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Títere Encadenado ¿Quién eres? por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Iba a subir esto para final de Septiembre, pero con el lío del Fictober lo dejé aplasar y me olvidé! Mil disculpas por la demora! Espero que les guste ^^

Joey asintió solemne —lo suficientemente justo. Entiendo —se encogió de hombros y le tendió una mano a Riyu — ¿Amigos entonces?

 

Más tranquila en consecuencia a su cambio de actitud, Riyu le dio una agradable sonrisa al rubio y le estrechó la mano de buena gana —me encararía, Joey —asintió suavemente.

 

Ishizu dio una suave palmada para llamar la atención —bueno, mientras llegan los demás invitados ¿Pasamos al patio y bebemos algo?

 

El rubio mayor accedió felizmente y todos se movieron hacia la puerta trasera.

 

~∆~

 

Una hora más tarde, después de que todos los invitados hubiesen llegado, y la comida fue dispuesta en la mesa, Riyu entendió porque Ishizu había invitado particularmente a la familia Wheeler.

 

El rubio mayor parecía un bebedor fácil y alegre. Al menos, eso parecían decir las cinco botellas de cerveza vacías frente a él en la mesa, y la otra a medias en su mano. Eso sin contar, claro, los 3 o 4 chupitos de whisky en las rondas que ella y Malik habían se habían turnado para repartir después de la cena.

 

Y, para su fortuna, el hombre parecía muy interesado en que Ryutaro bebiera junto con él mientras hablaban de quién sabe qué cosas, entre ellos y con los otros invitados.

 

Aparte de los Wheeler no había familias con chicos en su rango de edad. Había una mujer mayor que llegó con su hijo, de veinti-tantos años, y una pareja de esposos contemporáneos con Ishizu y Odion, de los cuales, solo el hombre estaba bebiendo licor, pues la mujer ostentaba una pancita ligeramente redondeada, lo suficiente para hacerles saber que estaban esperando a su primer bebé.

 

Así pues, después de una cena deliciosa, con estofado, una variedad de carnes y embutidos a la parrilla y varias rondas de entremeses -de los cuales, varios aún aguardaban en la cocina- los adultos estaban en la mesa alargada del patio, bebiendo y charlando, mientras los seis adolescentes estaban jugando cartas en el pórtico.

 

Sentados en círculo, estaba Joey seguido de Serenity, a su lado Riyu, Bakura, Marik, y finalmente Malik al otro lado del oji-miel.

 

— ¡Uno! —cantó Malik, justo después de Marik.

 

La pareja se dio una juguetona mirada retadora.

 

—Hijos del mal —se quejó Joey —alguien haga un favor y pónganlos a robar… ¡Verde! —aplastó el +2 de dicho color sobre el cúmulo de cartas y lanzó una mirada a su hermana.

 

Serenity sacó una de sus tres últimas cartas y cantó de modo similar — ¡Amarillo! —añadió el segundo +2 recibiendo una sonrisa aprobatoria del rubio.

 

Riyu y Bakura compartieron una rápida mirada de complicidad, mientras el chico le propinaba un suave y juguetón empujón — más cuatro~ —canturreó alegremente la bicolor, colocando la tarjeta en su mayoría negra.

 

— ¡Uh! Eso son ocho cartas, Baku —molestó Marik, mirándolo burlón.

 

—Oh, sí sabes contar Marik —siseó de vuelta —aunque en realidad, son doce —repitió la jugada.

 

— ¡Eso fue arreglado! —se quejó Marik con un mohín.

 

— ¿Qué color? —Malik se adelantó a preguntar.

 

—Mm —Bakura desvió sus ojos hasta la chica sentada a su izquierda —verde —decidió, por sus ojos.

 

Marik resopló y empezó a contar las cartas que sacaba antes de que Malik pudiera conseguir una propia y seguir la ronda.

 

Siguieron un par de rondas más hasta que Serenity y, nuevamente, Malik anunciaron su última carta en mano otra vez.

 

Joey acababa de cambiar el sentido de la ronda cuando una familiar risa estruendosa llamó la atención de todos los jugadores, muy a tiempo para ver cómo un par de botellas de cerveza se caían de la mesa, entre Joseph y Ryutaro.

Serenity se ruborizó en vergüenza y Joey se llevó la mano libre a la parte posterior del cabello.

 

—Uh, lo siento. Mi padre es… cuando bebe, él… —trató de disculparse el oji-miel.

 

Malik agitó una mano de arriba a abajo para calmarlo —no se preocupen chicos, no es nada que no hayamos visto —desestimó amablemente —de hecho, nos viene bastante bien, parece que ya ha puesto en buen tono al padre de Ry —añadió con una sonrisa menos condescendiente y más maliciosa.

 

Eso definitivamente llamó la atención. Riyu no le dio un codazo a Malik por la indiscreción solo porque no estaba ni cerca de él, pero le frunció el ceño en desaprobación.

 

— ¿Quieres que tu padre se emborrache? —preguntó la castaña, sorprendida y curiosa.

 

Joey se rió entre dientes — ¿Esperas sacarle un adelanto de tu mesada sin que lo recuerde? —bromeó hacia la bicolor.

 

—Solo queremos que no pueda poner un pie delante del otro para que tengan que pasar la noche aquí, y podamos divertirnos los cuatro el resto de la noche —minimizó, dirigiéndole un pequeño guiño a la oji-verde.

 

Los hermanos aceptaron la explicación tal cual vino.

 

— ¿Padre sobreprotector, nena? —consultó Joey.

 

Riyu resopló suavemente, colocando un 3 azul sobre el 4 azul que había puesto Bakura —no tienes ni idea —susurró un poco tensa.

 

— ¡Joey! —reprendió la menor —es normal que un padre no esté cómodo con su hija durmiendo con tres chicos, por mucho que sean de confianza o amigos de la infancia. Papá nunca me dejaría y él no es estricto conmigo.

 

El oji-miel simplemente se encogió de hombros, sin decir que él sería el primero en oponerse —bueno, si lo que quieres es que coja una buena cogorza, vamos a la cocina después de esta ronda y les servimos la siguiente ronda de tragos. Me sé de un par de combinaciones arrasadoras —sonrió ampliamente, como un niño ante la perspectiva de una buena travesura. Ignoró el codazo de su hermana.

 

Los ojos de Malik brillaron y su sonrisa hizo juego con la de Joey — ¿Qué opinas, Creampuff? —casi ronroneó de diversión.

 

La aludida simplemente se encogió de hombros, pero había un asomo de sonrisa en sus labios que contuvo al apretar el inferior entre sus dientes —no seré yo quien los detenga, rollo de canela.

 

Para Malik, esa respuesta fue tan buena como un "¡Adelante, hagámoslo!" 

 

El final de la ronda llegó rápido, todos -con excepción de Serenity- entusiasmados ante la jugarreta por venir, incluso si Joey no tenía idea de la profundidad del rencor hacia el padre de la bonita albina. Quizás, por eso mismo, la castaña resultó la ganadora.

Recogieron las cartas, dejándolas en una mesa cercana a la puerta trasera por si decidían volver a jugar, y se dirigieron a la cocina, dónde estaban los aperitivos en espera, la comida sobrante y, por supuesto, las botellas de licor.

 

— ¿Y bien? ¿Cuál es el cóctel que nos va a enseñar, Sr. Barman? —bromeó Malik mientras preparaba los vasos para una nueva ronda. Tuvo precaución de servir diferentes tragos, por si Ryutaro estaba aún lo suficientemente consciente como para darse cuenta de que su vaso no sería igual al del señor Wheeler.

 

El rubio alcanzó un mezclador con una mano mientras que la otra le arrebataba la botella de ron blanco a Malik —el Long Island lleva ron, ginebra y vodka —explicó arrojando cantidades medidas al ojo de dichos licores al mezclador antes de agitarlo —si tu padre no está borracho ya, con dos de estos posiblemente tengan que levantarlo mañana por la tarde con un café triple, y ni aun así aseguro que pueda recordar qué hizo esta noche.

 

Malik sonrió ampliamente, colocando algo de hielo en el vaso justo antes de que Joey sirviera la mezcla de licores y pidiera una coca-cola y jugo de limón para terminar con la mezcla. "Justo lo que necesitamos" pensó, mientras tomaba el Long Island y otro trago de vodka con jugo de naranja para los dos hombres mayores.

 

—Pon el resto en una bandeja y ven conmigo —indicó Malik a su amiga, mientras esta servía gentilmente el resto de la Coca-Cola en un vaso sin licor para la mujer embarazada —después de esto puedes subir y cambiarte —sonrió más suavemente.

 

Riyu le devolvió la sonrisa y caminó lentamente detrás de él, cuidando la bandeja en sus manos para que todas las bebidas llegaran enteras a la mesa.

Se tomó un momento para ver a Malik darle la bebida preparada por Joey, a su padre, y el vodka al rubio, antes de colocar la bandeja al alcance de los demás y ofrecer la gaseosa a la mujer, asegurando fervientemente que no había ni una pizca de alcohol en ello.

 

Los adolescentes tuvieron otro par de rondas con las cartas antes de que Wheeler padre se levantara, tambaleante como estaba, anunciando que debían irse porque la madre de sus hijos ya estaba 'empezando a fastidiar' así que, a regañadientes, Joey y Serenity se despidieron.

 

—Tenemos que salir todos juntos otro día, amigo —declaró el oji-miel a Malik.

 

—Seguro. Algo nos inventamos —accedió el pelicenizo.

 

—Tal vez podríamos ir a la siguiente ciudad al cine y a comer, o algo así —sugirió, chocando palmas con los tres chicos para despedirse.

 

—Me gustaría quedar contigo alguna vez ¿A tomar un refresco o quizás ir de compras? —pidió Serenity a la albina.

 

Riyu se tensó ligeramente ante eso último —uh… umm… claro, en algún momento —ofreció tímidamente.

 

Serenity sonrió y le dio un abrazo de despedida antes de reunirse con su hermano para asegurarse de que su padre no caminara directo contra la pared.

 

—Malik —llamó Ishizu, mientras se dirigía a abrir la puerta principal — ¿Por qué no llevas a Ry para que se cambie? —le guiñó un ojo.

 

— ¿Crees que ya es seguro? —murmuró aprehensivamente la aludida. La morena les dirigió un asentimiento y despidió a los Wheeler antes de sacar una carpeta del cajón de una mesita en el salón.

 

Malik llevó felizmente a Riyu a su habitación mientras Bakura y Marik se fueron a la cocina para repartir otra ronda de entremeses.

 

—Aquí tienes, Ryou. Ya puedes quitarte ese vestido —Malik le entregó dos prendas dobladas, una más pequeña, de color azul pálido, que Ryou adivinó era un short, y otra más grande y suave de color azul oscuro — ¿Te cambias aquí o prefieres ir al baño? —consultó, mientras deslizaba la corredera en la espalda del vestido para ayudarlo.

 

—Aquí está bien, solo avísale a tu novio para que no vaya a entrar —advirtió, soltándose el pelo y sacándose las zapatillas mientras esperaba que Malik saliera para cambiarse.

 

El moreno arqueó una ceja — ¿Qué pasa? Aún recuerdas que ambos somos chicos ¿Verdad?

 

Ryou bufó, alborotando los rizos de su pelo como pudo —sí, pero estás saliendo con otro chico. No puedo ver que Marik esté cómodo con que veas a otra persona desvestirse sea mujer u hombre —le regresó, deslizando las mangas de encaje y los tirantes por sus brazos, apenas dejando ver parte de su pecho pálido.

 

—Supongo que eso es justo —se encogió de hombros —te veo abajo.

 

Malik estaba con un pie en el primer escalón de las escaleras cuando escuchó el chillido avergonzado de su mejor amigo. Se rió y bajó corriendo hacia la cocina para obtener un bocadillo y su propio vaso de vodka con Coca cola.

Asomándose en al patio pudo ver a su hermana sentada a un lado de Ryutaro en la mesa. Odion, con la ayuda inconsciente de Bakura y Marik, distraían al resto de invitados mientras Ishizu persuadía al hombre para que firmara varias hojas, una tras otra, hasta que el cúmulo de papeles estuvo listo, y lo dejó bebiendo otra cerveza.

 

Malik soltó un suspiro del más puro alivio y abrazó con fuerza a su hermana en cuanto esta pasó a su lado —gracias Ishizu… muchas gracias —casi sollozó.

 

La joven madre acarició el cabello cenizo de su hermanito, depositando un beso en su frente cuando él la soltó —él es parte de nuestra familia hace mucho tiempo, no tienes que agradecer —ofreció sincera, antes de dirigirse a su habitación para asegurar los papeles 

 

— ¿Qué fue eso, mi ángel? —preguntó Marik, cuando él y Bakura regresaron dentro con las bandejas casi vacías.

 

Malik agarró un par de empanadillas para sí mientras se encogía de hombros —un pequeño momento de cursilería entre hermanos, nada importante —ofreció con tranquilidad, tomando otro par de bocadillos en una servilleta para Ryou.

 

— ¿Y Riyu? —preguntó en su lugar Bakura.

 

—Cambiándose, no debe tardar —contestó, volviéndose para recuperar el mazo de cartas — ¿Vamos preparando la siguiente ronda?

 

Los mayores asintieron, tomando cuatro botellas de cerveza antes de seguir a Malik, pero el oji-lavanda se detuvo cuando vio a Riyu bajando las escaleras — ¿Qué tal? ¿Te queda bien? —preguntó con ligero tono burlón.

 

Marik y Bakura se quedaron congelados en su lugar, viendo a la chica bajar rápidamente el resto de las escaleras con la cabeza gacha para intentar ocultar el fuerte rubor en sus mejillas.

 

—Tú, pequeño descarado —se quejó con furia en la voz, pero Malik solo se rió, y la molestia de Riyu se deslizó en un gemido frustrado — ¿Estas eran necesarias, Malik? —pellizcó una de las medias largas que habían estado escondidas debajo del short, le llegaban a mitad del muslo y eran a franjas azules y grises —Me siento como modelo de revista ¡Y no de catálogo de ropa! —le dirigió una mirada entre fulminante y apenada.

 

Bakura y Marik eligieron sabiamente permanecer en silencio. La albina estaba usando un camisón azul oscuro, de mangas tan largas que cubrían sus manos, pero que dejaba algunos centímetros de piel entre las medias y el final de la tela oscura, solo se sabía que usaba un short debajo por la forma en que se ensanchaba y arrugaba la tela desde las caderas. 

Lo más llamativo, sin embargo, era el estampado de dos conejitos blancos sobre hierba, que abarcaba todo el abdomen de la chica. 

 

—Claro que era necesario ¿Notaste lo fresco que está afuera? No podía dejar que cogieras frío —respondió Malik, sin perder su tono divertido en ningún momento.

 

— ¿Y no podías haberme comprado unos leggins en vez de un short? —arqueó una ceja, obviamente no conforme con la excusa.

 

—Pero Ry, si te ves terriblemente adorable —contradijo el oji-lavanda — ¿No están de acuerdo, chicos? —volteó a ver a su novio y amigo para que dieran su opinión, mientras se llevaba una mano al bolsillo.

 

Ambos, tiesos como pasmarotes, simplemente balbucearon acuerdos. Más preocupados de ofender a la chica, quién ya había estallado en llanto horas antes, que sorprendidos por su atuendo coqueto.

 

— ¿Ves? Lo luces muy bien —rodeó a la bicolor para tomar su cabello y separarlo en dos coletas bajas, con un par de ligas que había sacado de su bolsillo, eran de terciopelo rayado, a juego con sus medias —una adorable conejita.

 

—Más te vale dormir con un ojo abierto, Ishtar —gruñó de regreso cuando su cabello fue empujado hacia adelante, por sus hombros, para cubrir su pecho. Tomó una de las botellas que los chicos traían y le dio otra mirada oscura a su mejor amigo, notando las cartas en su mano — ¿Vamos a seguir jugando? —consultó, moviéndose hacia la salida al patio cuando obtuvo un asentimiento.

 

— ¿Ángel? —lo llamó Marik en voz baja — ¿Estás seguro de esto? 

 

—Creí que el punto era hacerla sentir cómoda —le gruñó Bakura, también en voz baja, pero reprobatoria.

 

—Despreocupense ustedes dos. Yo sé muy bien dónde está la línea que no puedo cruzar —Malik los calmó, completamente seguro —no está incómoda con la ropa, solo un poco avergonzada de vestir ligera y cómodamente frente a más gente… aunque las medias si fue una broma —finalizó con una risilla.

 

Los cuatro volvieron a acomodarse en el pórtico para retomar su juego. Pronto, Marik y Bakura tuvieron que aceptar que Malik había estado en lo correcto; Riyu lucía muchísimo mejor conforme pasaban los minutos, reía, participaba de las bromas, sonreía sinceramente, se estiraba y acomodaba con confianza, mientras planeaban su ver una película o hacer un mini-torneo de videojuegos más tarde.

 

Era casi medianoche cuando el resto de los invitados se retiraron. De inmediato, los cuatro adolescentes se levantaron para recoger los trastes sucios y retirar las decoraciones de la mesa, para entonces lavar y guardar todo debidamente.

 

— ¿Qué hacemos con eso? —preguntó Malik, unos diez minutos después -cuando todo lo demás estuvo arreglado-, señalando al padre de Riyu, medio dormido sobre la mesa.

 

—Por mí, déjenlo ahí —se encogió de hombros la chica. 

 

Ishizu se rió —vamos a llevarlo al sofá —decidió, porque ella era la adulta responsable, a pesar de que el hombre se lo mereciera.

 

Odion, con reacia ayuda de Malik, llevaron al hombre dentro y lo dejaron en el sofá. Riyu se tomó la molestia de quitarle los zapatos y aflojarle el cinturón antes de cubrirlo con una manta que Ishizu le dio.

 

Malik, Bakura y Marik apenas podían creer la consideración que la niña tenía con su padre, a pesar de todo el daño que le había hecho. Ese hombre no la merecía para nada.

 

—Bien, nosotros ya nos vamos a dormir —se despidió Ishizu, junto a su marido —traten de no desvelarse demasiado ustedes cuatro, y cuiden no hacer mucho ruido, por favor.

 

La pareja escuchó un coro de afirmaciones mientras subían las escaleras —Bien, subamos más bocadillos y las cervezas que quedaron a nuestra habitación y vemos qué hacemos.

 

—Películas probablemente sea lo mejor —mencionó Riyu —nos ayudará a quedarnos dormidos más tarde —opinó, mientras mezclaba varios retos de entremeses en una bandeja.

 

Malik le susurró algo a Marik antes de seguirla para ayudarla. En respuesta, Marik tiró de Bakura escaleras arriba, para que lo ayudara a preparar la habitación.

 

Cuando todo estuvo listo y los cuatro se encontraron arriba, la habitación estaba diferente a como Riyu la había dejado después de cambiarse. Había un colchón extra allí y muchos almohadones diferentes.

Marik y Bakura estaban peleándose por el mando de la tv, así que ella y Malik dejaron la comida en un lugar seguro antes de que el moreno tirara de su amiga sobre el lecho extra. Enseguida se encontraron girando uno sobre el otro continuamente, lo que condujo a una explosión de risas que finalmente atrajo la atención de los dos mayores.

 

Marik y Bakura se rieron también al ver a Malik tratar de sujetar a Riyu contra el colchón, solo para que esta se deslizara hábilmente de su agarre y volteara las posiciones unos segundos antes de que el moreno volviera a imponerse.

 

—Todo son risas hasta que salen girando fuera del colchón y uno de ustedes se golpea —bromeó Bakura.

 

—Todo está… —Malik medio gruñó mientras colocaba a Riyu de nuevo contra el colchón y la sujetaba de los antebrazos —bajo control —finalizó, con una sonrisa satisfecha.

 

— ¿Oh, sí? —Riyu flexionó las piernas, que habían quedado convenientemente libres del agarre de Malik, y sujetó las caderas de Malik, de esa manera obtuvo el agarre para girarlo. Tomado por sorpresa, Malik soltó su agarre sobre la albina y ella lo aprovechó para sujetar sus manos mientras se asentaba sobre el abdomen ajeno —yo diría…  Jaque Mate, Rollo de canela. 

 

—Uff, está bien. Bien. Tú ganas está —cedió el menor, echando la cabeza hacia atrás entre risas. Bakura y Marik también se rieron de su derrota frente a una chica — ¿Soy un asiento cómodo? —preguntó, cuando ella no se retiró segundos después.

 

Riyu fingió considerarlo.

 

—Solo ten cuidado de en dónde te sientas —siseó Marik, agarrando algunos bocadillos.

 

La chica miró sobre su hombro, a los dos mayores que se subían a la cama de la pareja, sin soltar su agarre en su mejor amigo —descuida, no estoy sentada sobre nada importante, lo prometo —se rió.

 

—En realidad, lo estás —se quejó Malik, fingiendo estar sin aliento —si te apoyas un poco más, tal vez me hagas devolver la cena.

 

Riyu hizo un mohín —mentiroso, no estoy tan apoyada en tu abdomen como en mi piernas —reclamó de vuelta, pero aun así separó las piernas de sus caderas para alzarse sobre sus rodillas —y no peso tanto —añadió con último murmullo, desviando la mirada.

 

Malik se sentó en cuanto ella le soltó las muñecas, moviendola esta vez sobre sus muslos —solo te estaba molestando, Ry, de verdad —la calmó, sonriendo antes de pensarlo bien y fruncir el ceño —en realidad, pesas menos de lo que esperaría —la observó atentamente, sin dejar su ceño fruncido, mientras que ella mantenía la mirada en otra parte — ¿Comes bien en casa, Ry?

 

Ella se tensó inmediatamente, sintiendo los otros pares de ojos sobre sí —como bien, de verdad, no empieces a pensar cosas que no son —se apresuró —padre no se mete con cuánto como, después de todo, yo cocina la mayor parte del tiempo.

 

— ¿No me estás mintiendo, verdad? —la tomó del mentón para hacer que lo mirara a los ojos.

 

Riyu asintió simplemente —está bien. De verdad —insistió —por cierto, antes de que se me olvide ¿En qué habitación voy a dormir? 

 

Malik lo miró, inseguro por el rápido cambio de tema, pero decidió no insistir — ¿Para qué crees que trajimos esto? —palmeó el colchón debajo de ambos.

 

— ¡Qué! —casi chilló — ¡Malik! Sabes que no puedo quedarme a dormir con ustedes ¿Qué pasa si mi padre se da cuenta? ¿Si se levanta antes que yo y me encuentra aquí? ¡Yo no- 

 

Malik tuvo que interrumpirla —Ry, bonita, tranquila —le palmeó la cintura para llamar su atención —eso no va a pasar.

 

— ¡No puedes saberlo con certeza, Malik! —insistió.

 

—Claro que sí —el oji-lavanda elevó su voz sobre la de ella, pero en tono suave para calmarla —incluso en el poco probable escenario de que el tipo de despierte antes que tú y, aún más, la resaca lo deje levantarse del sofá antes que tú, Ishizu nos avisaría ¿No lo crees?

 

Riyu se detuvo, considerando eso y tratando de calmar sus nervios. No era nada menos que la verdad y lo sabía… pero eso no quitaba la angustia inherente de que existiría hasta la más pequeña posibilidad.

 

—Está bien… lo siento, yo solo… —se calló, porque odiaba admitir en voz alta cuánto miedo le daba su propio padre.

 

—Lo sé, Ry, shhh. Descuida —Malik la movió en su regazo hasta acunarla. Ella simplemente se dejó hacer, recostando la cabeza en su hombro —aquí estás a salvo, Creampuff, lo prometo


Bakura y Marik observaron el intercambio en silencio, hasta que la bicolor se tranquilizó en brazos de Malik. Solo entonces pusieron a reproducir la película que habían elegido y se quedaron en la cama, dejando a los dos menos acomodarse en el lecho adicional.


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