cuando este le pedía ayuda sobre algún tema legal teniendo un ejército de abogados a su entera disposición
- ¿Por qué no se besan y ya? – decía Eileen insistiéndoles a la pareja – se miran igual que mis papás después de jugar quiddich por las noches en su habitación – sonrojando a ambas parejas y haciendo que Remus largue una carcajada tan estruendosa que asusto a Polux la primera vez
Esa noche habían cenado y Draco había acompañado a Remus y a Sirius a acostar a los niños mientras Severus y Harry lavaban la vajilla que habían ocupado durante la cena
- No quiero que me malinterpretes, yo respeto su relación – dijo Harry –, pero a veces siento que el tiempo retrocedió y volví a mi niñez
- Te gusta verlos juntos – dijo Severus –. A todos los hijos nos gusta ver a nuestros padres así. Es lo normal. Me preocuparía que no fuese así
- En verdad eres muy paciente con mi padre – dijo Harry – gracias
- Amo a Sirius – dijo Severus – Yo daría lo que fuera por que sea feliz
- Lo has logrado – dijo el joven
- No – dijo Severus –, él no lo es y ambos lo sabemos. Ama a nuestros hijos, es cierto, pero el amor de hombre lo tiene Remus aun, no yo
- Ya veo – dijo Harry asintiendo lentamente – quieres que mi papi se aleje
- Todo lo contrario – dijo Severus y respiro hondo – como Alfa premier de la manada de Remus, quiero pedirte permiso para convertirlo también en mi Omega
- ¿Cómo? – dijo Harry frunciendo las cejas sorprendido
- Quiero cortejar a Remus – dijo Severus –, y si su Omega me acepta… – dijo mirando al Omega que entraba a la cocina conversando con Draco
- ¿Estás loco? – dijo Harry alzando la voz
- Escúchame por favor – suplicaba Severus
- No te parto la cara aquí mismo por respeto a tus hijos – sentencio Harry furibundo
- ¿Qué paso? – preguntó Remus sorprendido
- Nos vamos en este momento – dijo Harry – no quiero que permanezcas un minuto más aquí
- Harry, las cosas no son como parecen – repetía Severus – déjame explicarte
- Hijo – dijo Sirius – cálmate y dinos que paso
- ¡Tu Alfa quiere faltarte el respeto a ti y mi papi – dijo Harry señalando a Severus – y yo no se lo voy a permitir!
- Estas equivocado – dijo Severus – déjame explicarte
- ¿Qué me puedes explicar? – dijo Harry alzando la voz – quieres que mi papi sea tu amante
- ¿Qué? – dijeron los Omegas al mismo tiempo
- No es… - se defendió Severus
- Fueron tus palabras – ataco Harry
- Voy a ver a los niños – dijo Draco y subió lo más deprisa que pudo
- Las malinterpretaste – dijo Severus –. Jamás le faltaría el respeto a tus padres
- Pues lo hiciste – dijo Harry –. Vamos papi
- Ese fue el porqué de mi viaje – dijo Severus –. Existe una manera de que ambos sean mis Omegas
- Papi vamos – insistió Harry
- ¿A… am… bos? – dijo Sirius sorprendido
- Pero yo tengo un Alfa – dijo Remus de igual manera
- Solo escúchenme – suplicó Severus –. Es todo lo que pido. Volverías a vivir con Sirius. Criarían a ese bebe juntos como criaron a Harry
- Vámonos – repitió Harry tomando a su papá del brazo
- ¿pero y tú? – dijo Sirius
- ¿Y los niños? – pregunto Remus
- Denme unos minutos – dijo Severus – solo les pido que mantengan la mente abierta. Es todo lo que les pido
- Camina papá – dijo Harry tratándolo de llevar a la puerta
- Explícate – dijo Remus intrigado
- ¿no pensaras…? – dijo sorprendido el salvador del mundo
- Cállate Harry – ordeno Remus sin dejar de mirar al Slytherine
- Como Slytherine siempre he estado en contacto con la magia oscura – dijo Severus
- ¿A qué te refieres con eso de la gente llama magia oscura? – pregunto Sirius
- La magia no es ni clara ni oscura – dijo Severus – lo que existen son intenciones. si busco ayudar a alguien es llamada magia blanca o buena
- Pero si buscas lastimar a las personas será llamada magia negra – dijo Sirius
- Y te convertirías en un mago oscuro – dijo Remus
- Papi… - dijo Harry molesto
- ¿Pero qué pasaría si usamos esos hechizos prohibidos para hacer el bien? – dijo Severus sonriendo
- ¡La doble marca! – dijo Remus abriendo los ojos de manera descomunal – un Alfa con dos Omegas
- ¡Eso imposible! – dijo Harry furioso
- No, Harry – susurro Remus – existen esos casos. Debe ser un pacto espontaneo entre las tres partes
- Mi viaje fue para investigar sobre ello – dijo Severus – para saber exactamente todos los pros y los contras. Bajo ningún motivo te pondría en riesgo
- Hasta que el Omega de mi papá se dé cuenta de lo que pase y el dolor de la traición lo mate
- Ese es el punto – dijo Draco que había regresado a la habitación para intentar ayudar si es que en algún momento las cosas pasaban a mayores – no habría traición
- ¿No estas escuchando? – grito Harry – los dos serán sus Omegas. Jugará con los dos
- Las cosas no son tan simple como las crees, Harry – dijo Severus
- ¿y según tú como son? – grito este
- Los dos tendremos exactamente los mismos derechos – dijo Remus acercándose lentamente a él para abrazarlo – Cachorrito, tú me viste sufrir por tu padre, llorar hasta casi enfermar por perder a mi Alfa natural.
- Dijiste que Severus había encontrado la manera de revertió – dijo Harry.
- Tú perdiste a dos padres – dijo Remus – la primera vez no te diste cuenta, pero a medida que el tiempo paso, tomaste conciencia y te dolió. Sirius y yo te vimos llorar. Y aunque hubiésemos dado la vida para que no fuese así, te afecto
- Cállate – dijo Harry dando un paso hacia atrás
- Después, cuando Sirius se fue – dijo Remus – sufriste el triple. Y aunque ya eras un hombre, lo necesitabas. Mi niño, mi cachorrito hermoso, ¿le harías lo mismo a tus hermanos? ¿permitirás que pasen lo que tú pasaste, siendo que hay una posibilidad de hacer esta vez las cosas bien?
- Serás… - grito Harry
- Su Omega – interrumpió Sirius – la magia nos dará a los dos los mismos derechos y obligaciones
- Harry – dijo Remus abrazándolo – Severus no nos está engañando, ni jugando con nosotros. El lazo que nos unirá a los tres será igual de fuerte y sólido que el que une a una pareja normal
- Volveremos a ser una familia, como cuando eras un niño – dijo Sirius
- ¿y la poción? – dijo Harry emocionado de pronto – hace tiempo me dijiste que cuando quedaste embarazado de Cygnus, Severus te dio una poción para que volvieras a ser Alfa
- Esa posibilidad está descartada – dijo Remus
- ¿Por qué? – dijo Harry – todo sería como antes. Como siempre debió ser
- Pero Cygnus, Eillen y Polux saben quién es su padre – dijo Sirius – yo no puedo cambiar esa realidad.
- ¿Podemos usar un giratiempo? – dijo Harry
- Ellos desaparecerían – dijo Draco
- Harry – dijo Severus – ellos estarán juntos igual que antes. Yo solo compartiré su celo. Nada mas
- Hijo – dijo Sirius – tu papi y yo somos adultos. creemos que es lo mejor para nosotros
- No puedo – dijo Remus de repente alejándose
- ¿Qué? – exclamo Sirius y Severus al mismo tiempo
- Es una idea hermosa – dijo Remus – pero no puedo. Tonks nunca me dejaría libre. Además soy estéril
- Tú no eres estéril, Remus – dijo Severus – simplemente que tu lobo no reconoce la marca de tu Alfa
- ¿Cómo es eso? – dijo Remus sorprendido
- Tonks te marco, es cierto – dijo Draco – pero tú lobo sigue atado a alguien más.
- Existen dos clases de marcas – dijo Severus – una externa y otra interna. Lo común es que ambas marcas se hagan al mismo tiempo. Pero existen casos muy aislados en los que solo se hace una. Y ya sea el lobo o el humano quedan en una especie de limbo. Y mientras la otra marca no se haga, su unión no será completamente solida. En este momento tú tienes dos marcas. La externa de Tonk y la interna de Sirius
- Pero Sirius es Omega – dijo Harry – ¿Cómo pudo marcarlo?
- Esa marca se hizo antes del ataque que Sirius sufrió – dijo Severus – Es muy rara y difícil de lograr. Solo dos almas destinadas a estar juntas la pueden hacer
- Nada de esto resuelve el verdadero problema – dijo Remus – Sirius sigue siendo tu Omega y yo el de Tonks
- Necesito que me escuchen sin interrupción – dijo Severus – y la mente muy abierta –. Respiro hondo, disimuladamente constató tener su varita consigo, solo por precaución, no pensaba ocuparla para nada que no fuera hechizos defensivos y dijo fuerte y claro – quiero comprar a Remus