Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Once Upon On October por Lovis_Invictus

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

«Greg se lleva una sorpresa no muy grata que tampoco es tanto una sorpresa»

[Mycroft Holmes • Gregory Lestrade]

--------------- [ • • • ] ---------------

El seguro de la puerta del departamento pequeño y poco acogedor perteneciente a Greg resonó en el silencio casi total que se adueñaba de todo a esas horas de la madrugada, solo para segundos más tarde abrirse con una patada iracunda, el metal chocando contra la pared aledaña; eso seguro ameritaría algún reclamo de los vecinos mañana temprano. Gregory entró con el rostro deshecho en la expresión más miserable que Mycroft había visto en su vida, casi se ríe, pero en su lugar permaneció observando como su amante lanzaba la mochila a algún rincón y cerraba la puerta con la misma fuerza de antes.

Sí, habrían reclamos mañana.

— Bienvenido— Holmes comentó casualmente, sosteniendo su taza humeante de té negro descafeinado.

— Estoy muerto— dijo Greg antes de tirarse en el sofá, justo al lado de Mycroft, el rostro hacia el techo con sus ojos cerrado, incluso la tenue luz de la lámpara sobre la mesita de centro le molestaba. Se encontraba agotado por el exceso de trabajo que parecía nunca terminar, enojado ya que no había tenido sexo en al menos un mes y completamente estresado. Holmes, por su lado, estaba fresco como una lechuga y siendo honestos Greg no entendía porqué.

— Puedo verlo— se burló el otro, dejando en la mesita su taza junto a la copia de El Conde de Montecristo que estuvo leyendo y descansaba sobre sus piernas. Gateó hasta posicionarse sobre el regazo del investigador quien inmediatamente se incorporó, luciendo despierto de un momento a otro.

Mycroft sonrió contento mientras se acercaba para besarle, amaba la forma en que Greg caía por él a la más mínima provocación, era casi como una adorable marioneta que se ajustaba muy bien a sus parámetros. Se besaron apenas unos minutos antes de que Greg los separara, cerrando los ojos mientras se apretaba el tabique de la nariz con el índice y el pulgar.

— Oh no— resopló Greg, enojado.

Mycroft volteó la cabeza hacia otro lado, observaba concentrado los detalles de una maceta marrón en la esquina, como si realmente no estuviese a poco de recibir un sermón que tenía ya muchos años sin escuchar.

— Por dios que no lo hiciste, Mycroft Holmes

El aludido se rindió, dejando su postura actual para volver a donde estaba y desparramarse sobre el cómodo sofá, hundiéndose en su asiento con las piernas abiertas y los brazos cruzados sobre el pecho, espectante a la larga conversación repleta de quejas que admitía estuvo fervientemente evitando desde hacía unas semanas.

— ¿Podemos dejar atrás la parte donde te haces el sorprendido y pasar directamente a esa en que me regañas?— hizo su petición con aires infantiles, rodando los ojos en el proceso.

— ¿Cómo pudiste? ¡Hicimos un trato traidor de cuarta!— Greg finalmente reventó— Estuve seis semanas sin tocar un cigarrillo porque el señor perfección dijo que quería dejar de fumar y como buena pareja quise apoyarte en eso, seis malditas semanas hundiéndome en el estrés del trabajo y el jodido síndrome de abstinencia ¡Ni siquiera me dejaste usar parches de nicotina, y ahora vienes tú sabiendo a tabaco!

— Sí, bueno... tal vez calculé mal mis límites— susurró el otro, reticente a admitir la derrota.

— ¡Por el amor a dios Myc... espera— se detuvo de repente, pareciendo tener la epifanía de su vida— ¿Cuánto tiempo llevas fumando de nuevo?

Mycroft tragó en seco.

— No demasiado

— Mycroft Holmes, te voy a dejar sin sexo— amenazó Greg rápidamente, no se sentía de humor para regresarle el sarcasmo, además, estaba de verdad enojado y sabía que la mejor forma de tratar con su complicado novio era darle en donde más le dolía.

El hombre le miró con una subespecie de odio, hundiéndose mucho más en su sitio si aún era posible.

—... Tres semanas

— ¡¿Me hiciste pasar tres semanas de martirio solo porque tú... —Volvió a cortar su frase— ¿Sabes qué? A la mierda— Greg extendió su diestra frente a Mycroft, quien entendiendo al segundo ya estaba sacando la cajetilla casi vacía de su maletín, otorgó a su compañero uno de los cilindros y apenas este lo colocó en su boca procedió a encenderlo. Lestrade dio una profunda calada, estremeciéndose de alegría conforme el humo viajaba por su garganta yendo hasta sus, a este punto, atrofiados pulmones.

— ¿No se supone que en cada relación al menos uno debe ser el de la fuerza de voluntad?— preguntó curioso, observándole fumar tranquilamente.

Greg se carcajeó, casi ahogándose en el proceso, le jaló de la bata de dormir para besarle deseoso durante unos minutos antes de continuar:

— Ninguno de nosotros tuvo o ha tenido eso— finalizó dando un pequeño pico en sus labios.

Mycroft suspiró dramáticamente; bueno... realmente no estaba diciendo mentiras.

Entonces sacó un cigarrillo también.

A la mierda.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).