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STREEPER por juda

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-Iremos primero a la ceremonia de la iglesia, luego pasaremos por la fiesta pero sólo estaremos un rato, no me apetecen ese tipo de reuniones. Toda la familia de ella es un asco. -se quedó pensando un segundo y lo miró de reojo -Espero que no conozcas a ninguno de ellos porque estoy criticándolos desde que nos vimos.

V sonrió desde el asiento del copiloto.

-Tranquilo, no creo que conozca a alguien.

-No tienes problemas en ir a la ceremonia de la iglesia, verdad?

-Por? crees que como vivo en pecado me expulsarán apenas entre? -cuestionó en medio de una carcajada, los nervios lo estaban destruyendo, pero Roberto podía hacer reír a cualquiera en cualquier circunstancia.

-No! por dios no quise decir eso -gimió atragantándose con su propia saliva.

-Roberto, pagaste por tenerme como tu acompañante hasta las 2 de la mañana. A esa hora mis zapatitos de cristal volverán a ser zapatillas normales y tendré que regresar corriendo al club. Hasta eso, haré lo que quieras, porque mientras pagues, eres mi principe.

Roberto tragó duro mientras estacionaba.

-Eso significa que hasta las 2, eres mío?

-Soy tuyo -lo miró intensamente.

-Puedo pedir un beso?

V no pudo aguantar y soltó otra carcajada.

-Siempre consultas antes de besar?

-Nunca obligo a nadie a hacer nada, es mi regla número uno. No importa que haya pagado!!!

La sonrisa en la cara de V se esfumó, el mundo sería un paraíso si todos fueran como él.

Se acercó, le tomó el rostro con ambas manos y lo besó de manera delicada, buscando su lengua con la suya, acariciándola en medio de un contacto baboso.

Golpearon la ventanilla del lado del conductor, Roberto pegó un gritito y V casi se infarta.

-Vamos Roberto, deja el magreo para después, la ceremonia ya debe haber empezado, sal de ahí.

-Yisus!!! -largó Roberto con la mano en el pecho -es uno de mis compañeros de trabajo, te lo presentaré.

V asintió y salió del auto. Cuando dio la vuelta al vehículo y levantó la mirada para saludar, se encontró con unos ojos abiertos de manera desmesurada. Era el cliente de Raul y amigo de Alex, el que lo había acompañado mientras lo buscaban en los hospitales, por la forma en que lo miraba... él sabía de la relación que había tenido con el novio.

-Carlos, te presento a V -dijo Roberto emocionado.

Bastian extendió la mano pero Carlos no respondió el saludo, giró en redondo mirando a su compañero.

-¿Por qué cuernos viniste con un bailarín?

Roberto retrocedió un paso, ver a V con el brazo extendido en un saludo que había sido rechazado de la manera más vulgar, lo ofendió.

-No es tu bailarín así que no entiendo porque mierda te ofendes!!!! -explicó Roberto mostrando los dientes -Eres el menos indicado para escandalizarte. Me fijé bien de no contratar a tu Raul. Hazte a un lado, Carlos -le recriminó apartándolo con el brazo. 

V había metido las manos en los bolsillos del pantalón y aguardaba, cruzando los dedos para que no se armara un escándalo. No es que no estuviera acostumbrado a las escenas de asco de la gente, vamos! que era un escort y encima gay!! tenía todas las cartas para ser el paria de la fiesta, y no le importaría, sino fuera porque justo en esta ceremonia, estaba dispuesto a pasar absolutamente inadvertido.

-Vamos, V, por favor. Disculpa al imbécil de mi compañero. No sé que le pasa, no suele ser discriminador o no te lo hubiese presentado, lo que menos quiero es hacerte pasar un mal rato. Perdona el momento incómodo.

-Tranquilo Roberto, estoy aquí para acompañarte y para darte placer. No es necesario que te detengas a pensar en cómo me siento. Pagaste por mi y cumpliré hasta que termine mi hora.

-De todas maneras, nadie te hará pasar un mal rato -contestó con el gesto adusto.

La iglesia estaba llena y V agradeció tener un poco de suerte.

Se sentaron en las últimas filas, del lado del pasillo. 

Alex estaba adelante con la novia e intercambiaban anillos, la ceremonia había comenzado hacía rato.

Desde donde estaba podía verlo de espaldas.

El traje parecía quedarle tan grande como el suyo. Por un instante sintió deseos de pensar que había adelgazado tanto porque estaba sufriendo de la misma manera que lo hacía él.

Sonrió para si mismo: romantizar la idea de una relación esporádica, fugaz y violenta era la puta propuesta de todas las novelitas rosas. Vamos, que era un hombre hecho y derecho, no podía caer en cursilerías a esa altura de su vida.

La ceremonia continuó por un espacio de 20 minutos más.

Cuando los novios se besaron, miró al techo, por un segundo entendió los celos de Javier, ¡¡mierda que dolía verlo!! y cuando la pareja comenzó a caminar hacia la entrada de la iglesia, sintió que las manos le temblaron. Ella iba saludando a sus familiares y amigos y él hacía lo mismo, con una sonrisa hermosa que mostraba dos dientes de conejito que él se había encargado de lamer bien cuando estuvieron juntos. Trago saliva.

Llegó hasta la fila donde él estaba y lo vio saludar a Roberto, Carlos se aproximó desde algún lado y también le dio la mano, la mirada de Alex se cruzó con la suya durante un segundo, el novio estaba por seguir su camino y pareciera que la mente procesó lo que había visto porque regresó nuevamente la mirada, esta vez con los ojos abiertos de manera inconmensurable.

-Es el acompañante de Roberto -le explicó Carlos -sigue saludando Alex. Tu familia está aquí.

V lo escuchó, lo escuchó perfectamente y agradeció que tuviera ese tipo de amigos. Al parecer Carlos se había sentado cerca por temor a ese encuentro.

Alex volteó el rostro hacia Carlos, luego a Roberto que los miraba sonriente sin entender muy bien de qué iba la cosa y trastabillando, siguió saludando a la gente hasta salir del recinto.

-Quieres que vayamos a un bar a tomar algún trago? No me gusta llegar temprano a las fiestas, de todas maneras estaremos un ratito no más, como para hacer acto de presencia y no quedar como el culo. Después me gustaría ir a mi departamento.

V aceptó agradecido. Necesitaba un poco de alcohol para soportar lo que quedaba de la noche y tal vez una pizca de la anestesia que llevaba oculta en un bolsillo interno de su traje.

En el bar pidió un whisky y se aseguró de pagarlo de su propia billetera, no quería aprovecharse de la amabilidad de su acompañante porque iba a necesitar mas de un trago.

Roberto lo observó tomar el alcohol con ansiedad.

-No te estas sintiendo cómodo, verdad? Fue por lo que dijo el imbécil de mi compañero? Por favor, si es por eso, ni siquiera lo tengas en cuenta, no sé qué le pasó, no es así!!!

-tranquilo, pagaste por compañía y eso es lo que haré hasta que se cumpla mi hora. Me gusta estar con usted, estimado cliente -susurro mirándolo con una sonrisa marciana que rectangularizaba la vida misma. Roberto tragó duro mientras sentía como se le paraba la polla.

Pagó los tragos y salió del bar con premura, llevando a V de la mano, cuando llegaron al estacionamiento vacío lo apoyó contra el auto y lo besó con ansias mientras friccionaba la pija dura sobre la cadera del contrario.

V se dejó besar mientras le bajaba la cremallera y se ponía en cuclillas.

En medio del estacionamiento que estaba en el subsuelo del salón de fiestas, le realizó una mamada que en 3 minutos dejó a Roberto con la cara empapada en transpiración y las piernas temblando.

-Mierda V, vales cada puto centavo. - le dijo mientras intentaba recuperarse, Bastian se sintió con mayor energía, era bueno en lo que hacía. Tener el control le daba seguridad. Sonrió dándose fuerzas, era hora de seguir con la actuación y fingir que no conocía al novio y que su pija no lo había llevado al cielo y al infierno también.

-Entramos? -preguntó Roberto cuando terminó de acomodarse la ropa y V le regaló otra rectangularidad al cosmos. Roberto se acercó a besarlo, si el dinero le daba la posibilidad de babear y tocar a ese dios griego de sonrisa marciana... No tendría reparos en pagar lo que fuera.


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