Marcelo ignoraba cual era el nombre completo de la mesera porque suponía que "Santy" era sólo un diminutivo o un sobrenombre, pero esperó con ansias que la muchacha le mandara aunque fuera un mensaje, cosa que no ocurrió.
Se lo comentó a su compañero mientras fichaban el horario de ingreso en la empresa.
-Creo que el dueño no le entregó mi tarjeta.
-¿Y por qué supones eso? -preguntó el pálido caminando lentamente detrás de él.
-Por qué no me escribió!!!!
-Tal vez no le interesas!
Marcelo giró con una sonrisa de costado, enfrentando a su compañero.
-¿En serio crees eso? Es decir, ¿no me viste? -sugirió señalándose a si mismo entero -Soy Marcelo Jeon! quien se podría negar a esto??!!!
El compañero lo miró de arriba hacia abajo, elevó los hombros en señal de que no le interesaba y siguió caminando mientras elevaba un dedo para dar su veredicto:
-Seguramente ella!
Marcelo quedó parado en el corredor con el ceño fruncido, le era imposible comprender en qué algoritmo se basaba Carlos para dudar de su apariencia. En ese momento apareció apurado Ernesto, fichó y estaba por pasar cuando el pelinegro lo detuvo.
-¿A dónde irás a almorzar hoy?
-Marcelo, me estás tirando onda? -preguntó cerrándole un ojo mientras largaba una risita aguda. El pelinegro le pegó un parchazo en la nuca que lo hizo tirar las carpetas que llevaba en las manos.
-Hablo en serio!
-No sé, traje mi ensalada! -gimió el atacado mientras se masajeaba el cuello.
-¿Me acompañas al bar de anoche?
-¿Al Ronroneo?
-Si!
-¿Donde estaba la loca que nos golpeó?
-Te lo tenías merecido!
-Si no quería que le tocara el culo no tendría que andar moviéndolo como si estuviese necesitando pija!
Marcelo hizo un paso al frente y Ernesto retrocedió otro.
-¿Me acompañas al mediodía? Quiero verla.
-¿A la loca?
Otro paso adelante y otro en retroceso de Ernesto.
-Ok! ok! te acompaño! pero imagino que entiendes que te estás metiendo con una mina que no está en sus cabales, si luego te la cortan no quiero que vengas a pedir donantes de pija a la empresa!!
Marcelo giró y se metió a su oficina, tenía una sonrisa tan grande que los dientes de conejito parecían colmillos de vampiro. Tenía toda la intención que la pelirroja lo viera, lo notara, se diera cuenta que él estaba más bueno que el pan y que luego le rogara para que se la cogiera.
***
Mediodía y en el Ronroneo el trabajo transcurría tranquilo.
Las meseras de ese turno no tenían ningún tobillo esguinzado de manera que Santiago estaba en su territorio: la cocina.
Fran había dejado caer media docena de platitos para pocillos y no le había quedado más opción que abandonar su puesto para ir a comprar más.
Santiago solía decirle que se dedicara a hornear y a las relaciones públicas que tan bien se le daban porque cada vez que entraba al sector de la vajilla terminaban con importantes pérdidas y por consiguiente mucho más gastos para los que no estaban preparados.
Laura se acercó a la barra:
-Santiago! un cliente pregunta por ti!
El pelirrojo sacó un poco la cabeza a través de la barra y espió.
-Pregunta por mi??? Por qué por mi???
El de las relaciones públicas era Fran, a Santiago no le atraía demasiado socializar en el bar. Sus amigos solían decirle que era "raro" y cuando estaba entre tanta gente "normal" se sentía un poco cohibido.
-Si, quiere que lo atienda "Santy".
-QUIERE QUE YO LO ATIENDA?
-Si!!!!
La muchacha volteó y disimuladamente señaló la mesa del sector F donde dos hombres de traje y corbata esperaban ser atendidos, estaban de espalda y no podía verles la cara.
-Pero les dijiste que no soy el mesero???
-No. Son clientes asiduos del bar y pensé que tal vez eran tus amigos.
-Yo no tengo amigos! -se quejó haciendo un puchero mientras se sacaba la gorra, se lavaba las manos y salía hacia la mesa. -Si tienen alguna queja sobre la atención que les diste te descontaré de tu sueldo -la amenazó mientras salía y Laura le sacó la lengua cuando no la veía.
-Señores! en que puedo serles de utilidad -les dijo Santiago mientras llegaba y cruzaba los brazos sobre el pecho.
-Santa virgen de los clones, Batman, es idéntico a la loca! -gimió Ernesto y Marcelo quedó con la boca abierta.
Cuando Santiago les vio la cara de sorpresa mezclada con horror y los reconoció, se dio cuenta que no lo estaban buscando a él... sino a ella!
-¿Tu eres Santy? -preguntó Marcelo en medio de un tartamudeo -yo quería hablar con la mesera!
-Oh! -se rascó la nuca -Ella atiende esta noche, a la mañana están nuestras meseras de siempre.
-¿Se puede saber porque te pareces tanto a la loca? -preguntó Ernesto y Marcelo hubiese querido patearlo pero todavía estaba espantado por el parecido de ese pelirrojo con la pelirroja preciosa que lo había golpeado la noche anterior.
-La loca es mi gemela, Bro. Así que más respeto!
Ernesto no respondió, tragó duro y lo miró entero, la versión masculina de la pelirroja estaba del infarto.
-¿Quien de los dos quería hablar con mi hermana y por qué motivo? -preguntó poniendo las manos en las caderas y Ernesto levantó el dedo señalando a Marcelo.
El dientes de conejo ya no tenía su mirada seductora, la había ensayado durante diez minutos frente al espejo del baño de la empresa y ahora no le hacía falta. No estaba la pelirroja y no entendía como podía ser gemela de un hombre tan desagradable como el que tenía en frente.
-Anoche le dejé mi tarjeta y quería saber si la había recibido.
-Anoche? Me contó que anoche tuvo una mala experiencia con unos degenerados... no serás tu ¿verdad?
Marcelo frunció el ceño.
-No!
-Y para qué era la tarjeta?
Marcelo se paró y se arregló el sobretodo.
-Es algo entre ella y yo, creo que regresaré esta noche. ¿Tu eres el lavavajillas?
-Soy uno de los dueños -respondió cruzando de nuevo los brazos, sacando pecho y elevando el rostro, haciendo un paso hacia él.
-Hubiese preferido que me dijeras que eras el lavavajillas. Ahora no comprendo por qué la tenías hasta las 11 de la noche trabajando aquí. Es tu hermana!
-¿Qué me estás queriendo decir? ¿Que la exploto?
Ernesto se interpuso entre los dos poniéndole una mano en el pecho al pelirrojo precioso.
-No está queriendo decir nada, bro! Él quería conversar con tu hermana, nada más. Regresaremos esta noche.
Marcelo y Santiago no se sacaban los ojos de encima.
Ernesto aprovechó para deslizar la mano que tenía en el pecho del pelirrojo hasta su brazo y recorrerlo entero mientras le daba un escaneo completo.
-Dijiste que te llamas Santy?
Santiago obsevó a Ernesto que tenía una sonrisa babosa y afirmó con el rostro.
El muchacho le guiñó el ojo.
-Nunca te había visto antes y eso que siempre vengo a desayunar y luego a tomar algo a la noche.
-Mi lugar es en la cocina -le explicó mirando la mano del hombre que se había ajustado a su cintura.
-Yo trabajo en la bolsa de valores, en la empresa que está justo en la otra esquina. Soy licenciado en administración de empresas. ¿Crees que algún día podríamos salir a tomar algo?
Y a Marcelo casi se le cae la mandíbula.
Santiago retrocedió un paso y arrugó el entrecejo.
-Te dejo mi tarjeta con mi número! me llamas y salimos por ahí a tomar una cerveza, o vengo al bar y me acompañas a tomarla aquí!!!
***
-Estás loco???? Me decías que yo estaba mal de la cabeza por invitar a la pelirroja pero vos te acabas de tirar un lance con el hermano psicótico... por dios Ernesto! al tipo le faltaba el machete y la máscara de Jason Voorhees, es más, estoy casi seguro que la tiene escondida en la cocina!!!
Ernesto seguía caminando con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Crees que me llame? -le respondió y Marcelo se pegó con la palma de la mano en la frente.
-Por el bien de tu integridad física espero que no te llame!!!!
El compañero lo miró enojado.
-Eso es envidia!
-Envidia de qué???
-De que me conseguí al pelirrojo!!!
-Pero si yo no quiero a ningún pelirrojo psicótico con cara de matón de película gore clase B!!!!!
-Envidia porque me conseguí al mejor de los hermanos!
-Ernesto!! Espero que si te llama... te corte la pija en la primera cita -le gritó y Ernesto largó una carcajada.
-Vos crees que me llame???
A Marcelo estaba por darle alguna clase de crisis nerviosa o paro cardíaco: Ernesto había tenido el coraje de invitar al matón pelirrojo hermano de la belleza que lo había golpeado la noche anterior. Esa misma noche mientras regresaba a su casa había pensado que sin ese rojo furioso en la boca, se la vería mucho más hermosa, y ahora lo había comprobado.
Aunque por supuesto, eso no quería decir que le hubiese atraído el hermano, Jeon Marcelo era heterosexual con todas las de la ley. Era un winner entre vaginas y tetas, no le interesaban en lo absoluto las pijas (sólo la de él mismo metida en alguna hembra!).
Si lograba llevarse a la cama a la pelirroja intentaría convencerla de sacarse esa pintura espantosa porque tenía un rostro perfecto... al hermano le quedaba muy bien la cara lavada y a ella seguramente le quedaría mejor!