Se levantó como de costumbre, como llevaba haciéndolo los últimos cinco años de su vida, con una gran jaqueca que le partía la cabeza en dos. Se ducho y vistió rápidamente, ya estaba sobre hora. Uso la chimenea de su departamento, el de ambos, para llegar al ministerio. En cuanto salió de las llamas el murmullo empezó mientras algunos lo señalaban disimuladamente, y otros no tanto. Se sentó tras su escritorio
-Me gutash – dijo una vocecita infantil detrás de él – y no estash mancado. Eta deshidido. Shedas mi Meda
-¿Y tú quién eres precioso? – dijo Ron mirando al pequeño rubio de ojos verdes que estaba parado detrás suyo
-Tu afa – dijo el pequeño rubio – ho mimo hablade con mi belo padá que como patiaca de da famidia haga dos adecos pada pedí tu mano. No casádemos e poshimo me
-Vaya – dijo Ron sonriendo – eres un Alfa muy seguro de ti mismo
-Me damo… – dijo el pequeño
-¡Scorpius! – dijo Draco Malfoy y el niño giro para verlo – ¿Por qué me desobedeciste? – le reprocho el mayor – te dije que me esperaras en la puerta
-E un baño de medash y yo so un Afa podedosho – protesto el pequeño
-Bueno este gran Alfa poderoso – dijo Draco – está castigado por desobedecerme
-Pedo no e juto – protestó el niño
-Justo o no, quien manda aquí soy yo – dijo Draco
-Me eta avegozado fente a mi Meda – protesto el chiquillo haciendo pucheros que le recordaba a alguien, aunque no sabía a quien
-Pero mira nada más a quien tenemos aquí – dijo Ron con un siseo – la serpiente más rastrera de Aquel Que No Debe Ser Nombrado
-No le habesh ashi – dijo Scorpius molesto – a dosh Medash se dos despeta. Edes un…
-Basta Scorpius – ordeno Draco y aunque el niño intento replicar, basto una mirada para que quedara en silencio – Buenos días… Weasley
-¿En qué cama despertaste, ahora? – dijo Ron con tono burlesco
-Lejos de la mía – dijo Draco sonriendo –, ya sabes, eso de viajar por el mundo cada semana no te deja tiempo para disfrutar tu propia cama como es debido. Me olvidaba, tú no tienes ni idea lo que es recorrer el mundo, nunca has ido más allá de estas… oficinas
-¿Al menos sabes de quién es? – dijo Ron aun sonriendo
-¿Y tú, aun cobras por tus… servicios? – dijo Draco sin inmutarse
-Escúchame muy bien aprendiz de mortífago – siseo Ron – no voy a permitir…
-Quen no va pemiti que le fates el depeto a mi papi shoy yo – dijo Scorpius ya molesto sacando su varita de juguete
-Scorpius, guarda eso – ordeno su padre
-Ño – dijo el niño – ata que she dicupe contigo. Ño me guta como te habo. Sodo po echo ya no seda mi Meda
-No importa, mi amor – dijo Draco –, guarda eso
-Weasley, Weasley– dijo Bob Pringel, un auror, llegando a la carrera – a que no adivinas quien está aquí
-Un mortífago – dijo Ron mirando a los rubios
-Harry – dijo Bob sonriendo – Harry volvió.
-¿Qué? – dijo Ron sorprendido – ¿estás seguro?
-Está en la oficina de Shacklebolt – aseguro Bob
-Encárgate de este mortífago y su bastardo – dijo Ron señalando a los Malfoy – Tengo cosas que hacer – susurro cuando la puerta de la oficina de Shacklebolt se abrió y por ella salió Harry Potter sonriente seguido por el Ministro de Magia
-Muchas gracias, Harry – dijo Shacklebolt – este taller será inolvidable
-Harry, mi amor – susurro Ron sonriendo y a punto de echarse a correr a los brazos del moreno
-¡Papá! ¡Papá! – dijo Scorpius adelantándose – eche Meda tevido le fato e despeto a mi papi – y señalo a Ron mientras Harry lo alzaba – le dijo coshas mu fetas. Le dijo shepiente dasteda, le dijo montifago y le pegunto en cama había despetado. Echo no lo etendi, pedo no me guto
-¿Qué cosa? - dijo Harry atónito
-Tú… – susurro Ron a penas
-Cariño, no importa – dijo Draco viendo venir un arranque de furia por parte de su Alfa
-Tamben le dijo que shi shabia quen era mi papá – dijo Scorpius con la carita totalmente roja por la furia
-Harry Potter, contrólate – dijo Draco –. Ya discutimos esto. Cuando decidimos venir, sabíamos perfectamente lo que podía pasar – Harry solo cerro los ojos y exhaló tratando de regularizar su respiración – ministro… - he hizo un leve inclinamiento de cabeza
-Señor Malf… – dijo Shacklebolt
-Potter – dijeron al mismo tiempo los miembros de dicha familia
-Su nombre es Draco Potter – siseo Harry
-Por supuesto – dijo Shacklebolt nervioso – buenos días señor Potter
-Solo Draco por favor – dijo este sonriendo mientras le estrechaba la mano – Harry siempre habla de usted con mucho cariño
-Es mutuo – dijo Shacklebolt sonriendo – por cierto felicidades por el nuevo bebé
-Gracias – dijo Draco sonrojado acariciándose su aun vientre plano mientras Harry lo abrazaba y aspiraba el aroma de su cabello – esperamos que ahora sea una niña
-Lo que Merlín mande – interrumpió Harry – lo amare, porque viene de ti
-Te amo – susurro Draco
-Harry ya me explico cómo funcionara el taller que nos darán – dijo Shacklebolt – es impresionante los avances que has logrado con la medimagia
-Gracias – dijo el rubio mayor
-Draco es el mejor en el campo de las pociones – dijo Harry sonriendo
-Che lo dide a mi abedo Shevedu – sentencio Scorpius y todos sonrieron
-Hablando de Severus – dijo Draco – deben estar esperándonos
-Hoy es el cumpleaños de mi hermano Lyall – dijo Harry
-Tene tes – dijo Scorpius – domo yo. Y tamben va tene oto hemanito. Bueno do
-Remus tiene cinco meses de embarazo y Sirius tres – explicó Draco
-Denles mis felicitaciones – dijo Shacklebolt
-Por supuesto – dijo Draco sonriendo – ¿Vamos?
-Ahora los alcanzo – dijo Harry bajando a Scorpius
-Harry… – dijo Draco nervioso
-Solo será un momento – dijo este besándolo – te amo
-Y yo a ti – respondió el Omega – Permiso. Vamos Scorpius
-Eshpeda – dijo Scorpius y encaro al pelirrojo
-Scorpius, obedece a tu papi – ordeno Harry
-Edesh un Meda mado – dijo el niño ignorando a su padre – muy mado. No shabesh compotate. Nunta nindun Afa te va quede po tevido. Mi abedo Shevedu dishe te…
-Él no es tu abuelo – dijo Ron furioso –. Tu padre no ti…
-Cállate Weasley – siseo Harry al grado que el propio Shacklebolt se amedrento – Draco, espérenme en la fuente, por favor. Me falta arreglar algunos puntos
-Permiso – dijo Draco tomando la mano de su hijo –. Camina pequeño culebrilla disfrazada de gato
-Shoy un afa podedosho, y shi teno abedo – dijo el niño jugando con su varita mientras salian
-Lo marcaste – susurro Ron con lágrimas en los ojos – marcaste a un… – pero no termino de hablar cuando un Cruxius lo hizo gritar desgarradoramente. En ese momento todos los aurores desenfundaron sus varitas
-De todos los magos y brujas de este mundo – siseo Harry – eres el que menos derechos tiene para juzgar a mi Omega. Tú, el infeliz que le habría las piernas a Theodore Nott cada jueves, mientras me decía que iba a leerle cuentos a los huérfanos de la guerra.
-Entonces es eso – dijo Ron –, te enredaste con ese por venganza
-Eres un imbécil – dijo Harry en medio de una carcajada – Entendiste todo al revés. ¡El castigo fuiste tú! Mira, no debería hacer esto, porque soy un caballero, pero no voy a permitir que dejes en tela de juicio el valor y la honorabilidad del Omega que tengo a mi lado. Ya es hora que el mundo sepa quien realmente lo salvo de Voldemort
-¿De qué hablas, Harry? – dijo una aurora pelinegra
-Tú mataste a Voldemort – dijo Shacklebolt – todos lo vimos. Tú salvaste al Mundo Mágico de ese loco
-No, Shacklebolt – dijo el moreno mirándolo con una sonrisa triste – yo no salve a nadie. Yo ni siquiera lo mate por lo que le hizo a mis padres. ¡Yo mate a Voldemort porque arranco a mi hijo del vientre de MI OMEGA después de intentarlo violar, mientras tenia nuestro vinculo abierto! – grito iracundo mientras todos se cubrían la boca – ¿sabías, Weasley que cuando el amor es puro y real entre un Alfa y un Omega la magia les regala la posibilidad de ser padres sin la marca ni el celo de por medio?
-Es imposible – susurro el pelirrojo sorprendido
-Yo tampoco lo creí – dijo Harry – y le di la espalda a Draco en nuestro sexto año. Pero vi, sentí cuando mi vínculo con mi cachorro se rompió. Mi Alfa me lo gritaba pero yo lo ignore y le di la espalda a Draco. Pero contra todo pronóstico el niño sobrevivió, y hubiese nacido si no hubiese sido por ese hijo de… ¡Por eso lo mate! – siseo Harry – No por ustedes. Cuando todo acabo sentí vergüenza por haber dudado y no busque a Draco, me encerré en mi dolor. En mi rabia. En mi vergüenza. Y cuando viniste como prostituta barata y me abriste las piernas de par en par, lo supe. Contigo pagarías mis culpas. Dejaría que hicieras cuanto quisieras para limpiar mi alma del abominable pecado que cometí contra Mi Omega y mi hijo. Ser tu juguete fue la manera que encontré para pagar mis errores y volver al lado del hombre que amo – y un mutismo absoluto cayó sobre el lugar –. Por eso nunca decía nada cuando cada Jueves, sin falta, durante casi diez años te veías con Theodore Nott en un hotel muggle, para revolcarse, y saliendo del hotel, Nott cruzaba la calle para entrar al bar de mala muerte donde yo estaba para decirme que ya te habías ido a nuestro “dulce” hogar.
-Yo… - intento hablar Ron
-Si Draco hubiese cedido, mi Alfa se hubiera vuelto loco, y Voldemort lo hubiese aprovechado para someter realmente al Mundo Mágico y otra seria la historia. Ahora dime ¿Quién es el héroe de esta historia? – dijo caminando hasta quedar parado a milímetros del Omega pelirrojo – ¡maldita sea, Weasley! ¡dilo! - grito y Ron se escogió aterrorizado – ¡dilo!
-Dra… dra… dra… co – dijo Ron en cuanto encontró su voz – Draco. Él es el héroe – grito más de miedo que nada
-¡Procura que nunca se te olvide! – dijo Harry ante de lanzar un último Cruxius y dirigirse a la salida
-Potter – dijo un joven castaño y Harry se detuvo exhalando antes de girarse dispuesto a lanzar otro par de Cruxius – no te preocupes, nadie sabrá lo que ese bastardo le hizo tu Omega, no por no darle el lugar que se merece, sino porque no merece revivir ese infierno solo para saciar el morbo de quienes nunca entenderán tu dolor y mucho menos el de tu pareja. Yo también perdí a un hijo en la guerra – dijo – lo mataron cuando… – y rompe en llanto
-Lo siento – dijo Harry
-Silentium – conjuro Shacklebolt con la varita en alto –. Ahora si nadie dirá nada
-La conferencia que daremos Draco y yo sobre medimagia sigue en pie – dijo Harry – no te preocupes por ello. Buen día
Y salió de allí sin mirar hacia atrás. Hacía años que toda su familia se había instalado lejos del Reino Unido intentando dejar todo su dolor atrás. Pero Sirius se había empeñado en que los niños debían ir a Hogwarts por lo que dos semanas al año, todos, Potters, Malfoys y Snapes-Black-Lupin pasaban dos semanas de vacaciones en una de las mansiones sin que nadie los molestara antes de que los niños se fueran al colegio. Ese año, el ministro se había enterado que estaban a punto de irse nuevamente, por lo que había a invitado a los Potters a dar una charla de medimagia y pociones al cuerpo de aurores de forma exclusiva y el solo había ido a afinar unos detalles, a petición de Draco que desde hacía semanas no pisaba, debido a su embarazo, su amado laboratorio, uno de los más importantes del Mundo Mágico. A Harry no le importaba porque se concentraría en su tema favorito, brindar los primeros auxilios después de una lucha mágica, tema en el que era una eminencia en el hospital en el que trabajaba.
Encontró a Draco y a Scorpius jugando en la entrada del ministerio, los abrazó, le dio un beso a ambos y salieron rumbo al callejón Diagón a comprar el helado que Harry les había prometido a sus amados rubios antes de salir de casa, donde, por cierto, tenían que volver pronto para empezar la fiesta de cumpleaños del pequeño Lyall
Parado en mitad de la sala Ron Wesley no solo sentía el peso de todas las miradas acusadoras del cuerpo de Aurores en su totalidad, sino el peso de sus propias acciones. Había creído jugar con un Alfa poderoso pero solo había sido una ilusión. Él había sido el verdadero juguete, y ni cuenta se había dado cuenta. Él siempre había sido el verdadero juguete en aquella trágica historia
-Solicitare mi traslado a donde sea – dijo Paul, su actual compañero – me das asco
-Quien se ira será Weasley – dijo Shacklebolt – él es remplazable. Tú no
Ron solo cerró los ojos. Al final Malfoy le había ganado y él no lo pudo evitar
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El corazón le gritaba que todo era una broma, Harry no le podía haber hecho eso. ¡Él no! Seguramente lo había hechizado. Ese mocoso había dicho que era el cumpleaños del hijo de… Snape. Dijo en el cuartel que debía investigar una pista sobre un caso en el que había estado trabajando los últimos días y salió. Se apareció en el callejón Diagón. Tras hablar con varios contactos se hizo de una varita ilegal. Le demostraría al mundo lo equivocado que estaban con ese maldito mortífago
Se apareció en la esquina de la mansión Malfoy, y camino hasta allí. Rodeo la mansión e ingreso por la parte de atrás. Escucho voces que reconoció
-Pero Moony – dijo Sirius – de verdad lo deseo
-Perfecto – dijo Remus – se lo decimos a Sev y…
-¡¿Estas loco?! – dijo Sirius – la idea es que ese Alfa del demonio no se entere
-No lo llames así – regaño Remus
-Papi – dijo Harry acercándose con Scorpius en brazo – Severus los esta buscando
-Ya vamos cariño – dijo Remus sonriendo
-¿Pasa algo? – pregunto curioso el pelinegro
-Siempre que tu padre esta cerca claro que pasa algo – dijo Remus y Scorpius se rio
-¡Moony! – dijo indignado
-Ven cielo – dijo Remus y Scorpius corrió a él – vamos a ver que hacen tus tíos
-Yo quedo paste, abedo Temus – dijo Scorpius haciendo un pucherito mientras le tomaba la mano a su abuelo
-Entonces vamos por un pedazo de pastel enorme para mi niño hermoso – dijo Remus
-¿Y para mi? – dijo Sirius haciendo un puchero como el de su nieto
-Tú agradece que estas embarazado – Remus dijo haciendo reír a Scorpius – porque si no…
-Pero Moony – protesto Sirius siguiéndolos
-¿Qué paso? – dijo Draco sonriendo
-Lo de siempre – dijo Harry abrazándolo por la cintura – mi papá metiéndose en líos y buscando arrastrar a mi papi
-¿Y te arrastrará también a ti? – dijo Draco abrazándose a su cuello
-Por supuesto – dijo Harry y Draco levanto las cejas – soy un merodeador. Ni pongas esa cara que te encanta
-Idiota – dijo Draco sonrojado mientras le golpeaba suavemente el pecho – Harry – dijo con los ojos cerrados mientras este le mordisqueaba el cuello – ¿te puedo preguntar algo? ¿Qué sentiste al ver nuevamente a…? – y Harry respiro hondo – no creas que son celos, es que…
-Lo se – dijo Harry uniendo su frente a la del rubio –, y la respuesta es nada. Se que te preocupa que me vengue de Ron – dijo acariciándole el rostro – pero solo vinimos de paseo ¿si? Daremos esa charla solo porque es tu tema favorito, luego volveremos a casa y seguiremos con nuestras vidas y… – pero su instinto le dicto algo y sin pensarlo saco su varita para lanzar un Expelliarmus hacia la parte trasera de la casa. Sin embargo otro hechizo paso cerca de su Omega, sin lastimarlo afortunadamente
-¡Avada Kedabra! – dijo una voz detrás de él, mientras se ponía como escudo humano frente al rubio
Un cuerpo cayo hacia atrás, Harry miro detrás suyo y se encontró con Shacklebolt con la varita en alto, segundos después llegaban los dueños de casa y los invitados con varita en alto también. El ministro había visto salir al pelirrojo y había decidido seguirlo, pero en cuanto se dio cuenta hacia donde iba, había pedido refuerzos temiendo por la seguridad de su ex auror estrella y su familia
-¡Draco! – dijo Narcisa corriendo abrazar a su hijo
-Gracias – dijo Harry tranquilamente mirando a su ex jefe
A sus pies, tendido y sin vida estaba Ronald Weasley aun con su varita en mano. Lo sentía por su ex amigo, pero él había sellado su propio destino. El ministro en persona había dado la rueda de prensa donde había anunciado la muerte del auror y se había desligado del accionar de Weasley, dándole su apoyo a la familia Potter-Malfoy
Una semana después, y tras dar unas escuetas declaraciones a la prensa, Lucius y Narcisa regresaban a Francia. Sirius y Remus lo hacían con los niños a su casa en el sur de Polonia, mientras que Severus tendría que hacer antes una escala de tres días en Escocia por negocios. En cuanto a los Potter se quedaron tres días mas después de la partida del resto de la familia para dar la charla a la que se habían comprometido. Y aunque no fue exactamente como Shacklebolt lo había imaginado, las bases estaban sentadas, por lo que quizás darían otras mas adelante, después que el bebé naciera.
Como de costumbre la familia había dado que hablar a la prensa tanto por la muerte de Weasley como por el embarazo de los Snape, sin embargo la familia en su conjunto habían ignorado los comentarios cizañeros tantos de los periodistas como de algunos ex compañeros de Harry y Draco. Sin embargo para la feliz familia solo había una realidad. Por fin estaban juntos y felices