Lunes, 10am.
Templo de Aries.
En Aries se escuchaba la paz del templo, Mu se encontraba en Rodorio haciendo sus compras de todos los días. Prefería salir del santuario desde que habían regresado y se habían enterado de lo que les había pasado a los chicos de bronce, y no porque tuviera un problema con ellos… de hecho el problema no era con nadie, era consigo mismo al no encontrar la forma de tener una sana convivencia con Saga. No podía olvidar la traición, la muerte de su maestro ni como los utilizo sin piedad, o en su caso, de como le dio caza para regresarlo al santuario. Sabia de antemano que, caballero que se escapara, caballero que regresaban al santuario para ser victima del mas cruel y sádico destino a manos del gemelo mayor. El iba en contra de todas las practicas que había llevado en el pasado, atendió a varios jóvenes casi muertos porque pasaron por sus aposentos, orden directa de Saga. No le sería fácil perdonarlo de cada cosa que había hecho cuando era patriarca, ahora solo tenía que fijarse en ayudar a Seiya para que pudiera librarse de la maldición de Hades.
Aldebarán: Hola Mu, ¿cómo estas amigo?
Mu: Hola Aldebarán, muy bien. Últimamente he descansado muy bien desde que Athena regreso al santuario, de hecho, estaba haciendo mis compras del día. ¿Vienes conmigo?
Aldebarán: ¡Claro que sí! Me encantaría comprar varias cosas que necesito en mi templo, desde que decidimos cambiar la forma de vivir, me ha gustado mas hacer las cosas yo, a cuando las hacían las musas.
El joven caballero de Aries ríe levemente tras la confesión de su amigo, continúan con sus compras sin más preámbulos.
Templo de Géminis
Kanon: Saga, tienes que salir, llevas dos semanas encerrado aquí, en tu habitación.
Saga: No voy a salir, hermano. No quiero que me sigan viendo con temor y repudio. Se que hice cosas muy malas en el pasado y con esos simples recuerdos es mas que suficiente como castigo. Mis compañeros nunca me lo perdonaran, menos Mu.
El caballero de géminis se encontraba afligido, llorando por los crímenes que en el pasado había cometido, y a su lado estaba Kanon, el gemelo que lo perdono desde hace tiempo y ahora le ayudaría a salir adelante.
Kanon: Saga, acepta la ayuda de la señorita Saori, ve a que te hagan una revisión de tus trastornos y veras que todo tendrá solución. Déjate ayudar hermano, me duele el verte así. Olvida nuestras diferencias como yo le he hecho y deja que te ayude y acompañe en este camino.
Las palabras del gemelo menor hicieron eco en la mente del caballero dorado, tomando la seria decisión de empezar a tratarse clínicamente, tenia mucho remordimiento y odio hacia si mismo recordaba cada cosa que hacia cuando era patriarca y como uno de sus compañeros mas fieles lo pago, haciendo que se cerrara a los demás y fuera totalmente frio.
Templo de cáncer.
Shura: ¿Death, donde estas?
Death: en la cocina, pásate Shura!
Desde que habían regresado los dorados a la vida y al santuario, el caballero de cáncer y el caballero de capricornio se habían hecho muy buenos amigos, apoyándose siempre y escuchando atentamente al otro. De esta forma Shura se enteró que Death quiere una relación formal con afrodita y aun no da el primer paso; y Death se enteró que Shura quiere intentarlo con Aioros, pero sería más complicado al ser mas cerrado el caballero de sagitario con Shura. Sabían que iba a ser difícil entablar relación de nueva cuenta con ellos, ya que siempre fueron conscientes de lo que Saga estaba haciendo y no pusieron queja alguna. Se arrepentían como todos, pero sabían que si hablaban y demostraban como se sentían, todo podía cambiar.
Shura: ¿y qué haces aquí? Hasta donde yo recordaba, a ti todo se te quemaba.
Death: A ti todo se te quemaba.
Dice el caballero de cáncer imitando a su amigo.
Death: No tarado, eso era antes. Ya aprendí a cocinar y he hecho una pasta Alfredo. Siéntate y pruébala.
Shura: solo no me envenenes.
Ambos caballeros reían a carcajadas y convivían sanamente, el caballero de cáncer había mejorado bastante en la elaboración de sus platillos, al final tenia que aprender al no tener mas a las musas que le cocinaran.
Templo de Leo.
Aioria: Hermano, perdónalo. Ve lo arrepentido que esta, entiende que Saga tiene problemas mentales y que son tratables. ¿Por qué no te quieres dar cuenta?
Aioros: Me doy cuenta de que Saga esta enfermo y necesita ayuda, pero eso no quita lo que me platico Camus. ¿Acaso sabes de todo lo que le hizo cuando fue patriarca? ¿De todos los momentos dolorosos que paso en su alcoba, que tenia que soportar con tal de que no le hiciera daño alguien más? He de reconocer que Saga es fuerte y que si se lo proponía ustedes podrían enfrentarlo, pero no estaba solo y había varios plateados que casi lograban estar al nivel de un dorado. A pesar de todo eso, ¿quieres que lo perdone? No Aioria, el no merece ser perdonado.
Termino de tajo el hablar con su hermano y se retiro del templo de Leo para regresar a sagitario, el caballero de Leo se quedo helado al pensar lo que Saga hizo con Camus, pues creía que solo era n rumor que se corría por el santuario con aquellos que terminaban en la habitación del patriarca. Empezaba a crecer rencor contra el por todo lo que hizo; aunque empezara a perdonarlo por siempre llamarlo hermano del traidor.