Después de aquella situación con situación con Sirius se fue a pasear, se sentía tan sucio, tan asqueroso y tan ultrajado, se aseo con furia y fuerza, cuando se sintió limpio salio de los aseos y se vistió para poder ir a sus clases, todo mundo le veía extraño, como si fuera un muerto que salía de la cripta el se comportaba como si no los viera, haciendo sus cosas en silencio.
Con el pasar de los días todo fue normal, como si no pasará nada, fingiendo para los demás, en su sala común leía un buen libro, cuando se empezaron a escuchar gritos y alegatos, una mujer y un hombre peleando, cuando los vio entrar bien a la sala pues venían de afuera, se dio cuenta quienes eran, Narcissa y Lucius, ambos se gritaban cosas, ambos alegando situaciones diferentes.
-SEGUÍS PENSANDO EN ÉL! -
-SI NARCISSA, SI, AÚN PIENSO EN ÉL -
-POR AMOR DE DIOS, LUCIUS, MÍRAME ESTOY AQUÍ FRENTE DE TI! QUE NO ME VEZ?! SOY TODA TUYA AQUÍ! -
-AHG!! es que no entiendes!- Le dijo más bajo.
- COÑO! SI ENTIENDO, DECIME POR QUE NO SOY SUFICIENTE PARA TI?! -
-POR QUE ERES FALSA! POR ESO! TÚ ESTÚPIDO AMOR ES FALSO! CREES QUE NO LO HE NOTADO?! TU FOLLAS CON OTRO CUANDO YO NO ESTOY! EL ME ERA FIEL, EL SI ME DIO TODO SU AMOR Y LO HE LASTIMADO POR TU CULPA! -
La mujer padeció cuando escucho esa declaración y miro a todos lados, había quedado cómo una pura frente la sala común y su única reacción fue golpear a Lucius en el rostro con la mano abierta, dejándole la mejilla roja al rubio, la mujer se fue casi corriendo indignada, y dejó a Lucius ahí de pie, como en shock... Hasta que sintió una delicadas manos sobre su rostro, salio de su trance y le miro, ese bello rostro esas manos y ese cabello...
-creo que ahora es pertinente ir a un lugar mas, intimo... -
-Por dios... Sev... Perdón... - las manos del mayor temblaban y sus ojos iban botando lagrimas... Severos por su parte lucía tranquilo aún sosteniendo ese rostro entre sus manos...
-shhh, hasta aquí no. - fue lo último que dijo, tomó la mano del rubio y lo llevo a su recámara, abrió la puerta y lo dejo pasar, miro sus ojos grises inundadas de lagrimas y pronto estallar en esas amargas aguas saladas.
El se mantuvo a su lado, acariciando su espalda, escuchando sus balbuceos entre llanto... Hasta que el mayor se sintió mejor y hablo ya más fluido sin tantas pausas y lagrimas.
- Sev... miénteme aunque sea, dime que algo queda entre nosotros dos, que en tu habitación nunca sale el sol, ni existe el tiempo ni el dolor, dímelo por favor que yo lo necesito... -dijo desesperado mirando al chico a los ojos con algo de lagrimas aun en ellos.
- Ya lo sé, que corazón que no ve es corazón que no siente, o corazón que te miente, amor.- soltó un largo suspiro - Pero, sabes que en lo más profundo de mi alma sigue aquel dolor por creer en ti ¿Qué fue de la ilusión y de lo bello que es vivir? ¿donde quedo aquella promesa en que te quedarías conmigo siempre?, no es tan fácil, Lucius, yo te ame demasiado, creo que aun lo hago.
- ¿Quién me va a entregar sus emociones?¿Quién me va a pedir que nunca la abandone?¿Quién me tapará esta noche si hace frío?¿Quién llenará de primaveras este enero?¿Y bajará la luna para que juguemos?. Dime, si tú te vas, dime cariño mío ¿Quién me va a curar el corazón partido?- tomo sus manos del menor con cierto desespero, las estrujo.
- Dar solamente aquello que te sobra nunca fue compartir, sino dar limosna, amor.
Si no lo sabes tú, te lo digo yo. Tu no me dabas amor, tu me dabas migajas de tu dinero y lo seguiste haciendo, jugando con el y conmigo. - aparto sus manos de el y miro a otro lado.
- después de la tormenta siempre llega la calma: pero, sé que después de ti, después de ti no hay nada, y me di cuenta hasta que... Narcissa - no pudo seguir con su explicación, le dolía.
- no tienes que explicar nada Lucius... te perdono... siempre lo haré... - se acerco a el y acaricio sus cabellos rubios, Lucius estaba sentado en la cama del pelinegro y Sev de pie frente de él, acariciaba los cabellos de manera suave y gentil, Lucius le abrazaba con gentileza rodeándolo con sus brazos y recargando su cabeza en el pecho del mas joven.
Pronto esos ojos grises se cruzaron con los negros que tenían un brillo en ellos muy lindo, quizá estaba enamorado aun, y sin pensarlo, solo siguiendo aquel magnetismo unieron sus labios en un beso deseoso y ansioso de afecto, el uno por el otro se desvivía, y esas manos grandes y fuertes se tocaron de forma sutil que fue convirtiéndose en desenfreno y pasión.
Uno era un dios desnudo vestido de saliva y sal, los ojos muertos en blanco gimiendo,en el suelo de la recamara, el otro mas corpulento y mayor incluso de edad era un ángel desnudo bañado en sudor, subiendo las montañas de su cuerpo.
-No te pares por favor.... -por aquel combate salvaje el mas joven jadeaba míralo, como se agita, como pide mas
Muere y renace de entre las cenizas, volviéndolo a encelar, alguien entra casi de puntillas, entre las penumbras, y ahí se encontraba la hoguera encendida de sus pesadillas, el rubio era bello mas que el firmamento con un millón de estrellas, peligroso y bello mucho mas de la cuenta.
Narcissa tenia ganas de gritar pero se mordía la lengua, miraba a Severus como se desenreda, se vuelve a enredar, era una medusa bajo la marea punto de naufragar, Lucius por su parte se veía tan orgulloso tan sentimental. En la puerta hipnotizada, no puede creerlo, por mas que lo ve...
_Oh, no porque me haces esto dímelo_ pensó de forma dolida mirando aquello...