Capítulo 16
El ambiente estaba tenso, ya no podía disimular.
—No —dijo BaekHyun con pesar.
ChanYeol aspiró hondo y lo miró con gravedad.
—Quiero serte franco. Quiero que mis hijos vivan aquí conmigo, donde hay un servicio adecuado que impedirá que ocurra lo que ha sucedido hoy.
—Pero eso no es posible —protestó el más joven con pesar.
—Lo es, si te casas conmigo. Tienes dos opciones, te casas conmigo o nos enfrentamos en un tribunal por la custodia.
BaekHyun se quedó tan sorprendido, que de momento no podía creer que él lo dijese en serio. La última vez que había estado con ChanYeol él lo había tratado como a un amante; pero de pronto esa intimidad, esa calidez y esa confianza habían desaparecido, como si jamás hubiesen estado ahí.
—No puedo creer que me estés amenazando.
—SeHun y LuHan merecen más de lo que les estamos dando. Si yo puedo renunciar a mi libertad, tú también.
El más bajo le observó, apretando los puños.
—¿Pero y si yo no quiero que te sacrifiques? —rebatió con aprensión.
El banquero lo miró con frialdad.
—No permito negociar con esto. Ya he empezado a hacer los preparativos para la boda.
Él le devolvió la mirada con rabia, sin dar crédito a lo que estaba pasando.
—Bueno, pues ya puedes empezar a deshacerlos.
—¿Por qué iba a hacer eso? ¡A qué viene tanto drama! De todos modos, te estás acostando conmigo, glikia mou.
BaekHyun se sonrojó de forma intensa.
—No te atrevas a echármelo en cara.
ChanYeol se quedaba paralizado cuando había alguna situación de conflicto. Pero de pronto comenzó a hablar con rabia sin saber de dónde provenía.
—¿Echarte en cara el qué? ¿La verdad? De haber estado en casa cuando llegué hoy, te habrías metido en la cama conmigo.
El color de sus mejillas se convirtió en palidez. Se sentía humillado. Era cierto. Le amaba, nunca se le había dado muy bien decirle que no en el plano sexual, e internamente reconoció con pesar, que se habría vuelto a acostar con él.
—¿Sabes dónde he estado esta mañana? En una entrevista de trabajo.
—¿Es que tienes que pasarte cada momento del día pensando en el modo de irritarme? —le preguntó ChanYeol en tono bajo y lleno de rencor, tratando de ahogar todavía esa oleada de rabia que lo descontrolaba —. ¿Un trabajo? ¿Por qué te empeñas en rechazar todo lo que quiero hacer por ti?
—Simplemente quiero ser independiente…
—Olvídalo. Nunca pensé que fuera a decirlo, pero necesitamos volver a los valores de antes. No quiero un compañero, ni un amante ocasional. Quiero un esposo. Hay varias y buenas razones por las que debamos casarnos, por ejemplo que tenemos dos hijos y que nos llevamos de maravilla en la cama —dijo ChanYeol con ironía —. Pero la próxima vez que me acueste contigo, seré tu marido.
BaekHyun alzó la barbilla.
—¿De verdad te enfrentarías a mí por los mellizos ante un juez?
—Si es eso lo que hace falta para que actúes con sensatez, sí —declaró ChanYeol sin remordimiento —. Creo que estás comportándote de un modo irresponsable.
—No es cierto.
—Tal vez no seas lo bastante maduro como para ver lo que yo veo —sentenció con dureza —. SeHun y LuHan necesitan un abbi y un padre. Estate a la altura de esta situación.
A BaekHyun se le aceleró el pulso. Estaba furioso con él; sus amenazas superaban su sentido de la justicia. ¿De verdad intentaría separarlo de los mellizos? ¿O lo decía para convencerlo? ¿De verdad se daba cuenta, o acaso le importaba, lo que le estaba haciendo a él de paso? Quería tener igualdad de derechos con sus hijos y más poder de decisión sobre lo que pasaba en sus vidas, en la situación actual se enfrentaba al poder económico que tenía el banquero, estaban en condiciones desiguales. Su inconveniente no era si se encontraba preparado para comprometerse, era la relación con el mayor, pero también reconocía que únicamente el matrimonio le daría respuesta a sus requerimientos más importantes, la estabilidad de los mellizos.
Aunque su negativa a seguir con el papel de padre a distancia no sorprendía del todo a BaekHyun, en los últimos meses, ChanYeol había pasado de padre reacio a papá comprometido. Había hecho muchos esfuerzos para pasar más tiempo con SeHun y LuHan, y a medida que los iba conociendo había aprendido a quererlos. En realidad, el banquero había conseguido establecer unos vínculos con sus hijos que no dependían en absoluto de él.
De pronto le invadió el pánico. Ya no se veía con los niños como un trío indivisible. De repente se sentía muy asustado e inseguro, su posición en la vida de ChanYeol estaba rodeada de muchas incertidumbres y pocas certezas. Sus hijos siempre serían sus hijos, pero él no tenía ninguna seguridad. No le consolaba saber que la última vez había terminado acostándose con él porque no había podido contemplar la posibilidad de que él pudiera relacionarse con otra persona. En realidad, le había manipulado para que hiciera exactamente lo que quería él con frialdad y eficacia. Lo que mejor se le daba en el mundo era conseguir sus objetivos. Por eso le daba miedo que de pronto hubiese decidido llevarse a los niños. Y sabía que, a medida que fuese pasando el tiempo, iría disminuyendo la novedad, no podría retenerlo por el sexo.
El banquero notó la tensión que emanaba de la tensa figura de BaekHyun. No pensaba decir nada para aliviar la presión. Había tomado una decisión, estaba convencido de que tenía que seguir adelante.
—Me sorprende que utilices las amenazas para que haga lo que tú quieres.
ChanYeol le miró tranquilamente.
—Sin comentarios.
—Esto no lo olvidaré —aspiró hondo y se dio la vuelta —. Mañana te daré una respuesta.
Cuando la puerta se cerró, ChanYeol tuvo ganas de romper algo. ¡Era tan obstinado! Jamás había conocido a alguien tan necio como él. ¿Qué tenía de malo que se decidiera en un momento? ¿Acaso el menor quería hacerle esperar adrede?
¿Y eso de trabajar? Se lo imaginó en una oficina. Alguien tan lleno de vida y de energía como BaekHyun sería enseguida muy popular. Tenía una mente rápida y una lengua aún más veloz. Era trabajador y aprendía con rapidez. Y también era muy sensual.
Apretó los labios con rabia. Más de uno le encontraría atractivo, y pensarían que el de cabellos rojizos querría algo cuando se enterasen que era abbi de dos niños. De hecho, algunos hombres tal vez se fijaran en el menor por eso. Imaginó a los lobos que lo rodearían cuando él estuviese fuera del país en viaje de negocios. Presionó sus dientes. No quería dar pie a que pasara nada de eso.
BaekHyun cenó en su precioso dormitorio. No tenía hambre, de modo que tomó algo ligero. Estaba muy enfadado por lo que habían hecho Kris Wu y su niñera a sus espaldas, y agradecía la inesperada aparición de ChanYeol. De no haber sido así, ¿quién sabía cuánto tiempo habría durado esa horrible situación?
Cuando se metió en la cama, permaneció despierto mucho rato, ahogado por la incertidumbre y la preocupación. Pero no tenía dudas sobre la respuesta que tenía que darle. Por dos razones muy buenas se casaría con el mayor. La primera, porque no podía arriesgarse a perder a sus hijos; si se enemistaba con el banquero, todo podría terminar de un modo desastroso. El hecho de que amaba a ChanYeol ocupaba un segundo lugar, precisamente porque en ese momento se avergonzaba de amarlo. Pero pronto se daría cuenta de que él no tenía intención de doblegarse a su coacción comportándose como debía un esposo. Ni hablar, se decía BaekHyun con amargura.
Cuando el menor se levantó al día siguiente y vio que ChanYeol ya se había marchado al banco en Londres, como si fuese un día normal, sintió mucha rabia. Así que después de atender a sus hijos marcó su número privado.
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El banquero termino de recibir los reportes de sus empleados, en cuanto se fueron, se incorporó para observar por la ventana la inmensa vista que tenía en aquel lugar y trató de no pensar en la caída de la bolsa que le había obligado a levantarse al salir el sol.
—Kalimera, agapi mou —le saludó en tono pausado —. Estaba haciendo planes para mi despedida de soltero.
Hasta ese momento, BaekHyun había permanecido tranquilo; pero al oírle hablar así, con esa seguridad, le entraron ganas de cortar la conversación.
—¡No tiene gracia, ChanYeol! —respondió de forma acelerada.
—Era una broma.
—Pues no bromees con lo de anoche —le dijo BaekHyun —. No me has dejado otra opción, y ésa es la única razón por la que acepto casarme contigo.
—Es una noticia estupenda —dijo ChanYeol en el tono más confiado posible —. Pediremos una autorización especial y nos casaremos dentro de dos semanas. El organizador de la boda trabajará con mis empleados, para que tú puedas dedicarte a elegir tu vestuario.
—¿Y también me vas a dar alguna idea para eso? —dijo BaekHyun con ironía, ya que parecía que todo lo demás estaba ya decidido.
—Me encantaría verte de blanco, kardia mou. Será una boda muy tradicional —ChanYeol vio que dos de sus empleados a la puerta le hacían señales —. Mira, lo siento, el helicóptero está aquí para llevarme al aeropuerto. A lo mejor no vuelvo hasta unos días antes de la boda, pero prometo llamarte cada día.
¿El aeropuerto? ¿Adónde iría?, quiso preguntarle, pero él ya había colgado. Momentos después, encendió el canal de economía y escuchó la noticia de la crisis en los mercados de valores.
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Dato:
Abbi es un término adaptado, queríamos una historia que tuviese mpreg, pero no queríamos un hombre siendo madre, si esto iba a ser su mundo, debía serlo con todo el vocabulario adecuado. Realmente surgió por el idioma Islandés pabbi ; faðir que es una forma de decir padre; así que podríamos decir que es un préstamo y adecuación a la vez, aunque si existe en otro idioma en su forma clásica del árabe.