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SANTIAGA!! por juda

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Santiago cayó rendido sobre la silla.

-No doy más, me duele todo. -gimió mientras Fran se arrodillaba y le sacaba los patines.

Sandra y Karina estaban terminando de limpiar el salón y a ellos dos les quedaba hacer lo mismo con la cocina.

Eran las 11 de la noche y Santiago quería más que nada ir a su departamento y dormir una semana.

Cuando Fran terminó de sacarle los patines, el pelirrojo se levantó y caminó hasta su cafetera, inclinado y con la mano en la cadera.

-Ni cuando me cojen toda la noche me duele tanto el cuerpo -se quejó y las muchachas rieron desde el otro lado de la puerta.

Las chicas se despidieron y quedaron los hombres. Fran terminaba con los últimos retoques de las masas que debían leudar durante toda la noche y Santiago preparaba las bolsas de basura para sacar. Aun seguía en falda corta, pero descalzo y sin la máscara.

Dio una mirada ligera alrededor y como no vio sus zapatillas salió desde el bar hasta el contenedor que estaba en la esquina, corriendo en puntas de pie. Afuera helaba, tiró las bolsas de basura dentro de los contenedores y regresaba trotando mientras se abrazaba a si mismo cuando escuchó la portezuela de un auto y unos pasos apurados detrás de él.

Casi se mea del susto, por un segundo imaginó que lo asaltarían.

-Vi a las otras meseras salir y pensé que ya te habías ido -le gritaron y él volteó.

Era el hombre de dientes de conejito, el que había golpeado con la bandeja. Llegaba apurado y sonriente. Retrocedió aferrándose inconscientemente al picaporte de la puerta dispuesto a entrar corriendo. ¿Venía a devolverle el golpe?

-Espero que tu jefe no te esté haciendo trabajar hasta estas horas como castigo por lo que pasó hoy!

-Mi... -se aclaró la voz y la puso más aguda -mi jefe? -ahí se dio cuenta que se refería a Fran -Oh! No! es que tenía que terminar con la limpieza antes de irme.

-Pero tus compañeras se fueron hace rato!

-Si... y? -preguntó frunciendo el ceño y mirándolo de arriba hacia abajo -¿Disculpe pero ha estado espiando? ¿es usted un acosador?

-SANTY! -gritó la voz de Fran desde el interior de la cocina y el pelirrojo giró el rostro hacia dentro del bar.

-Santy? -preguntó el dientes de conejo demasiado cerca, el pelirrojo regresó el rostro hacia él y retrocedió pegándose aun más a la puerta. -Te llamas Santy? Soy Marcelo -y se le acercó más.

El pelirrojo tragó duro, estaba encogido y con el cuerpo adherido al vidrio de la puerta.

-Ok, Sr. Marcelo. No sé que quiere. ¿Se le olvidó algo? Si es así le pediría que regrese mañana, tenemos una caja con objetos olvidados y perdidos. Alguna de las meseras seguramente le hará el favor de mostrársela. Si no se le olvidó algo no entiendo qué hace aquí... ya cerramos!

Marcelo puso su mejor cara de winner y apoyó un brazo sobre la puerta, acorralándolo.

-Esperaba poder invitarte a tomar algo, muñeca. -sugirió con voz gruesa y seductora.

A Santiago casi le cae la mandíbula ante el uso de ese apelativo!!!

Está bien: tenía una falda y pintada la boca... ¿PERO NO ERA DEMASIADO OBVIO QUE ERA HOMBRE?

-MU... -la voz grave lo quería traicionar a cada rato, se la aclaró y volvió a hablar con voz aguda -¿MUÑECA? escúcheme por favor, no soy ninguna muñeca y si decidiese serlo seguramente no sería para usted así que déjeme de acosar si no quiere que lo denuncie!!!

-¿Pasa algo? -preguntó Fran abriendo la puerta en la que el pelirrojo estaba apoyado con todo el cuerpo y Santiago cayó de culo en el interior del bar y rodó por el piso. Los dos hombres intentaron levantarlo pero él se sacó las manos de encima a los parchazos, se puso de pie de un salto y se inclinó para limpiarse las rodillas.

Fran y Marcelo quedaron duros ante el espectáculo: Santy de espaldas, agachado dándose de golpes para sacarse la suciedad de las piernas, con la falda levantada hasta la espalda y un boxer negro diminuto a la vista que le dejaba parte de los glúteos redondos al aire.

Cuando Santiago se quiso alisar la falda se dio cuenta del detalle y giró de golpe mientras se la acomodaba.

-¿Qué mierda miraban? -gritó con su voz aguda, hizo un paso al frente, le dio una bofetada a Marcelo, otra a Fran y entró a la cocina con paso decidido.

-Dios! -gimió el pelinegro con la mano en la cara.

-Disculpe, ¿necesitaba algo? -preguntó Fran también con la mano en la cara. -Ya está cerrado.

-Quería hablar con ella!

-No creo que se buena idea, está de mal humor!

-Le podría dejar mi tarjeta? dígale que me llame -le dijo sacando con nerviosismo una de las tarjetas de su bolsillo.

-¿Qué lo llame? ¿para qué? -preguntó Fran sin entender muy bien de qué iba la cosa mientras leía el papel.

Marcelo lo observó, el castaño era alto y demasiado serio. Leía la información de su tarjeta con el ceño fruncido.

-Oh! disculpe, ¿ella es su pareja? por favor no quise...

-No!!! No!!! No es mi pareja, es... es la mesera, es una chica nueva que está suplantando a Marylu.

-¿Sólo la suplanta por hoy? ¿ya no vendrá más?

Fran comprendió el interés del hombre y trató de no largar la carcajada.

-Mañana también estará aquí. Pero la semana que viene pondremos a otra chica.

-¿Por qué a otra? ¿por el percance de hoy?

-¿Qué percance? -y abrió grandes los ojos reconociéndolo. -Usted es el que estaba en la mesa de los bandejazos!!!! ¿Por qué le da la tarjeta? ¿es abogado? -preguntó mientras miraba de nuevo el papel entrando en pánico ante una posible denuncia.

-No! soy corredor de bolsa! La tarjeta es sólo para que ella tenga mi número, usted déselo, por favor. Ella entenderá para que es! -le dijo rápido, tartamudeando un poco, nervioso y se retiró.

Fran entró riéndose a las carcajadas, encontró a Santiago saliendo del baño, vestido con su ropa normal, pero con el ceño fruncido.

-Tienes un admirador!!

-Admirador mis pelotas!! -gritó mientras se señalaba la cara.

-¿Qué? ¿Qué pasa?

-La porquería que me pusieron en la boca no se sale ni con jabón!!!! donde está mi teléfono?? Las voy a matar! no entiendo que me pusieron!

-Debe ser de esas pinturas que no salen con agua!

Santiago quedó estático en el lugar.

-¿Cómo que no salen con agua? ¿NO ME VA A SALIR NUNCA MÁS?

-jajajajajajajaja como crees!!!! Solía salir con una chica que por más que me la mamara media hora seguía con la boca pintada. Una vez le pregunté cómo hacía y me habló de esos maquillajes, creo que se los quita con otros productos.

-No había necesidad de contar lo de la mamada -aclaró Santiago con seriedad mientras iba hacia el salón con el celular en la oreja.

Entró nuevamente tras dos minutos.

-Y?

-Con aceite de coco se lo saca Karina -respondió con tono adusto y Fran contuvo la respiración para no largar la carcajada -Me dijeron que mañana lo traerán.

-¿Mañana?

-Mañana.

Fran ahora abría y cerraba los puños intentando contenerse.

-¿Y qué harás?

-Me pondré mi bufanda sobre la cara y manejaré la bici a toda velocidad -informó Santiago mientras sacaba su vehículo.

-No olvides esto.

El pelirrojo retornó la mirada y vio la tarjeta extendida en la mano de Fran.

-Si me estás por dar algo de ese tipo... sabes que te cortaré la pija, ¿verdad?

Fran rompió la tarjeta y la tiró al basurero.

Santiago tenía el rostro tan rojo como la boca, se puso su gorro hasta las pestañas, la bufanda hasta la nariz y salió sin despedirse.

Fran estuvo en el bar otros quince minutos, intentando que no le reventara algún órgano mientras no paraba de reír.


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