Eran las 8 de la tarde, en media hora más tendría que estar en un bar a 6 cuadras de distancia de su departamento para esperar a su cliente.
El traje lo tenía, se había comprado una camisa color crema y llevaba los dos botones de arriba abiertos, mostrando las clavículas.
Se peinaba frente al espejo, debería haber ido al peluquero para cortar esa melena que ya dejaba de tener forma. Recordó que tenía una vincha en medio de docenas de bandanas y se la puso. Era negra y hacía juego con el saco y el pantalón.
-¿Pagó para cogerte también? -preguntó Javier, estaba sentado arriba de la cama con las piernas cruzadas.
Bastian lo observó por el espejo.
-Pagó por el pack completo, así que no me esperes despierto.
-¿Lo conozco?
- No sé, si no recuerdo mal me dijo que ya era cliente del club pero pagaba solo por las bailarinas, estas tres últimas semanas comenzó a interesarse por los bailarines.
-¿Sólo va para verte a ti o a otros bailarines también?
Suspiró.
-No sé Javier, no le pregunté.
-No te enojes!!!!
-No me enojo. ¿Lustraste mis zapatos?
-Están al lado tuyo. Te estás poniendo muy lindo! ¿Te gusta el tipo ese?
-Por Dios, Javier, vamos a pelear ahora? Ha pagado por compañía para un casamiento, ¿se supone que debo ir con plumas? Tengo que vestir formal!!!
Javier se desplazó de rodillas por la cama hasta donde estaba V y lo abrazó desde atrás.
-¿Queda tiempo? Quiero que me cojas -le susurró al oído.
-¿Me lo pides cuando estoy vestido? No, Javier!!! ya no hay tiempo.
-No me vas a coger a mi e irás a que te coja él?
V lo miró por el espejo, ahí iba de nuevo el berrinche. Ya había comenzado a hacer pucheritos y en cualquier momento se ponía a llorar.
Miró el reloj de pulsera que se había colocado. No tenía tiempo para complacerlo.
-Javier, cuando regrese te despierto como a vos te gusta -le dijo tomándole del rostro y besándolo en la boca.
Lo observó, aun no estaba muy convencido, seguía con el ceño fruncido y el labio inferior le temblaba.
-Javier, no llegaré a tiempo, pensaba caminar hasta el bar pero me vas a hacer salir tarde y tendré que gastar en taxi. Sabes que odio tomarlos, me enferman los taxistas babosos. Quieres que tome un taxi con un viejo verde que intenta ligarme?
Javier cruzó los brazos, frunció aun más el ceño y procuró que el labio inferior sobresaliera con mayor violencia.
No lo había convencido, pero sabía que lo dejaría ir para que no tomara un taxi.
-Promete que me despertarás como a mi me gusta.
-Te lo prometo. -le dijo besándolo nuevamente y recién ahí pudo salir.
Mientras bajaba las escaleras pensó que cuando estuviera viviendo lejos, extrañaría un poco los berrinches del niño. Se sonrió para si mismo. "cuando estuviera viviendo lejos". Inhaló profundo, se sentía bien, definitivamente la tormenta había pasado, sentía que ahora escarbaba y salía del pozo poco a poco.
Llegó al bar con tiempo, pero el hombre ya estaba esperándolo.
-Estimado cliente -le dijo cuando estuvo a su lado.
El hombre se paró y le indicó con caballerosidad que se sentara a su lado.
-Es todavía temprano, te parece que tomemos un café?
-Me parece bien.
-Estás muy apuesto... se dice "apuesto"? -preguntó con una risita nerviosa y V rió también.
-Supongo que se dice así, estimado cliente, usted también se ve muy bien.
-Por favor, V, vamos a la boda de un amigo. No me digas "cliente" delante de todos. Me llamo Roberto.
-Roberto erá entonces -respondió sonriente.
-Me gustaría que me trataras de manera informal.
-Perfect Robert! -contestó V con una rectangularidad radiante y Roberto volvió a reír con nervios.
-V, todo esto es muy nuevo para mi, quiero hacerte una pregunta.
Bastian miró al mesero acercarse, pidió un café, su acompañante hizo lo mismo, cuando el mesero se retiró, puso los brazos cruzados sobre la mesa y lo miró expectante.
-Cuando pago para tener sexo con alguna bailarina y no es que lo haga siempre, no vayas a pensar que soy un degenerado que no puede conseguir una cita fuera del club!! -se excusó rápido riendo de nuevo. Bastian tragó saliva para evitar largar la carcajada y siguió mirándolo con seriedad -Bien -carraspeó -lo cierto es que ellas besan, pero vos no lo haces! Si te lo pido, me besarías? o debo pagar otro precio? No sé como funciona!!!!
Mirar la cara de desconcierto de Roberto y no romper a reír a las carcajadas era una tarea casi titánica.
-Puedo besarte, Roberto, no necesitas pagar extra.
-Oh!
-Debería hacerlo ahora?
-No, no!! sólo quería preguntar para cuando estemos solos!
El café llegó y V agradeció poder concentrarse en la infusión, las lágrimas estaban a punto de saltarle de tanto reprimir la risa y no quería arruinar el maquillaje.
-El que se casa es un amigo tuyo?
-Es un compañero de la empresa, nos invitó a los más cercanos, aunque también podría decir que es mi amigo, nos conocemos desde hace un montón. Se casa con su novia de toda la vida!!! Bah, en realidad desde hace 5 años, pero estar con esa mina se podría decir que es toda una vida de miseria -aclaró y V casi escupe el café por reír.
-Alex se llama -aclaró su compañero e hizo un sorbo a su bebida.
V casi escupe el café, pero esta vez por la impresión, la vida podía ser hija de puta cuando quería, estaba intentando salir del desastre mental al que había sido empujado por un tipo y ahora se iba al casamiento de otro con el mismo nombre. Debía haber sido un asesino serial en su vida pasada para que en ésta le llegaran todos los castigos juntos.
-Es más, vos no me debes recordar, pero yo contraté bailarines y bailarinas para su fiesta de despedida de soltero, y entre los bailarines estabas vos y otro rubio bajito.
No. La vida no podía ser tan perra!!!
-¿Una despedida de solteros?
-Si, vos estabas en el salón contiguo, en la fiesta de la novia, pero te vi llegar y luego irte.
-¿Cuando fue la despedida de solteros?
-Hace un mes!!!
V tragó saliva, no entendía si esto era una broma de mal gusto, si Alex lo estaba haciendo a propósito para que viera como se casaba con ella y burlarse de él o que en realidad, la vida era una perra (o más bien, él era la perra de la vida).
-Tu compañero sabe que vas con un acompañante?
-Alex? No! hace varias semanas que anda en otra, creo que los nervios por la boda le están jugando una mala pasada. Ya ni siquiera sale. Nadie sabe que voy con un acompañante varón. Pero no te preocupes, todos tienen mente abierta y me conocen, nunca tuve problemas para experimentar. Te sentirás cómodo.
Bastian observó a Roberto intentado encontrar alguna mentira, una mínima señal de que era una trampa, pero se lo veía sincero y emocionado por mostrarse con él.
-Por qué yo?
-Cómo?
-Por qué yo? hay otros bailarines en el club!
-Te estás arrepintiendo? -preguntó preocupado.
-No, Roberto. Es sólo curiosidad!
-Es que quería experimentar con un hombre y te recordé de la fiesta. Eres muy... "apuesto" -dijo riéndose y V tuvo la certeza que su acompañante no estaba al tanto de su historia con el novio, que era la vida, el destino, el jodido karma, todo junto y en complot para llevarlo a la boda del hombre que había logrado desestabilizarlo.