Eran las cuatro de la mañana cuando las chicas por fin se vistieron y se fueron.
Alex estaba atento a los sonidos del salón contiguo, la música ahí también había cesado.
Cuando se animó a entrar, Martina reía con sus amigas. Miró alrededor y no lo encontró, se sintió fastidiado por haber demorado tanto en llegar hasta ahí. No sabía hacía cuanto tiempo que se había ido pero una chispa de esperanza se prendió cuando miró la hora y supuso que podría estar cambiándose en el baño.
A medida que se acercaba, escuchaba las voces de dos hombres, una de ellas era suave y la otra grave. Hablaban del trabajo, sobre otra fiesta en la que deberían presentarse y si el club les daría el porcentaje correspondiente.
Se acomodó el saco y entró tratando de lucir normal.
-Buenas noches -saludó, los dos rubios aun seguían con las máscaras y se vestían.
-Buenas noches -respondió el más bajito con la voz suave -tu eres el novio?
Alex asintió con una leve sonrisa, si el bajito tenía la voz melodiosa, el rubio alto que ahora se cambiaba mirando hacia otro lado era el de la voz grave y profunda.
-Te vi que mirabas durante toda la noche -agregó divertido -me pareció que eras el novio ¿estabas celoso?
Alex se sobresaltó por un segundo pero luego se dio cuenta de que el más bajo hablaba sobre los supuestos celos relacionados con Martina.
-No! Quería verificar que estuviera todo bien. Ustedes siempre trabajan juntos?
-A veces! te voy a pasar mi tarjeta, si en alguna otra ocasión necesitas bailarines me puedes llamar.
Alex lo recibió y miró el nombre "Javier, bailes exóticos, fiestas privadas. Club Rapsodia Nocturna".
-¿Vos no tienes tarjeta? -le preguntó al más alto y cuando volteó a verlo, contuvo el aire.
El rubio lo observó un segundo, metió la mano en el bolsillo del pantalón y se la extendió.
"V" bailes exóticos-eróticos, fiestas privadas. Club Rapsodia Nocturna.
-Gracias -respondió Alex, el rubio alto giró nuevamente y se puso a acomodar su bolso.
Javier se sacó la máscara y la guardó. Estaba cómodo con el silencio de su compañero así que supuso que "V" era así siempre.
Se percató que el rubio alto no se sacaba la máscara.
-Hicieron un excelente trabajo, los vi bailar. Les estaré pasando la dirección del club a mis amigos y amigas -volvió a hablar Alex con la esperanza que V entablara algún tipo de dialogo.
-Serán bienvenidos -respondió Javier con una sonrisa. -Espero que tu prometida se haya divertido, y tranquilo que fuimos muy respetuosos, en realidad fueron ellas las que estaban un poco sacadas -comentó riéndose mientras le daba una palmada en la espalda a su compañero. V giró un poco el rostro y le sonrió. Alex quería que lo mirara a él también, que le sonriera.
-¿Javier, ese es tu verdadero nombre?
-Si! así me llamo, no tengo problemas en darlo, en cambio mi compañero prefiere el anonimato -siguió con una risita aguda.
-Ya veo -comentó Alex.
V había terminado de acomodar su bolso y se disponía a salir cuando se paró frente a él y le extendió la mano. Lo miró a través de la máscara, con los ojos de un azul extraño, sabía que debajo de esas lentillas de colores había un iris aun más hermoso. Alex lo saludó, apretándola entre los dedos, haciendo una pequeña presión extra antes de soltarla.
-Un gusto -habló por fin y pudo nuevamente escuchar esa voz que ahora le resultó mucho más grave, la profundidad en ese tono le caló hasta los huesos, se sintió excitado de nuevo. El rubio era más alto que Javier pero de su misma estatura de manera que las miradas fueron directas, brutales. ¿Había percibido un brillo extra o era sólo el deseo que aquel extraño sintiera lo mismo que estaba sintiendo él en ese momento?
-Un gusto -respondió y lo vio marcharse, Javier pasó por su lado y se despidió de una manera más jovial, con una sonrisa y poniendo la mano como visera al costado de la cabeza.
-Chao, novio celoso -le dijo sonriente -espero que tus amigos y amigas visiten el club.
y se fueron.
Alex quedó con la mano semi extendida, con el contacto aun caliente del otro. Se miró los dedos llenos de la brillantina del cuerpo del bailarín y sin pensarlo, sin haber previsto la reacción que su cuerpo estaba experimentando, se los llevó a la boca y los lamió.
Escuchó la voz de Martina afuera del baño de hombres y se acercó a la puerta.
-Chicos, estuvieron geniales, mis amigas quieren saber donde trabajan para poder ir a verlos!
-Gracias, me alegro que les haya gustado -respondió Javier e imaginó a V mirándola con seriedad. -Te paso mi tarjeta.
-Y tu compañero siempre es tan serio? -rió de manera ridícula y Alex tragó saliva, estaba coqueteandole.
-Mi nombre es V y trabajo en el mismo lugar que Javier, ahí nos pueden encontrar, en el club hay también otros bailarines que deberían conocer. Serán bienvenidas siempre -agregó el rubio de la voz grave y Alex salió del baño. Martina se asustó al verlo y corrió a su lado, pasando el brazo por el de él.
-Amor, les estaba pidiendo la tarjeta a los chicos para mis amigas, te divertiste con las bailarinas?
-Si, mucho -respondió mirando a los rubios, Javier reía divertido y V lo observaba desde su máscara. Ambos hicieron una pequeña inclinación de respeto y se marcharon.
-Ese V no se sacó la máscara, no debe querer que lo reconozcan en la calle -comentó divertida mientras miraba la tarjeta -te aseguro que de día es algún ejecutivo muy serio y de noche se convierte. -y dicho esto regresó hacia donde estaban las demás mujeres que esperaban ansiosas los datos de los streepers. La idea le quedó rondando en la cabeza. Un ejecutivo! Si se lo cruzara seguramente no lo reconocería. Habría pagado por poder verlo sin la máscara. Debería hablar con Roberto para preguntar si él tenía más datos del rubio alto.
Las miró desde lejos, ellas pegaban grititos histéricos mientras se pasaban la tarjeta.
¿Abriría todas las noches ese club?
No se animaría a ir solo, o si?
No, mejor no. Tendría que decirle a Roberto que lo acompañara, y recién ahí se dio cuenta que estaba seguro que buscaría al rubio hasta poder hablar con él y si era persuasivo... tal vez también lo probaría.