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SANTIAGA!! por juda

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Raul vio salir a Marcelo de la casa y aunque quiso seguirlo, no pudo... el semblante de su primo exigía privacidad.

El pelinegro se sentía estafado. Nadie jodía al gran Marcelo y se burlaba de él en la manera en que el pelirrojo infame lo había hecho.

***

Santiago se levantó cerca del mediodía y leyó el whatsapp de Raul.

***

Raul había dado veinte mil vueltas en la cama sin saber qué hacer hasta que quedó dormido por el cansancio y la tensión. No escuchó cuando su celular sonó insistentemente.

***

Santiago se paseaba por su departamento en un ir y venir constante, agarrándose de la cabeza.

¿Cómo iba a suponer que el pelinegro se hubiese quedado enganchado con Santiaga? Esa clase de hombres solo querían un revolcón. Tenía que hablar con Raul, no podía tirar una amistad tan profunda y de tantos años por una calentura del pelinegro.

Estaba seguro que Santiaga era solo un capricho para el dientes de conejo.

En qué líos se metía por culpa de Fran!!! 

¿Cómo iba a imaginar que Marcelo fuera pariente de Raul??

¿Estaba viviendo en un fic de drama? ¿cómico? ¿sad?

-¿Ustedes saben hacia donde va todo esto? -pregunta mirándote a los ojos, lectora. Está desesperado, contéstale, no lo dejes solo en la incertidumbre.

***

Marcelo condujo por toda la ciudad, se había tomado unos tragos en un bar y un par en otro. Dejó estacionado el vehículo y decidió caminar para despejar el lío que tenía en la mente. Necesitaba saber qué le pasaba con Santiago... con el hijo de mil puta de Santiago que se había burlado de él.

***

Raul se despertó cerca de las 2 de la tarde, buscó a Marcelo en la casa y como no lo encontró, lo llamó. Su primo no le contestó, pero le envió un mensaje.

"Estoy bien, no te preocupes. Quiero un poco de tiempo para estar en soledad con mi cabeza. Volveré enseguida"

Tenía varias llamadas perdidas de Santiago.

Marcó su número.

-Raul juro por lo que más quieras que no sabía que Marcelo era tu primo!

-No importa si es mi primo, mi hermano o mi vecino. Lo que has hecho está mal en muchos niveles Santy!!!

-¿Podemos vernos? te explicaré como pasó. Marcelo está encaprichado con Santiaga, no herí ningún sentimiento, es más, él fue duro conmigo diciéndome que no era puto cada vez que me encontraba. No es fácil cuando nos llaman puto, despreciándonos, tu lo sabes, tu lo has vivido como lo he vivido yo.

-Marcelo podrá haber sido duro, un sorete y todo lo que quieras, pero fue sincero. Tu no. Tu jugaste con él, te aprovechaste.

Santy tragó fuerte, recordó cuando se la mamó a escondidas en su propia casa, cuando estaba dormido y borracho. Sintió culpa. Se sintió el hombre más corrupto y enfermo de la existencia.

-Está mal lo que hice, pero dejame explicártelo. ¿Nos vemos?

-Donde?

-Hay un bar a tres cuadras del Ronroneo.

-Ya salgo para ahí.

-Gracias, tomo la bici y te encuentro en unos minutos.

***

Santiago llegó al bar, Raul estaba en la vereda esperándolo, casi escondido debajo de un abrigo inmenso.

El pelirrojo bajó y se dirigió hacia él lentamente.

El ceño fruncido de su amigo no era una de las mejores bienvenidas.

-Perdón Raul -susurró Santy apoyando la bicicleta en un árbol y tomando de las manos a su platinado del alma.

-No es a mi a quien tienes que pedir perdón -siseó con bronca.

-No entiendes, no hice algo malo. Fueron solo tres salidas sin importancia!!

-Para vos fueron sin importancia!!!

-No sé que te dijo Marcelo, pero en realidad no pasó nada!!! -gimió el pelirrojo tomando a su amigo por los brazos, queriendo acercarlo. Raul intentó alejarse.

-Lo confundiste, Santy!!! Tu tienes bien en claro tu sexualidad pero creo que él no y lo confundiste! No puedes jugar de esa manera con la gente, es muy de perro insensible hacer eso.

-Raul, te juro que no sabía que le estaba pasando algo con Santiaga. Por favor, perdóname. Tu primo me ha puesto la vida de cabezas, pero cada vez que me acercaba me trataba mal. Pensé que con Santiaga podría estar un poco más de tiempo junto a él, reconozco que estuve mal, lo reconozco, perdón. -rogó intentando abrazarlo.

***

Marcelo caminaba por la vereda contraria cuando los vio.

Los dos tan juntos.

Se notaba que Santy quería aprisionar a su primo y el platinado no quería.

Se notaba que Santy le rogaba por un poco de calor.

Se notaba que Santy ansiaba tener al platinado metido dentro de su pecho.

y los odió!

Santiago! siempre apropiándose de la gente como si todos le pertenecieran.

Santiago mentiroso, Santiago con la capacidad de fingir y hacer que alguien pueda llegar a crear lazos con un ser inexistente. 

Santiago... la ilusión óptica.

¿Qué le pasaba con Santiago?

Cruzó la calle con los puños tan cerrados que tenía los nudillos blancos y cuando llegó, lo apartó de su primo de un manotazo y le pegó una trompada que tiró al pelirrojo al suelo.

Cuando lo vio allí, con la nariz sangrando, con ese cabello rojo tapándole gran parte del rostro, con esa belleza ambigua, con esa impunidad para meterse en su vida y cagarle la existencia, hacerle dudar de su propia sexualidad... lo odió.

Se tiró sobre él y lo golpeó de nuevo, una vez, dos veces, tres veces.... sentía a Raul chillando como loco mientras intentaba sacarlo de encima del hijo de puta mentiroso que se había burlado de él, y veía al pelirrojo intentado protegerse con los antebrazos, quejándose débilmente, sin intentar defenderse, acurrucado en el piso como el cobarde mentiroso que era... y lo odió aun más.

-A mi no me vas a mentir más, puto de mierda -le gritó Marcelo, escupiéndole en el rostro.

El pelinegro esperó unos segundos para que se parara y le gritara algo, que intentara devolverle los golpes... pero el pelirrojo quedó en el suelo, intentando frenar la hemorragia nasal, secándose la sangre que le brotaba por la comisura de los labios y su primo... su primo tirado sobre el mentiroso, llorando, abrazándolo.

-¿Qué mierda te pasa? -le gritó el platinado y Marcelo volvió a escupir a Santiago y se fue.

***

Santy sacó la llave del pantalón, abrió la puerta trasera del Ronroneo y entró con Raul que aun lloraba, hipando por los nervios y la tensión.

-Estuviste mal, pero no te merecías esto... ¿por qué no reaccionaste? ¿por qué te dejaste golpear así? -le gritaba el platinado mientras le besaba la ceja que comenzaba a hincharse.

Santy lo hizo a un lado delicadamente y fue hasta el baño para lavarse la cara.

-Está bien, Raul. Esto me pasa por seguir creyendo que la gente en algún momento me dejará de ver como "el puto", yo me lo busqué, me metí con el tipo de gente que nos golpeaba cuando eramos unos críos. ¿Recuerdas? -le preguntó sonriendo, intentando quitarle dramatismo al momento, mostrando en la sonrisa la encía sangrante mientras lo miraba a través del espejo y Raul no sonrió, Raul se tapó la cara para llorar. Entonces Santy tuvo que abrazarlo para consolarlo, porque los dos habían sufrido mucho en esa etapa en la que los adolescentes son crueles, y ahora que era un hombre y creía que lo había superado, sentía que no, que no tanto, que aun dolía. Eso le pasaba por creer que podía hacer que un hombre como Marcelo se fijara en él. Ya había aprendido la lección, ya no le pasaría nunca más lo mismo. -Ya está, tranquilízate -le dijo dándole palmaditas en la espalda, abrazándolo fuerte.

-¿Por qué mierda me consuelas a mi si tu eres el de la cara hecha mierda? -le gritó el platinado, golpeándolo levemente en el pecho, intentando esconderse del mundo en la fortaleza de su amigo.

-Por que yo tengo la cara como compota pero vos sos el putito que llora -le contestó riéndose, tragando duro, respirando fuerte... porque él no iba a llorar, no más, ya nunca más.

***

A las siete de la tarde Raul entró a la casa de Marcelo y se fue directamente a su habitación, puso toda su ropa en el bolso y salía cuando se cruzó al pelinegro sentado en el salón.

-¿A donde te vas?

-A la mierda.

-¿Vas a pasar tu mes de vacaciones con él?

-Con cualquiera menos con vos.

-Se lo merecía.

Raul tiró el bolso al piso y regresó sobre sus pasos, acercándose tanto a su primo que el pelinegro tuvo que retroceder. Lo empujó. Su primo era mucho más alto pero no le importaba nada, no le tenía miedo a nada.

-¿Se lo merecía por puto? ¿Se lo merecía por haberse disfrazado de mujer para suplantar a una mesera y tener que soportar los acosos de los machos alfas? ¿Se lo merecía porque te hizo dudar de tu hombría de mierda? ¿de machito hijo predilecto del puto patriarcado que crea soretes como vos? Me tienes podrido Marcelo. Me voy con el puto de mi amigo porque yo también soy un puto.

***

A las 7 de la tarde Raul entraba al departamento de Santy, acomodaba su ropa en el único closet que había y se acostaba al lado de su casi hermano, su amigo del alma, del que supo ser su amante también en alguna ocasión.

-¿En qué momento esto pasó a ser un drama? -le preguntó Raul y Santy giró el rostro.

Santiago te mira lectora.

-¿Realmente me lo merecía? Me gustaba Marcelo e intenté acercarme pero sólo me quería con tetas y vagina así que le mentí. 

Santy aun te mira, lectora, se acerca y quiere que extiendas tu mano y lo acaricies. Necesita una caricia.

-¿Merecía que me humillara?

Contéstale, lectora.

Sé clemente.

Sé empática.

No lo abandones.

***

Marcelo está tirado en el sofá de su casa y tiene una botella de vino en la mano.

Se da media vuelta y te mira.

Presta atención lectora, él también quiere hablar contigo.

-Espero que no sientas lástima por él. ¿Te hubiese gustado que se burlen de ti como lo hizo él conmigo? Me siento usado, me siento violado!!!!! me puso las manos encima alguien que no existía, yo no le dí permiso a Santiago para que me tocara y lo hizo. No le tengas lástima... él se lo buscó.


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