Han pasado varios días de todo el ajetreo de la mudanza, creí que la primera semana en la escuela sería sencilla pero no, no lo fue, esto de adelantar materias y que por eso los maestros te agarren de encargo no es tan divertido, estoy en la mesa del comedor con la computadora en ella, varios libros y libretas, afortunadamente, sola en el departamento tratando de concentrarme en las materias.
- ¡Vaya! Hasta que te veo ocupada en algo- ah y para colmo ella llega
- ¿no tienes una fiesta, café o amigos que ver?- de verdad quiero sacar esto y tengo dudas, creo que llamare a la abuela para eso
- No, aun no- sonríe feliz y se sienta a un lado mío para observarme
- Que lastima- con ella viéndome me va a costar trabajo concentrarme- bueno para no molestarte me iré a mi cuarto- me paro para recoger mi tiradero y siento como me regresan al asiento de forma suave
- No me estorbas, es más me servirás de modelo-¿eh? ¿qué paso aquí?- tú en lo tuyo y yo en lo mío.- saca su sonrisa que me descuadra, pero que se le ve encantadora.
- Bueno, pero le hablaré a la abuela porque necesito sacar una duda y ningún maestro pudo- voltea a verme y podría decir que es de curiosidad
- Y ¿Por qué no les dijiste a tus mamás?- que te importa, iba a decir, pero esto de llevar la fiesta en paz
- Me gusta mas cómo me explica ella- sonrió feliz al recordar cuando ella me enseña.
- Bien sirve que la saludo- pone la compu para marcarle
La conversación con la abuela estuvo bien, me saco de mis dudas y creo que me avanzó más, espero eso no me provoque más problemas con mis maestros, lo bueno fue que como siempre la abuela Marian nos pones en amistad, bueno no tanto, pero si en estado de paz a las dos para poder soportarnos un poco más, cuando terminas de hablar con ella fui a preparar la cena, unos sándwich sencillos y le hice también el suyo, me concentré tanto que no me di cuenta que ella seguía dibujándome hasta que me pare para irme a dormir, pero las dos sin decir nada nos retiramos a nuestros respectivos cuartos.
Debo decir que no ha sido tan mal vivir juntas, puesto que casi no nos vemos, estamos tan en nuestras actividades que es difícil poder coincidir, aunque cuando una cocina, mínimo si tratamos de cocinar para dos y les confieso que cocina delicioso, comida oriental y que me encanta, pero trato de que no siempre cocine ella, a veces le dejo el desayuno echo ya que yo salgo antes y nunca lo he encontrado en la basura o refri así que supongo no le sabe mal.
- Llamo mi tía Lylieth, nos quiere ver hoy en su oficina- entra a mi cuarto haciendo todo el ruido posible
- Tock tock, ¿puedo pasar? Buenos días ¿Cómo amaneciste?- le digo irónica toda modorra debajo de mis cobijas, que me desvele haciendo tarea y a ella le vale
- Si, si, como quieras, apúrate que quiere vernos temprano-Miro el reloj, son las 8 y es sábado, quiero dar el grito en el cielo
- Ya me arreglo- ¿acaso no puede ser más tosca en sus formas? Se queda ahí parada en la puerta viéndome- oye necesito privacidad- ella sonríe ladinamente, se da la media vuelta y sale
- Pensé que no te importaba que te vieran- ah con que quiere jugar
- ¿eso quiere decir que no te afecta si soy impúdica?- creo que se detuvo en seco
- A mí, lo que menos me importa eres tu- ni volteó a verme y retoma su paso
- Siempre es bueno saberlo- bien, creo que así estaré más cómoda, aunque aplicaré la regla de casa de mis madres, mínimo ropa interior.
Después de bañarme y arreglarme sencillo pero rápido, fuimos a la empresa de mamá, ahí todos me conocen así que no hay problemas de entrar, bueno después de todo también somos socios ya que mami nos dio sus acciones ¬¬. Nos subimos al elevador, no se ella pero yo solo voy pensando ¿Qué es lo que querrá mamá?, no por nada viene los sábados, bueno si viene pero siempre trata de zafarse para ir a alguna cita con mami, al entrar a su oficina la veo muy metida en unos documentos, pero ni tiempo da de saludar cuando nos ve, se levanta y:
- Qué bueno que llegan- mamá anda muy sonriente- Amy preciosa tengo un favor que pedirte- mmmm esto no me huele bien- hay una cena…
- No – ni la dejo seguir, ya se para dónde va y seguro es con esa bola de pesados.
- Amor por favor, mira que tu madre aun no puede mandar a Declan- se acerca haciéndome un puchero y veo como Akiko está toda divertida con la escena- te deberé una- sonríe, rayos sabe que me tiene
- Sigue- le digo para ver si me conviene levantando una ceja.
- La cena es con los hij@s de empresarios, que seguramente tomaran el control en unos años, pero ya sabes que hay que convivir y las burocracias- me acomoda la blusa tiernamente- habrá de todo, seguro Lois también ira- sonríe, ella es muy buena amiga.
- De a cómo vaya la cena es el favor que me deberás- le digo molesta cruzando los brazos
- Genial- sonríe victoriosa- bien, vayan con un vestido coctel, mmmm algo sencillo, no tienen que conquistar a nadie jijiji- se burla, esperen mmmm creo que me perdí de algo
- ¿Vayan?- pregunto
- Akiko y tu obvio- ah ahora sí que no, esto no
- ¿Qué? ¿Por qué yo?- bueno mínimo no soy la única que no se lo esperaba- tía, yo no tengo nada que hacer ahí, aquí no hago negocios y mi familia no tiene el más mínimo interés en hacerlos
- Sencillo preciosa- mamá se le acerca juguetona- es porque si no me ayudas, te dejo de prestar a mi esposa- le acomoda la pashmina y podría jurar que mi prima tiene cierto rubor.
- No hay trato- le digo molesta
- Lo siento, ya aceptaste, solo agrégale valor al favor- a veces quiero matar a mis madres.- bueno te mando la dirección, diviértanse y si quieren salir antes ya sabes que escusas sacar- me sonríe victoriosa y me hace señas de que nos podemos retirar, suspiro frustrada y volteo a ver a Akiko que va como en las nubes y aun ¿ruborizada?
Vamos en el carro, en verdad estoy molesta con esto, ella se ve sumida en sus pensamientos y la verdad lo prefiero así, aún estoy pensando en cómo voy a aguantar la cena y todavía tengo que soportarla y cuidarla.
- ¿Trajiste vestido?- le digo y por lo que se ve apenas me entendió
- ¿eh? Ah sí, ya conoces a mamá- mis ojos se iluminan
- ¡Ah sí! Seguro los vestidos que traes son hermosos, tía tiene un excelente gusto- de verdad que amo cuando me manda ropa de sus diseños, ella me mira molesta, pero bueno ni que hacerle
- Te mando unos, pero se quedaron en la casa de mis tías- y yo giro bruscamente cambiando de dirección para ahora ir a ese rumbo- ¿estás loca? ¿nos quieres matar?
- Jajaja, calma, solo vamos a ver lo que mando y sabes que nuestros carros son muy seguros, así que no exageres- parece histérica
Al llegar a la casa vamos al cuarto de invitados donde están los vestidos, ella me indica cuales son para mí, son preciosos, son 3, uno rojo, otro blanco y uno negro, todos coctel, tienen esa sencillez, encanto y elegancia que me fascina de mi tía, solo quiero tener las ocasiones para ponérmelos ^^
Después de la comida empezamos a arreglarnos para la dichosa cena, en casa de mis madres deje mi carrito para agarrar uno lujoso, para esta acorde a la dichosa cena, que si por mi fuera me iría en mi fiel carruaje, pero que se le puede hacer, esto de las etiquetas es una molestia andando.
La casa de la mentada cena es enorme, todo está muy bien arreglado, a decir verdad es una mansión, como la de mis bisabuelos, los candelabros son enormes y todas las luces están encendidas, el lugar reboza de elegancia y todos portan atuendos formales y esas caras nefastas llenas de presunción.
- Muy buenas noches Señoritas- Frederic toma mi mano para besarla, a mí que me da asco y la quito rápidamente.
- Buenas noches Frederic, te presento a mi prima Akiko- él le hace la reverencia y su mirada despectiva, este hombre es un racista de lo peor, yo me molesto, ¿Cómo se le ocurre hacerle ese desplante a ella?
- Encantado- le dice serio.
- El gusto es mío- Akiko ni le está poniendo atención
- Espero estén cómodas en esta humilde casa- el tono de voz del hombre es de todo orgullo
- Pues ojala- estoy que se me cae la quijada Akiko viene con toda la actitud y veo como él se saca de onda- el lugar está bien, digo no es como estar en el palacio de Inglaterra pero mínimo esto no está mal- y entonces recuerdo
- ¿entonces si fuiste con tía a la pasarela?- creo que mis ojos brillan de sólo imaginármelo, que cuando hace la pasarela familiar y salgo me fascina
- Si, mamá me pidió que desfilara esa vez, ya sabes que cuando quiere algo lo consigue- jajaja bueno si en eso se parecen nuestras madres, volteo a ver a Frederic y jajajaja vieran su cara- la Reyna fue muy amable, hasta nos invitó al té, aunque tuvimos que posponerlo ya que teníamos un compromiso en casa, supongo que será entre este o el próximo año- seguimos caminando y saludando a los demás en lo que hago las presentaciones.
- Amy- escucho su voz dulce y sus brazos a mi alrededor- que bueno que viniste, pensé que sufriría sola aquí- se me cuelga cual sanguijuela
- Jajajaja Lois, no, no sé cómo hiciste para que mamá me obligara a venir- le contesto el abrazo y nos soltamos- mira ella es mi prima Akiko
- Wooooo ¡la hija de la destacada diseñadora de modas Alice!- su grito se escuchó por toda la mansión y ahora todos nos ven, bueno a mi prima
- Sí, mucho gusto- Akiko se ve incomoda
- El gusto es mío- sonríe como si estuviera viendo a su ídolo- me encanta el trabajo que hace tu mamá, espero poder ver a que te dedicaras tú, sé que será fabuloso- mmm creo que esto es un poco ¿incómodo?
La cena hasta eso estuvo tranquila, varios nos sacaron a bailar y cuando la sacaban a ella pude ver mejor su atuendo, debo decir que a Akiko ese vestido ajustado negro le queda excelente, es sin mangas y el largo apenas arriba de las rodillas, en el abdomen tiene unos ligeros pliegues que con su abdomen plano lo único que hace es resaltarlo.
- Amy- interrumpe mi platica con uno de los caballeros y me jala un poco pero sin ser descortés- ya me cansaron ¿nos vamos?- jajajaja sin duda es de familia
- Si- le asiento feliz, que yo desde cuando quería irme
Aprieto un botón de mi pulsera y suena mi teléfono lo suficientemente alto para que varios lo escuchen, finjo contestar, damos las escusas y sacamos a Lois también de ahí, ya se estaban pasando de copas y así como es esta mujer creo que podría correr peligro.
- Ah que bien que te marcaron, esos asechan mucho cuando saben que te quedaras con la empresa
- Jajajaja o sea que, qué bueno que no me quedaré con la empresa ¿si no? Dios me ampare de sus acosos- ella y yo reímos, Akiko solo nos observa.
- ¿Aún no hablan eso tú y tus hermanos?- niego con la cabeza
- No, Milo aún es muy pequeño, aunque él nos dijo que quiere una de las empresas de mami- Akiko levanta las cejas sorprendida, ella si sabe a lo que me refiero
- Entonces la cosa está entre los tres más grandes- dice pensativa
- Algo así, aun nada es seguro, hasta que cumpla los 16 lo decidiremos
- Amy- Akiko suena seria- el carro- y me percato que nos vienen siguiendo.
- Lois, ¿trajiste guardaespaldas?- le pregunto seria
- No, dijeron que no era necesario- veo que se empieza a poner inquieta
- No te preocupes, ponte el cinturón de seguridad y acomódate, ahorita los perdemos en caso de que si nos estén siguiendo- le sonrío por el retrovisor para darle calma.
Akiko le marca desde el carro a mami.
- Mami ¿Dónde están?- oigo mucho ruido, así que en casa no están
- En una cena empresarial princesa- intercambio mirada con Akiko y ella entiende ese “empresarial” perfectamente.
- Necesito que me mandes tu ubicación, traigo a Lois y queremos saludarte- eso logra sacarle una sonrisa a mi amiga
- Ah, enseguida la mando con una guía de cómo venir princesa- suena feliz
- Bien, entonces ahorita nos vemos- le mando un beso y Akiko me hace el favor de colgar con el clic en la pantalla
No tarda ni 1 minuto cuando ya tengo la dirección junto con la trayectoria, aunque el dichoso carro nos sigue muy bien nunca nos atacó, entramos a la mansión que me señalo mi mami y vemos un arsenal de guaruras por todos lados, al bajar mis madres ya están esperándonos con unas sonrisas y un Señor bastante elegante y grande.
- ¿Y ellas son?- pregunta el Señor amablemente a mi mami cuando estamos bajando del carro.
- Mi hija, mi sobrina y una amiguita- él nos saluda cortésmente
- Un placer señoritas, siéntanse en su propia casa, lo que necesiten no duden en pedirlo- y su mirada se detiene en Lois- ¿amiga dijo?
- Si, de las intocables- mi madre saca la mejor de sus sonrisas, en eso vemos que un guardaespaldas se acerca al Sr
- Es bueno saberlo- su sonrisa es suave- creo que sus guardaespaldas no son discretos- lo dice como si nada
- Ah, supongo los rodeaste- mami finge- déjame hablar con ellos- el Sr asiente
- Te acompaño- le digo y ella asiente, Akiko y Lois se quedaron con mamá y el Sr, hablando de quien sabe que cosas.
Al llegar a donde los “guardaespaldas” la cara de mamá es de enojo supremo, tanto que hasta a mí se me pusieron los pelos de punta.
- Bien caballeros o hablan ahora o ellos se encargaran de todo- señala al personal del Sr- y créanme que de todos modos sabré quien los mando y por quien venían- su sonrisa es siniestra- además de que si hablan los salvo de todo- y ahora sé porque nadie se mete con ella, su voz es de ultratumba.
- Hablaremos- uno se acerca a ella- pero no aquí y no ahora
- Bien, ellos los acompañaran hasta mañana que yo venga por ustedes- mi mami sonríe tranquilamente como si estuvieran en una plática muy amena- solo no intenten nada estúpido, porque entonces ellos son libres de hacerles lo que les venga en gana.- Se da la media vuelta y yo la sigo
En sí, después de eso nos mandaron a casa e invitaron a Lois a dormir con nosotros, al llegar a la casa de mis madres, mis hermanos veían una película así que nos les unimos y después fuimos a dormir, estábamos tan cansadas y yo más puesto que me despertaron temprano en sábado ¬¬
Las semanas han pasado, del incidente mami dijo que no debíamos preocuparnos, que ya todo estaba debidamente solucionado y que Lois estaba adecuadamente protegida.
Por ahora voy llegando de la universidad, hoy en particular es un día muy pesado, tengo 14 hrs en la universidad sin descanso, apenas pude comer, pero bueno todo sea por terminar la carrera lo más rápido posible y si todo va bien es posible que acabe antes del año y medio, pero no canto victoria, también no quiero fastidiarme.
Me dirijo a mi cuarto en lo que me voy quitando el pantalón y la playera, hace un calor del mal que solo me fastidia, dejo mis zapatos y ropa en mi cuarto y voy a la cocina por un vaso con agua y muchos hielos, en eso oigo como se va abriendo la puerta, pero yo sigo en lo mío, puesto que me decido a cenar para poder ir a dormirme, estoy que no puedo más.
- T t traje pizza- ¿tartamudeó? Volteo a verla rápido y confundida, esta super roja, pero con el hambre que tengo me enfoco en las pizzas que trae en las manos
- Ah que linda muchas gracias- me acerco a ella para ayudarle, tomo las pizzas y las llevo a la mesa- ¿no vienes?- ella como que sale de si, cierra la puerta, se lava las manos y se sienta en lo que yo acerco platos y vasos
- Si- aún está muy roja
- Que calor ¿verdad?- le digo tomando un pedazo de pizza- donde que andas super roja
- Ah, sí, mucho calor- toma su pedazo y se concentra en el- ¿Por qué no traes ropa?- creo que está molesta
- Porque tu dijiste que no te molestaba- subo los hombros para restarle importancia al asunto
- Tsss, bueno mínimo ponte camiseta- suspira molesta, estas son de las cosas que no entiendo, toda su vida estuvo con modelos y le molesta que yo ande en ropa interior >.<
- Bien, pero ahora déjame terminar de comer- sigo con lo mío
Cuando terminamos con las pizzas veo que comí más que ella, yo un poco mas de una pizza, pero ella no se queja, me levanto recojo y lavo en lo que ella esta con su último pedazo, me acerco, le doy un beso en la cabeza y digo con mi mejor sonrisa:
- Gracias, linda noche, estuvo deliciosa- voy para mi cuarto preguntándome ¿porque demonios le di el beso en la frente? bueno aunque si lo medito es lo que normalmente hago con mis hermanos.
No hubo respuesta y para ser honesta ni quise voltear para ver su reacción, solo llegue a mi cuarto, me encerré y caí a dormir, la verdad ni quería pensar en ello.
Tuve un sueño muy raro, alguien se metía a mi cama y me abrazaba, era tan cálido, el sentir sus brazos alrededor de mi cuerpo solo hacía que me sintiera segura y mi corazón palpitaba rápidamente, sentí dulces besos en mi mejilla, lentos, cortos y suaves y un ligero susurro que decía “no entiendo porque me confundes y alteras tanto”, después deje de sentirle y al abrir los ojos estaba sola en la habitación, se sintió tan real, juro que aun podía sentir la calidez de su cuerpo pegado al mío y mi corazón latir a mil, tanto que llevo todo el día con eso y no me he podido concentrar nada en clases, así que decido regresar al departamento temprano.