26.-Amor
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La mirada de Severus estaba clavada en su esposo. Harry estaba sentado en la mecedora y dormía tranquilamente, hace un rato le había quitado a Sebe de encima por miedo a que se le callera. Ahora el niño dormía sin preocupaciones y una manito en su boca era su mejor entretención cuando estaba en manos de Morfeo.
Severus no podía creer que todo esto fuera su vida.
Aun recordaba cuando en el colegio todos le despreciaban, y fue peor en la juventud y universidad. No recordaba cosas lindas de hecho, pero todo eso cambio cuando Harry llegó a su vida.
¿Quién le iba a decir que ese niño de sonrisa brillante y ojos esperanzadores se convertiría en su esposo?
¿Quién le diría que iba a tener un hijo?
Sebastián era, a sus ojos y a los de toda su familia, el bebé más hermoso y adorable, aun más hermoso que sus cuñados cuando nacieron y, viendo las fotos de su esposo, mucho más hermoso que Harry de bebé.
¿Podía tener el pecho más hinchado de orgullo?
Tenían una casa hermosa, seguía trabajando en el lugar que amaba y su esposo le amaba.
Sintió ganas de llorar.
Caminó despacio hasta llegar hasta Harry y se sentó en el suelo, apoyando la cabeza en las corillas de Harry.
-Muchas gracias -dijo despacio, no importaba si Harry escuchaba, él quería decirle todo esto-. Gracias por ser quien eres, por esperarme y aguantarme -dijo sintiendo como las lagrimas bajaban-. No puedes ni imaginarte cuanto te amo, Harry.
-Lo sé -dijo el menor en un susurro, acariciando los cabellos de su esposo- ven, mi amor.
-No -dijo enterrando la cabeza en la almohada de la silla-, no me gusta que me veas así.
Harry sonrio y se levantó un poco para correr la silla y sentarse en el suelo, pero su esposo fue más rápido y le abrazó por el cuello, sin dejar que le viera el rostro.
-Te amo, Severus, amo todo de ti, cuando discutimos por estupideces o cuando me pones atajo -dios sentía que se estaba muriendo de amor ahora mismo.
-Amo cuando te comportas como un niño y cuando te arrepientes luego de haber cometido un error -abrazó con más fuerza a su esposo, se iba a fundir con el maldito mocoso y no podía importarle menos, quería a Harry pegado a él.
-Te amo por haberme aceptado -dijo en su oído para luego darle un beso en el lóbulo. Sintiendo como su esposo se derretía en sus brazos.
-Te amo por haber insistido
Cuando Severus salió de su escondite vio que Harry sonreía y lloraba al mismo tiempo, igual que él, le besó despacio, acariciando su nuca, sintiendo las manos de Harry en su espalda, como le acariciaba lentamente.
Ellos se amaban, amaban a su bebé y eso era lo más importante.
Un quejido en la cuna los hizo mirar de golpe a su bebé y este tenía los ojitos abiertos y movía sus manitos a sus padres. Harry sonrió y fue por su bebé, para volver al suelo y entregárselo a Severus para abrazarlos a ambos.
-También te amamos a ti, hijo -dijo Severus besando su frente y sonriendo a su esposo.
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Fin
N/A: Les cuento que este es el ultimo en que son tan románticos... ahora si se ponen cochinos. ajajjaa